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Conferencia del PSI y de la WSWS

Contribuciones sobre las artes, derechos demócraticos y Nader

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Hoy seguimos publicando las contribuciones verbales y por escrito de varios delegados a la conferencia sobre "Razones para la alternativa socialista en las elecciones del 2004", auspiciada por el Partido Socialista por la Igualdad (PSI) y el WSWS del 13 al 14 de marzo, 2004, en la ciudad de Ann Arbor, estado de Michigan.

Un resumen de la conferencia apareció en inglés el 15 de marzo. El discurso de apertura por David North, Presidente del Comité de Redacción Internacional del WSWS y Secretario Nacional del PSI, fue publicado originalmente en inglés el 17 de marzo y en español el 6 de abril.

El discurso de nuestro candidato a la presidencia, Bill Van Auken, se publicó en inglés el 18 de marzo y apareció en español el 8 de abril. El discurso de nuestro candidato a la vice presidencia, Jim Lawrence, apareció en inglés el 19 de marzo y en español el 13 de abril

La publicación del documento que sigue concluye nuestro reportaje en español de la conferencia. Discursos adicionales en inglés de los delegados internacionales pueden encontrarse en nuestro sitio en los archivos de marzo.

Joanne Laurier, Comité Editorial del WSWS

Como varios personas ya han expresado, el propósito de nuestra campaña electoral consiste en elevar el nivel del debate político, en elevar la conciencia política de la clase obrera. Nuestra declaración sobre las elecciones hace relucir que el fin de nuestra participación no es ganar votos, sino debatir ideas y política.

En este contexto me gustaría abogar por esa sección de la declaración sobre las elecciones que se refiere al estado de las artes en Estados Unidos y a lo importante que que es defenderlas.

En la sección titulada, "Un programa socialista para defender a la clase obrera", la declaración hace un resumen de las sistemáticas y violentas reducciones a los fondos que tienen por objetivo el financiamiento de los programas de arte, de educación, de bibliotecas, etc. Continúa con que:

"El daño causado a la producción intelectual y a la moral de la sociedad, consecuencia de esta orientación tan mercenaria y filistea, no se puede calcular. Existe un vínculo indisputable entre, por una parte, la glorificación del militarismo, de la bestialidad y del egoísmo y, por otra, la hostilidad al patrimonio artístico y cultural de las generaciones anteriores".

Este punto es crítico. El arte es una de las formas indispensables por medio de la cual los seres humanos se orientan en el mundo y llegan a comprender su carácter esencial. El esfuerzo artístico humaniza, sensibiliza y hace a los humanos más flexibles. Profundiza nuestro entendimiento de la personalidad humana en todas sus complejidades, peculiaridades y belleza.

El arte serio es enemigo de los estereotipos, de las panaceas y de las soluciones fáciles. Para crear y asimilar hay que pensar y sentir. El arte serio es enemigo del salvajismo, de la indiferencia, de la aceptación pasiva. Nos enseña a ser más susceptibles a los sentimientos y a los deseos de otros. Hace relucir las inquietudes universales...e ignora las fronteras nacionales y las diferencias raciales. El arte serio es incompatible con el chauvinismo, con el odio racista y con el prejuicio de todo tipo.

Por medio de sus imágenes, el arte lucha para comprender la vida. Las imágenes del arte sincero son tan legítimas como las leyes y las hipótesis de la ciencia, y tienen un impacto igual. Alteran a los seres humanos y a las relaciones humanas, en la mayoría de las veces de manera subterránea, pero a veces abierta y directamente. A través de la importante lucha del artista para comprender los elementos esenciales de la vida, que se expresan de muchas formas, [las imágenes] se convierten en propiedad de toda la humanidad. El mundo nunca vuelve a ser el mismo. Después de los descubrimientos de Darwin y de Marx, la gente no volvió a ver al mundo de la misma manera. Tolstoy y Van Gogh firmemente hicieron añicos a los viejos conceptos y a las antiguas percepciones.

Los orígenes del movimiento socialista y de la cultura moderna están vinculados inseparablemente. Esto no significa para nada que todos los artistas principales estuvieran de acuerdo con los principios y objetivos del socialismo. Pero las percepciones del movimiento marxista formaron la vanguardia de las críticas a la realidad existente, y toda obra de arte seria es un acto de crítica y protesta.

Las agresiones contra las artes, contra la personalidad artística en sí, por parte de los ámbitos políticos establecidos de Estados Unidos provienen de su crisis y fines rapaces. Todo lo que no se puede controlar o comprender, todo lo que no funcione a servicio de los intereses del mercado, le causa miedo a la clase gobernante. Existe hoy en Estados Unidos una hostilidad instintiva a todo lo que trata de examinar la vida con perspicacia y honestidad, porque si la obra de arte es perspicaz y honesta, la clase dominante tiene queda desnudada como anti democrática, autoritaria y decadente.

La clase dominante bien sabe que no puede inspirar la creación del arte serio. Sólo puede inspirar la repugnancia y el odio en aquellos que son honestos y sinceros. Guerras sin fin, una política basada en que todo le pertenece a los ricos, agresiones continuas contra los derechos del pueblo: estas son las condiciones bajo las cuales sólo los miserables más serviles y oportunistas giran hacia las autoridades que controlan el poder. El artista, sobre todo el artista joven, debe encontrar una nueva orientación basada en la oposición al statu quo en todos sus aspectos.

Cuando decimos que los fondos necesarios para financiar las artes deben ser enormes, no estamos hablando de reestablecer la Fundación Nacional de las Artes o instituciones semejantes. Desde el punto de vista de la economía, éstas todavía no han llegado a la ruina, pero en cuanto a la moral han quedado en las cenizas, pues tratan a cada momento de apaciguar a los críticos derechistas.

La lógica populista derechista y libertaria, es decir, que el gobierno no debería entrometerse en las artes, es espuria, sobretodo cuando la escasez de subvenciones a las artes significa que los productos comerciales del mercado—homogenizados y conformistas, creados por de la "industria de los espectáculos"—dominan totalmente.

Estamos hablando de la creación de nuevas instituciones, organizadas democráticamente y gobernadas por comités compuestos de los artistas más dedicados y sacrificados, con fondos y conocimiento a su disposición para que puedan sustentar y nutrir la creatividad y la imaginación en todas sus formas estéticas. La elevación del nivel cultural del pueblo a través del arte y de la educación, por medio de la introducción del público obrero al patrimonio cultural del pasado mediante el establecimiento de museos locales y centros de arte, y la exposición de la juventud a otras alternativas culturales que no humillen al ser humano como lo hace la cultura popular contemporánea... Estos son los objetivos por las cuales nuestro movimiento abogará paciente y firmemente durante nuestra campaña.

La población es susceptible a las manipulaciones y a las mentiras de la clase gobernante siempre que la sociedad no sea sometida a la crítica artística. Fijémonos en un ejemplo más o menos limitado: vivimos en un país donde generalmente ni Bush, ni los cínicos e infinitamente corruptos dirigentes del Partido Demócrata, ni los charlatanes como Al Sharpton, ni los ladrones empresariales, son ridiculizados ¿Qué diría un Daumier, un Balzac o un Mencken acerca de la pandilla de conspiradores criminales en la Casa Blanca y de sus partidarios capitalistas? El artista de hoy ni satiriza ni escudriña nada de esto.

Estamos convencidos que vivimos en la víspera de grandes rebeliones que no dejarán intacto ningún aspecto de la vida cotidiana, incluyendo la esfera cultural. Nuestro partido insta a los artistas innovadores a que se fijen en la condición humana, que hagan todo sacrifico intelectual necesario para penetrar, de todas las maneras posibles, las realidades de la vida moderna. Nos comprometemos a apoyar todo esfuerzo honesto y a ayudar a crear las condiciones para un renacimiento cultural, elemento indispensable para el desarrollo de un movimiento revolucionario en este país y a nivel internacional.

Alden (Pennsylvania)

Dos de las columnas principales de apoyo del Partido Demócrata en Estados Unidos son la burocracia de los sindicatos obreros, que acaba de prometer $44 millones durante su conferencia en Bal Harbor, y la Asociación de Abogados Jurídicos de Estados Unidos (siglas ATLA en inglés).

John Edwards, el último contrincante convencional de John Kerry para la nominación a la presidencia, fue abogado jurídico. ATLA ha donado grandes cantidades de dinero al Partido Demócrata. En la esfera de los derechos civiles, los abogados del sistema jurídico de Estados Unidos son partidarios de los derechos de los trabajadores, de los consumidores, de los pequeños inversionistas y de las pequeñas empresas. Según las leyes que rigen las demandas civiles por agravios personales, así como en otras tantas esferas del derecho civil, los abogados jurídicos, representan los intereses de individuos y grupos que han sufrido perjuicios por parte de las grandes empresas y los bancos. Estos abogados representan los derechos de los demandantes y pueden entablar pleito para recibir compensación y obtener daños punitivos, por x cantidad de dinero, para rectificar los perjuicios que sus clientes han sufrido.

Muy similar a lo que está sucediendo con los derechos democráticos del pueblo trabajador, todos los derechos civiles de los trabajadores, de los consumidores, de los pequeños inversionistas y los pequeños comercios para demandar a las grandes empresas y obtener recompensas adecuadas están siendo socavados. A esta agresión se le ha dado el inocuo—y, al parecer, progresista—título de "Reforma de las leyes que rigen las demandas civiles". Pero es todo lo contrario. Es sumamente peligrosa y reaccionaria. Este tipo de reforma fue de las propuestas principales del contrato de Newt Gingrich con Estados Unidos en 1994. Desde ese entonces, las grandes empresas han continuado tratando de ponerla en práctica a nivel estatal y federal, y en las legislaturas de los estados y en los tribunales.

Los derechos civiles que ahora están siendo socavados incluyen el derecho a demandar a las empresas gigantes en acciones de clase; el derecho a demandar para recibir compensación por perjuicios sufridos debido a la mala práctica médica o la negligencia de los hospitales; y el derecho a emplear un abogado que brinde sus servicios bajo promesa, es decir, a quien no se le paga nada hasta que gane el caso, en cual caso cobraría un porcentaje de la cantidad total que el demandante reciba. También se han establecido otras barreras procesales que los patrocinadores de dicha reforma quieren hacer ley.

El año pasado, la anulación de los veredictos sobre las muertes y la adicción al tabaco fue de las victorias más importantes de las fuerzas que respaldan la "reforma", ya que se impuso un límite a todos los daños punitivos (debido a la reaccionaria decisión de la Corte Suprema en el caso de State Farm Insurance contra Campbell).

Las leyes que rigen los derechos civiles de los trabajadores, los consumidores y los pequeños inversionistas y negociantes deben ser fortalecidas contra la rapacidad de las grandes empresas. Y la "reforma" de las leyes sobre el entuerto han de ser repudiadas completamente y obligadas a retroceder.

Jerry Isaacs, Comité de Redacción del WSWS

Desde que publicamos nuestra plataforma electoral, Ralph Nader ha anunciado su decisión de postularse a la presidencia de Estados Unidos. El Partido Socialista por la Igualdad se opone a todos los que critican a Nader porque su campaña le puede quitar votos a todo candidato Demócrata que se oponga a Bush. Estos ataques derechistas contra Nader, los cuales incluyen las amenazas de los ámbitos dirigentes del Partido Demócrata en entablar pleito civil para negarle lugar en la papeleta electoral, son reaccionarios y anti democráticos.

Nuestra crítica a Nader viene de la izquierda; es decir, desde el punto de vista de que él no representa una verdadera alternativa al control económico y político que ejerce la clase capitalista. No obstante sus críticas al sistema basado en solo dos partidos, Nader funciona para promover las ilusiones en el Partido demócrata, sobretodo cuando sugiere que a este antiguo partido de la burguesía se le pude presionar para que represente a los que el sistema capitalista basado en las ganancias explota y a los oprime. A fin de cuentas, su política y su programa son incapaces de ponerle paro o hacer retroceder las depredaciones del capitalismo y sólo sirven de muralla al establecimiento de un movimiento obrero políticamente independiente y anti capitalista.

Una crítica objetiva de cualquier figura o partido político tiene que basarse en su historia y en una comprensión de los intereses sociales y clasistas que sirven. Nader comenzó su carrera política en 1963, cuando trabajaba pare Daniel Moynihan, en ese entonces ministro asistente en el Ministerio del Trabajo bajo el programa de la "Gran Sociedad", auspiciado por el gobierno de Johnson. Durante ese período, cuando el capitalismo estadounidense todavía dominaba y no tenía rivales, la programática de ambos partidos políticos era liberal: regular el mercado capitalista y llevar a cabo ciertas reformas sociales limitadas.

Comenzando en la década de los 70, la crisis económica mundial forzó enormes cambios en la política clasista del país. Los convenios de colaboración clasista fueron reemplazados por la guerra de clases: la destrucción de los sindicatos, la reducción de los beneficios sociales, la desregulación y el proceso de ‘globalización', y el traslado de la producción a países donde reina la mano de obra barata. Este cambio tuvo un significado: los campeones del reformismo tales como Nader ya no eran aceptados en los pasillos de las autoridades capitalistas.

Nader articula los agravios a, y las frustraciones de, la clase media—los pequeños comerciantes, las familias granjeras, los pequeños inversionistas y los gerentes de bajo nivel - que han sido golpeados por que el capitalismo "globalizado" y la concentración de enormes fortunas en manos de las empresas transnacionales.

Pero su objetivo no es la reorganización socialista de la economía mundial por la clase obrera, sino poner en reversa el reloj de la historia y regresar a otros tiempos, cuando las enormes empresas y la economía "globalizada" todavía no existían; cuando la clase media era más importante y ejercía mayor influencia sobre la vida económica y política.

Nader sostiene que el desarrollo de los monopolios y los consorcios, y el dominio de los intereses empresariales sobre el gobierno, representa un desvío de la trayectoria normal y progresista de la evolución capitalista. En un artículo sobre los actos delictivos de Enron y otras empresas, publicado en julio, 2002, y titulado "El socialismo empresarial", Nader escribe que el problema es que el estado está dominado por las grandes empresas y que actúa contrario a las presuntas leyes naturales del sistema de ganancias. Según él, en el capitalismo los accionistas "controlan lo que les pertenece"; "las empresas compiten entre sí sobre un campo justo" y las que fracasan quiebran exactamente como los pequeños comercios que no pueden competir.

"Los movimientos cívicos y políticos", nos dice Nader, "tienen que abogar por la separación ética de las empresas y el estado". Si esto ocurriera, sigue Nader, "un capitalismo adaptable, sostenido por una justicia igual para todos bajo la ley", resultará en "niveles de vida más elevados y expandirá su capacidad para integrar a valores comunitarios y ambientales de mayor alcance".

Este punto de vista ignora dos hechos económicos y políticos esenciales. Primero, la consolidación de la riqueza y del poder en manos de enormes empresas industriales y financieras ha sido una realidad de la economía desde principios de los 1800, no sólo en Estados Unidos, sino en todo el mundo. Además, la monopolización fue consecuencia del desarrollo orgánico de la libre competencia misma, la cual le dio ímpetu a la concentración de la producción y luego a los monopolios; proceso que intensificara las catastróficas crisis económicas.

Durante el último cuarto de siglo, este proceso ha resultado en una mayor integración de la economía mundial. La oposición de Nader a la "globalización" es una utopía reaccionaria: encerrar de nuevo a la economía mundial dentro de los límites impuestos por el estado nación, por medio del cual, según él, las empresas serán más favorables a las necesidades de los pueblos de sus propios países. A base de este programa, nader se ha unido a las fuerzas nacionalistas reaccionarias tales como la burocracia sindicalista de la AFL-CIO y políticos derechistas que abogan por el proteccionismo en contra de China, México y ortos países.

Su exhortación a "la separación ética de las empresas y el estado" niega el carácter clasista del estado capitalista. El gobierno no es un cuerpo neutral cuya esencia clasista puede ser determinado por cualquier fuerza social que le ponga presión. El estado es, tal como explicara Marx, "un órgano de dominio clasista para la opresión de una clase por otra". Toda la experiencia histórica del último siglo, en Estados Unidos y en todo el mundo, ha mostrado que cuando los intereses más fundamentales de la clase gobernante se ven amenazados por la clase obrera y las masas oprimidas, el estado capitalista no titubea en usar la represión más bestial para defender la propiedad y las fortunas de la clase que domina la economía.

Que Nader niega y rechaza la índole clasista del estado va mano a mano con su rechazo general de la lucha de clases. De acuerdo a él, las divisiones esenciales de la sociedad no son entre la clase obrera y la clase capitalista, sino entre las poderosas empresas y los "consumidores". La clase obrera, insiste él, no debería formular su propia alternativa al capitalismo sino depender de los que defienden a los consumidores: "abogados del pueblo y otros elementos de la clase media para que funcionen como árbitros entre las dos clases en pugna y le pongan presión al estado para conseguir reformas.

Nader se opone a toda lucha de la clase obrera para redistribución radical de la riqueza. Más bien sugiere que la burguesía voluntariamente parta con una porción su fortuna. Su plataforma electoral, además de sugerir que una "tasa de impuestos bien baja" "recaudaría fondos significativos", le pide a los "estadounidenses ricos" que apoyen el aumento de los impuestos sobre sus dividendos, sus propiedades y ganancias capitales, y de los intereses.

Estas exhortaciones son patéticas, incapaces de resolver la monstruosa desigualdad en Estados Unidos o instituir la redistribución de la riqueza atrincherada de la clase capitalista, o de ponerle freno a la explosión del imperialismo y el militarismo que pone en peligro a los pueblos del mundo. La misión de la clase obrera no consiste en ponerle presión al estado capitalista en vanas esperanzas de reconciliar sus [de la clase obrera] intereses con los de los pocos ricos en existencia, sino en la transformación revolucionaria total de la sociedad para garantizar una verdadera igualdad y una democracia verdadera.