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Perspectiva

Se desmoronan ingresos familiares en EE.UU.

Esta perspectiva se publicó en inglés el 9 de agosto del 2014.

La más reciente Encuesta de Finanzas del Consumidor del Fondo de Reserva FEDeral de Estados Unidos (FED), publicado el pasado jueves, muestra un declive devastador en las condiciones económicas de la gran mayoría de la población durante esta supuesta recuperación económica.

El informe revela que entre 2007 y 2013, los ingresos de una familia típica en Estados Unidos cayeron 12 por ciento. El hogar estadounidense promedio ahora gana seis mil cuatrocientos dólares menos por año que en 2007.

Gran parte de la disminución se produjo durante la dizque "recuperación" bajo el gobierno de Obama. En los tres años entre 2010 y 2013, el ingreso anual de una familia típica se redujo 5 por ciento más.

El informe también muestra que la riqueza ahora esta aún más concentrado en las capas económicas más altas. La tasa de la riqueza del 3 por ciento más rico aumentó del 44.8 por ciento en 1989 al 54.4 por ciento en 2013. La proporción de la riqueza en manos del 90 por ciento más pobre se redujo del 33,2 por ciento en 1989 al 24,7 por ciento en 2013.

Las disparidades en los ingresos han aumentado junto con la creciente monopolización de la riqueza. Mientras que el ingreso anual de una familia típica se hundió un 5 por ciento entre 2010 y 2013, el ingreso del décimo social más alto creció un 10 por ciento, con ganancias aún mayores para los hogares más ricos.

El informe presenta otras estadísticas de regresión social:

  • Se observa que el porcentaje de la población que posee hogares se redujo del 67,3 por ciento al 65,2 por ciento entre 2010 y 2013.
  • Entre 2001 y 2013, la proporción de familias jóvenes agobiados por la deuda educación casi se duplicó, de 22.4 por ciento a 38.8 por ciento.
  • Durante los mismos años, el porcentaje de estas familias con más de $ 100.000 en deuda creció casi diez veces, desde un 0,6 por ciento a 5,6 por ciento.

El informe del FED demuestra irrefutablemente que la noticia de una amplia recuperación económica es un cuento fraudulento. Wall Street y la aristocracia financiera, es cierto, nunca han estado tan bien. Pero las condiciones de la mayoría de las personas que trabajan continúan empeorandose.

Ya no sorprende a nadie que los medios de información ligados al grupo de poder político hayan sepultado el informe del FED. Los políticos de ambos partidos burgueses, tanto el Partido Demócrata como el Partido Republicano, también han guardado silencio.

El informe del FED es sólo la más reciente de una serie de crónicas sobre el continuo crecimiento de la pobreza y de la desigualdad social en medio de lo que se pregona como la recuperación de la crisis de 2008. Todas estas señalan el hecho que las tensiones sociales en Estados Unidos están al punto de una ruptura. Existe una creciente oposición social, como se reflejó recientemente en los eventos en Ferguson, Missouri tras el asesinato policial de un adolescente desarmado. La reacción de la clase dominante es la represión masiva, cosa que apareció en la represión policial militar contra los manifestantes en Ferguson,.

Mientras tanto, Obama ha puesto en marcha otra guerra en el Medio Oriente e incita una guerra contra Rusia en Europa del Este, amenaza de catástrofe nuclear.

Sin embargo, en medio de esta situación explosiva, las elecciones nacionales, que ocurrirán en sólo ocho semanas no despiertan ningún interés popular. El Centro para el Estudio del Electorado Americano señaló que la participación en las 2014 primarias estatales se redujo en un 18 por ciento a partir de 2010, alcanzando mínimos históricos. En Iowa, sólo el 9,7 por ciento de la población votó en las elecciones primarias.

La expectativa para el balotaje que se avecina es de una similar baja tasa de participación.

Junto a la polarización social, ocurre una polarización política, que hasta ahora cobra un aspecto de alienación y pasividad, de abstención y de repudio. Por lo general, los trabajadores de Estados Unidos no creen que las elecciones van a cambiar nada. Su experiencia con el gobierno de Obama, con sus promezas de "esperanza" y "cambio" (para después intensificar la política reaccionaria de su predecesor del Partido Republicano) ha comenzado a hacer que los obreros tomen conciencia del callejón sin salida del sistema de los dos partidos de la burguesía.

Hay una realización creciente de que es necesario un cambio más fundamental y de los problemas que enfrentan las personas tienen sus raíces en el sistema económico y político existente.

Confirmando esta creencia, ambos partidos rechazan y son incapaces de resolver las candentes cuestiones sociales que encara el pueblo (destrucción de empleos, caída de salarios y de ingresos, el cierre de escuelas, la evisceración de las pensiones y los beneficios para la salud). No tienen nada que proponer que no sean austeridad y represión.

El FED publicó su informe un día antes que el Departamento de Trabajo publicara deprimentes cifras de empleo para el mes de agosto, que muestran que la economía de Estados Unidos añadió menos puestos de trabajo el mes pasado que en ningún otro mes de este año. Se mostró además que 268 mil personas abandonaron la fuerza de trabajo, con lo que la tasa de participación en la fuerza laboral de Estados Unidos a su nivel más bajo en cuarenta y cinco años.

La reacción del gobierno de Obama y del Partido Demócrata fue presentada el sábado por el vicepresidente Joseph Biden. Esa respuesta sólo ayudó a más destacar el abismo insalvable que separa al gobierno de la clase obrera.

Biden elogió el informe de empleos como una reivindicación de las políticas del gobierno. Es, declaró, "otra muestra de lo lejos que hemos llegado." Biden presentó a Obama y a sí mismo como luchadores por la "clase media" estadounidense (mítica categoría de los políticos y académicos capitalistas que le tienen terror a aceptar la existencia de la clase obrera).

Para nada mencinó Biden el informe del FED, el empobrecimiento de grandes sectores de la población o el mayor enriquecimiento de la oligarquía financiera. Tampoco habló de los crueles recortes en cupones de alimentos o de la terminación de los subsidios de desempleo a largo plazo durante este gobierno.

La unica otra alternativa"democrática" que se le ofrece a la gente trabajadora en este balotaje, es el Partido Republicano que es más abierto e implacable en fomentar los intereses reaccionarios de la élite empresarial y financiera.

Es necesario hacer un balance de todo esto y sacar las conclusiones apropiadas. El único camino posible para los trabajadores y los jóvenes es romper con los partidos políticos existentes y emprender una lucha independiente contra el sistema capitalista.

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