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Declaración del JEIIS de la Universidad de Humbolt

¡Todos por la ciencia y en contra de la propaganda de guerra!

En La Universidad de Humbolt de Berlín ocurre una disputa de gran significancia política.

La jefatura universitaria amaga con censurar políticamente, una reunión de los Jóvenes y estudiantes internacionales por la igualdad social (JEIIS) de la Universidad de Humbolt (HU). El tema de esa junta es: “¿Por que motivo desean guerra las élites de poder alemanas?” Los administradores alegan que la crítica por parte de los estudiantes de profesores de la derecha política que pregonan guerra y armamentismo, equivale a calumniarlos e insultarlos, y que desobedece las reglas del debate académico.

Una carta, del siete de octubre del 2014 de parte de las autoridades universitarias condiciona la reunión de JEIIS del 23 de octubre a que “antes, durante, y después de la reunión no se calumnie a miembros de la universidad (en volantes, carteles, el Internet, o de alguna otra manera) por ser militarista o partidarios de la guerra, como ocurrió en la reunión de JEIIS de julio”.

La carta dice que esos tipos de argumentos van en contra de los “principios académicos de una universidad que discute cuestiones controversiales sólo en bases científicas”. De ahí parte la amenaza: “la administración de la universidad no permitirá que se desobedezca ese principio”.

Con esa maniobra la dirección de la universidad se pone del lado de los profesores de derecha. Tacha de calumnia la crítica política de los estudiantes para mejor suprimirla en nombre de los principios de debate académico. Su táctica tiene el objeto de vedar la discusión pública de la reciente política de guerra alemana, que algunos profesores de HU apoyan.

Mesa de información del JEIIS en frente de la biblioteca de la Universidad Humboldt

De eso precisamente se trató la reunión de julio del 2014 organizada por JEIIS que la gerencia de la universidad critica. En esa junta, quedó claro que profesores de la Universidad de Humbolt tuvieron una participación mayor en el pivote de la política exterior que anunció el presidente alemán Gauck el tres de octubre del 2013, que se está poniendo en práctica en Ucrania y el Medio Oriente.

El profesor Herried Münkler enseña teoría política en HU y, para justificar una política exterior más agresiva, se ha declarado a favor de limpiarle las manchas al rol alemán en la detonación de la Primera Guerra Mundial. En enero le dijo al Süddeutsche Zeitung que no era posible ya jugar un rol internacional en base a la idea que Alemania es culpable de todo. “Esa es una ficción, en lo que toca a 1914”.

A fines de mayo, Münkler publicó un ensayo en la página web Review 2014 (del Ministerio Exterior alemán) donde proponía mayor liderazgo alemán en Europa y el mundo. Con el título: “¡Nuestros intereses son prioritarios! la peligrosa brecha entre apariencia y acción,”toma la posición de que Alemania es un país exportador que debe tomar decisiones más en base a sus intereses comerciales y menos por sus valores. La traducción en inglés de esa oración usa una fórmula un poco más ambigua, dice que “la fuerte guía de política exterior alemana son sus intereses y menos sus bases normativas.”

Desde que ocurrió la junta de JEIIS en julio, Münkler y Baberowski han insistido en, y aclarado, su posiciones de derecha. Múnkler defendió al presidente Gauck el primero de septiembre conmemorando el inicio de la Segunda Guerra Mundial, donde Gauck amenazó a Rusia. Muchos políticos burgueses rechazaron ese discurso por ser muy extremo. Münkler, en cambio, lo defendió en el periódico Deutschlandfunk. “Si no podemos vocear lo que hemos aprendido, o si lo que aprendimos sólo vale para Alemania, entonces no hemos aprendido nada”, dijo.

En una mesa de discusión en el Museo Histórico Alemán (con el tema “Interventionsmacht Deutschland?”[Alemania: ¿Fuerza de intervención?]) Baberowski se puso del lado del militarismo germano: “Está claro que Alemania debe funcionar de esa manera. Es importante que Alemania acepte responder, particularmente en esos conflictos que la afectan. Por supuesto debemos evaluar (a) que capacidad de guerra tenemos, y (b) si podemos ganar”.

Aquí están (traducidas al español) las palabras exactas de Baberowski: “Si no estamos dispuestos a capturar rehenes, incendiar y destruir pueblitos, colgar a gente, y sembrar el miedo y el terror, no ganaremos; entonces es mejor no comenzar.”

Las palabras de Baberowski no son las de alguien que condena la terrible tácticas de las guerras imperialista de conquistas; son las de un fanático de la realpolitik que pide que Alemania sólo intervenga con sus fuerzas militares, si está dispuesta a actuar con más salvajismo que sus rivales e intervenir a máxima escala.

“Uno tiene que ser conciente que todo esto constará muchísimo dinero, y que hay que enviar soldados y armas a un vacío de poder para en primer lugar separar a los rivales”,dijo. Añadió también: “sobre todas las cosas lo más importante es el requisito de una tenacidad, y de una estrategia, política. Uno tiene que declarar que para solucionar alguna cosa vamos a intervenir. Tiene que valer la pena. Eso requiere dinero. Hay que invadir con tropas. Países como Irak, Siria y Libia ya no tienen la capacidad de resolver e por su cuenta el asunto en cuestión”.

Lo que propone Baberowski revive los más siniestros recuerdos de los terribles métodos alemanes en las dos guerras mundiales. La primera empieza con la ocupación alemana de Bélgica donde se cometieron horribles crímenes contra la población civil. En la segunda ocurre la guerra demoledora de Hitler contra la Unión Soviética que hace que los crímenes anteriores parecieran cosita suelta. Veintisiete millones de personas perdieron sus vidas en esa campaña.

Nosotros preguntamos ¿cómo es que le gerencia de HU considera que son legítimas para el debate científico las opiniones belicosas y de amnesia histórica de Baberowski y Münkler mientras que la respuesta política del JEIIS de alguna manera va en contra de los principios académicos de la universidad?

Hay algo retórico en esa pregunta. HU es una de las universidades de mayor prestigio en Alemania y su dirección se ha entregado de lleno a la reconstrucción del armamentismo germano. Estuvo a cargo del Strategiepapiers Neue Macht Neue Verantwortung. Elemente einer deutschen Außen- und Sicherheitspolitik für eine Welt im Umbruch (ensayo estratégico: “Nuevo poder y nueva responsabilidad: Elementos de una política germana externa y de seguridad para un mundo en transición” [haga clic aquí pare leerlo en inglés ]), todo un mapa de ruta imperialista y militarista.

Ese ensayo aparece en otoño del 2013 y se convierte en el cimiento del discurso de Gauck. Dice que Alemania “se entregará con creciente determinación (y con más frecuencia)” a la campaña de defender sus intereses geoestratégicos y económicos, por ser una “nación exportadora.” Un componente de “medidas pragmáticas de seguridad” germanas serán “intervenciones militares, a largo plazo y a gran costo”.

Más de cincuenta importantes políticos, periodistas, comandantes militares, empresarios, y catedráticos. Fue el resultado del proyecto SWP (Stiftung Wissenschaft und Politik), bien conectado al gobierno y al GMF (German Marshall Fund) un instituto investigativo de Washington. Curiosamente, el representante de HU en esta colaboración fue Ernst Nolte (hijo del profesor Georg Nolte) director de la Facultad de leyes públicas, internacionales y alemanas.

En cuanto el papel corporativo de las universidades en la vuelta a la escena del militarismo germano, el ensayo dice: “Un medio ambiente que es más complejo y que necesita reacciones rápidas, requiere de mejores capacidades cognitivas. Se pueden enseñar conocimiento, percepción, comprensión, y visión estratégica. Eso le cabe al estado y a las universidades, institutos de investigación, e institutos de política exterior. La táctica debe ser crear un medio ambiente intelectual que rápidamente elabore alternativas en formas que se pueden actualizar, al mismo tiempo que nutra la creatividad política”.

Como ocurrió antes de la primera y segunda guerras mundiales, aparentando hacer ciencia, las universidades alemanas hoy se transforman en entrenadoras de cuadros del militarismo. Esa fraseología solapada (“ambiente intelectual”, “creatividad política”, y “visiones estratégicas”) sirve para regresar al “pensamiento armamentista” y a la “política creativa” que es la guerra.

Un ojeo del catálogo de cursos actual, deja ver la energía con que avanza ese proyecto en HU. Uno de los seminarios de Münkler se llama “teorías de guerra. Nuevas guerras, invasiones humanitarias, Drohnenkrieg [guerra de drones]”.

La facultad de Baberowski ofrece un curso llamado “¿Salida a la crisis o entrada a la dictadura? Enfoques de investigación comparativa sobre la tiranía”. Le sigue una descripción más detallada que dice que es fácil “ignorar que en muchas regiones, en tiempos diferentes, las dictaduras fueron vistas como una solución legítima a crisis anteriores. Durante periodos de caos y de conflicto fueron una promesa de estabilidad y orden que (para muchos en ese momento) representaron soluciones, no amenazas”.

No permitamos que HU que (bajo el nombre de Friedrich Wilhems-Universität) fue uno de los centros de preparación de las primera y segunda guerras mundiales, se convierta en un eje del militarismo y tiranía. La defensa de la ciencia, de la independencia de investigación, y de la enseñanza exige que nos opongamos a esos cambios que atentan contra ella. La junta del JEIIS del 23 de octubre es un paso importante. Apelamos a todos los estudiantes y a todos los intelectuales serios a venir a nuestra reunión contra la chocante evolución de la Universidad de Humbolt.

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