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Gran audiencia en la reunión de JEIIS en la Universidad Humboldt de Berlín

El jueves 23 de octubre los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (JEIIS) llevaron a cabo un mitin muy exitoso en la Universidad Humboldt de Berlín. Doscientas personas (estudiantes de Humboldt, de otras universidades de Berlín, aprendices, y obreros) llenaron el cuarto de conferencias. En el contexto de intentos de las autoridades de la universidad de censurar la reunión, esa cantidad de gente es de gran importancia.

La reunión en Berlin

Se notó un enorme interés en el tema de la reunión: “¿Por qué quieren las élites de poder alemanas hacer la guerra una vez más?” Muchos habían visto el cartel anunciando la junta y decidido espontáneamente: “tengo que ir”. El movimientos JEIIS de jóvenes del Partido Socialista por la Igualdad (Partei für Soziale Gleighheit, PSG) ya había organizado reuniones previas con gran público en Frankfurt y Bochum con el mismo tema. Habrán más.

Peter Schwartz, miembro del comité ejecutivo del PSG y secretario del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, presentó un extenso informe, que la audiencia siguió con atención. Un representante de Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (JEIIS, movimiento de jóvenes del Partido Socialista por la Igualdad, PSG) de la Universidad de Humboldt dijo unas palabras de bienvenida recalcando que Schwartz estaba muy bien preparado para discutir la interrogante que esta junta plantea (por pertenecer a la junta de redacción del World Socialist Web Site, Schwartz jugó un papel mayor en el análisis de las causas políticas e históricas de la nueva estrategia de poder alemana).

Peter Schwarz habla en la reunión

Schwartz comenzó diciendo que este año hubo una transformación fundamental en Alemania. “De un día para otro las élites de poder exigen guerra”. Dijo que “los políticos demandan aventuras militares y el rearme. Los medios de difusión despotrican contra Rusia; programas noticieros (de TV) como Tagesthemen (Temas del Día) fabrican propaganda”.

Le preocupan a muchos este cambio. La mayoría del pueblo lo rechaza, pero no cuenta con un entendimiento más a fondo y una perspectiva política de cómo luchar contra la guerra..

Tuvo dos partes el informe de Schwartz. La primera ilustró en detalle como se preparó sistemáticamente el militarismo germano a espaldas del pueblo. En el curso de un año habían elaborado una nueva política miembros de centros de investigación política, ministerios del gobierno, fundaciones de los partidos, partidos políticos, instituciones caritativas privadas, empresas y medios de difusión, todos dirigidos por Stiftung Wissenschaft und Politik (Fundación de Ciencia y Política) y German Marshall Fund (Fondo Alemán Marshall), con sede en Washington DC, Estados Unidos.

El proyecto estratégico que resulto de ese debate lleva un claro título: “Neue MachtNeue Verantwortung “ (Nuevas fuerzas, nuevas responsabilidades), y exige que Alemania sea una de los que dirigen aventuras militares por ser una nación exportadora. Alemania, más que todos los otros países depende de “la demanda mundial, mares abiertos y recursos naturales”.

Schwartz usó una presentación Powerpoint para ilustrar todo lo que abarca esta conspiración política. “No es para nada que el discurso presidente alemán, Joachim Gauk del tres de octubre del 2013 es muy congruente con la declaración estratégica “Neue Macht“. Thomas Kleine-Brockhoff, uno de los autores principales de esa declaración, ahora escribe discursos para el presidente.

Si uno examina la lista de los que ayudan en el proyecto “Neue Macht“, no sorprende a nadie que todos los partidos en el parlamento, los medios de difusión y las universidades esten juntos en este amague de guerra. Tanto el asesor de el Partido de Izquierda (Linkspartei), por un lado, como el profesor Georg Nolte (profesor de leyes internacionales de la universidad de Humboldt) participan en esta transformación.

Schwartz explicó que el debate sobre el pivote de la política exterior no era sólo una cosa teórica. “El gobierno alemán, desde que subió al poder, se ha encarrilado en esa dirección con toda su energía. Primero vino el golpe de estado de derecha en Ucrania; ahora ocurre la intervención germana en el Medio Oriente”.

La segunda parte del reportaje giró en torno a esta pregunta: “¿Por qué desean las élites alemanas la guerra?” Se refirió a la resolución Die Rückkehr des deutschen Imperialismus und die Aufgaben der Partei für Soziale Gleichheit (El retorno del imperialismo alemán y el quehacer del Partido Socialista Por la Igualdad) que el PSG hizo suya en una conferencia de emergencia en septiembre del 2014. Una oración clave dice: “La histórica crisis capitalista (y del andamiaje de estados naciones) son la razón del retorno del militarismo alemán”.

Schwartz explicó que, como al comienzo del siglo XX, y en los 1930, las élites de poder alemanas reaccionaron a la crisis del capitalismo mundial con una política exterior muy agresiva. Trotsky (en 1932) analizó la máquina objetiva que impulsó a Hitler. Escribió que en Alemania existía el “capitalismo más progresista en medio de la parálisis europea”. Al igual que en las primera y segunda guerra mundiales, la clase de poder intenta otra vez controlar a Europa para convertir a Alemania en potencia mundial.

No es ninguna exageración hacer referencias a una línea de continuidad entre el reino de Wilhelm y en Tercer Reich, que llega al Ministerio de Relaciones Exteriores actual (bajo Steinmeier). Como fue en épocas pasadas, el imperialismo germano ahora adopta como estrategia integrar Ucrania, Georgia y otras naciones que antes habían sido parte de la Unión Soviética o del Imperio zarista en órbita alrededor de Alemania. Para eso manipula a la Unión Europea, que controla.

“En todo esto, colabora íntimamente con corrientes políticas como los partidos Svoboda y Tierra Pátria, para cuales Skoropadsky y Stepan Bandera (el colaborador Nazi) son héroes nacionales”, dijo Schwarz.

El líder del PSG se refirió a un estudio en la página web del Ministerio de Relaciones Exteriores germano que se llama “El destino alemán, ponerse a la cabeza de Europa para ponerse a la cabeza del mundo”. Otro ejemplo es un libro de Joschka Fischer, el líder del Partido Verde, que se llama “¿Fracasará Europa?” donde Fischer dice: “Han pasado dos décadas desde la segunda unificación germana; Otra vez encaran Europa y Alemania la contradicción de tiempos pasados que tiene que ver con la posición geográfica central alemana: Alemania es muy grande en Europa pero muy chica en el mundo, demasiado pequeña para un papel político independiente en el mundo”.

Schwarz demostró que el regreso de la política imperial germana iba esposado a la tergiversación de la historia. En la misma universidad de Humboldt había profesores (como Herfried Münckler, politólogo, y Jörg Baberowski, cabeza de la Facultad de estudios sobre Europa Oriental) que revisaban sistemáticamente nuestro entendimiento de los orígenes de la primera y segunda guerras mundiales y del rol de Alemania. Aprovechan su estatus de profesores universitarios para campanear por una política externa más agresiva para Alemania.

En ese contexto Schwarz se dirigió al conflicto entre JEIIS y las autoridades de la universidad previo a esta reunión. La dirección universitaria había intentado censurar políticamente el mitin de JEIIS, explicó, representado como insulto y calumnia (y de violar normas de discusión académica) un análisis crítico de profesores de derecha.

Schwarz repudió ese cargo. La juventud de JEIIS nunca ha calumniado o insultado a nadie. Lo que sí hizo es analizar (fríamente y objetivamente) los que esos profesores de Humboldt, Münckler y Baberowski, han dicho en programas de charla, en paneles de discusión, en entrevistas y en artículos de periódicos.

Las declaraciones de Baberowski son realmente escandalosas. Los estudiantes tienen el derecho y la obligación de condenarlos dijo Schwarz, presentando algunas citas.

El diez de febrero del 2013, Baberowski escribe en Der Spiegel: “Hitler no era ningún sicópata. No era malo; prohibía que se mencionara en la mesa el exterminio de los judíos”.

También dijo en una conferencia en el Museo de Historia Alemana: “Si no estamos dispuestos a capturar rehenes, incendiar y destruir pueblitos, colgar a gente y sembrar el miedo y el terror, no ganaremos; entonces es mejor no comenzar”.

Al fin de su presentación, Schwarz hizo la pregunta clave: “¿Qué hacer contra la guerra y contra el regresó de Alemania al armamentismo?” Hizo hincapié en que la campaña antiguerra era inseparable de la movilización del proletariado en torno a un programa socialista e internacionalista. “No es posible luchar por el socialismo sin luchar contra la guerra; no es posible luchar contra la guerra sin luchar por el socialismo”,dijo.

“El PSG y su organización de jóvenes, (JEIIS) basan su campaña antiguerra y antimilitarista en la clase obrera, en teoría, política, y organización”, declaró Schwarz.

“Por ser internacional, es la única fuerza capaz de impedir una tercera guerra mundial. La defensa de sus intereses la pone en conflicto con el capitalismo. Sin embargo, la revolución socialista no se desenvuelve automáticamente. La atmósfera política dicta sus ritmos y éxito. Como dijo Trotsky poco antes de la Segunda Guerra Mundial, la crisis histórica de la humanidad se resume en la crisis de dirección revolucionaria. La solución de ésta deriva de las decisiones, acciones, y de como se construye nuestro partido”.

Dado el gran interés en la presentación, se acordó tener una segunda junta este lunes, para discutir más.

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