Español

La IYSSE protesta la supresión de discusión democrática instigada por el profesor Jörg Baberowski en la Universidad Humboldt en Berlín

La carta abierta que aquí publicamos fue enviada por La Juventud y Estudiantes Internacionalistas por la Igualdad Social (IYSSE, siglas en inglés) a la Junta Universitaria de la Universidad Humboldt en Berlín.

Estimados profesores Jan-Hendrik Olbertz y Michael Seadle:

El 12 de febrero, el profesor Jörg Baberowski utilizó métodos autoritarios para suprimir la discusión en un coloquio celebrado en la Universidad Humboldt, cuyo tema era la biografía de Trotsky por Robert Service. Su comportamiento pone en cuestión los derechos democráticos básicos y las libertades académicas fundamentales en dicha Universidad.

La Juventud y Estudiantes Internacionalistas por la Igualdad Social (IYSSE, siglas en inglés) demandan que la Junta Universitaria de la Universidad Humboldt emita una censura de abuso de autoridad al profesor Jörg Baberowski.

Baberowski había invitado a Service a un coloquio del Departamento de Historia de Europa del Este al cual, según el sitio web del Departamento de Historia, "todas las partes interesadas son calurosamente bienvenidas." Pero después que el Partei für Soziale Gleichheit (PSG, Partido Socialista por la Igualdad de Alemania) y la IYSSE distribuyera folletos y organizara una reunión muy concurrida en la que señalaba que la biografía de Service de Trotsky había sido calificada en una revista destacada y por historiadores reconocidos a nivel internacional como un "un trabajo de escritorzuelo", Baberowski respondió con medidas que normalmente se asocian con un estado policial.

Para evitar que le hagan preguntas críticas a Service, Baberowski canceló sin previo aviso el coloquio. No se dieron razones para esta acción. Más aún, los que habían llegado al lugar anunciado de manera oficial fueron tratados de una manera completamente deshonesta. Al público no se le dijo que la reunión había sido trasladada a otro lugar. La nueva dirección fue revelada sólo a un pequeño número de asociados y estudiantes de Baberowski, ninguno de los cuales era probable que plantearía objeciones al sucio trabajo de Service.

Sin embargo, cuando se dio a conocer la nueva ubicación de la reunión -una habitación en el edificio principal de la Universidad- varios miembros del público se trasladaron a ella. Allí se encontraron con una extraordinaria escena.

El profesor Baberowski estaba en la entrada de la sala de reuniones, flanqueado por personal de seguridad. Cada miembro del público fue interrogado por Baberowski, quién demandó saber quiénes eran y por qué estaban asistiendo a la reunión.

En flagrante violación de la libertad de palabra y opinión, Baberowski impuso criterios políticos para determinar a quién se le permitiría asistir a una reunión anunciada públicamente que se estaba manteniendo en las instalaciones de la universidad. Cualquier persona a quien Baberowski consideraba sospechoso de albergar diferencias con Service fue prohibido de entrar a la reunión.

Entre los que se les negó entrar estaba David North, el presidente del PSI de EE.UU. North, una figura destacada en el movimiento socialista internacional desde hace 40 años, es el autor de En Defensa de León Trotsky, un libro internacionalmente aclamado que expone los errores y falsedades en la biografía de Service. Cuando North se identificó, Baberowski gritó groseros insultos anticomunistas y amenazó con llamar a la policía.

También se le prohibió la entrada al profesor Mario Kessler de la Universidad de Potsdam, un historiador reconocido a nivel internacional, quién, junto con otros 13 historiadores, había firmado una carta abierta protestando por la publicación de la edición alemana de la biografía de Service de Trotsky. Igualmente, se prohibió la asistencia de un número de estudiantes de la Universidad Humboldt que habían asistido al evento organizado por el IYSSE donde se discutió la biografía de Service.

El comportamiento de Baberowski es una escandalosa violación de los procedimientos democráticos y la tradición de debate libre y abierto característicos en los mítines públicos de la universidad. No hubo ninguna amenaza de interrumpir el evento.

El Partei für Soziale Gleichheit había publicado sus objeciones a la biografía de Service, e incluso le envió una lista de preguntas para facilitar la discusión. En dos cartas dirigidas a Baberowski, el PSG había asegurado que "por supuesto que respetaría el marco del coloquio". Es más, miembros del departamento de Baberowski habían asistido a la reunión del IYSSE tan sólo cuatro días antes, donde se les permitió hacer cualquier pregunta sin restricción alguna.

Las medidas autoritarias de Baberowski estaban destinadas exclusivamente a la supresión de la crítica de la desacreditada biografía de Service. Una atmósfera de intimidación imperaba en el coloquio, al que fueron admitidos sólo 30 participantes. Tuvo lugar en una sala de estilo búnker, cuyas puertas estaban cerradas con llave desde el interior, con varios guardias de seguridad apostados fuera. Cuando, a pesar de todas estas precauciones, una pregunta crítica fue planteada, ¡Baberowski le dijo al interrogador que se callara!

El comportamiento de Baberowski fue un ataque a los derechos democráticos y violó todas las normas de conducta apropiada en una institución académica. ¡La única razón para la exclusión de la reunión de los estudiantes e historiadores fue el hecho de que habían criticado un libro!

Baberowski quería asegurarse de que el desacreditado trabajo de Service no sería cuestionado, y con este fin lanzó un asalto a la libertad de expresión en la universidad. Con su acción, Baberowski ha creado un precedente para la censura política.

En su libro más reciente, Verbrannte Erde (Tierra arrasada), Baberowski sostiene que el origen del despiadado régimen estalinista se encuentra en la psicología del dictador. Sin embargo, un examen de la propia conducta de Baberowski proporciona una visión mucho más clara sobre el origen de la violencia política. El objetivo de la dictadura estalinista fue la supresión de las ideas que desafiaban al régimen. Se trata de un interés que el profesor Baberowski está bien adecuado para entender. Cuando es desafiado por ideas que no le gustan y no puede contestar, Baberowski recurre a la censura, guardias de seguridad y amenazas de llamar a la policía.

Un folleto distribuido por la IYSSE entre los estudiantes planteaba la pregunta: "¿Por qué el profesor Baberowski ha invitado a Robert Service a la Universidad Humboldt?" Esta pregunta tiene ahora su respuesta. Baberowski está utilizando su posición en la universidad para empujar las infames concepciones derechistas de Ernst Nolte, que durante tres décadas se ha asociado con escritos que tratan de relativizar y disminuir la importancia de los crímenes nazis.

El 10 de febrero, la revista de noticias Der Spiegel publicó un extenso artículo de Dirk Kurbjuwelt que trata sobre los intentos de reescribir la historia de Alemania. Baberowski, ardiente defensor de las ideas de Nolte, desempeña un papel destacado en esta campaña. Él es citado por Der Spiegel diciendo: "Hitler no era psicópata y no era un vicioso. No quería que en su mesa la gente hablase del exterminio de los judíos".

En Der Spiegel, Baberowski defiende explícitamente a Nolte. "A Nolte se le hizo una injusticia", dijo a la revista noticiosa. "Históricamente hablando, él tenía razón."

¿Pero, en qué sentido, hay que preguntarse, tenía Nolte "la razón"? Der Spiegel cita declaraciones de Nolte, ahora de 91 años de edad, que normalmente son asociadas con las publicaciones neonazis. Él declara:

"Estoy cada vez más convencido de que hay que dar más peso a la función desempeñada por los polacos y los británicos. Hitler no quería hacer la guerra por el simple hecho de hacer la guerra, como a menudo se afirma. Le hubiera gustado entrar en una alianza antisoviética con los polacos. Sus reclamaciones contra Polonia no eran "nacionalsocialistas". Más bien, se remontan a la época de la República de Weimar. Si el Gobierno polaco hubiese enviado a un negociador, como Hitler quería, y hubiese accedido a las demandas de ‘Weimar' para retornar Gdansk al Reich alemán y para establecer conexiones por carretera y ferrocarril extraterritoriales a través de un ‘corredor', Hitler no habría invadido Polonia."

Nolte acusa a los judíos de corresponsabilidad en Auschwitz porque algunos bolcheviques eran judíos, y por lo tanto tenían su "propia parte del 'gulag'." Der Spiegel afirma sin rodeos que tales afirmaciones "durante mucho tiempo han sido un argumento de los antisemitas."

Dejamos que el lector saque sus propias conclusiones políticas.

El sucio y cínico trabajo de Service encaja en este cuadro. Con el fin de disminuir la culpabilidad de los nazis, la Revolución de Octubre en Rusia es denunciada como un acto criminal y se demoniza a Trotsky, el oponente marxista más importante de Stalin.

Los intentos de establecer una narrativa históricamente falsa se dan en un momento crítico de la historia alemana. Tales esfuerzos deben verse en el contexto de las recientes declaraciones del presidente Joachim Gauck, y el ministro de exteriores, Frank-Walter Steinmeier, de que ahora es el momento de poner fin a décadas de restricción militar en Alemania. El resurgimiento del militarismo alemán requiere de una nueva interpretación de la historia que resta importancia a los crímenes de la era nazi.

Una política específica requiere medios específicos. El comportamiento de Baberowski el 12 de febrero ha demostrado que una revisión de la historia de este tipo puede lograrse sólo a través de la intimidación y la represión de la disidencia.

El ataque de Baberowski contra los derechos democráticos básicos y la libertad académica tiene como fin beneficiar aquellas fuerzas que quieren transformar la Universidad Humboldt en un centro de propaganda derechista y militarista. Es bien sabido que Baberowski tiene estrechos vínculos con la Institución Hoover en la Universidad de Stanford, el cual, es un centro académico de la política derechista en Estados Unidos.

Los estudiantes no tienen ningún deseo de ver a la Universidad Humboldt transformada en una especie de "Institución Hoover en el río Spree". Ellos desean que la universidad siga siendo un centro de libre discurso científico y académico, en vez de un centro de pensamiento de derecha que amordaza toda opinión crítica.

El profesor Baberowski debe ser llamado al orden. No es admisible que los derechos democráticos y el libre debate académico sean tratados con desdén en una universidad que lleva el nombre de un destacado representante de la Ilustración y que se encuentra a unos pocos metros de la plaza donde los nazis quemaron libros en 1933.

Le saluda atentamente,

Wolfgang Weber, en nombre de la Juventud y Estudiantes Internacionalistas por la Igualdad Social.

Loading