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Wall Street rebajaría clasificación de Bolsa de Valores peruana

El gobierno y los mercados financieros peruanos están luchando para evitar un cambio en la calificación de la Bolsa de Valores de Lima (Bolsa de Lima), que causaría la fuga de unos US$ 5 mil millones del país.

Los funcionarios del gobierno y la Bolsa de Lima volaron a Nueva York a mediados de agosto tratando de convencer a Morgan Stanley Capital International para no seguir adelante con una propuesta para reclasificar a la Bolas de Lima de "mercado emergente" a un "mercado de frontera." El Índice de Mercados Emergentes Morgan Stanley es utilizada por inversores institucionales e individuales, y su degradación de la Bolsa de Lima provocará una dramática caída en los flujos de capital hacia el país.

El anuncio de Morgan Stanley causó una fuerte caída en la bolsa limeña. Las estadísticas muestran que en el presente año, la caída de 34,10 por ciento de la Bolsa de Lima supera a la de otros focos de la crisis mundial – Ucrania cayó 32,58 por ciento y Grecia 25,50 por ciento.

La decisión de Morgan Stanley deriva de señales están fallando bajo el impacto de la profundización de la crisis comercial los intentos del gobierno del presidente Ollanta Humala y de la burguesía peruana de pintar a Perú como un mercado de refugio para los capitales extranjeros. El sol, la moneda nacional peruana, se ha devaluado fuertemente frente al dólar, mientras que los ingresos de exportaciones están colapsando bajo el impacto de la caída de precios de los metales primarios a niveles raramente vistos en la historia.

La edición del diario de negocios Gestión del 19 de agosto llevaba el siguiente titular en primera plana: "Dólar imparable, alcanzó 3,25 soles por dólar y el mes no ha terminado." La intervención del Banco de Reserva, que vendió dólares por US$ 6,090 millones por parte del Banco Central de Reserva no hizo nada para detener la caída en pique del sol peruano.

El sol empezó a devaluarse contra el dólar durante el segundo semestre de 2014. Sin embargo, la aceleración repentina en las últimas semanas ha creado gran preocupación entre los inversionistas nacionales y extranjeros. El sol pasó de un máximo histórico de 2.49 soles por dólar en enero de 2013 a 3,25 a fines da agosto, una devaluación del 30,5 por ciento en aproximadamente dos años y medio. Y el futuro se ve aun peor. Se pronostica una devaluación anualizada de 21,7 por ciento para fines del 2015.

Detrás de la fuerte devaluación del sol se encuentran los crecientes problemas socioeconómicos de China. El colapso del mercado de valores de Shanghái y la devaluación de su moneda – el yuan – han conmocionado a la economía mundial. La desaceleración del gigante asiático, que ha desplazado a EE.UU. como el socio comercial más importante de Perú y otros países de América Latina, está teniendo repercusiones en todo el continente.

En el corazón de la desaceleración económica del Perú se encuentra la caída del precio del cobre en los últimos seis años, a consecuencia de un estancamiento económico mundial. Después de Chile, Perú compite con China por el segundo puesto en producción de cobre a nivel mundial. Otros metales exportados por Perú también han visto sus precios internacionales. El zinc y el níquel cayeron 2,9 y 2,5 por ciento respectivamente en una semana a fines de agosto.

Más noticias pesimistas vienen de la agencia de calificación crediticia Moody’s Investor Services. En su intervención en el Foro Global de Mercados Reuters, Marie Diron, principal vicepresidente de Moody’s, dijo que los nuevos problemas de Perú podrían durar años. Añadió que países como Brasil, Turquía y Sudáfrica también están en riesgo.

Una encuesta de 202 jefes de pensiones y fondos de inversión de Bank of America Merrill Lynch concluyó que la desaceleración de China y la deuda de los mercados emergentes han sustituido a la eurozona como la región con "mayor riesgo global".

Moody’s expresó especial preocupación por el escándalo de corrupción en Brasil. Perú tiene su propia sarta de políticos corruptos, muchos de los cuales aspiran a ser candidatos a la presidencia en las elecciones del próximo año.

La corrupción ha llegado de la mano con la desaceleración económica en América Latina. Al centro de la corrupción peruana se encuentran políticos de alto perfil involucrados en el escándalo de megacorrupción de Petrobras, conocida como Operación Lavado de Autos (Lava Jato) en referencia a que el dinero se lavaba en estaciones de servicio.

Sergio Tejada, presidente de una comisión parlamentaria que investigó la corrupción bajo el ex presidente Alan García Pérez, dijo que investigaciones de los sobornos de los grupos de poder de las empresas brasileñas con contratos en los gobiernos anteriores apuntaban a García, quien mantiene estrechas relaciones con el gobierno brasileño y con Marcelo Odebrecht, el director general de uno de los conglomerados más grandes de Brasil, que fue arrestado recientemente en relación con el escándalo de Petrobras. Otro ex presidente y candidato presidencial aspirante es Alejandro Toledo, quien está acusado de lavado de dinero y conspiración.

El actual presidente, Ollanta Humala, quien ganó los votos de los pobres, los campesinos y la clase obrera con promesas de reformas y una mayor igualdad, se reveló rápidamente como un agente del capital extranjero. Su popularidad ha llegado al nivel más bajo de 16 por ciento desde que asumió la presidencia. En su edición dominical, el diario Correo reveló que la esposa del presidente, Nadine Heredia, había anotado en su agenda un almuerzo en febrero de 2010 con José Pinheiro, el entonces presidente de la constructora de la OEA, que ahora está cumpliendo 16 años de cárcel por soborno de funcionarios.

Los dos principales candidatos en las elecciones presidenciales del próximo año son Pedro Pablo Kucsynski y Keiko Fujimori.

Kucsynski se negó a renunciar a su ciudadanía estadounidense durante la anterior campaña presidencial. Kucsynski hizo su fortuna como alto ejecutivo de un fondo de capital privado. Fue ministro de economía y finanzas y luego Primer Ministro durante el gobierno de Toledo. Kucsynski es un verdadero testaferro de Wall Street.

El padre de Keiko Fujimori, Alberto Fujimori fue presidente entre 1990 y 2000. En 1993, disolvió el Congreso y reescribió la Constitución, abriendo la puerta al modelo de libre mercado que favorece a los inversionistas extranjeros sobre los trabajadores peruanos. Es ese modelo económico, basado en la Constitución de 1993, que se encuentra ahora en un estado de colapso.

El gobierno de Humala ahora encara una creciente oposición de los mineros y campesinos. El próximos gobierno tendrá que confrontar a la clase obrera urbana los poderosos trabajadores de construcción y fabriles –que hoy están frente a la pérdida de puestos de trabajo e ingresos, creando las condiciones para la detonación de la lucha de clases en el Perú.

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