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Resoluciones del Congreso Nacional de 2016 del Partido Socialista por la Igualdad de Estados Unidos

La lucha por el socialismo y las tareas de los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la igualdad social

El Partido Socialista por la Igualdad de Estados Unidos celebró su IV Congreso Nacional del 31 de agosto al 5 de julio en Detroit, Michigan. El Congreso respaldó por unanimidad la declaración del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, "El Socialismo y la Lucha contra la Guerra", y adoptó tres resoluciones adicionales, “Perspectivas y Tareas del Partido Socialista por la Igualdad”, “Por la unidad de la clase obrera en el Estados Unidos y América Latina” y “La Lucha por el Socialismo y las Tareas de los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social”.

1. Los jóvenes de todo el mundo se enfrentan a un futuro de pobreza, desigualdad social y guerra. La crisis financiera de 2008, que significó la ruptura de la economía capitalista mundial, ha hecho de la pobreza masiva y el desempleo, las características permanentes de la vida social, golpeando a la juventud con especial dureza. Un tercio de los 1,8 mil millones de jóvenes del mundo están actualmente desempleados, desescolarizados o fuera de programas de capacitación laboral. Para los estudiantes universitarios, el aumento de matrículas ha producido un nivel récord de deuda estudiantil, con un total combinado de $1,3 billones de dólares en los Estados Unidos solamente. Por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial, las generaciones más jóvenes en los países capitalistas avanzados se enfrentan a un futuro con un nivel de vida más bajo que el de sus padres. En los Estados Unidos, hay cada vez menos dinero para la educación y millones de jóvenes no pueden encontrar trabajo, con la tasa oficial de desempleo juvenil por encima del 10 por ciento.

2. La crisis del capitalismo está impulsando una inestabilidad política extrema en todo el mundo, la cual encuentra su expresión más aguda en la conducción —de todas las grandes potencias imperialistas, con los Estados Unidos a la cabeza— de aventuras militares cada vez más imprudentes y peligrosas. El belicismo surge de la contradicción básica entre una economía globalmente integrada y la división del mundo en la que compiten los estados-nación. So pretexto de la lucha contra la “agresión rusa”, los Estados Unidos y la OTAN han colocado miles de tropas a lo largo de la frontera occidental de Rusia. En el marco del “Giro a Asia,” los Estados Unidos está intensificando su campaña de cerco y agresión contra China. Un pequeño incidente, intencional o accidental, podría provocar una guerra nuclear.

3. Las experiencias de millones de trabajadores y jóvenes desde la crisis económica de 2008 están produciendo una radicalización política, en particular entre los jóvenes, que no han conocido otra cosa que guerra, represión y austeridad. En los Estados Unidos, donde el anticomunismo ha servido durante décadas como la religión del estado, existe un creciente apoyo al socialismo. Una encuesta reciente encontró que el 43 % de los jóvenes estadounidenses dijo que apoyaba el socialismo, mientras que sólo el 32 por ciento apoya el capitalismo.

4. El crecimiento del sentimiento anticapitalista encontró un reflejo inicial y contradictorio, durante las primarias del Partido Demócrata, en el apoyo que recibió el senador de Vermont Bernie Sanders, el autoproclamado “socialista democrático”, que afirmó estar llevando a cabo una "revolución política” contra la “clase multimillonaria.” Sanders recibió 13 millones de votos en el proceso primario y fue el gran favorito entre los jóvenes.

5. Pero el respaldo inequívoco de Sanders a Hillary Clinton, una títere belicista de Wall Street, dejó en claro el verdadero propósito de su campaña: encauzar —en nombre de las elites dominantes— este nuevo sentimiento por los canales seguros del Partido Demócrata. El resultado de la campaña ignominiosa de Sanders confirmó las advertencias del SEP y IYSSE que el senador de Vermont, lejos de ser un socialista, es un defensor probado y verdadero del sistema y de su clase política.

6. Sanders y los demócratas están intentando convencer a los trabajadores y a los jóvenes para apoyar Clinton, invocando los peligros contenidos en la campaña fascista de Donald Trump. Pero la capacidad de Trump para ganarse partidarios se debe, sobre todo, a la ira generalizada y a la frustración con los propios demócratas, quienes, bajo Obama, supervisaron la mayor transferencia de riqueza de los pobres a los ricos, en la historia de la Estados Unidos. Entre tanto, Clinton es atractiva para los militares y republicanos descontentos, dado que ella es la defensora más fiable de los intereses del imperialismo Estadounidense.

7. Con la capitulación de Sanders, los medios de comunicación y el Partido Demócrata están tratando de enterrar el tema de la desigualdad social —que fue lo que motivó el apoyo a su campaña— mediante la promoción de las políticas de identidad por sexo, género y raza. Trabajando en estrecha colaboración con sus aliados políticos, los grupos de seudoizquierda de clase media, han tratado de presentar la epidemia de asesinatos policiales en los Estados Unidos, no como la violencia del estado capitalista contra la clase obrera y la juventud, sino como la expresión de una división racial insalvable Incluso han iniciado una campaña para lograr sentencias más duras para los culpables de asaltos sexuales.

8. La base de clase de esta política de identidad, son las capas complacientes y adineradas de la clase media alta, hostiles a la igualdad social e instigadas con el odio y el miedo a la clase obrera. Utilizan las cuestiones de raza, género y orientación sexual para asegurar el acceso a empleos ejecutivos y privilegios para sí mismos. Por encima de todo, la política de identidad es orgánicamente opuesta a la unificación política de la clase obrera sobre una base socialista e internacionalista.

9. El intento de enterrar el tema de las clases sociales ha ido acompañado de un concertado ataque contra la verdad histórica. Utilizando una metodología que rechaza la noción misma de la objetividad histórica, la historia está siendo remodelada para satisfacer los intereses de la presente clase gobernante. La Revolución Americana y la Guerra Civil han sido blanco de ataques particularmente airados, utilizando un marco racista que minimiza o niega su carácter progresivo, por miedo a la atracción de los trabajadores y la juventud de hoy, hacia un programa revolucionario. La misma campaña se está librando, en diferentes formas, a nivel internacional. En Alemania, académicos con estrechos vínculos con el estado, están tratando de relativizar los crímenes de los nazis, con el fin de facilitar la reavivación del militarismo alemán. Australia ha presenciado una campaña para glorificar el militarismo, particularmente por la participación del país en la Primera Guerra Mundial, y para suprimir cualquier evaluación crítica de la historia del imperialismo Australiano.

10. Los Estados Unidos está al borde del precipicio de enormes convulsiones sociales, en las que la juventud jugará un papel crucial. Millones de jóvenes están buscando una manera de luchar contra los recortes a la educación y por programas sociales, la deuda de los préstamos estudiantiles, el desempleo, la pobreza, la violencia policial y la creciente amenaza de una guerra.

11. Los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (IYSSE), el movimiento juvenil del Partido Socialista por la Igualdad (SEP) busca captar a la juventud obrera, los estudiantes de la escuela secundaria y los estudiantes universitarios a una verdadera perspectiva socialista. La IYSSE insiste en que los jóvenes deben orientarse hacia la clase obrera, la fuerza revolucionaria principal en la sociedad. La independencia política de la clase obrera requiere una lucha en contra de la seudoizquierda —Organización Socialista Internacional, Alternativa Socialista, la resaca de Ocupa Wall Street, varias organizaciones neo-anarquistas y grupos similares— que busca subordinar a la clase obrera a la política burguesa, ya sea a través del Partido Democráta, del Partido Verde u otras organizaciones.

12. La orientación a la clase obrera requiere una lucha teórica implacable contra la ideología burguesa, en la que la IYSSE debe desempeñar un papel central. Esta lucha teórica se plantea con especial agudeza en los campus universitarios, ya que han servido durante mucho tiempo como centro de producción y difusión de ideologías antiobreras y antimarxistas. La IYSSE se opone a las concepciones filosóficas reaccionarias del irracionalismo y el subjetivismo (incluyendo el posmodernismo, el neoanarquismo y las tendencias teóricas asociadas a la Escuela de Frankfurt) promovidas por la seudoizquierda y los profesionales de la política de identidad, que rechazan la posibilidad de la verdad objetiva. En oposición a estas filosofías, la IYSSE lucha por el Marxismo y el Materialismo. La IYSSE lucha por la conciencia histórica entre los trabajadores y los jóvenes, sobre todo, la historia del Marxismo y del Movimiento Trotskista, el cual en su lucha contra la burocracia Estalinista, se estableció como la única continuación del Marxismo en los siglos XX y XXI.

13. La lucha por la independencia política de la clase obrera es inseparable de la lucha teórica del IYSSE en los campus universitarios. En Alemania, por ejemplo, la campaña del IYSSE en la Universidad Humboldt para exponer el papel de la academia alemana de justificar ideológicamente el militarismo y las medidas del estado policía alemán, ha jugado un papel clave en la campaña antiguerra del Partei für Soziale Gleichheit (Partido Socialista por la Igualdad, Alemania) dentro de la clase obrera Alemana.

14. La IYSSE llama especialmente la atención al peligro de la guerra y a la lucha para construir un nuevo movimiento contra la guerra basado en la clase obrera. Los jóvenes —que son presa de reclutadores militares y que probablemente serán conscriptos en caso de una confrontación militar con Rusia y China— desempeñarán un papel importante en la lucha contra la guerra. La orientación del nuevo movimiento contra la guerra debe ser el internacionalismo socialista, la unificación de los trabajadores y la juventud en todos los países, sobre la base de un programa común, en la lucha contra el enemigo común, los capitalistas en todos los países del mundo. No puede haber una lucha por el socialismo sin lucha contra la guerra, y no puede haber lucha contra la guerra sin una lucha por el socialismo.

15. Este Congreso del Partido Socialista por la Igualdad contempla la construcción de los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la igualdad Social como elemento fundamental en la lucha para establecer la dirección revolucionaria de la clase obrera.

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