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Perspectiva

Conferencia del 5 de noviembre, “Socialismo versus capitalismo y guerra,” y la construcción de un nuevo movimiento contra la guerra imperialista

El 5 de noviembre en la Universidad Wayne State en Detroit, Michigan, el Partido Socialista por la Igualdad (PSI) y los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (IYSSE, por sus siglas en inglés) realizarán una conferencia contra la guerra, titulada “Socialismo contra capitalismo y guerra." El propósito de esta conferencia es analizar el creciente peligro de guerra y sentar las bases políticas para un movimiento contra la guerra imperialista en los Estados Unidos y a través del mundo.

Convocamos esta conferencia en medio de una inmensa crisis geopolítica centrada en expansión de la ofensiva de guerra del imperialismo estadounidense, cosa que ocurre con mayor rapidez de lo que la mayoría de la gente se imagina. Desde la disolución de la Unión Soviética, Estados Unidos ha atravesado veinticinco años de guerra y 15 años de la "guerra al terror”. Éstas se convierten vertiginosamente en una confrontación de Estados Unidos con sus rivales geopolíticos más grandes.

Quedan semanas antes de las elecciones estadounidenses; el gobierno de Obama prepara una escalada grande en Siria, y a la vez intensifica su campaña contra Rusia y China. En el debate presidencial del 9 de octubre, la candidata demócrata Hillary Clinton reiteró su apoyo por crear una zona de "exclusión aérea" en Siria, cosa que los líderes militares estadounidenses admiten podría precipitar una guerra con Rusia.

La semana pasada los medios de difusión ignoraron casi totalmente la conferencia anual de la Asociación del Ejército estadounidense en Washington D.C., donde funcionarios del gobierno vocearon amenazas de guerra y exigieron una enorme expansión del ejército.

El Jefe de Gabinete del Ejército, Marcos Milley, comentó que una guerra futura implicando a grandes Estados naciones " casi es una garantía.” "Vamos a parar y vencer más fuertemente de lo que jamás hayan sido vencidos” a los que “traten de oponerse a los Estados Unidos", declaró,

Robert Work, subsecretario del Departamento de Defensa, advirtió que el ejército estadounidense está dispuesto a “golpearle los mocos" a cualquier "adversario [que] piense que pueda mantenernos afuera." El Mayor General William Hix dijo que "un conflicto convencional en un futuro próximo será extremadamente letal y rápido," e instó que las autoridades militares se preparen para "violencia a un nivel que el Ejército estadounidense no ha visto desde Corea."

Este inmenso peligro de guerra ahora es excluido casi por completo de la campaña electoral y casi totalmente ignorado por las que fingen ser corrientes de "izquierda" en Estados Unidos. Después de un cuarto de siglo de guerra sin fin, incluyendo ocho años de guerra continua con Obama, no existe un movimiento antibélico.

La conferencia convocada por el Partido Socialista por la Igualdad y la IYSSE es el único intento de movilización de la oposición a la guerra imperialista. En sí ése es un hecho extraordinario que requiere discusión.

¿Cómo explicar la desaparición de la oposición organizada contra la guerra? No se debe a que el pueblo estadounidense y el mundo entero ahora este a favor de la guerra. El sentimiento antiguerra develado en manifestaciones de cientos de miles de personas, en algunos casos millones, en el período previo a la invasión de Irak en el 2003 no ha desaparecido. Al contrario, las organizaciones que en gran medida dirigieron estas protestas se han convertido en las defensoras y apologistas más fervientes de la intervención imperialista.

Un ejemplo de los argumentos presentados por estas fuerzas es un artículo publicado por Stanley Heller en el sitio Web Nueva Política (New Politics), dizque un "foro independiente y socialista." Los editores que fundaron Nueva Política, Julius y Phyllis Jacobson, eran asociados políticos de Max Shachtman, quien rompió con el movimiento trotskista en 1940 y más tarde se convirtió en un defensor de la intervención imperialista estadounidense en Corea y Vietnam. En el comité de redacción de Nueva Política coexisten miembros de varias organizaciones de la seudoizquierda.

En un artículo publicado el 28 de septiembre, “Furia por Alepo y Siria," (Rage for Aleppo and Syria) Heller ataca a aquellos que “actúan como si se tratara del 2003 y todos deben concentrarse en las aventuras del imperialismo del occidente... La carnicería principal en este momento tiene poco que ver con ‘el Imperio’".

El problema no es el papel del imperialismo estadounidense, Heller insiste, sino el gobierno de Bashar al-Assad, que es "asistido (y de cierto modo dirigido) por dos potencias extranjeras, una potencia semifascista [leáse Rusia], y la otra una teocracia [Irán]." Ridiculiza a cualquiera que esté opuesto a la operación de la CIA en Siria por ser partidario de Assad y del presidente ruso, Vladimir Putin.

Repitiendo la peor propaganda de la guerra estadounidense en Irak, Heller inventa que existe apoyo popular para una intervención estadounidense en Siria. Asegura que “los sirios exigen una zona de exclusión aérea desde hace años." Escribe que se siente "repugnado por la izquierda ‘antiimperialista’ que demoniza a cualquier persona que exija una zona de exclusión aérea por ser un ‘agente del Pentágono’.”

Heller concluye haciendo un llamado para que el "movimiento por la paz.. presione a los candidatos presidenciales,” particularmente Clinton, a ser más agresivos contra Siria. "Sólo Hillary Clinton," escribe, "hace público algún sentimiento para hacer algo para proteger a los civiles sirios,” con apoyo por una zona de exclusión aérea. Sin embargo, lamenta el hecho de que, de ganar Clinton, "no tome el poder. hasta enero.”

Heller, un corresponsal de periódico Socialist Worker (Trabajador Socialista) de la Organización Internacional Socialista (International Socialist Organization, ISO), también es un líder del grupo mal llamado "Revivámos al Movimiento por la Paz,” que está respaldado por la ISO, Code Pink, el Comité de Crisis de Oriente Medio, y varios otros grupos. Revivemos al Movimiento por la Paz publicó recientemente una "Carta abierta sobre Siria,” a la cual Heller hace referencia en su artículo.

El enfoque de la carta es atacar al gobierno de Obama por el fallido cese de fuego del mes pasado, alegando que perjudicaría la campaña contra Assad. "Bajo el acuerdo entre Kerry y Lavrov," dice la carta, "Washington y Moscú colaborarán para mantener a Assad en el poder."

La carta está firmada por una coalición donde participan Ashley Smith de la ISO; David Finkel, el jefe de redacción de Contra la Corriente (Against the Current); Howie Hawkins del Partido Verde; Joanne Landy, la co-directora de la Campaña por la Paz y la Democracia; Fred Mecklemburgo del Comité de Letras y Noticias (News and Letters Committee); Dan La Botz, el co-editor de Nueva Política (New Politics) y un miembro principal de Solidaridad (Solidarity), y representantes del Comité contra la Guerra en Solidaridad con la Lucha por la Autodeterminación, el grupo Lunes Morales (Moral Mondays), afiliado con Black Lives Matter, y muchos más.

Esta lista abarca casi toda la seudoizquierda estadounidense, cuyas varias organizaciones mantienen una relación incestuosa en base a su rechazo al marxismo y su repudio a la clase obrera. Contra la Corriente es una publicación de Solidaridad, que es una fusión de varias organizaciones shachtmanistas y también mantiene una afiliación política con Punto de Vista Internacional (International Viewpoint), publicado por la tendencia pablista que rompió con el trotskismo a principios de los 1950. El ISO es otra tendencia shachtmanista. Noticias y Letras tiene su origen en el "humanismo marxista" de Raya Dunayevskaya y C.L.R. James.

El mismo Finkel es un ex miembro del Partido Socialista de los Trabajadores (Socialist Workers Party; SWP), que se unió a los pablistas en 1963. Al año siguiente el SWP expulsó a la tendencia que se convirtió en la Liga de los Trabajadores (Workers League), el predecesor del Partido Socialista por la Igualdad. Finkel entrevistó recientemente a Gilbert Achcar, asociado al Nuevo Partido Anticapitalista, la principal organización detrás de International Viewpoint. Como lo señaló el World Socialist Web Site recientemente, Achcar, junto con Ashley Smith del ISO, es una activista principal a favor de la intervención militar en Siria. También respaldó la guerra en Libia.

Que algunos grupos de seudo-izquierda no hayan firmado la carta abierta no se debe a que rechacen los principios elaborados en la ésa. Alternativa Socialista (Socialist Alternative), por ejemplo, ha ignorado la ofensiva bélica para encubrir al imperialismo estadounidense. Su último artículo relacionado con la política exterior estadounidense, publicado el 4 de septiembre, minimiza el riesgo de la guerra y pinta un cuadro ingenuo del imperialismo estadounidense. Alternativa Socialista considera que "es inconcebible que Estados Unidos intervenga militarmente en Siria, mucho menos en Irak". Un artículo anterior por la misma organización se refiere a lo que alega es una “renuencia extrema de los políticos estadounidenses para enviar tropas al campo de batalla”.

Tales declaraciones se hacen a pesar del hecho de que hay cientos de miles de soldados en las casi 1.000 bases del imperialismo estadounidense en todo el mundo. Desde la disolución de la Unión Soviética, la política exterior estadounidense es de una imprudencia extrema, con una sarta de aventuras militares en el exterior. Estados Unidos lleva dos años bombardeando a Siria en una alianza de facto con el Frente al-Nusra, una organización vinculada con Al Qaeda, y otros ejércitos mercenarios. La guerra golpista estadounidense ha causado la muerte de cientos de miles de sirios y ha convertido a millones más en refugiados. Washington es el responsable principal de la destrucción de Siria.

Durante las elecciones primarias estadounidenses, Alternativa Socialista se dedicó por completo a la promoción de la campaña de Bernie Sanders para la nominación de a la presidencia por el Partido Demócrata. Aun cuando decía ser un rival socialista de Wall Street, Sanders siempre apoyó durante su campaña electoral la política de guerra de Obama. Ahora da es entusiasta por Hillary Clinton, que en gran medida se basa en la propaganda antirusa y la lucha por una escalada militar contra las fuerzas de Assad y Rusia en Siria.

La orientación pro imperialista de la seudoizquierda no es fundamentalmente el producto de ideas erróneas o de la política corrupta de una u otra persona. La unanimidad de estas organizaciones expresa sus intereses de clase.

Éstas constituyen una fracción de la política burguesa; hablan por sectores de la clase media privilegiada que quieren un pedazo más grande de la riqueza del 10 por ciento más rico y más influencia y poder dentro de la élite corporativa, el aparato sindical y el Estado. La clase media alta, compuesta aproximadamente por el sector del 10 al 1 por ciento más rico de la población, se benefició enormemente del auge del mercado de valores después del 2008, que a su vez depende de la dominación del imperialismo estadounidense en el extranjero y de la austeridad y recortes salariales en el interior. La seudoizquierda usa frases "socialistas" y radicales para ocultar su orientación bélica y pro capitalista.

La creación de un nuevo movimiento contra la guerra es la tarea política más urgente y debe ser tomada con seriedad por los trabajadores, los estudiantes y los jóvenes en oposición a la política traicionera de la seudoizquierda. Como lo dice la declaración del 18 de febrero del Comité Internacional de la Cuarta Internacional, "El socialismo y la lucha contra la guerra", tal movimiento “debe basarse en la clase obrera, la gran fuerza revolucionaria en la sociedad, uniendo tras ella todos los elementos progresistas de la población.” La lucha contra la guerra debe ser internacional, debe ser socialista, y debe ser completamente independiente de, y hostil a, todos los partidos políticos y las organizaciones de la clase capitalista.

El CICI es la única organización que está movilizando la oposición a la guerra, ya que es la única organización que lucha por el programa y perspectiva de la revolución socialista mundial. La misma crisis capitalista que produce la guerra también produce la base objetiva para poner fin a la guerra con el crecimiento de la lucha de clases. La ira y la oposición de los trabajadores de todo el mundo debe ser políticamente organizada y dirigida hacia un movimiento revolucionario contra el sistema capitalista. Un liderazgo político debe ser construido, y es con este fin que el PSI y el IYSSE han organizado la conferencia del 5 de noviembre en Detroit.

Para obtener más información y para registrarse para la conferencia del 5 de noviembre, Socialismo contra capitalismo y guerra, haga clic aquí.

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