Español

La incriminación de los trabajadores de Maruti Suzuki —Tercera Parte: La teoría imposible del “ataque pandillero”

El 10 de marzo de 2017, 13 trabajadores de la ensambladora de automóviles de Maruti Suzuki India Limited en Haryana, en el norte de la India, incluyendo a todos los líderes del sindicato Maruty Suzuki Workers Union (MSWU) fueron declarados culpables del asesinato en 2012 de un gerente de la empresa, durante una riña e incendio provocados por la gerencia de la fábrica.

Los obreros son víctimas del montaje legal creado por compañía automotriz japonés, la policía india, de los tribunales y de los grupos de poder, con el fin de acabar con las acciones de los obreros contra las condiciones de explotación bajo las que trabajan. Durante el periodo de dieciocho meses antes de la riña y fuego del 18 de julio 2012, causadas por la gerencia para servir de pretexto para el montaje, la resistencia de los trabajadores del cordón industrial de Manesar Gurgaon —en los suburbios de la capital india de Nueva Delhi— se había centrado en esa fábrica de Manesar.

Éste es el tercer artículo en serie revelando la dimensión legal del montaje: el complot entre la empresa y la policía, la fabricación de evidencia y de testimonios y la decisiones de los tribunales que tergiversaron la los principios de evidencia, imponiendo sobre los obreros el peso de demostrar su inocencia.

Haga clic aquí para leer el artículo primero y el artículo segundo de esta serie.

Como indicamos en el segundo artículo, la fiscalía nunca pudo demostrar ningún vínculo entre los obreros y el fuego que resultó en la asfixia, y muerte, de Avineesh Dev, el gerente de recursos humanos de la empresa.

Tampoco pudo demostrar la segunda acusación contra los trece obreros, doce de ellos líderes del sindicato MSWU, que los trabajadores habían iniciado y organizado un motín.

En el entorno de este proceso, cuando se examina la versión de la fiscalía de los acontecimientos del dieciocho de julio, se encuentran inconsistencias, contradicciones, dudas y “lagunas” investigativas de parte de la policía; incluyendo el reconocimiento del juez que la policía había conspirado con la gerencia para fabricar evidencias. Todo indica que los obreros, además de ser víctimas de una gran injusticia fueron el blanco de un tremendo montaje.

En este artículo revelaremos discrepancias y contradicciones en la versión oficial de los hechos.

¿Cómo es que Avineesh Dev fue el único muerto?

Según la versión de los hechos manejada por la empresa y la fiscalía, cientos de obreros enojados, armados con partes de metal, algunas de ellas de mucho filo, trepan rápidamente las escaleras desde el planta baja de la fábrica, invaden las oficinas de la gerencia, y atacan a los gerentes. Mientra que eso ocurre, algunos de estos obreros amotinados exigen la muerte de los gerentes. Entonces, con las oficinas en fuego, los obreros cierran las puertas de salida y combaten la policía que intentaba rescatar a los gerentes.

Según la versión del Juez Goyal de los argumentos de la fiscalía, “quedan atrapados entre cien y ciento cincuenta empleados de la gerencia; el fuego llega al cielo raso de la oficina de conferencias y de la oficinas administrativas. Todos los gerentes intentan escaparse pero los obreros se los impiden”.

La versión que maneja la fiscalía, aliada a la gerencia de Maruti Suzuki, es verdaderamente desgarradora —el desarrollo de una masacre. Con ese relato, el lector se imaginaría un gran saldo de administradores muertos y heridos, algunos permanentemente, como resultado del incendio y de las palizas de parte de los obreros.

Sin embargo ocurre una sola muerte, la de Avineesh Dev —un gerente que apoyaba la los obreros. Es más, Deb no sólo fue el único en morir como resultado del supuesta motín. Fue el único entre los gerentes, contratistas, o oficiales de seguridad, de sufrir alguna consecuencia.

Coches producidos por trabajadores de la fábrica Maruti Suzuki Manesar [Foto de crédito a Rahul Roy, de The Factory (2015)]

El mismo juez Goyal admite en su fallo que ninguna de las heridas a los otros administradores era grave. “Está claro”, escribe en base a las declaraciones de los testigos del gobierno, incluyendo a “testigos heridos… y la evidencia médica, que las heridas que sufrieron éstos son o simples y lamentables; sin embargo no piensan ninguno de los médicos que las heridas de éstos fueron un peligro para sus vidas”.

Aunque el contraste entre la versión del gobierno sobre la riña, y los resultados de ésa es realmente asombrosa; hay más.

En realidad esa versión de la pelea no encaja con las heridas de los administradores. Si cientos de trabajadores hubiesen invadidos sus oficinas y golpeados con pesadas vigas de metal y filosos amortiguadores de autos, muchos hubiesen sufrido laceraciones. Ninguno de los médicos y enfermeros encontraron ese tipo de heridas.

El juez intentó justificar la naturaleza de esas muy limitadas heridas y la falta de cortaduras, alegando que se eso se debió a que “los gerentes pudieron rechazar el ataque con sus manos”.

En verdad se repite la frase “rechacé el golpe con my mano izquierda” es repetida por muchos de los testigos del gobierno. Eso demuestra que habían sido aconsejados en como falsificar su declaración.

Estos testigos alegan que rechazaron los golpes de los obreros con sus manos izquierdas: Rajesh Kumar Malhotra, Shobhit Mittal, Santosh Kumar Yadav, J.K. Dogra, Rajiv Kaul, D.C. Sharma, el testigo clave Vikram Sareen, Vikram Khajanchi, y Vijaybeer Singh.

Sin quererlo, el Juez Goyal puso el dedo en las inconsistencias de las declaraciones de los testigos del gobierno; hace uso repetido de la frase “de alguna manera” para tratar de explicar como los gerentes pudieron librarse del agarre de los obreros supuestamente amotinados. “De alguna manera se levantó”, dice el juez en referencia al testigo del gobierno Vikram Sareen; “de alguna manera [Shobhit Mittal] pudo esquivar el golpe”; “de alguna manera [Santosh Kumar] se salvó de la muerte”.

El gobierno alega que los obreros atacaron con partes de automóvil

En el primer informe policial (FIR), elaborado con la colaboración de la gerencia de Maruti Suzuki, dice que los obreros usaron belcha [palas], lathi [garrotes] y saria [barras de refuerzos] para atacar a los administradores. En el proceso el administrador Deepak Anand repitió ese alegato.

Familia de los trabajadores encarcelados sólo puede ver a sus seres queridos a través de bares de la prisión [Foto de crédito a Rahul Roy, de The Factory (2015)]

Más tarde la fiscalía abandonaría ese argumento; diría que los obreros habían usado vigas de puertas de automóviles y amortiguadores en el ataque.

Cuando el abogado defensor señala las diferencias entre el FIR y el argumento de la fiscalía sobre las armas usadas, el juez Goyal asiste al gobierno y dice: “el FIR no es una enciclopedia y no es importante mencionar cada detalle”.

En verdad, el juez estaba diciendo que se podía confiar en el FIR cuando éste beneficiaba al gobierno; y que no se podía confiar en el FIR cuando beneficiaba a los obreros. Anteriormente, el juez había descartado la declaración de los obreros que Dev había dicho que renunciaba a su puesto en Maruti Suzuki, poco antes que comenzara la pelea por la razón de que esto no estaba en el FIR.

Durante el proceso, el gobierno insistió que la policía había dicho haber encontrado algunos obreros con vigas de puertas cuando los detuvieron. Los abogados de los trabajadores insisten que esa evidencia había sido falsificada y destrozaron sistemáticamente el reclamo de la fiscalía sobre esas vigas.

Demostraron que no existía ninguna evidencia de que las vigas de las puertas que dizque los obreros tenían en su posesión era de la planta de Maruti Suzuki.

También demostraron que había muchas lagunas e inconsistencias en el reclamo de la compañía sobre el uso de vigas y amortiguadores en el ataque y que los obreros huyeron para encubrir lo que había ocurrido.

Ninguna de esas “armas” aparece en el FIR; meses después del 18 de junio 2012 se menciona que esas partes habían sido robadas.

Ningunos de los testigos del gobierno pudieron explicar como fue que los obreros robaron las vigas y los amortiguadores de los talleres de soldadura y ensamblaje, bajo la vigilancia de capataces y guardias de seguridad, y llevarlos al edificio administrativo para atacar.

La fiscalía tampoco pudo explicar como fue que los obreros se llevaron las vigas de puerta de la fábrica a sus hogares.

Prakash, inspector de la policía, declaró que ningunas de las vigas que la policía dijo haber recobrado tenían rastros de sangre.

Aunque la policía decía que las vigas de la puertas eran importante evidencias que demostraban los obreros habían estado involucrados en el ataque, admitió que no había hecho ningún examen forense, ni siquiera de huellas digitales.

Un estudio del 2013, luego de la riña del 18 de julio 2012, de los acontecimientos en Maruti Suzuki, de la Comisión Internacional de Derechos Humanos, una organización sin lucro no gubernamental, informa que la policía había recobrado video de circuito cerrado y que lo examinaban para identificar y arrestar a los sospechosos. “Sin embargo, cuatro días después, la policía después informó que las computadoras con las imágenes habían sufrido daños y nada se pudo rescatar”.

Regístrate en el Informador de Obreros Automotrices

El World Socialist Web Site exhorta a todos los obreros automotrices y a los que los apoyan a registrarse al Informador de Obreros Automotrices. Para registrarte, haz clic aquí.