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El gobierno alemán hace una redada contra el sitio web de izquierda Indymedia y lo cierra

El ministro del Interior alemán, Thomas de Maizière, ordenó el viernes por la mañana la clausura del sitio web izquierdista linksunten.indymedia.org. Esta página web, una de las dos filiales alemanas del sitio mediático global Indymedia, fue borrado del internet poco después y no estará accesible hasta nuevo aviso.

A primeras horas de la mañana, se informó que unidades de la policía de Baden-Württemberg y la policía federal hicieron redadas en las casas de los supuestos administradores del sitio web en Freiburg, e incautaron ordenadores y otros objetos. Más tarde, la policía del estado de Baden-Württemberg mostró cuchillos, porras, tubos y hondas para demostrar el presunto origen “extremista de izquierda” de linksunten.indymedia.org.

En una declaración a la prensa, de Maizière agradeció a “todas las fuerzas policiales implicadas en la operación” y el “intenso trabajo preparatorio por parte de la Oficina Federal de Inteligencia Nacional”, sin la cual “las medidas tomadas hoy no habrían sido posibles”.

De Maizière justificó formalmente la prohibición afirmando que el sitio web iba contra “el orden constitucional” y estaba “en su propósito y actividad actuando contrariamente a la ley penal”. El sitio había estado siendo utilizado durante años “para sembrar el odio contra los que piensan diferente y los representantes del país”. Finalmente, “los acontecimientos durante la cumbre del G-20 en Hamburgo mostraron las consecuencias que tal agitación puede tener”.

La referencia a Hamburgo basta para dejar claro que el cierre de linksunten.indymedia es parte de una campaña política derechista. Durante semanas, los así llamados “acontecimientos de Hamburgo” han sido ampliamente exagerados por los políticos y en los medios para difundir el cuento de la violencia de los “extremistas de izquierda”, fortalecer el aparato estatal, y restringir derechos democráticos básicos. Cuatro semanas antes de las elecciones federales, el gobierno ahora se está moviendo hacia criminalizar abiertamente y prohibir sitios web de izquierda, antifascistas y antimilitaristas.

La segunda filial alemana de Indymedia, de.indymedia.org, que no fue afectada por la inhabilitación, describió el cierre de linksunten.indymedia.org como un “serio ataque al movimiento izquierdista y la libertad de prensa”. El sitio web era visto “como la plataforma de mayor circulación para izquierdistas en Alemania, donde cualquiera podía colgar artículos sin apenas moderación”.

La declaración apuntaba que las raíces de Indymedia estaban en el “movimiento antiglobalización” que surgió de las protestas contra la Organización Mundial del Comercio en Seattle en 1999. La plataforma mediática se estableció “para posibilitar reportajes independientes sobre las protestas contra la cumbre”. Desde entonces, “cientos de Indymedias se han fundado en todo el mundo para ofrecer una plataforma a las protestas de izquierda”.

El ahora prohibido linksunten.indymedia.org fue “fundado inicialmente como una plataforma específicamente para el sur de Alemania”. A lo largo de los últimos años, el sitio web “sin embargo había expandido su alcance”, y publicaba “noticias sobre manifestaciones, comentarios de acontecimientos políticos, declaraciones de organizaciones, así como declaraciones reivindicando la autoría de ataques militantes”.

Uno de los puntos en los que se concentraban las publicaciones en linksunten.indymedia.org, que ya no son accesibles, era la guerra contra el extremismo de derecha. Muchos artículos exigían protestas contra Alternativa para Alemania (AfD; Alternative für Deutschland) y otras manifestaciones extremistas de la derecha, criticaban la “política federal alemana hacia los refugiados”, o llevaban a cabo búsquedas de antecedentes en la organización terrorista Nacionalsocialista Clandestina. Otros temas incluían la lucha contra la guerra y el militarismo.

El hecho de que “declaraciones que reivindican la autoría de ataques militantes” aparecieran en linksunten.indymedia.org hicieron de este un blanco “fácil” para de Maizière. El Ministerio del Interior declaró en un comunicado de prensa que “en el sitio web, protegidos por el anonimato ... declaraciones de responsabilidad por crímenes cometidos por todo el país” fueron publicadas.

A pesar de ello, sigue estando muy poco claro cuántas de esas declaraciones vinieron de verdad de anarquistas violentos y grupos autonomistas, o si tuvieron su origen en provocadores de la derecha o incluso patrocinados por el Estado. Una declaración reivindicando la autoría de un ataque a la mezquita Fatih y al Centro de Conferencias Internacional en Dresden en nombre de Dresden Antifa y la Alianza Contra la Celebración de la Unificación 3Oct (el 3 de octubre se conmemora la reunificación alemana) que apareció en el sitio resultó ser mentira. Más tarde saldría a la luz que un portavoz del derechista movimiento Pegida, que goza de vínculos estrechos con la policia estatal de Sajonia y los servicios de inteligencia, estaba tras el ataque.

La censura estatal de linksunten.indymedia.org es un desarrollo peligroso y bien podría formar el preludio de medidas de mucho mayor alcance contra sitios web y organizaciones de izquierda y progresistas. Bajo condiciones de una oposición creciente a la desigualdad y al militarismo, se buscará acallar cualquier voz crítica contra la guerra y el militarismo. Las respuestas iniciales de los medios y de los políticos no dejan ninguna duda sobre esto.

El ministro de Justicia socialdemócrata (SPD; Sozialdemokratische Partei Deutschlands), Heiko Maas, quien introdujo la así llamada Ley de Aplicación de Redes y exigió la creación de una base de datos europea de extremistas de izquierda tras los acontecimientos de Hamburgo, tuiteó, “Importante golpe contra los extremistas de izquierda preparados para cometer actos de violencia. El extremismo, venga del lado que venga, no puede encontrar su lugar entre nosotros —tampoco en internet—”.

Andreas Geisel, el ministro del Interior socialdemócrata en el Gobierno estatal rojo-rojo-verde de Berlín, también dio la bienvenida explícitamente a la prohibición y habló de un paso en la dirección correcta. “Los extremistas de izquierda usaban el sitio para planificar golpes y ataques y jactarse de ellos después. Esto lo sabemos muy bien en Berlín”, apostilló en una declaración.

La bancada parlamentaria de AfD en el estado de Turingia emitió una declaración que dejaba clara la dirección en la que la clase dirigente se está moviendo. La prohibición fue solo el primer paso en el camino de clasificar a todo el movimiento Antifa como organización terrorista, escribió. “El gobierno federal tiene ahora que probar que la prohibición no fue una táctical electoral. Tienen que actuar decididamente contra Antifa si quieren ser creíbles”, dijo el portavoz de política interior de AfD, Jörg Henke.

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