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¿Por qué los medios de comunicación están promoviendo Antifa?

Durante la semana pasada, la afiliación anarquista Antifa ("Antifascista") ha recibido amplia y favorable cobertura en los principales medios de comunicación.

El 18 de agosto, el New York Times, la principal periódico y portavoz sirviendo los intereses del Partido Demócrata, publicó un artículo extenso de primera plana, "Antifa crece como una facción izquierdista para, literalmente, pelear contra la extrema derecha". El reportaje, escrito por Thomas Fuller, Alan Feuer y Serge F. Kovaleski, expuso las perspectivas del movimiento con entrevistas a sus miembros.

El artículo presenta a Antifa como una fuerza seria para combatir el fascismo, prácticamente invitando a los lectores a inscribirse. "A diferencia de la mayoría de los contra manifestantes en Charlottesville y en otros lugares", los miembros de Antifa no han mostrado ningún reparo en usar sus puños, palos o latas de aerosol de pimienta para enfrentar a una gama de antagonistas derechistas a quienes llaman una amenaza fascista a la democracia americana".

El periódico entrevistó a varios miembros de la afiliación, quienes, según el Times, creen que "el nuevo derecho ascendente en el país requiere una respuesta física". Las citas son todas presentadas favorablemente, incluyendo una de un miembro que identifica a sí mismo como un Antifa, argumentando que la "confrontación física" contra los grupos nazis es necesaria, "porque los nazis y los supremacistas blancos no vienen para hablar".

El artículo del Times no es el único ejemplo. El 20 de agosto, el show televisado "Meet the Press" de NBC presentó un segmento con Mark Bray, autor de Antifa: The Anti-Fascist Handbook y profesor en Dartmouth.

Bray también fue invitado a escribir un artículo de opinión en el Washington Post, propiedad de Jeff Bezos, el CEO de Amazon. La columna "¿Quiénes son los antifa?", publicada el 17 de agosto, fue en efecto un anuncio gratuito, alentando a los lectores a apoyar o unirse al movimiento. Un subtítulo de la foto leyó, "Antifascistas pueden parecer como una novedad, pero han estado alrededor durante mucho tiempo. Tal vez deberíamos empezar a escucharlos”.

La cobertura prominente y simpática para Antifa del Times, el Post y la NBC es políticamente siniestra. El Times tiene una política de excluir cualquier opinión genuinamente izquierdista, mientras que "Meet the Press", el programa de noticias dominical más visto, nunca entrevista o presenta en sus paneles a nadie fuera de lo que se considera aceptable para el establecimiento político.

Al mismo tiempo que está dando una cobertura favorable a Antifa, el Times, el Post y otros medios de comunicación han estado colaborando con Google en un esfuerzo de suprimir la oposición de izquierda genuina, incluyendo el Sitio Web Mundial Socialista (WSWS) y otros sitios.

La promoción de Antifa cumple varias funciones interrelacionadas. En primer lugar, la violencia física de un puñado de manifestantes en cualquier gran manifestación se utiliza a menudo como un pretexto para la provocación policial. Esto es verdad no sólo en Estados Unidos, sino en Europa y en todo el mundo. La policía da a los grupos "antifascistas" y anarquistas vía libre para llevar a cabo las provocaciones, que luego son explotadas para llevar a cabo una violenta represión.

Estos grupos son fácilmente infiltrados por provocadores policiales, que alientan actos violentos para el fin deseado.

Las ideas políticas de los diversos grupos que componen Antifa son, además, totalmente compatibles con las del Partido Demócrata, y sirven a un propósito para esa sección del establishment político.

Desde antes de que Trump fuera elegido, el Partido Demócrata ha tratado de canalizar la amplia oposición popular contra Trump en apoyo para el aparato militar y de inteligencia. De hecho, los conflictos dentro de la clase dominante desde el alboroto nazi en Charlottesville han culminado en el fortalecimiento del control de la élite militar y financiera sobre el gobierno de Trump. El primer producto de esta reestructuración fue el anuncio de Trump de una escalada mayor de la guerra en Afganistán.

Los demócratas y los medios afiliados, en particular el Times, han tratado de enterrar las cuestiones básicas de la clase —la lucha contra la desigualdad social, la guerra y el autoritarismo— por medio de la promoción de una serie de asuntos diseñados para desviar atención de estas cuestiones fundamentales.

El Times ha promovido incansablemente la campaña contra Rusia, tratando de canalizar la oposición masiva a Trump en la demanda de medidas más agresivas contra el gobierno de Vladimir Putin. Ha alentado la concepción de que Estados Unidos esté dividido por inmensas divisiones raciales, promoviendo la política de identidad del Partido Demócrata y a la vez proporcionando una cobertura respetuosa e incluso admiradora de lo que llama "nacionalistas blancos". También ha presentado destacadamente la revista Jacobin, afiliada con los Socialistas Democráticas de América, que apoya al Partido Demócrata.

La promoción de Antifa cumple con esta agenda. De hecho, muchos de los grupos involucrados en Antifa son esencialmente facciones del Partido Demócrata. Por Cualquier Medio Necesario (BAMN, por sus siglas en inglés) que se menciona por su nombre con un enlace a su sitio web en el artículo del Times, está entre los defensores más fervientes de la política racialista de los demócratas. Recibió atención nacional en 2014 por su campaña por la Acción Afirmativa, que se llevó a cabo en alianza con los demócratas y secciones de la elite corporativa y militar.

Los partidarios de Antifa afirman que están luchando contra la amenaza fascista al impedir físicamente a los neonazis obtener una audiencia, negándoles el acceso a escuelas y ciudades donde puedan llegar a sus seguidores. Ignorado, sin embargo, es el papel de los demócratas y las condiciones sociales y políticas que crean el fascismo.

Los grupos neonazis son en la actualidad una fuerza social minúscula, incapaz de movilizar más de unos pocos cientos de personas para sus grandes manifestaciones, incluida la manifestación en Charlottesville. Sin embargo, Trump y sus asesores fascistas (incluyendo el ahora ausente Stephen Bannon) están tratando de explotar la confusión política y la alienación para desarrollar un movimiento nacionalista extra-parlamentario de extrema derecha.

En la medida en que se desarrolle un movimiento fascista, es porque recibe el respaldo de una sección de la élite gobernante bajo condiciones en las que las políticas de la clase dominante no son cuestionadas. Es decir, es la subordinación de la clase obrera al Partido Demócrata ya sus diversos afiliados, a los que contribuye Antifa, que crea la capacidad de crecimiento de los grupos fascistas.

En términos de su base social, Antifa atrae a capas desorientadas, particularmente entre la clase media sobre la base de un programa compatible con los objetivos del Partido Demócrata y la élite gobernante, indiferente e incluso abiertamente hostil a la movilización de la clase obrera. Es por esta razón que están promoviendo Antifa en los medios de comunicación.

Una lucha de principios contra la amenaza del fascismo y los ataques de la administración Trump contra los inmigrantes, los derechos democráticos, la atención de la salud y las condiciones de vida requiere una lucha contra todo el establecimiento político y el sistema capitalista sobre el cual se basa. No se trata de una pelea física con los nazis, sino de la organización política independiente y la movilización de la clase obrera, sobre un programa socialista —esa es la urgente tarea— .

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