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El evento “People’s Convergence”: la pseudoizquierda insta a Sanders a encabezar un “Partido Popular”

El 8 de setiembre, alrededor de 60 autodenominados “progresistas” encabezaron una marcha hasta la oficina del senador Bernie Sanders en Washington D.C. Su misión era entregarle una petición con 50 000 firmas, junto con un cheque de $162 000 de donantes para persuadir al excandidato presidencial a formar un nuevo partido político. Sanders fue informado con antelación, pero no se hizo presente para recibir la solicitud y, en cambio, se aseguró de que nadie estuviese en su oficina tampoco. Tampoco ha hecho declaraciones al respecto.

Este fue el poco propicio comienzo del evento “People’s Convergence” (Convergencia Popular) auspiciado el fin de semana por el fundador de la campaña “Draft Bernie for a People’s Party” (Reclutemos a Bernie para un Partido Popular), Nick Brana.

Sólo 140 personas se registraron para el evento, además de unas cuantas docenas más que participaron a lo largo del fin de semana sin registrarse. A pesar de que ostensiblemente se iba a discutir si los “progresistas” deberían luchar por reformar el Partido Demócrata o construir un partido nuevo, todos los participantes, para comenzar, compartían la misma orientación hacia los demócratas, orbitando alrededor de ellos siempre en busca de dirección.

Figura de cartón de Sanders con el cheque de $162 349 de Draft Bernie to the People’s Party

Estuvieron presentes las siguientes organizaciones: Alternativa Socialista, el Partido Verde, el Partido Independiente Progresista y los Socialistas Democráticos de América (DSA, por sus siglas en inglés). Algunas de las figuras mejor conocidas incluyeron la dirigente de Alternativa Socialista, Kshama Sawant, dirigente de Alternativa Socialista, la celebridad académica y miembro de DSA, Cornel West, la candidata presidencial del Partido Verde, Jill Stein, y la fundadora de Code Pink, Medea Benjamin.

El principal fraude política—que el evento en sí y aquellos organizándolo mantienen cierta independencia del Partido Demócrata—se vio reflejado en su deseo de construir un movimiento encabezado por Sanders, quien participó en las elecciones como un demócrata y ha insistido en su deseo de generar más apoyo para este partido.

Todos los grupos presentes respaldaron a Sanders de formas diferentes en el 2016, ayudándolo a desviar el enojo y la oposición social de millones de trabajadores y jóvenes detrás de Hillary Clinton, la candidata de Wall Street y el aparato militar y de inteligencia. Sanders, quien nominalmente es independiente de cualquier partido, pertenece a la cúpula del Caucus demócrata en el Senado.

La orientación política hacia el Partido Demócrata quedó bien evidenciada y de diferentes formas en los grupos de discusión durante el evento.

En la charla “Alejándonos del borde: deteniendo la máquina de la guerra”, ningún ponentes siquiera mencionó el sistema capitalista ni ofreció una explicación de las fuerzas que impulsan al imperialismo estadounidense. La panelista Medea Benjamin, fundadora de Code Pink, habló principalmente acerca del conflicto en Corea y presentó su tesis de que “las mujeres son las que nos van a sacar de este desastre”.

Los panelistas de la discusión “Alejándonos del borde”

La discusión se centró en “unificar” las distintas coaliciones “antibélicas” que están organizadas alrededor del Partido Demócrata y que apoyaron la guerra de cambio de régimen en Siria respaldada por la CIA. Cuando un miembro de la audiencia preguntó cómo es que un movimiento que le está rogando a alguien (Sanders) que apoyó la política exterior del Gobierno de Obama, incluyendo la guerra en Irak y Siria, y que ha apoyado incontables intervenciones de EUA y, finalmente respaldó a la criminal de guerra Hillary Clinton para presidenta, planea ser antiimperialista, los panelistas no pudieron responderle.

En la sesión “Una política independiente y los partidos de la coalición de izquierda”, todos los siete ponentes estuvieron de acuerdo de que la verdadera batalla que hay que enfrentar es encontrar a “las personas correctas” para que lleguen al poder y “trabajen en nombre de nosotros”, como el representante del Partido Verde, Darryl Moch, lo puso. La falta de seriedad de esta discusión fue expresada más claramente por la participante en representación del “Partido Popular de South Carolina”, quien indicó que un nuevo partido, “no puede ser un partido político sobre políticas. Tiene que ser divertido… y sobre la situación real en el terreno”.

Predomino la política racialista. Los eventos alrededor del oleoducto Dakota Access y el envenenamiento del agua en Flint, Michigan, fueron entremezclados para culpar al “racismo institucionalizado”, en vez de al sistema capitalista. Varios de los panelistas lamentaron su propio “privilegio blanco”, con Araquel Bloss del Partido Progresista Independiente señalando que “es un proceso doloroso concebir la vergüenza”.

En la discusión “Reconstruyendo el movimiento obrero”, los panelistas abordaron la necesidad de “revitalizar” los sindicatos, cuyo carácter es inequívocamente antiobrero. Dan La Botz, la cofundadora del movimiento Teamsters (Camioneros) por un Sindicato Democrático, miembro desde hace mucho tiempo del grupo Solidarity y nuevo miembro de DSA, se quejó acerca de cómo es que Trump “dividió al movimiento obrero”. Además, esencialmente responsabilizó a los trabajadores por el hecho de que una sección de los sindicatos apoyara a Trump porque “les hablaba a su industria”, mientras que sólo un pequeño grupo de sindicatos apoyó a Sanders.

Los sindicatos, indicó La Botz, darán un salto hacia adelante gracias a un “gran levantamiento” de los trabajadores. Pero, de hecho, los sindicatos han hecho todo lo posible por década para suprimir toda oposición y, cuando surge, la aíslan, la contienen y aplastan.

El punto culminante de “Convergence” fue el evento “Draft Bernie Town Hall” (Ayuntamiento de Reclutar a Bernie) el sábado por la noche, con Cornel West, Kshama Sawant, el comediante Jimmy Dore y el fundador de Draft Bernie.

El evento Draft Bernie Sanders Town Hall con Nick Brana, Cornel West, Kshama Sawant y Jimmy Dore

West afirmó que “el estimado hermano Bernie” debería ser responsabilizado por no haber dejado a nadie en su oficina para recibir las firmas del movimiento Draft Bernie. Añadió que, quiera o no liderar ese movimiento Sanders, va a ser necesario formar una “solidaridad” entre los diferentes grupos presentes basada en “la integridad, la honestidad y la decencia” a fin de construir un “tercer partido”; sin embargo, no dijo nada en cuanto al programa sobre el cual dicho partido debería basarse.

Lo más que pudieron ofrecer los panelistas fue una serie de críticas superficiales contra el “ala corporativa” del Partido Demócrata, junto con la conclusión que deberían continuar presionando a los demócratas, sino trabajar directamente con ellos. Sawant, quien está profundamente involucrada con la política del Partido Demócrata en Seattle, estado de Washington, lamentó que la carrera electoral no produjera un diferente resultado “si Bernie hubiese seguido hasta el final en la elección general como Alternativa Socialista pidió”.

Durante las elecciones del 2016, Alternativa Socialista fue la más entusiasta de las organizaciones partidarias de la campaña de Sanders en las primarias demócratas, incluso formando el grupo #Movement4Bernie. En la mesa redonda, Sawant hizo un llamado a formar un partido libre de dependencia del dinero corporativo e insistió en que “Sanders demostró a una escala muy grande… que sí es posible llevar a cabo campañas exitosas y luchar por la gente trabajadora” sin tomar dinero de las corporaciones.

Millones de personas “aún no están listas de una forma clara para construir un nuevo partido”, advirtió Sawant. Todavía quieren poner a prueba al Partido Demócrata. “No podemos aislarnos de ellos” y, por ende, “tenemos que ir a encontrarlos adonde ellos estén”. Tal sofistería sólo busca justificar el apoyo político de Alternativa Socialista al Partido Demócrata.

En respuesta a alguien del público que señaló el papel de Alternativa Socialista en promover ilusiones en los demócratas, Sawant dijo, “Esto no se trata de poder alcanzar en nuestras ideas abstractas una pureza moral perfecta, sino es una cuestión de cómo podemos organizar realmente a los millones de estadounidenses que se encuentran enfurecidos”. Entonces, ¿cuál es la conclusión de Sawant? Que para organizar a millones, es necesario operar con secciones del Partido Demócrata.

La sesión plenaria del sábado

Al final, Brana sacó el gato encerrado cuando dijo que lo “que le hace falta a nuestro movimiento”, y que permite que sea “el Partido Demócrata nos ignore”, es “apalancamiento”. Provocando un gran aplauso de todos los panelistas, añadió: “La cuestión que hemos planteado con Draft Bernie … es que la mejor manera de reformar al Partido Demócrata, si se cree eso posible, es construir un nuevo partido”.

El carácter político del evento se vio reflejado en las fuerzas sociales que representan los grupos anfitriones. Ellos hablan por secciones de la clase media alta que, por un lado, procuran avanzar sus propios intereses y una redistribución de la riqueza más favorable para ellos dentro del 10 por ciento más rico de la población y, por otro lado, quieren prevenir que surja un movimiento independiente de la clase obrera. Su objetivo no es organizar la creciente oposición de los trabajadores y la juventud, sino subordinar esta oposición a los grupos de poder y al sistema capitalista.

La campaña de Sanders fue un mecanismo para este mismo fin. Las fuerzas presentes en “People’s Convergence” están ahora poniendo a prueba un nuevo mecanismo, sea cual fuere la forma que tome.

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