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El gobierno español envía tropas a Cataluña

El gobierno del Partido Popular (PP) en España ha enviado tropas a Cataluña. Los medios informaron de que esto es para brindar apoyo a la Guardia Civil y a la Policía Nacional en preparación para una declaración de independencia por parte del presidente catalán Carles Puigdemont.

Según información filtrada a El Confidencial, el Ministerio de Defensa ha enviado unidades del ejército, incluyendo la Agrupación de Apoyo Logístico Nº 41, basada en Zaragoza, la capital de Aragón, que queda a 300 kilómetros al oeste de Barcelona.

A las 19:00 horas del martes, apenas una hora después de que se supiera que el Rey Felipe VI iba a dirigirse a la nación en un discurso denunciando a los partidos nacionalistas catalanes, comandantes del ejército les dijeron a sus subordinados que se prepararan para enviar a Barcelona dos contingentes en 20 camiones. La unidad ya había estado en pre-alerta durante una semana para asegurarse de que podría ser relocalizada rápidamente.

Las tropas se fueron de noche para llegar temprano por la mañana a las barracas en Santa Eulalia de Sant Boi de Llobregat, a pocos kilómetros de la ciudad.

Según las fuentes de El Confidencial , el principal objetivo es reforzar el abastecimiento de comida, ropa e instalaciones de higiene para la Guardia Civil y la Policía Nacional como consecuencia de que los hoteles están negándose a alojarlos después de sus acciones brutales durante el refer é ndum del primero de octubre.

No obstante, está claro que las tropas están especializadas en preparar el terreno para futuros despliegues de tropas. El Confidencial explica que actuando como una unidad logística expedicionaria, tienen la capacidad de “proyectar a cualquier lugar del mundo, en un breve lapso, personal y medios ante una posible contingencia y responder inmediatamente y con total eficiencia donde se necesiten sus servicios logísticos”.

La unidad ha participado en misiones en Bosnia, Kosovo, Irak, el Líbano y Afganistán.

Según Defensa.com, la Dirección de Abastecimiento y Transportes de la Armada también compró equipos antidisturbios para diferentes unidades militares. El pedido incluía 295 aerosoles para defensa personal, 253 latas de humo lacrimógeno, 1.500 cartuchos, 1.500 pelotas de goma, 300 granadas de humo triples para escopetas de calibre 12 y 1.000 granadas de gas lacrimógeno.

Se está preparando la escena para una provocación violenta que pueda usarse para justificar la intervención. Xavier García Albiol, el líder del PP en Cataluña, hizo un llamamiento para hacer manifestaciones “multitudinarias” este domingo en Barcelona, declarando, “Llamamos a la movilización de los catalanes que se sienten españoles … Un ejercicio democrático para salir a la calle a defender la democracia, las instituciones y la dignidad”.

Ante tales amenazas, anoche Puigdemont hizo una transmisión televisada pidiendo la mediación de la Unión Europea.

Declaró que su gobierno enviaría los resultados del referéndum del primero de octubre al parlamento catalán y que declararía la independencia en 48 horas desde que se declaren todos los resultados finales. Los últimos votos desde el extranjero se espera que lleguen hacia finales de esta semana y “un pleno ordinario excepcional” del parlamento está previsto para el lunes al que Puigdemont se dirigirá “para valorar los resultados y sus efectos”.

Pero según un parlamentario del PDeCat de Puigdemont que se opone a la secesión, “Puigdemont está buscando desesperadamente la mediación internacional … para poder parar la declaración de independencia”.

Sin embargo, el Parlamento Europeo rechazó sus peticiones ayer, diciendo que era “un asunto interno español”. El presidente ruso Vladimir Putin también dijo que Rusia ve el conflicto en Cataluña como un “asunto doméstico”, que espera que el país supere.

La prensa burguesa en España ha elogiado el discurso del rey, contrastándolo con lo que es condenado como vacilación por parte del presidente del Gobierno Mariano Rajoy e instando a que se tomen medidas.

En un llamamiento de facto para una represión aún mayor, el diario pro-PSOE, El País, declaró, “Con palabras muy duras, el Rey ha señalado que las autoridades catalanas han incumplido la Constitución y el Estatuto de Cataluña y han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y democráticamente … es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones, la vigencia del Estado de derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía”.

El Mundo declaró, “El mensaje que los españoles necesitaban, y que quizá esperaban de sus representantes políticos, lo recibieron del jefe del Estado con una claridad diamantina, con una fuerza muy alejada de todo frío protocolo.

“Quienes hoy acaudillan la sedición catalana … han observado una disciplina militar para imponer su proyecto autoritario a toda la sociedad, desobedeciendo a los tribunales, laminando los derechos políticos de la oposición y finalmente confiando al control jacobino de la calle el éxito de su revolución.

“ Ayer le pedimos [a Rajoy] que aplicara el artículo 155 [de la Constitución para restablecer el orden legal en Cataluña] para acabar con la impune rebelión de Puigdemont y sus socios. Esa urgencia se vuelve hoy más imperiosa. El mensaje del Rey le emplaza a ello”.

El editorial de ABC condena a Cataluña por estar “transitando desde el referéndum ilegal a la insurrección generalizada”. Tachó la huelga general del martes de “golpe interno” dirigido por “el tigre del separatismo de extrema izquierda [que] está desbocado y su objetivo es devorar a la sociedad catalana en un proceso revolucionario en el que las clases medias no tendrán el amparo de un Estado de Derecho digno de tal nombre”.

ABC exigió la aplicación del Artículo 155 y advirtió de que cuanto más tarde el gobierno, más necesitará “la insurrección de la Generalitat” la declaración de un “estado de excepción y sitio establecidos en su artículo 116”. El artículo 116 detalla cómo se implementan los estados de alarma, excepción y sitio.

Los partidos de la “izquierda” oficial solo han pronunciado perogrulladas. El dirigente de la estalinista Izquierda Unida, Alberto Garzón, expresó su decepción porque el discurso del “ciudadano Felipe de Borbón” no fue el “discurso equilibrado y medido” que él esperaba. Hablando como si fuera un consejero del monarca, continuó, “Conozco personalmente al jefe de Estado. He conversado con él en varias ocasiones y sé que piensa las cosas antes de hablar. Hoy, sin embargo, me temo que le han asesorado sus enemigos”.

Iñigo Sáenz de Ugarte, escribiendo en El Diario, medio pro-Podemos, se quejaba de que el discurso de Felipe fue “en la práctica una declaración de guerra” al gobierno autónomo de Cataluña y representó “una enmienda a la totalidad de las posiciones mantenidas por Podemos en esta crisis”.

Esta posición consiste en un llamamiento al PSOE a trabajar con Podemos para desbancar a Rajoy y formar un gobierno de izquierdas para rescatar al Estado español.

El PSOE se ha negado a consentir tal ofrecimiento y el llamamiento fue duramente criticado por el veterano dirigente del PSOE y ex vicepresidente del gobierno del PSOE bajo Felipe González de 1982 a 1991, Alfonso Guerra.

Guerra exigió que el PSOE respalde abiertamente el artículo 155 y defendió el uso del ejército en Cataluña si la policía no pudiere controlar la situación, achacándoselo a un movimiento independentista golpista “prefascista”. Expresando opiniones que antes eran reducto de la extrema derecha, tildó al dirigente de la policía catalana, los Mossos d’Esquadra, Josep Lluís Trapero de “traidor a la democracia” y arguyó que “a lo mejor hay que disolver a los Mossos”.

El viernes, a Trapero se le ordenó comparecer en los tribunales junto a los presidentes de la Asamblea Nacional Catalana, Jordi Sánchez, y de Omnium Cultural, Jordi Cuixart, como parte de una investigación por cargos de sedición en relación con las manifestaciones del 20 de septiembre.

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