El jueves, el director de la CIA, Mike Pompeo, dijo en una conferencia que la CIA se convertirá en una "agencia mucho más viciosa" en la lucha contra sus enemigos.

Pompeo hizo este anuncio como parte de una entrevista con Juan Zarate, el presidente del Centro de Sanciones y Finanzas Ilícitas del think-tank neoconservador la Fundación para la Defensa de las Democracias (FDD). La entrevista, que comenzó con Zarate proclamando su entusiasmo por hablar con Pompeo, proporcionó una plataforma para que el director de la CIA proclame su apoyo a las agresivas políticas militaristas de la administración Trump en todo el mundo.

Haciéndose eco de la reciente denuncia de Trump del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA, siglas en inglés), el acuerdo multilateral que levantó las sanciones contra Irán a cambio de la severa limitación y monitoreo de las instalaciones nucleares de Irán, Pompeo afirmó que el JCPOA no logró "restringir el aventurerismo" y el "el maligno comportamiento” iraní. También afirmó que Irán estaba desestabilizando la región armando a Hezbollah en Líbano y los houthis en Yemen, al tiempo que agregaba la absurda afirmación de que estos movimientos han "trabajado junto a Al Qaeda".

La pura hipocresía de las afirmaciones de Pompeo es impresionante. En los últimos 50 años Estados Unidos ha desempeñado un papel sin igual en la desestabilización de Medio Oriente, incluso a través del papel de la CIA en la creación de Al Qaeda en la década de 1980 como parte de la lucha para derrocar al gobierno soviético en Afganistán, la invasión de Irak en 2003, el armamento de las fuerzas extremistas islamistas en Libia para derrocar a Gadafi, y su continuo apoyo a estas mismas fuerzas en el conflicto en curso en Siria.

Su afirmación de que Irán y sus aliados están colaborando con Al Qaeda es particularmente disparatada ya que el régimen en Teherán es chií y en conflicto con el extremo sectarismo suní de Al Qaeda.

Pompeo, sin embargo, no parte de los hechos, sino de los objetivos de la política del imperialismo estadounidense y la supuesta necesidad de aumentar los recursos asignados a la CIA. Como resultado, ha urdido una extraña narrativa de derechas en la que Irán y Corea del Norte están colaborando y con grupos terroristas por un odio compartido hacia "el Occidente".

Afirmó que los dos países participan en "el intercambio de tecnología ... para la mejora de cada uno de sus programas de armas", y representan un peligro para Estados Unidos y sus aliados. Y, además, que Estados Unidos "debería comportarse como si estuviéramos en la cúspide de" que Corea del Norte obtenga un arsenal nuclear.

Tales reclamos también han sido hechos por Trump, quien ha llegado incluso a amenazar la "destrucción total" de la empobrecida nación del este de Asia. También hubo discusiones abiertas sobre el uso de "escuadrones de decapitación" para ejecutar al líder norcoreano Kim Jung Un y otros altos funcionarios del gobierno. Sólo un día antes de la entrevista de Pompeo, Trump tuiteó que las perspectivas de un conflicto militar en la Península Coreana "son mayores de lo que han sido en varias décadas".

En una declaración sorprendentemente sincera de Pompeo, admitió que el "estado final" de Kim más allá del desarrollo de capacidades nucleares y otras armas era simplemente su "capacidad continua para dormir todas las noches en una cama realmente bonita en Pyongyang".

Las claras implicaciones que el director de la CIA no logró extraer es que Pyongyang correctamente ve a Estados Unidos como un agresor y que intenta evitar una invasión mediante el desarrollo de una capacidad nuclear.

Pompeo también hizo varias declaraciones agresivas sobre la necesidad de combatir a los "actores no estatales" y las encubiertas "info-operaciones rusas", en las que la información compartida por organizaciones como WikiLeaks tenía que ser "derrotada".

Uniéndose a la estafa neo-macarthista de afirmaciones sin fundamento de que las cuentas de redes sociales patrocinadas por Rusia y WikiLeaks influyeron en las elecciones de 2016, agregó que la amenaza de que las futuras elecciones sean pirateadas continuaría "hasta que haya un nuevo líder en Rusia" y la tarea principal de la CIA es "entregar ese entendimiento al presidente de los Estados Unidos".

Las declaraciones de Pompeo reflejan los sentimientos de una gran parte del establecimiento político y los gabinetes de inteligencia que ven cada vez más la necesidad de construir aún más las agencias de inteligencia de EE. UU. como parte de la preparación para la guerra.

Sólo siete días antes de su entrevista en el FDD, Pompeo hizo comentarios similares en el Foro de Seguridad Nacional de la Universidad de Texas en Austin, donde elogió a Trump por proveer a la CIA "fondos, autoridades u orientación política" y permitir que la agencia se convierta en "más rápida y más agresiva".

La agencia, afirmó, "debe ser agresiva, cruel, implacable", y agregó que "tomar riesgos incesantemente es fundamental" para las actividades de la CIA. Agregó que la administración Trump estaba desechando las restricciones impuestas por "la administración anterior".

La clara implicación es que además de continuar con el programa global de asesinatos de drones bajo la administración Obama, la CIA está reconstruyendo constantemente el aparato de entregas extraordinarias, sitios negros de tortura que lo hizo famoso en todo el mundo, mientras envía a sus agentes y contratistas a guerras secretas a espaldas del pueblo estadounidense.