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Los demócratas señalan movimiento hacia la derecha para la campaña 2018

La reunión anual del Comité Nacional Demócrata (DNC, siglas en inglés), celebrada en Las Vegas del 18 al 21 de octubre, mostró que los operativos del partido se están preparando para el año electoral de 2018 con un giro distintivo hacia la derecha en cuanto al personal, las políticas y los candidatos.

El presidente del DNC Tom Perez —instalado por la influyente ala Clinton del partido en una estrecha victoria sobre el representante Keith Ellison, partidario de Bernie Sanders—nominó una lista de candidatos para altos comités del partido que excluyeron a muchos activistas que respaldaron a Sanders contra Clinton en la campaña por la nominación presidencial de 2016.

Entre los removidos del comité ejecutivo estaban James Zogby, el árabe-estadounidense de más alto rango en el DNC; el presidente del partido del estado de New Hampshire, Ray Buckley; la secretaria de DNC por mucho tiempo, Alice Germond, y Barbra Casbar Siperstein, la primera integrante transgénero del DNC. Todos apoyaron a Sanders contra Clinton, o a Ellison contra Pérez, o ambos.

Los informes de prensa iniciales destacaron las protestas de los antiguos partidarios de Sanders, retratando la sacudida en la reorganización en los comités de DNC, particularmente la del comité ejecutivo y el comité de normas, como una “purga” de “disidentes”, aunque realmente las diferencias políticas involucradas son mínimas.

Buckley le dijo a NBC News: “Entiendo que el presidente puede hacer lo que le plazca, pero aun así, todo es muy decepcionante”. Zogby tuiteó, “esto no unifica el partido. Se profundiza la división a la vez que necesitamos a todos los miembros del equipo para ‘18 y ‘20”.

También hubo críticas de Perez por incluir a la ex presidenta Donna Brazile en su lista de 75 miembros para el DNC, dado su papel en 2016 cuando le dio a Clinton por anticipado las preguntas antes de los eventos de candidatos celebrados en CNN. Su papel se hizo público cuando WikiLeaks publicó simultáneamente los correos electrónicos de Brazile. Otra selección de Pérez fue Manny Ortiz, cabildero del gigante banco Citigroup de Wall Street .

El comité de reglas es particularmente sensible, ya que se encargará de implementar las recomendaciones de una Comisión de Reforma de Unidad creada por Clinton y Sanders como parte de su acuerdo para respaldar el favorito de Wall Street, después de acorralar a la mayoría de los delegados de la convención demócrata.

La comisión está elaborando recomendaciones sobre cambios en las normas estatales para la selección de delegados, incluyendo el papel de los llamados “super-delegados”, funcionarios elegidos y miembros del DNC a quienes se les otorgan los votos en la convención, además de los delegados elegidos en las primarias y asambleas electorales. Prácticamente todos los super-delegados —la personificación del grupo dirigente del partido— respaldaron a Clinton.

Si bien la Comisión de Reforma de la Unidad estuvo equilibrada entre los partidarios de Clinton y Sanders, el comité de normas que recibirá su informe y tomará medidas agrupa 5-0 a favor de los ex partidarios de Clinton, tras la destitución de Buckley.

Perez negó que hubiera algún esfuerzo para expulsar a los antiguos seguidores de Sanders o para castigarlos. Un portavoz utilizó políticas de identidad para justificar los cambios en la composición, alegando que la lista de miembros del comité de Perez y los nominados en general “refleja la diversidad sin precedentes de la coalición de nuestro partido” al aumentar el número de miembros de Nativos Americanos, homosexuales y puertorriqueños, así como también de dirigentes sindicales.

Jane Kleeb, presidenta del Partido Demócrata de Nebraska, defensora de Sanders, criticó las afirmaciones de diversidad y le dijo al Huffington Post: “No solo es una mala dirección, sino también es divisiva”. Añadió: “Sigue pintando a los seguidores de Bernie como indiferentes hacia nuestros hermanos y hermanas nativos, latinos y negros, lo cual es una completa tontería”.

En un momento el viernes, Karen Carter Peterson, vicepresidenta del compromiso cívico y la participación de votantes del DNC, acusó a los partidarios de Sanders y de Ellison de tratar de sacar a las mujeres negras del liderazgo del partido, citando, entre otras, a Donna Brazile.

En otra demostración del carácter derechista de los líderes del partido, Perez nombró como vicepresidente financiero del DNC a Dan Halpern, ex presidente de la Asociación de Restaurantes de Georgia y ex miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de Restaurantes. Ambas organizaciones se oponen estridentemente a cualquier aumento en el salario mínimo, sin hablar del mínimo de $15 por hora, al cual se ha comprometido nominalmente el partido el Partido Demócrata.

Otro esfuerzo para atacar el campo de Sanders fue rechazado el viernes cuando el DNC rechazó mediante votación por voz, una resolución que instaba a Sanders a “registrarse o afiliarse al Partido Demócrata” en lugar de continuar ocupando su escaño en el Senado de Vermont como independiente. Zogby llamó a esto un esfuerzo que “pone sal en una herida que tenemos que cerrar en este momento”.

En un esfuerzo cosmético por encubrir el dominio corporativo del partido, el DNC adoptó un lenguaje rechazando contribuciones de “donantes corporativos que entran en conflicto con nuestra plataforma DNC”. Esto fue rechazado por el comité de plataforma pero luego fue aprobado por el Comité Nacional completo.

Mientras se describe como “anti-corporativa”, la significación real de la medida puede ser juzgada por su principal patrocinadora, Christine Pelosi, la hija de la por largo tiempo representante y líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi y su multimillonario marido inversionista de bienes raíces, Paul Pelosi. La Sra. Pelosi fue ridículamente descrita en los informes de prensa como “una activista de San Francisco”, sin mencionar su conexión familiar.

En su discurso de clausura de la reunión del DNC el sábado, Pérez trató de encubrir el cambio derechista en el partido con una explosión de demagogia anti Trump. Denunció a Trump como una “amenaza existencial” para la nación. “Tenemos el presidente más peligroso en la historia de Estados Unidos y uno de los congresos más reaccionarios en la historia de Estados Unidos”, dijo a su audiencia.

Desde el punto de vista del Partido Demócrata, sin embargo, el peligro de Trump no es el peligro de una guerra nuclear en la península coreana o el ataque a los derechos democráticos y beneficios sociales de los estadounidenses, sino más bien las afirmaciones carentes por completo de fundamento, que Trump fue elegido por la intervención rusa en las elecciones de 2016, y por lo tanto, encarna la toma del control de Rusia de la Casa Blanca.

La campaña contra Rusia es el foco principal de los Demócratas del Congreso, que de otro modo buscan involucrar a la Casa Blanca en cuestiones de inmigración, impuestos y presupuesto e infraestructura, mientras se unen a los republicanos en el apoyo bipartidista a las operaciones militares en Corea, Medio Oriente, África y Europa del Este.

La campaña contra Rusia recibe un carácter particularmente siniestro por el reclutamiento de media docena de ex oficiales de inteligencia militar y de la CIA para presentarse como candidatos demócratas en escaños marginales críticos en la Cámara de Representantes.

Como lo expresó el Washington Post, en un informe publicado en el sitio web del periódico el 18 de octubre, “los fantasmas han venido del frío y se están postulando para el Congreso”.

Tres ex oficiales de la CIA están buscando la nominación demócrata al Congreso en distritos claves, incluyendo: Abigail Spanberger en Richmond , Virginia; Elissa Slotkin en Brighton , Michigan; y Jeff Beals en un distrito de Hudson Valley en el estado de Nueva York, donde uno de sus oponentes para la nominación demócrata es el ex oficial de inteligencia del ejército Patrick Ryan.

Gina Ortiz Jones, ex oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, se está postulando en un distrito de Texas donde el republicano en el cargo, Will Hurd, es un ex agente de la CIA. Otro agente de inteligencia, Jay Hulings, miembro del Comité Permanente de Inteligencia de la Cámara de Representantes, también está buscando la nominación para desafiar a Hurd.

Spanberger citó la burla de Trump del hallazgo de la CIA de supuesta interferencia rusa en las elecciones de 2016, diciendo al Post: “Es totalmente desafortunado que el presidente —al menos a través de sus acciones y palabras— no esté apreciando lo que ellos [la CIA] hacen”.

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