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Perspectiva

Estados Unidos acumula buques y aviones de guerra frente a Corea del Norte

El secretario de Defensa de Estados Unidos, James Mattis, le ha advertido nuevamente a Corea del Norte que las fuerzas armadas norteamericanas están preparadas y son capaces de obliterar al país de 25 millones de personas a menos que abandone su arsenal nuclear. Ante el contexto de una acumulación militar estadounidense en el noreste asiático sin precedentes, esta amenaza empuja a la región y al mundo aún más al borde de una catastrófica guerra.

“No puedo imaginarme una condición bajo la cual EUA acepte a Corea del Norte como una potencia nuclear”, les dijo el sábado a reporteros en Seúl. “No cometan un error. Cualquier ataque contra EUA o sus aliados será vencido, y cualquier uso de armas nucleares del Norte será enfrentado con una respuesta militar masiva, efectiva y abrumadora”.

Los planes de guerra estadounidenses son de carácter ofensivo, no defensivo. Cuando se le preguntó acerca de la posibilidad de un ataque preventivo estadounidense contra Corea del Norte para prevenir un ataque hipotético contra Seúl, Mattis lo confirmó: “Tenemos esas opciones”. Bajo su OPLAN 5015, las fuerzas estadounidenses y surcoreanas se han preparado para realizar ataques ofensivos contra las instalaciones nucleares, militares e industriales norcoreanas e “incursiones de decapitación” por parte de las fuerzas especiales para asesinar a los más altos líderes del país.

Mientras que Mattis insistió en que “nuestra meta no es una guerra”, el presidente estadounidense, Donald Trump, ha descartado prácticamente cualquier otra opción que no incluya la capitulación total de Corea del Norte ante las demandas de Washington. Este mismo mes, Trump regañó a su secretario de Estado, Rex Tillerson, por “desperdiciar su tiempo” en seguir buscando posibilidades diplomáticas para reabrir negociaciones con Corea del Norte.

Trump está a punto de comenzar su primer viaje oficial a Asia esta semana, incluyendo viajes a Japón, Corea del Sur y China. Tras haber amenazado con “destruir totalmente” a Corea del Norte ante la Organización de las Naciones Unidas, sin duda buscará utilizar esta amenaza incendiaria no sólo contra el régimen de Pyongyang, sino contra toda la región, particularmente China, considerada por EUA como su principal desafío en mantener su hegemonía global.

El viaje de Trump tendrá en el trasfondo una muestra enorme de poderío militar por parte de EUA en los alrededores de la península coreana. Esto incluye:

  • Tres portaaviones nucleares estadounidenses—el USS Ronald Reagan, el USS Nimitz y el USS Theodore Roosevelt— con sus compañías de combate en la región preparándose para ensayos militares conjuntos. Cada uno cuenta con entre seis y diez buques de guerra, incluyendo cruceros, destructores y submarinos nucleares, docenas de aviones de guerra y otras aeronaves militares.
  • El USS Michigan, un submarino nuclear armado con más de 150 misiles Tomahawk, que arribó a Corea del Sur el 17 de octubre antes de ejercicios conjuntos con el USS Ronald Reagan. Este submarino lleva consigo SEALs de la Marina, y en un trasbordo en abril presuntamente transportaba al notorio Equipo Seis de los SEALs que asesinó a Osama bin Laden.
  • Todas las bases militares estadounidenses en la región, particularmente en Corea del Sur, Japón, Guam y Australia se encuentran, sin lugar a dudas, en un alto estado de alerta. El Pentágono tiene un personal militar de 28 500 efectivos en Corea del Sur, 54 000 en Japón y alrededor de 4000 en Guam, además de numerosos buques y aviones de combate. Australia funciona como una base de respaldo para los Marines de EUA, sus buques y aviones, junto con bases claves para espionaje y comunicaciones. Más allá, dos fragatas australianas tienen programado llegar a Corea del Sur esta semana para ejercicios conjuntos.
  • El Pentágono planea desplegar, por primera vez, un escuadrón de aviones de caza de ataque conjunto F-35A junto con un personal de 300 oficiales a la isla japonesa de Okinawa. Estos aviones furtivos y avanzados de quinta generación bien podrían ser parte de una primera ofensiva para destruir las defensas aéreas de Corea del Norte, abriéndole paso a un ataque aéreo masivo.
  • Una provocación militar tras otra de la Fuerza Aérea estadounidense con bombarderos estratégicos B-52 y B1-B cerca de Corea del Norte. El domingo, El Comando Estratégico de EUA, el cual está a cargo del arsenal nuclear, reportó que envió dos bombarderos furtivos B-2 de EUA al Pacífico para “familiarizar al personal aéreo” y asegurar que haya “un alto grado de preparación y aptitud”. A diferencia del B1-B, el moderno B-2 tiene capacidad nuclear.

Este último vuelo subraya los amenazantes comentarios que hizo el vicepresidente estadounidense, Mike Pence, en su visita el viernes pasado a la base de la Fuerza Aérea Mino en North Dakota, la cual alberga 26 bombarderos B-52 con capacidad nuclear y 150 sitios con misiles balísticos intercontinentales. Refiriéndose a Corea del Norte, Pence declaró: “Ahora más que nunca, su comandante en jefe [Trump] depende de que estén listos. Permanezcan alertas, enfóquense en su misión”.

El Gobierno de Trump está amenazando con librar una guerra que iría más allá de las armas convencionales, involucrando armas nucleares dirigidas contra Corea del Norte y cualquier otra potencia que se una al conflicto.

La semana pasada, la Fuerza Aérea anunció que iba a poner a sus bombarderos nucleares B-52 bajo alerta de veinticuatro horas. Al mismo tiempo, el diario Guardian reportó el domingo que la Administración Trump estaba elaborando una postura nuclear revisada, lo que permitiría la institución de una amplia gama de nuevas armas nucleares y cambios en sus normas de uso.

La única conclusión a la que el régimen norcoreano puede llegar es que su país se enfrenta a una amenaza inminente de un enorme asalto militar estadounidense con armas convencionales y/o nucleares. El noticiero basado en Corea del Sur, NKNews reportó este fin de semana que Corea del Norte había estado realizando simulacros masivos de evacuación de las ciudades y pueblos a lo largo de la costa este del país.

El mundo podría encontrarse más cerca al borde de una guerra nuclear que en cualquier otro momento en la historia. Durante el enfrentamiento sumamente tenso entre EUA y Rusia durante la crisis de los misiles en Cuba de 1962, los líderes estadounidenses y rusos trabajaron juntos en prevenir que se desatase un intercambio nuclear que podría haber devastado al mundo entero.

Al contrario, Trump está viéndose impulsado por las contradicciones irresolubles del capitalismo estadounidense y global y procediendo con un grado de imprudencia sin precedentes para incendiar deliberadamente los focos de conflicto en Asia, al igual que en Oriente Medio y el Este de Europa. Enfrentando una serie de crisis dentro del país, Trump se está encaminando a librar una guerra para desviar las profundas tensiones sociales a nivel nacional hacia un enemigo en el extranjero.

A su vez, estas tensiones están empujando a los trabajadores y jóvenes en Estados Unidos y alrededor del mundo a luchar por defender sus condiciones de vida y derechos democráticos básicos, además de prevenir un conflicto que sumiría al mundo en la barbarie. Este movimiento tiene que encontrar una expresión consciente en el programa del internacionalismo socialista por el que lucha el Comité Internacional de la Cuarta Internacional para poner fin al sistema capitalista en quiebra que da origen tanto a la guerra como a la miseria social.

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