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La neofascista francesa Marine Le Pen acusada de tuitear fotografías de asesinatos del EI

Marine Le Pen, la dirigente del neofascista Frente Nacional (FN), fue incriminada el jueves por haber publicado tres imágenes de ejecuciones por el grupo Estado Islámico (EI) en su cuenta de Twitter en diciembre de 2015. Otro diputado del FN, Gilbert Collard, había sido acusado de cargos similares en enero. Su inmunidad parlamentaria fue levantada por la Asamblea Nacional en septiembre y la de Marine Le Pen dos meses después.

Los dos legisladores de extrema derecha se enfrentan a sentencias de prisión significativas basadas en una interpretación draconiana de un artículo reaccionario del Código Penal. El artículo especifica tres años de prisión y una multa de €75.000 como castigo por “difundir mensajes de carácter violento, que incitan al terrorismo, que son pornográficos o que tienden a dañar gravemente la dignidad humana ... cuando este mensaje pueda ser visto ... por un menor”.

El FN es el descendiente del régimen nazi-colaboracionista francés en Vichy. El WSWS advierte sistemáticamente sobre la amenaza mortal que representa para la clase trabajadora. Sin embargo, el WSWS se opone claramente a cualquier supresión de la libertad de expresión por parte del Estado, incluso cuando se dirige a la extrema derecha.

La acusación de dos diputados del FN es un ataque peligroso a los derechos democráticos. Es parte de una gran operación para censurar el Internet y socavar las libertades políticas que amenazan, sobre todo, a la clase obrera y la oposición a la guerra imperialista. Así como el estado de emergencia francés impuesto después de los ataques terroristas islamistas de 2015 en París fue utilizado para reprimir las protestas contra la impopular ley laboral del Partido Socialista (PS), el Estado planea utilizar tales medidas contra la clase trabajadora y el peligro a su izquierda.

La denuncia contra Le Pen y Collard fue iniciada por el ex ministro del Interior del PS, Bernard Cazeneuve. Le Pen dijo que había publicado las fotos en su cuenta de Twitter por disgusto en el “paralelo” establecido entre el EI y el FN por el periodista de BFM-TV Jean-Jacques Bourdin durante una entrevista con el comentarista de asuntos islámicos, Gilles Kepel. Le Pen dijo que quería enfatizar el contraste entre el violento islamismo del EI y el supuestamente parlamentario y más pacífico neofascismo del FN bajo su liderazgo.

Cazeneuve calificó las imágenes de “propaganda del EI y ... por lo tanto un acto abyecto, una abominación y un verdadero insulto a todas las víctimas del terrorismo”. Manuel Valls, el primer ministro en ese momento, acusó a Marine Le Pen de “jugar con fuego”.

Este ataque a Le Pen fue una maniobra cínica, a través de la cual el PS trató de mantener la hostilidad de la opinión pública oficial hacia el FN, mientras adoptaba gran parte de la agenda del FN. El PS estaba ocultando el hecho de que los atacantes terroristas de 2015 eran en realidad miembros de redes islamistas que libran la guerra representando a la OTAN en Siria, alentando así a la población a adoptar la ecuación simple entre musulmanes y terroristas promovida por los cargos del FN. Al mismo tiempo, el PS estaba imponiendo políticas del FN como el estado de emergencia, la privación de nacionalidad y llamada a una guardia nacional militar.

Según mostraban las encuestas el FN se estaba beneficiando del giro hacia la extrema derecha del PS, varios expertos lanzaron la afirmación de que el EI estaba tratando de fortalecer el FN, y viceversa. Bourdin adoptó esta línea durante la entrevista con Kepel, declarando: “Volvamos al EI. Me gustaría discutir los vínculos entre el EI y el FN, bueno, los vínculos, no los vínculos directos entre el EI y el Frente Nacional, sino este tipo de concentración en una identidad, que finalmente es una comunidad ... de espíritu, porque la idea del EI es empujar a la sociedad francesa a acercarse a su propia identidad”.

Este argumento es fundamentalmente falso. Las milicias islamistas en Siria están vinculadas al Estado en Francia, así como a otros países de la OTAN. El FN mantuvo un silencio cómplice sobre este estado de cosas, pero la responsabilidad recae sobre todo en el partido gobernante, el PS. El ascenso del EI y otras milicias islamistas en Siria, como el Frente Al Nusra vinculado a Al Qaeda, proviene de la intervención de décadas de los Estados Unidos y las potencias imperialistas europeas en el Medio Oriente, su ocupación de Iraq y su uso de milicias terroristas en una guerra por el cambio de régimen en Siria.

Por ahora, la censura está dirigida a un partido de extrema derecha. Pero la acusación contra Le Pen, de haber llamado la atención en Twitter sobre crímenes de milicias antigubernamentales en Siria, tiene muchos otros objetivos. También puede estar dirigida a cualquier organización izquierdista y antibelicista que publique imágenes o videos que muestren las operaciones de los grupos “rebeldes” sirios para desenmascarar el carácter criminal de las milicias islamistas apoyadas por la OTAN y el gobierno del PS de Francia contra Damasco. En última instancia, esto amenaza los derechos de toda la clase trabajadora.

Los planes para la implementación de la censura política en Internet están muy avanzados. Redes sociales como Facebook o Twitter o buscadores como Google ya censuran sistemáticamente los contenidos políticos de sus sitios o búsquedas, trabajando estrechamente con Washington y las potencias imperialistas europeas.

Los trabajadores no pueden de ninguna manera luchar contra el surgimiento del neofascismo apoyando la censura organizada por el Estado capitalista, ya que las organizaciones socialistas serán los principales objetivos. Durante el siglo XX, y particularmente en la década de 1930 y durante el auge del fascismo, la organización estatal forjó los instrumentos políticos que fueron utilizados para perseguir y reprimir a las organizaciones de la clase trabajadora atacando a las organizaciones de extrema derecha.

Los cargos contra Le Pen y Collard también permitirán que el FN, un partido cuya tradición es la represión violenta de la clase obrera organizada y del socialismo, se presente una vez más como una víctima de la oligarquía y un partido “antisistema”. Esta es su táctica favorita para ganarse una audiencia entre amplios sectores de la población disgustados con las políticas reaccionarias del PS.

Le Pen no ha perdido el tiempo en seguir adelante con esta estrategia. “Desde el comienzo de esta historia, sabía que este era un caso de persecución política”, dijo el jueves. Ella agregó, “esta es una operación para matar la libertad de expresión. ... Si me encuentran culpable de esto, será una medalla que usaré en mi chaqueta”.

La censura del Internet es reaccionaria, y cualquiera que pretenda luchar contra el neofascismo al permitir que se use contra el FN solo está difundiendo ilusiones peligrosas. La lucha contra el neofascismo se realizará a través de la movilización de la clase obrera en Francia y en Europa contra la guerra y el neocolonialismo, para la defensa de los derechos democráticos y contra los partidos socialdemócratas y sus satélites políticos cuyas políticas derechistas abren un camino para la extrema derecha.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de marzo de 2018)

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