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La Unión Europea se une a Reino Unido para intensificar la campaña contra Rusia

Una reunión de 28 cancilleres de la Unión Europea prometió el lunes dar su "solidaridad incondicional" a Reino Unido tras condenar el envenenamiento "imprudente e ilegal" del doble agente Sergei Skripal y su hija Yulia el 4 de marzo en Salisbury.

Reino Unido ha declarado que es “altamente probable” que el Kremlin y el presidente ruso, sean responsables del ataque de Salisbury. Todo su caso depende de la afirmación no probada de que los Skripal fueron atacados con "Novichok", un agente nervioso "desarrollado" en la antigua Unión Soviética.

Una declaración emitida por los 28 ministros de Exteriores de la UE empleó las mismas frases cuidadosamente redactadas por el Ministerio de Asuntos Exteriores británico y repetidas ad nauseam por todos los medios de comunicación y la élite política. Tomaron "extremadamente en serio", "la evaluación del Gobierno de Reino Unido" de que era "altamente probable" que Rusia fuera culpable del ataque utilizando un agente nervioso "de un tipo desarrollado por Rusia".

Los cancilleres aceptaron la existencia de un programa que Rusia niega que existe. Instaron al Kremlin a "brindar una explicación inmediata, total y completa de su programa Novichok" a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ).

Sin embargo, más allá de respaldar la posición de Reino Unido, la declaración no llegó a culpar directamente a Rusia, lo que refleja las divisiones dentro de la UE sobre las relaciones con Rusia.

Antes de la reunión de la UE, la canciller austriaca, Karin Kneissl, en representación de la coalición derechista del Partido Popular Austríaco (ÖVP, siglas en alemán) y el Partido de la Libertad (FPÖ, siglas en alemán), dijo que las acusaciones contra Moscú eran prematuras hasta que concluyera una investigación. "En nuestra opinión, primero es necesario llevar a cabo una investigación a nivel de expertos para establecer una imagen completa de los acontecimientos antes de expresar cualquier acusación, ideas y deliberaciones", dijo Kneissl.

El primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, tardó once días y pasó por grandes presiones antes de apoyar finalmente a la primera ministra británica, Theresa May, que identificó a Rusia como "culpable" del envenenamiento de Skripal. Además, el gobierno italiano del Partido Demócrata parece estar dispuesto a ceder paso a una coalición que posiblemente incluiría al Movimiento Cinco Estrellas y la Lega, anteriormente la Lega Nord, ambos amistosos con la Administración de Putin.

Incluso los que han respaldado más fuertemente a Reino Unido —Alemania y Francia— se muestran reacios a llegar tan lejos como desearía Reino Unido en su ofensiva antirrusa.

El caso Skripal ha estado siendo utilizado por Reino Unido y ciertas voces influyentes desde las cúpula política y militar estadounidense para alejar a los dos Estados dominantes europeos de Rusia.

Aun así, romper relaciones con Moscú, especialmente después de que Putin haya ganado otros seis años en el cargo, socavaría un conjunto importante de intereses políticos y comerciales.

En la reunión de la UE, el vicecanciller polaco, Konrad Szymanski, pidió a Alemania que cancele la construcción del ducto Nord Stream 2, cuya función será enviar gas ruso a Alemania y otras partes de Europa. Alemania se negó a discutir la cancelación del proyecto del sector privado de $11 mil millones.

Las divisiones sobre cómo responder a Rusia son evidentes en las numerosas declaraciones contradictorias de Alemania.

El nuevo ministro de Asuntos Exteriores del Partido Socialdemócrata (SPD, siglas en alemán), Heiko Maas, instó a apoyar a Reino Unido y afirmó que "no hay otra explicación plausible que la corresponsabilidad del lado ruso". Sin embargo, el exministro de Asuntos Exteriores del SDP, Sigmar Gabriel, a quien Maas reemplazó, apoyó lunes el levantamiento de las sanciones contra Rusia y apoyó la oferta de Putin de permitir el ingreso de fuerzas de paz de la ONU en Ucrania. La semana pasada dijo sobre el envenenamiento Skripal, "Alguien es inocente hasta que se demuestre lo contrario", calificando las acusaciones contra Rusia como "acusaciones difamatorias" y "teorías de conspiración".

El propio Maas todavía describió a Rusia como un "socio difícil".

Después de la elección de Putin, la canciller Angela Merkel lo felicitó, mientras llamaba vagamente por "soluciones sostenibles" a los desafíos internacionales.

De forma muy diferente, el presidente francés, Emmanuel Macron, le pidió a Putin que "arrojara luz sobre la responsabilidad del inaceptable ataque" en Salisbury e instó a Moscú a "retomar firmemente el control de cualquier programa que no haya sido declarado" a la OPAQ.

Sin embargo, Macron llevará una gran delegación comercial a San Petersburgo en mayo y sostendrá reuniones con Putin en Moscú.

A pesar de estas diferencias interestatales e intraestatales en Europa, la trayectoria general de los acontecimientos es hacia una postura antirrusa cada vez más belicosa.

Al tomar posesión de su cargo después de las elecciones del domingo, Putin dijo a los periodistas que Rusia "no tiene tal" arma como Novichok. "Es una tontería completa, basura, una tontería que alguien en Rusia se permitiría hacer algo así antes de las elecciones y la Copa del Mundo", dijo, y agregó: "Hemos destruido todos nuestros arsenales químicos bajo el control de observadores internacionales".

Si el agente utilizado hubiera sido de "grado militar", "la gente habría muerto instantáneamente ... Estamos listos para la cooperación y lo dijimos de inmediato... pero la voluntad del otro lado es necesaria para eso. Hasta ahora, no vemos ninguna".

Una declaración emitida para coincidir con la reunión de la UE por el portavoz presidencial, Dmitri Peskov, dijo: "Tarde o temprano, tendrán que rendir cuentas por estas acusaciones infundadas: ser respaldadas con la evidencia apropiada o pedir disculpas".

La respuesta de Johnson, en nombre del Gobierno británico, ha sido escalar su retórica y maquillar sus afirmaciones anteriores.

Apareciendo en el Andrew Marr Show de la BBC el domingo y a través de una declaración escrita posterior, Johnson afirmó: "Tenemos información que indica que, en la última década, Rusia ha investigado formas de administrar agentes neurotóxicos que probablemente para asesinatos. Y parte de este programa ha consistido en producir y acumular Novichok. Esta es una violación de la Convención de Armas Químicas".

El exembajador británico Craig Murray expuso a Johnson como un mentiroso. Si el Gobierno británico estuviera en posesión de dicha información del MI5, MI6 o GCHQ, estaría bajo la obligación legal de informar esto a la OPAQ. La fuente, por lo tanto, no debe ser confiable.

El reclamo de Johnson tampoco define un marco de tiempo especificado "en la última década", algo que Murray describió como "retorcer palabras para transmitir la impresión que hemos sabido esto durante una década, cuando de hecho la declaración no dice eso del todo".

"Deberíamos ser extremadamente escépticos de esta nueva información repentina que Boris Johnson ha sacado de un sombrero", escribió Murray, dado que "el embajador de Reino Unido, sir Geoffrey Adams, felicitó entusiásticamente el año pasado a la OPAQ por completar la destrucción de los arsenales químicos de Rusia, sin dejar ni una sugerencia ni reserva que indicara que Rusia podría tener existencias no declaradas o secretas".

A cada exposición de una mentira, los medios responden con más reclamos infundados.

Sky News, propiedad de Rupert Murdoch, anunció ayer una noticia "exclusiva" que ahora afirma que el agente nervioso fue administrado como gas a través del sistema de ventilación en el automóvil de Sergei Skripal, contradiciendo los informes anteriores del descubrimiento de un "polvo blanco" inadvertidamente traído al país por Yulia Skripal.

El periódico Sun de Murdoch alegó que Yulia, además de trabajar en la embajada de Estados Unidos en Moscú, estaba teniendo una aventura con un agente de servicio de seguridad ruso "de alto rango" no identificado "que pertenecía a la red de inteligencia de Vladimir Putin". Se dice que la madre del agente es una agente de todavía "mayor rango" que "pudo haber planeado el ataque con gas Novichok".

Tal es la acumulación constante de acusaciones contradictorias, tramas y mentiras que el Financial Times se sintió ayer obligado a publicar un artículo vespertino, "Preguntas sin respuesta sobre el envenenamiento de Sergei Skripal".

Su lema decía: "Dos semanas después del ataque, se han publicado muy pocos detalles de la investigación".

Esto es un eufemismo. Cuanto más tiempo transcurra el asunto de Skripal, menos parece que se sepa realmente lo que sucedió. El Gobierno de Reino Unido solo emite acusaciones infundadas contra Rusia, regurgitadas sin críticas y amplificadas por medios dóciles y aliados imperialistas de Reino Unido en EUA y Europa.

Sin embargo, cada día las demandas se vuelven más estridentes a favor de una acción "decisiva" contra Rusia. E inevitablemente, los pedidos de medidas diplomáticas, sanciones y similares se extienden a las discusiones sobre posibles enfrentamientos militares con Rusia, sobre todo en Siria.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 20 de marzo de 2018)

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