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Funcionarios de ICE irrumpen en una casa en San Diego para detener a un trabajador inmigrante delante de sus cinco hijos

Una escena horrorosa se desarrolló el martes por la tarde en National City, San Diego, cuando un equipo de oficiales de Inmigración y Aduanas (ICE) fuertemente armados utilizó lo que parecía ser una palanca para abrir la puerta trasera de la casa de la familia Alonzo. Luego detuvieron por la fuerza a Alberto Alonzo Hernández frente a sus 5 hijos.

La escena, filmada por una de sus hijas, muestra a los oficiales de ICE frente de una puerta metálica donde trabajan para abrirla mientras la madre mantiene la cerradura cerrada. La voz de un niño grita, “¡queremos ver una orden judicial!”. A lo que un oficial de ICE se ríe y responde, “Estás viendo demasiadas películas. Te mostraremos la orden cuando hayamos terminado”.

Cuando finalmente se abre la puerta, los oficiales entran en la casa con un escudo antidisturbios y apuntan a los niños mientras gritan, “¡Las manos donde las pueda ver! ¡Suelta el teléfono! Date la vuelta y no te muevas”. Se escucha a los niños gritar y llorar de fondo antes de que la mano de un oficial cruce la pantalla y el vídeo se pone negro.

El WSWS habló con la familia Alonzo más tarde ese día. Una de las hijas del Sr. Alonzo, Jocelyn, que tiene 11 años, relató el día: “Mi padre salía a trabajar cuando llegó el ICE. Empezó a correr hacia las escaleras, y estuvimos esperando con él durante tres horas. Los filmamos hasta que obtuvieron una orden de arresto”.

“Enviaron a alguien para obtener una orden, lo que significa que mintieron cuando dijeron que tenían una orden de arresto al principio. Entraron sin mostrar nada, y nos apuntaron con un arma a los tres: mi abuela y mi hermana.”

“Al final cortaron la electricidad y apagaron las luces mientras llamábamos a nuestros abogados. Me lastimaron agarrándome la mano para sacarme el teléfono, y borraron una foto, pero aún así pude enviar una grabación en línea. No tienen derecho a tocarme, soy una niña”.

La Sra. Hernández y sus cinco hijos

Fuera de la casa, docenas de vecinos y miembros de la comunidad se reunieron alrededor de la valla y filmaron la escena en sus teléfonos. Se puede escuchar gritar a los residentes en segundo plano a lo largo del video de veinte minutos, “¿Y si fuera tu familia?”, “No hay nada diferente entre nosotros. Solo sangre mexicana”, y “Ustedes arruinaron a una familia hoy”. Algunos niños que se habían ido de la escuela cuando se enteraron de la redada, gritaron a un oficial, “Apuesto a que sus hijos están en la escuela, aprendiendo”, y más tarde, “No te tenemos miedo”.

Brianna Alonzo, la esposa de Alberto Alonzo Hernández, también habló con el WSWS. “Le dije a mi hija que grabara aunque no quisiera”, dijo. “Cuando entraron le quitaron el teléfono, apuntaron con sus armas, y yo estaba en un estado de shock total, ni siquiera recuerdo cuándo se llevaron a mi marido”.

Cuando los vehículos de ICE, sin indicación o señal, se alejaron de la casa, los residentes decidieron evitar que uno se fuera, bloqueando la salida con sus cuerpos. Con el automóvil rodeado exigieron que los oficiales de ICE restauraran la electricidad en la casa, que los oficiales aparentemente habían cortado durante el ataque. La acción no requirió nada más que mover unos pocos interruptores en una caja de fusibles al aire libre, pero la multitud se mantuvo desafiante, dejando claro que no se irían hasta que el oficial le devolviera la electricidad. Después de unos diez minutos de protesta, un oficial salió de su automóvil para llevar a cabo la tarea. Los residentes gritaron sarcásticamente, “¡Oficial del año!”.

Jocelyn le dijo al WSWS, “Esto ocurrió de 6:30 a 10:30 de la mañana. Intentaron entrar al segundo piso con una escalera. Había al menos 10 policías en el patio delantero y cuatro en el callejón. Había 11 personas en mi casa y mi abuela está discapacitada y tuvo que hacer sus necesidades en una cubeta para que la policía no la viera”.

Parte trasera de la casa por donde irrumpió el ICE

“Una vez que se fueron con mi papá, tratamos de encender las luces pero no pudimos. Más de 20 personas de la comunidad estaban afuera exigiendo que los policías volvieran a encender la electricidad. Les pedí que volvieran a encender las luces y abrí una de las puertas de su auto y se enojaron mucho. Los autos ni siquiera tenían placas y ni siquiera decía ICE sobre ellos”.

El WSWS le preguntó a Jocelyn qué quería que la gente supiera sobre su padre. Ella respondió, “Mi papa es pintor. A pesar de que era un inmigrante, trabajó duro para poner comida en nuestra mesa. En este vecindario hubo siete asesinatos recientemente y los policías no han arrestado a nadie por eso, pero enviaron a ICE a buscar a mi papa y nos hicieron esperar tres horas para obtener una orden de arresto”.

Valla de jardín que ICE rompió para mirar hacia adentro de la casa

Jocelyn mencionó el apoyo de la comunidad en la defensa de su familia. “Mis vecinos me apoyaron mucho, la gente de las tiendas 7-11 y Metro PCS del otro lado de la calle se acercaron para grabar en sus teléfonos”, dijo.

Briana —la esposa de Alberto— dijo, “Estaba lista para ir a llevar a mis hijos esta mañana a las 7:15, pero estaban aquí y no podía dejar a mis hijos. Le pregunté a mi esposo, ‘¿Por qué están apagando la electricidad?’, y él dijo, ‘Quieren que haga calor para que abramos las ventanas’. No les importaba que yo tuviera niños en la casa. Hubo dos personas asesinadas en la calle durante el fin de semana, así que no abro mi puerta a cualquiera, y me dicen, ‘Miras demasiadas películas’”.

“Mucha gente está aquí sin papeles, y tenían miedo después de lo que sucedió y no fueron a trabajar. Soy el tipo de persona que no diría nada cuando sucede este tipo de cosas, pero pensé, ‘¿Por qué no grabar? ¡Estoy cansado de vivir así!’”.

Le preguntaron a Brianna qué quería que la gente supiera sobre su esposo. “Fue un gran hombre, un gran esposo”, dijo. “Él era la persona que esperaba a que todos nosotros comiéramos primero, y él comía las sobras. Él no es un criminal, no es una mala persona, su único problema es que es mexicano”.

“Quiero decirle a la gente que no abra la puerta a ICE, que tenga cuidado, que lo filme todo. No esperaba que esto me pasara a mí. Él trabajaba dos turnos por día. Él solo estaba aquí para trabajar y formar una familia. Si tuviera el dinero, no estaríamos aquí en esta situación”.

“Imagínense si hubiera movido la mano o si hubiera hecho algo cuando entraron, me hubieran disparado, a un civil inocente, y hubieran dicho, ‘Tuvimos que pegarle un tiro’”.

“Ahora tengo cinco hijos a los que tengo que criar sola”.

Otra puerta que el ICE intentó destruir

El ataque contra el Sr. Alonzo es solo la última expresión de la crueldad y el caos llevado a cabo por el ICE a diario contra las familias de inmigrantes en todo el país; todo hecho a instancias de la administración Trump y con la complicidad silenciosa del Partido Demócrata.

En las últimas dos semanas, bajo órdenes directas del presidente Donald Trump, funcionarios de inmigración estadounidenses han retrasado la aceptación de las solicitudes de asilo de casi 200 refugiados que escapan de la violencia, la guerra y la pobreza en América Central, obligándolos a establecer campamentos en la frontera San Diego-Tijuana.

La semana pasada, la administración de Trump anunció que pondrá fin al estatus de protección temporal (TPS) para 86.000 hondureños que llevan 20 años viviendo en los Estados Unidos. Y el lunes, la administración de Trump reveló una escalada sin precedentes de la persecución de familias inmigrantes, ordenando que los grupos familiares atrapados que cruzan la frontera de Estados Unidos sin autorización se separen inmediatamente.

El asalto brutal hacia los inmigrantes debe entenderse como un ataque contra toda la clase trabajadora. Estas herramientas de represión, los métodos de aprehensión y detención, pronto se volverán contra todos los que se oponen a las políticas de la clase dominante. La respuesta de la comunidad en National City es un testimonio del coraje y la lucha que existe en la clase trabajadora. Sin embargo, esta energía debe organizarse como un movimiento político dirigido contra el sistema capitalista que crea y mantiene fronteras arbitrarias entre países en interés de las élites gobernantes.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 9 de mayo de 2018)

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