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Perspectiva

¡Por una acción internacional en defensa de Julian Assange!

El Comité Internacional de la Cuarta Internacional (CICI) y el Consejo Editorial Internacional del World Socialist Web Site hacen un llamado urgente a tomar acción en todo el mundo para defender al editor de WikiLeaks, Julian Assange. Después de luchar por casi ocho años contra una persecución intransigente por parte del Gobierno estadounidense y sus aliados, el periodista nacido en Australia se encuentra en un peligro inmediato de caer en sus garras.

La burguesía estadounidense y sus contrapartes en el resto del mundo son hostiles hacia WikiLeaks y su editor por haber publicado información filtrada que expuso ante el mundo sus crímenes de guerra, sus intrigas antidemocráticas y su corrupción. El Gobierno estadounidense está determinado a silenciar a Assange e intimidar a todos los periodistas y denunciantes de principios por medio de su captura y sentencia bajo cargos fraudulentos de “espionaje”. Assange ahora se enfrenta a un encarcelamiento prolongado o incluso una condena de muerte por haber revelado la verdad.

En el 2010, estando en Reino Unido, Assange expuso la criminalidad de Estados Unidos. Poco después, un fiscal sueco hizo acusaciones repugnantes en su contra, alegando que pudo haber cometido ofensas sexuales. Las acusaciones eran parte de una conspiración para silenciarlo y socavar el considerable apoyo internacional de WikiLeaks. Assange se vio obligado a batallar contra los intentos de extraditarlo a Suecia, desde donde podía ser entregado a Estados Unidos. En junio del 2012, tuvo que buscar asilo político en la embajada ecuatoriana en Londres, cuando un tribunal británico rechazó por motivos políticos su apelación final contra la orden de extradición.

A fines del 2016, las autoridades suecas eventualmente acordaron interrogar a Assange en Londres y el año pasado abandonaron su disque investigación sin siquiera haber presentado cargos legales. Sin embargo, el Gobierno británico, en colaboración con Washington, ha seguido rehusándose a descartar su intención de enjuiciar y encarcelar a Assange por “ocultarse” bajo fianza al solicitar asilo político.

La situación ha llegado a un punto de inflexión. El Gobierno ecuatoriano, que le concedió valientemente a Assange un asilo político en el 2012, se ha doblegado ante las intensas presiones de EUA y Reino Unido. El 28 de marzo, hace nueve semanas, cortó todas las comunicaciones de Assange, incluyendo visitas.

Los reportes de la prensa sugieren que el Gobierno ecuatoriano está ejerciendo una presión inmensa sobre Assange para que deje “voluntariamente” su embajada. Incluso antes de la imposición de su aislamiento total, la salud de Assange ya se estaba deteriorando seriamente. Ha sufrido casi seis años de prisión efectiva, sin luz solar, en un área sumamente pequeña. Si rehúsa a irse, varias declaraciones hechas por oficiales ecuatorianos indican que están discutiendo cobardemente con las autoridades británicas la posibilidad de deshonrar su asilo y entregarlo a la policía británica por “ocultarse” bajo fianza.

La CIA estadounidense y otras agencias policiales y de inteligencia están esperando al margen para ejecutar sus órdenes de extradición. Subrayando la determinación de la clase gobernante estadounidense para suprimir a los denunciantes y esconder sus crímenes del mundo, la CIA ha calificado a WikiLeaks de “agencia de inteligencia no-estatal hostil”, mientras que el Gobierno estadounidense ha proclamado el arresto de Assange una “prioridad”.

Se deben organizar manifestaciones, protestas, discursos y otros eventos públicos en todo el mundo para defender a Julian Assange.

El CICI y el WSWS dan su respaldo a la vigilia organizada por simpatizantes de WikiLeaks en las afueras de la embajada ecuatoriana en Londres el 19 de junio, marcando el sexto aniversario del momento en que entró en la embajada. También están siendo organizadas vigilias en otras ciudades.

El Gobierno ecuatoriano debe reinstaurar los derechos de comunicación y visitas de Assange. Tras haberle concedido asilo político, no tiene el derecho de entregarlo a los que libran su persecución. Por su parte, el Gobierno británico, debe abrogar sus cargos contra Assange por no comparecer ante el tribunal estando en fianza, una acción necesaria debido a su preocupación legítima de ser extradito a Estados Unidos. Se le debe permitir dejar la embajada ecuatoriana y dejar Reino Unido.

La sección australiana del CICI, el Partido Socialista por la Igualdad, ha convocado una manifestación en la plaza central del Ayuntamiento de Sídney a la 1:00 p.m. el domingo, 17 de junio. La manifestación ha sido respaldada por el reconocido periodista, John Pilger, y otros que defienden a WikiLeaks con base en principios. Se demandará que el Gobierno australiano actúe inmediatamente para asegurar la libertad incondicional de Assange y su regreso a Australia. Asimismo, exigirá que el Gobierno de Turnbull garantice su protección ante cualquier intento para extraditarlo a Estados Unidos.

Varios Gobiernos australianos sucesivos han despreciado los derechos de Julian Assange como un ciudadano australiano, pese a estar obligados a hacerlos valer y defenderlos. Desde un principio, Canberra estuvo obligada a proteger a Assange, un periodista australiano, de la persecución del Gobierno estadounidense por haber expuesto sus crímenes de guerra y violaciones de derechos humanos.

En cambio, comenzando por el Gobierno laborista de la primera ministra Julia Gillard, Canberra ha lanzado a Assange a los lobos.

Gillard colaboró abiertamente con el Gobierno de Obama en la cacería de brujas y hostigamiento contra WikiLeaks. La Administración laborista denunció como “ilegal” la publicación de documentos filtrados que develaban crímenes de guerra estadounidenses. Más allá, declaró que cooperaría con EUA en un enjuiciamiento penal de Assange.

Por su parte, la Coalición, pese a oponerse en ese entonces, hizo apenas críticas simbólicas del trato despiadado de los laboristas al editor de WikiLeaks. No obstante, al llegar al poder, ha continuado la colaboración con EUA en la persecución de WikiLeaks.

La razón es simple. La élite gobernante y los superricos australianos, junto con sus partidos políticos, consideran la alianza militar entre Australia y EUA algo muchísimo más importante que los derechos democráticos, e incluso las vidas, de los ciudadanos australianos. Más allá, el Gobierno australiano ha apoyado o participado directamente en todos los crímenes de guerra encabezados por Estados Unidos en Irak, Afganistán y otras partes, por lo que sienten la misma urgencia para suprimir a organizaciones mediáticas como WikiLeaks.

La clase obrera, los estudiantes y todas las organizaciones que defiendan la libertad de expresión y todas las libertades y los derechos democráticos, no pueden aceptar más esta situación. El ataque contra Assange y WikiLeaks es solo una expresión particularmente intensa de una campaña más amplia para censurar y reprimir toda oposición a las élites gobernantes, a la desigualdad social y la guerra.

La protesta del 17 de junio en Sídney debe ser un punto de partida para una campaña política de masas en defensa de Julian Assange.

Cualquier afirmación de que Canberra no tiene las facultades para intervenir es una mentira. Assange podría recibir un estatus diplomático inmediato por parte de Australia, ser recogido en la embajada ecuatoriana por vehículos de la embajada australiana, atravesar la migración británica protegido por su inmunidad diplomática y abordar un vuelo a Australia.

Urgimos a todos los defensores de WikiLeaks y de los derechos democráticos a circular esta información sobre la manifestación del 17 de junio lo más ampliamente posible. Las organizaciones que apoyan y planean participar en la manifestación deberían informarle al PSI (Australia) por medio de sep@sep.org.au. Los endosos serán publicados en el WSWS comenzando mañana.

¡Liberemos a Julian Assange! ¡Exijamos su regreso a Australia!

(Artículo publicado originalmente en inglés el 28 de mayo de 2018)

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