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Activistas demócratas accidentalmente comparten fotos de inmigrantes detenidos bajo el Gobierno de Obama

Docenas de prominentes activistas liberales y un exoficial del Gobierno de Obama culparon a la Administración de Trump el domingo por la noche, publicando fotografías con niños inmigrantes durmiendo en jaulas cerradas en los centros de detención de Estados Unidos. Aquellos compartiendo las imágenes incorrectamente asumieron que eran de niños afectados por la nueva política barbárica de Trump de separar a padres e hijos que crucen la frontera ilegalmente. Sin embargo, en pocas horas, se develó que las fotos eran realmente del 2014, cuando Obama estaba en el poder.

Dos niños inmigrantes dormidos en una celda de detención en Texas

El antiguo redactor de discurso de Obama, Jon Favreau, el reporto Shaun King, la coorganizadora de la Marcha de la Mujeres, Linda Sarsour, fueron algunas de las figuras reconocidas que compartieron las fotografías en redes sociales y condenaron al Gobierno de Trump por negligencia hacia los niños.

Shaun King, quien votó dos veces por Obama e hizo campaña por él en el 2008 y el 2012, escribió: “Vi esta foto dando vueltas y no sabía si era real. Lo es. Los hijos de los inmigrantes están siendo detenidos en jaulas, como perros, en centros de detención del ICE, durmiendo en el suelo. Es una abominación”.

Se reporta que Favreau escribió lo siguiente antes de borrar su tuit: “Esto está pasando ahora, y el único debate que importa es cómo forzamos a nuestro Gobierno a devolverles a estos niños a sus familias tan rápido como sea posible”.

Ninguno reconoció públicamente que las desgarradoras imágenes fueron tomadas durante el Gobierno que apoyaban. El incidente es una exposición condenatoria de la hipocresía y cinismo del Partido Demócrata y la élite liberal estadounidense completa, quienes mantuvieron silencio cuando el Gobierno de Obama llevaba a cabo una ofensiva fulminante contra los inmigrantes durante sus ocho años en el poder.

Tal episodio se produjo solo días después de que la Unión Estadounidense para las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) publicara un reporte detallado de la brutalidad sistemática con la que son tratados los niños inmigrantes capturados por la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés), entre el 2009 y el 2014, a lo largo de la frontera entre EUA y México. Bajo el Gobierno de Obama, los métodos empleados contra estos jóvenes hacen eco de aquellos practicados por la CIA y las fuerzas de ocupación estadounidenses en los centros de tortura clandestinos y la prisión Abu Ghraib de Irak.

Los reportes develan las violaciones y abuso sexual rutinarios que sufren los niños a manos de los oficiales, quienes también los privan de comida, agua, atención médica, entre otros comportamientos inhumanos.

Las estremecedoras fotografías de niños en jaulas accidentalmente circuladas por estos operadores demócratas fueron tomadas en una celda de detención en la que cientos de niños inmigrantes, principalmente de América Central, estaban siendo procesados por la CBP en el Centro de Colocación Nogales en Arizona, después de un incremento en el número en la llegada de niños migrantes desacompañados en el 2014.

El Gobierno de Obama respondió a esta oleada de migrantes apurando la apertura de nuevas instalaciones de detención en Dilley, Texas, el cual se convirtió en el mayor centro de detención para familias en Estados Unidos, con una capacidad para 2.400 personas. Las instalaciones eran propiedad y estaban bajo la administración de Corrections Corporation of America (CCA), la firma de prisiones privadas más grande del mundo. Después de docenas de reportes de condiciones propias de cárceles para los niños, incluyendo abuso sexual, psicológico y físico, un juez invalidó la licencia del centro en diciembre del 2016.

Como un intento patético y nada exitoso para contener el daño a su imagen, Fravreau tuiteó la fuente verdadera de las fotos, “Estas horrendas fotografías son del 2014, cuando el desafío del Gobierno era reconectar a los menores desacompañados que se aparecieron en la frontera con sus familias o con un patrocinador seguro. Hoy día, en el 2018, el Gobierno está CREANDO a niños desacompañados separándolos de sus familias en la frontera”.

Niños inmigrantes detenidos durmiendo mientras esperan ser procesados en el centro de la CBP en Nogales

Esta declaración es una falsificación completa de la realidad de la política de Obama, la cual era encerrar a los jóvenes inmigrantes en bodegas y deportarlos lo más rápido posible, usualmente sin representación legal. Para cuando acabaron los ocho años de Obama, su Gobierno había deportado a más inmigrantes que cualquier otro Gobierno en la historia del país. Regularmente, detenían a niños que llegaban con un padre incluso si había otro padre o pariente con quien podían quedarse, desafiando flagrantemente el derecho federal.

En julio del 2015, la jueza Dolly M. Gee del Tribunal Federal de Distrito para el distrito central de California falló en contra de esta política. El Gobierno estadounidense presentó argumentos en contra de esta decisión, alegando que las legislaciones existentes no cubrían las condiciones de los niños que estaban siendo detenidos con un padre, consecuentemente privándolos de las protecciones legales para jóvenes encontrados solos.

Las nuevas medidas introducidas por el Gobierno de Trump más temprano este mes de separar inmediatamente a los niños de sus familias e incluso detenerlos en bases militares constituyen una nueva etapa en la guerra contra los inmigrantes. Sin embargo, lo que el Partido Demócrata está decidido a ocultar es que estas medidas son una derivación fluida de las políticas del Gobierno de Obama. De hecho, la facilidad con las que Trump ha podido emprender esta ofensiva contra los inmigrantes se debe directamente al Gobierno de Obama y al hecho de que cuenta con la asistencia continua de los legisladores demócratas.

Un joven inmigrante en Nogales con otros niños durmiendo a su alrededor

Cuando líderes demócratas como Bernie Sanders, manifiestan que están dispuestos a trabajar con Trump “para garantizar una seguridad fronteriza fuerte”, es exactamente a estas políticas empleadas por Obama y expandidas por Trump a las que se refieren. ¿Qué más podría significar una “seguridad fronteriza fuerte” sino el reforzamiento de aquellas agencias policiales como el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) y la CBP que patrullan las fronteras, capturan, detienen y deportan a los inmigrantes?

El jefe de personal de Trump, el general jubilado John Kelly, quien defendió la separación de familias en la emisora NPR este mes afirmando que “los niños serán cuidados, serán puestos en cuidado tutelar o lo que sea”, fue encargado por el Gobierno Obama con atender la cuestión de la inmigración centroamericana en el 2012. En dicha función, llamó a EUA a anular los estándares de condiciones laborales y derechos humanos vinculadas con las ventas de armas a América Central y del Sur y explicó que “la defensa de la patria no comienza en la ‘línea de la primera yarda’ en nuestra frontera suroeste, sino que se extiende por todo el hemisferio para mantener las amenazas lejos de las costas de nuestra nación”.

Con base en esto, Kelly presidió la persecución de miles de inmigrantes centroamericanos que viajaban por México, intentando capturarlos y deportarlos antes de que llegaran a la frontera con EUA. Los senadores demócratas, junto a sus colegas republicanos, votaron abrumadoramente a favor de confirmar a Kelly como titular del Departamento de Seguridad Nacional. Esto incluyó a líderes de los supuestos demócratas “liberales”, el senador de Vermont, Bernie Sanders, y la senadora de Massachusetts, Elizabeth Warren.

Tan solo siete semanas antes de que Trump llegara al poder, el Gobierno de Obama defendió ante la Corte Suprema su facultad de mantener detenidos indefinidamente a los inmigrantes que enfrentan procedimientos de deportación —muchos de ellos residentes legales de EUA y solicitantes de asilo—, sin siquiera concederles el derecho de cualquiera enfrentando cargos penales de aparecer frente a un juez para una audiencia de fianza para determinar si su encarcelación es justificada o no.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 29 de mayo de 2018)

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