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Heather Marsh, panelista del Oxford Union confirma que debate fue censurado para proteger a la CIA

El 25 de mayo la World Socialist Web Site informó sobre un correo electrónico anónimo recibido que alegaba que un debate celebrado en febrero en la Oxford Union, bajo el tema “La denuncia de irregularidades: ¿exponer injusticias o socavar instituciones?”, había sido censurado.

Indica que la censura se realizó para suprimir las observaciones hechas por la panelista Heather Marsh contra David Shedd, exagente de la CIA. El WSWS no tenía forma de verificar esto independientemente, más allá de la falta de todo rastro de transcripciones o grabaciones de audio/video. Es una práctica normal para la Oxford Union subir las grabaciones de todos los debates a YouTube.

Marsh, activista de derechos humanos y administradora de WikiLeaks Central entre 2010 y 2012, respondió a las consultas de los Jóvenes y Estudiantes Internacionales por la Igualdad Social (JEIIS), confirmando que todo el debate fue censurado.

En su correo electrónico, Marsh declara, “Es correcto que el panel fue censurado, en incumplimiento del contrato que la Oxford Union ofreció a sus oradores y a pesar de la firma de formularios de autorización de YouTube por parte de todos los involucrados”.

Marsh continúa: “Los periodistas también fueron ignorados y el comité de la Oxford Union les dio un tratamiento irrespetuoso y desconsiderado, a pesar de que el trabajo de los periodistas es el intercambio que ellos ofrecen como parte del acuerdo contractual”.

Ella también le envió al WSWS una transcripción de su contribución.

Marsh comenzó el debate de febrero declarando, “Mi foco de atención siempre han sido los derechos humanos y la gestión horizontal de gobierno. De las atrocidades de derechos humanos en las que he trabajado para denunciar, un gran número está asociado con David Shedd y las organizaciones y aliados que él representa”.

Ella le dijo a la audiencia de ciudadanos canadienses, “Omar Khadr, quien fue secuestrado a los 15 años, sometido a la tortura más horrible en la cárcel clandestina de la CIA de Bagram, luego traficado y torturado durante otra década en Guantánamo antes de soportar un juicio amañado con una corte inventada, evidencia inventada, expertos inventados y crímenes inventados y aplicados de forma retroactiva…

“El infierno que este chico canadiense atravesó durante 12 años fue realizado por las organizaciones representadas por David Shedd.

“Es muy incómodo para mí estar aquí hoy, en el mismo panel que alguien cuyo trabajo ha tratado de normalizar asesinatos con drones cada vez mayores, desapariciones en cárceles clandestinas y tortura, y espero que también sea incómodo para todos ustedes, y para él”, explicó Marsh. “Tengan cuidado con vuestra contribución a la creciente banalidad del mal para que ustedes mismos no se conviertan en un engranaje en la maquinaria del terrorismo”.

Marsh dijo que Shedd “quiere aplastar a los denunciantes”. Advirtiendo sobre las leyes aprobadas contra denunciantes, que definió como alguien que desafía y denuncia o critica a los poderosos, manifestó que serían utilizadas eventualmente contra cualquiera que busque llevar a la justicia a los que están en el poder por los crímenes cometidos.

En referencia al campo de detención y tortura dirigido por EUA, explicó: “La gente en Guantánamo y en las demás prisiones es a quienes nunca deberíamos haber dejado que acallaran en primer lugar y esas son las voces que necesitamos seguros de poder escuchar… ya tenemos muchas leyes internacionales que protegen nuestros derechos humanos, nuestros derechos a la libertad de expresión, nuestro derecho al conocimiento, nuestros derechos a no ser torturados y asesinados, nuestro derecho a un juicio justo, y se está ignorando todas ellas” (énfasis en la fuente original).

En respuesta a un comentario de Shedd de que “nuestros hombres y mujeres de uniforme” son heroicos, Marsh presentó un resumen devastador de la antidemocrática e impune CIA:

“David Shedd perteneció al sindicato de crimen organizado más poderoso, mejor financiado, armado e internacional que el mundo ha visto. Sin siquiera contar las otras organizaciones a las que él está afiliado o aquellas que llama sus aliados —solo mirando a la CIA por sí misma— ellos están en el negocio de los asesinatos, manejan sitios clandestinos para tortura, trabajan con mafias locales, carteles y milicias en todo el mundo, ejecutan operaciones de tráfico de armas, drogas y personas en todo el mundo, tienen programas de experimentación humana… estas son solo algunas de las cosas que la propia CIA ha hecho, sin contar su red de aliados. Ellos son parte de una vasta red criminal que ahora planea una expansión mayor, más tortura, muchas más desapariciones, muchos más asesinatos. Entonces, cuando estos hombres hablan de denunciantes que amenazan la seguridad nacional, tenemos que hacer tres preguntas obvias: ¿qué es la seguridad para ellos, cuál es su nación y quiénes son los denunciantes?”.

“Entonces, como tratamos con criminales y miembros de organizaciones criminales, lo que ellos entienden por seguridad es inmunidad de enjuiciamiento criminal. Y lo hemos visto. No nos mantienen a salvo, tenemos mucha evidencia de eso, pero ciertamente se mantienen a salvo ellos mismos. El ejército de EUA bombardeó un hospital de MSF [Médicos Sin Fronteras]. ¿Podemos investigar? No, no podemos, ellos destruyeron la evidencia. Ellos ‘torturaron a algunos tipos’ y planean torturar mucho más, pero eso es secreto”.

Durante el debate, Marsh preguntó a Shedd por qué, dada su preocupación profesada por los latinoamericanos, “no está haciendo nada sobre los campos de concentración del ICE [Servicio de Inmigración y Control de Aduanas] en Estados Unidos…”.

Shedd respondió preguntando a Marsh a qué campos se estaba refiriendo. Cuando él describió al personal militar y de seguridad de EUA. como “nuestros valientes hombres y mujeres”, Marsh interrumpió para llamarlos “torturadores”. Shedd preguntó qué tortura, a lo que Marsh respondió, “¿No ha leído el Informe sobre Torturas? Obama desclasificó una parte, ¿no lo sabía?”.

Shedd luego le dijo a Marsh que dejara de interrumpirlo y volviera a su tema de “nuestros valientes hombres y mujeres, que dedican sus vidas”.

Marsh interrumpió otra vez para establecer que ellos estaban “torturando a personas”.

Shedd reiteró, “Le pedí que parara”, a lo que Marsh respondió, “Le pedí durante doce años que dejara de torturar a mi amigo y usted no paró”.

Sobre Mike Pompeo, exdirector de la CIA y ahora secretario de Estado de Trump, Marsh dijo que es un hombre que “habla sobre una burocracia que vuelve a la CIA más lenta —esa ‘burocracia’ son nuestros derechos humanos y así es cómo ellos ven nuestras vidas— como burocracia. Si matan a muchos de nosotros a la vez, tienen que llenar un formulario. Y eso los atrasa. Pompeo quiere asesinos ágiles”.

Marsh se refirió a Erik Prince, antiguo SEAL de la marina estadounidense y fundador de la firma Blackwater, que proporciona seguridad y servicios militares para el ejército y Departamento de Estado de EUA, y que había hablado en la Oxford Union antes de este debate, como “el príncipe heredero de los contratistas militares”. Ella criticó a otras figuras poderosas, señalando que hay “impunidad para cualquiera por encima de un determinado estrato social”, estando protegidos por “oficiales secretos y los ADC [Acuerdos de Confidencialidad] financiados por los contribuyentes”, justificados por la afirmación de mantener la seguridad.

El JEIIS reitera su exigencia a la Oxford Union y en particular a la presidenta en ese momento, Laali Vadlamani, y al presidente actual, Gui Cavalcanti, de referirse al tema y responder la pregunta, ¿con qué autoridad y con qué argumentos se censuró la cobertura del panel de “denunciantes”?

El WSWS seguirá investigando este tema como parte de su campaña más amplia contra la censura, el ataque a los derechos democráticos y el impulso hacia la guerra.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 30 de mayo de 2018)

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