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“Vi a los oficiales con rifles de asalto, perros y helicópteros en todas partes”

Incursiones masivas de inmigración rompen las comunidades de Ohio

Familias y compañeros de trabajo de los inmigrantes arrestados por Inmigración y Aduanas (ICE) y Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) describieron las incursiones del martes en el norte de Ohio, las más grandes hasta ahora de la era Trump, como de “estilo militar”, “como del SWAT” y “una pesadilla”.

Las redadas coordinadas se dirigieron a los trabajadores en los viveros Corso's Flower y Garden Center en Castalia y la vecina Sandusky. El World Socialist Web Sitehabló ayer con niños cuyos padres fueron arrestados, compañeros de trabajo cuyos amigos cercanos se han ido, y esposos jóvenes que fueron separados de sus esposas.

Mercedes

Los testigos describieron una escena de criminalidad total. “Vinieron con donuts”, dijo Mercedes, una trabajadora de Corso. “Nos metieron a todos en la misma área y nos dijeron que eran funcionarios que realizaban una inspección de rutina. Cuando todos nos reunimos, nos rodearon y se quitaron las insignias. Tenían perros, helicópteros, rifles de asalto y cascos. Todos estábamos llorando”. Otra fuente dijo al WSWS que algunos agentes estaban disfrazados de trabajadores de la construcción.

Los residentes cercanos dijeron que podían escuchar el ataque desde sus casas. Otros testigos dijeron que los trabajadores que son ciudadanos estadounidenses denunciaron a los agentes de inmigración en el lugar, gritándoles y suplicándoles que pararan. Los trabajadores dijeron que los funcionarios de inmigración detuvieron a varios trabajadores ciudadanos estadounidenses para evitar que llamaran a sus compañeros de trabajo y les advirtieron sobre el allanamiento. Según los informes, los agentes también ordenaron a los trabajadores inmigrantes documentados que traigan sus pasaportes para trabajar a partir de ahora. Los trabajadores dijeron que no harían tal cosa.

Anoche, docenas de familiares devastados se reunieron en una iglesia cercana a Norwalk. Para muchos, era la primera vez que se veían desde el ataque. La sala estaba llena de gente luchando contra el tiempo y desesperada por obtener información, y la mayoría ni siquiera había hablado con sus parientes detenidos que fueron enviados a las instalaciones a horas de distancia.

No solo la familia y los amigos temen la separación por deportación, también son conscientes de la posibilidad letal de ser embarcados en aviones no identificados destinados a países centroamericanos violentos devastados por más de un siglo de explotación imperialista, dictaduras y guerra.

Un número incalculable de niños se han quedado ahora sin padres. Jerry, un ciudadano estadounidense de 18 años cuya madre fue secuestrada, ahora es responsable de su hermano y hermana menor, de 9 y 12 años.

Jerry con su hermano y su hermana menores

“Cuando recibí esa llamada corrí a Corso para ver a mi madre”, dijo. “No pude. Fui detenido ... Un agente me dijo que me detuviera. Él me esposó y no me dejó ver a mi madre. Vi el autobús en el que ella estaba. Estaba a 20 pies de distancia, pero tenía vidrios polarizados y no podía ver dentro. Estoy pensando que mi mamá me vio pero yo a ella no pude verla.

“Fue una experiencia horrible que nadie debería experimentar. Solo porque mi madre es una inmigrante ilegal que trata de mantener a su familia en este país, es horrible. Los trataron como si no valieran nada. Vi a los oficiales con rifles de asalto, perros y helicópteros en todas partes”.

Jerry dijo que había estado ahorrando dinero para ir a la universidad trabajando en la construcción desde una edad temprana. “Pero ahora que esto ha sucedido, voy a usar parte de ese dinero para mantener a mi hermano y a mi hermana”.

Flor y su pariente

Flor, una estudiante de secundaria cuya madre también fue arrestada el martes, dijo: “Estaba en el trabajo. Recibí llamadas telefónicas y mensajes de ella. Me sentí mal porque no podía contestar el teléfono porque estaba demasiado ocupada trabajando. Finalmente la devolví la llamada y ella gritaba y gritaba: ‘¡Me llevaron! ¡Me llevaron! ¡Inmigración me atrapó!’”.

Los trabajadores de Corso también denunciaron los allanamientos. Un trabajador, Jerome, le dijo al WSWS: “Estas son personas buenas y trabajadoras. Ellos son mis amigos. Yo conocía a esta gente. Voy a sus casas y hacemos fiestas juntos. No puedes culparlos por intentar mejorar sus vidas, por venir aquí. La gente se está muriendo de hambre de donde vienen. Yo también arriesgaría mi vida para venir aquí”.

Otro trabajador dijo: “Fue un caos. Fue horrible lo que sucedió porque las personas tienen hijos y no sabían qué hacer con ellos. Estas son personas trabajadoras y no es justo. Las mujeres lloraban porque tenían niños también. Los conozco desde hace años, son muy trabajadores y solo están tratando de mejorar sus vidas”.

Un tercer trabajador dijo: “Algunos niños ahora serán puestos en hogares de acogida. Tenían perros aquí. No había forma de que nadie se escondiera. Ellos no se lo merecen. Ellos trabajan duro para sus familias. Eran buenos trabajadores, si veían que necesitabas ayuda, te la ofrecían”. Muchos trabajadores de Corso informaron que a menudo trabajaban de 80 a 90 horas a la semana.

Familias en el encuentro de Norwalk

El representante de Ohio ACLU, J. Bennett Guess, hizo una declaración ante el WSWS: “Era aborrecible la forma en que fueron detenidos, especialmente sin tener en cuenta a los niños. Los niños fueron dejados en guarderías. Estos son trabajadores extremadamente diligentes y de bajos salarios que son altamente explotados. Lo que sucedió es una parodia de justicia. Lo que estamos presenciando es el desmantelamiento sistemático del debido proceso legal por parte de todas las administraciones, tanto demócratas como republicanas”.

Agregó que esto era de extrema preocupación para todos, independientemente de su estatus migratorio: “Así como trata a sus no ciudadanos es como tratará a sus ciudadanos”.

Muchos trabajadores tienen historias de visitas cercanas. Algunos, incluida una familia de cinco miembros, se han mudado de su hogar por temor a ser perseguidos por el ICE. Otros informaron tener una familia que tiene demasiado miedo a abandonar sus hogares.

A medida que se desarrollan estas terribles escenas, tanto el partido demócrata como el republicano piden una mayor “seguridad fronteriza”, un término que significa más agentes de ICE y CBP patrullando el país y aterrorizando a los inmigrantes. A principios de este año, los demócratas apoyaron un proyecto respaldado por Trump para entregar cientos de millones de dólares en fondos adicionales a ICE. Algunos de los presentes en la reunión de ayer en Norwalk dijeron que tenían familiares y amigos que habían sido deportados previamente por la administración Obama.

El ataque del martes al estilo de la Gestapo es una advertencia para toda la clase trabajadora. El gobierno de los EUA afirma el “derecho” de lanzar incursiones militares en los lugares de trabajo, sacar a los trabajadores del trabajo y enviarlos lejos de sus familias.

¿Qué va a evitar que el gobierno use la misma táctica contra los maestros en huelga, llevándolos a los centros de detención cuando sus huelgas son consideradas “ilegales” por parte de los tribunales controlados por las corporaciones? Si los trabajadores automotores protestan por las lesiones en el lugar de trabajo o por la velocidad de la línea, ¿por qué el gobierno no enviaría a la policía para arrestar a los “alborotadores” y tratar de hacer desaparecer el problema?

Los sindicatos no han hecho nada para oponerse al establecimiento de condiciones dictatoriales en los lugares de trabajo de Estados Unidos. En cambio, enfrentan a los trabajadores unos contra otros en base al nacionalismo venenoso, y les dicen a los trabajadores de los EUA que sus enemigos no son las corporaciones y el gobierno sino los trabajadores de México o China.

Se deben construir nuevos comités de base para proteger incluso los derechos laborales más básicos de todos los trabajadores, inmigrantes y no inmigrantes por igual.

(Publicado originalmente en inglés el 7 de junio de 2018)

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