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Amazon, Microsoft y Google compiten por un proyecto de nube de guerra del Pentágono

Amazon, Microsoft y Google están compitiendo para asegurar un contrato multimillonario del Departamento de la Defensa para construir y supervisar la infraestructura informática de la nube del ejército de Estados Unidos, que se usa para controlar todos los aspectos de las operaciones globales del Pentágono.

El proyecto de la Empresa Conjunta de Infraestructura de Defensa (JEDI, por sus siglas en inglés) va a transferir un gran número de centros de control de datos separados que actualmente maneja el Pentágono para centralizarlos en una nube red que será administrada por uno de los gigantes tecnológicos. Se reporta que el contrato será de hasta $10 mil millones de dólares para la próxima década, convirtiéndose potencialmente en la adquisición única más grande que ha hecho el Departamento de la Defensa. Se espera que se anuncie al licitante ganador en septiembre.

La compañía que asegure el contrato se integrará totalmente a las operaciones de lucha del ejército de Estados Unidos. De acuerdo con Nextgov, el general de brigada David Krumm, director suplente de requerimientos para el Jefe Conjunto de Personal, describió JEDI como un “tejido global” que va a conectar el cuartel general con las fuerzas de combate activas, desde un piloto de jet caza, a un capitán de submarino en el Pacífico y a un líder de pelotón del ejército. “Como pocas cosas antes, esto va a hacer la diferencia en llevar la información a nuestros guerreros”, dijo Krumm.

El Departamento de la Defensa fue anfitrión de una conferencia industrial sobre el proyecto el 7 de marzo en Arlington, Virginia, a la que asistieron empresas de tecnología, incluyendo representantes de Amazon y Microsoft. Krumm le dijo a la audiencia que JEDI “cambiaría la manera en que la nación, sus soldados, sus marineros, sus marinos, sus pilotos luchan y ganarían las guerras de nuestra nación”.

La red nube requerirá contener información a todos los niveles de clasificación de seguridad, esto quiere decir que oficiales con autorizaciones de seguridad ultra secretos trabajarán en las facilidades.

El 16 de mayo pasado, la revista Bloomberg Government publicó imágenes de la publicidad producida por Amazon y Microsoft en espectaculares electrónicos en la estación del metro del Pentágono sobre cómo las compañías de tecnología podrían apoyar batallas militares.

El anuncio de Microsoft mostraba una imagen de un soldado de operaciones especiales y la leyenda “La nube tiene una visión procesable mientras que la acción aún está ocurriendo”. Un anuncio de Servicios Web de Amazon incluía la afirmación “Es hora del lanzamiento: minutos meses”, que quería decir que la infraestructura de la nube ayudará a coordinar lanzamientos de misiles.

El programa JEDI se anunció por primera vez en septiembre de 2017, un mes después de que el secretario de defensa de Trump, James Mattis, llevara a cabo una visita a los consejos directivos de Silicon Valley. Mattis se reunió con el fundador de Google, Sergei Brin y su CEO, Sundar Pichai, así como con ejecutivos de Facebook y Amazon, para discutir cómo integrar mejor las tecnologías a las fuerzas armadas. El sitio del periódico Defense One reportó el 12 de abril que “Brin en particular estaba ansioso por resaltar cuánto Google estaba aprendiendo todos los días sobre inteligencia artificial y la implementación de la nube”, citando a un oficial superior anónimo del Departamento de Defensa. Mattis “regresó a Washington D.C., convencido de que el ejército de Estados Unidos tenía que mover gran cantidad de sus datos a un proveedor comercial de nube —no solamente para manejo de archivos, correos electrónicos, papelería sino para empujar información crítica para las misiones de sus operadores de vanguardia”, notaba el artículo.

De manera significativa, el artículo nota que mientras que Amazon y Microsoft han expresado públicamente su deseo de asegurar el contrato, Google ha “mantenido su propio interés… fuera de la prensa. Líderes de la compañía han incluso escondido este emprendimiento de sus trabajadores”, de acuerdo con los empleados de Google que contactó Defense One.

La integración de Google a operaciones militares ha detonado amplia oposición entre sus empleados. Una carta publicada en abril dirigida al CEO de Google, Sundar Pichai, firmada por más de 3000 empleados de Google, demandaba que la empresa cese su colaboración con el Pentágono. La carta fue en respuesta a que Google admitió en marzo que está proveyendo software de inteligencia artificial a los militares, que puede ser usado para detectar objetos en material de archivo de vídeo-vigilancia, bajo lo que se conoce como proyecto Marven.

Esta tecnología se puede usar directamente para desarrollar objetivos automáticos para las operaciones de asesinatos con drones de Estados Unidos en Medio Oriente y el Norte de África. El artículo de Defense One afirmaba que “Marven es aún más de lo que Google o el Departamento de Defensa han admitido públicamente, de acuerdo con el oficial superior de defensa que lo llamó proyecto ‘explorador’, un punto de partida para el futuro de la colaboración entre el Pentágono y Google”.

Los reportes de medios indican que la compañía que más seguramente va a obtener los contratos es Amazon. La empresa tiene una ventaja porque ya opera una red nube para agencias de inteligencia de Estados Unidos, con un contrato de 600 millones de dólares que obtuvo en 2013.

Desde septiembre de 2016, Amazon ha estado proveyendo tecnología de reconocimiento facial, llamada Rekognition a fuerzas policiacas y contratistas de inteligencia privada. Rekognition es capaz de procesar video de archivo desde las cámaras del cuerpo policiaco, cámaras de seguridad y CCTV (circuito cerrado de televisión) para “identificar personas de interés frente a una colección de millones de caras en tiempo real, habilitando prevención de crimen en una forma oportuna y precisa” (ver: “Amazon ofrece tecnología para el reconocimiento facial a las agencias de policía para la vigilancia de masas”).

La diferencia entre las corporaciones de tecnología y el estado se ha desdibujado casi enteramente conforme se vuelven aún más integradas al aparato militar y de inteligencia. Esto ocurre al mismo tiempo que Washington busca rebasar a sus principales competidores geoestratégicos, principalmente China y Rusia, en la arena de tecnología de guerra avanzada e inteligencia artificial, preparándose para una guerra catastrófica que inevitablemente involucraría el uso de armas nucleares. Conforme se integran al desarrollo militar Americano, los gigantes tecnológicos están colaborando con censura política masiva de sitios web de izquierda y antibélicos, principalmente el World Socialist Web Site, para suprimir la oposición masiva.

Desde abril de 2017 Google ha alterado sus algoritmos de resultados de búsqueda para censurar a la WSWS y otros sitios web de izquierda y anti-bélicos.

Publicado originalmente en inglés el 30 de mayo de 2018)

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