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Orden ejecutiva de Trump: detención indefinida de familias inmigrantes, 2,300 niños permanecen separados de sus padres

El miércoles por la tarde, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva allanando el camino para la detención de familias inmigrantes en la frontera entre Estados Unidos y México. La orden es en respuesta a la indignación abrumadora de la población a la separación forzada de miles de niños de sus padres.

Pero anoche, los funcionarios de la administración Trump dejaron claro que la orden no era retroactiva, lo que significa que más de 2.300 niños que han sido separados de sus padres desde principios de mayo permanecerán separados. Trump fue explícito de que su orden no limita la política actual de "cero tolerancia" por la cual los padres están siendo procesados penalmente por cruzar ilegalmente la frontera— un acto criminalizado por demócratas y republicanos por igual.

La orden de Trump también permite la detención familiar solo "cuando sea apropiado y consistente con la ley y los recursos disponibles", y establece la separación si existe "un riesgo para el bienestar del niño", dejando abierta la continuación de la práctica criminal e inhumana de arrancar a los niños de sus padres y colocarlos en campos de detención separados.

Además, es posible que la orden sea revocada dentro de tres semanas porque un juez federal puede dictaminar que la orden viola el acuerdo judicial de 1997 llegada en el caso Flores v. Reno. En Flores, la administración Clinton llegó a un acuerdo de consentimiento con los demandantes que ordena que los niños sean liberados "sin demoras innecesarias".

La orden de Trump requiere detención indefinida para los niños y sus padres. Si el juez federal que supervisa el caso en curso de Flores falla en contra de Trump, entonces la política de separación de menores probablemente se volverá a implementar, dando a Trump una excusa para culpar a los jueces por la política de separación.

La orden es un esfuerzo para aplacar la indignación popular que alcanzó su punto máximo esta semana tras el lanzamiento de imágenes de jóvenes en jaulas y audio de jóvenes detenidos que piden a gritos a sus madres y padres mientras los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduana (ICE) se burlaban de su sufrimiento.

Antes de revelar la orden ejecutiva, en una reunión con ejecutivos y congresistas de la Casa Blanca, Trump dijo, "Tenemos que ser muy fuertes en la frontera, pero al mismo tiempo queremos ser muy compasivos".

"Todos queremos mantener a las familias unidas", proclamó Trump. "Al mismo tiempo, tenemos que ser fuertes en la frontera, de lo contrario habrá millones de personas viniendo. No miles como los que ya tenemos, tendremos millones de personas fluyendo y simplemente rebasando el país. Y no vamos a permitir que eso suceda".

Desde que el Procurador General Jeff Sessions anunció la política de cero tolerancia en abril, más de 2.300 niños fueron separados de sus padres en la frontera. Los bebés, niños pequeños, niños y adolescentes han sido colocados en campos de internamiento donde están sujetos a la terrible pérdida de sus padres, junto con el abuso físico y emocional por parte de los guardias.

En los refugios de "tierna edad" que se han establecido en el sur de Texas, los niños pequeños, en su mayoría menores de cinco años, están siendo dañados psicológicamente.

"Normalmente, los niños pequeños son traviesos y corren. Tuvimos un niño que solo gritaba y lloraba, y los demás estaban realmente en silencio", le dijo Colleen Kraft, presidenta de la Academia Estadounidense de Pediatría, a CNN después de visitar los refugios. Ella afirmó firmemente que los centros de detención infantil son "nada menos que el abuso infantil sancionado por el gobierno".

Los demócratas afirman oponerse a la separación de las familias en la frontera, pero esto solo es un control de daños destinado a bloquear la posibilidad de manifestaciones masivas. Denunciando la detención cruel de niños en la frontera como "inmoral", el Partido Demócrata y secciones del Partido Republicano buscan ocultar su participación activa en la construcción de campos de internamiento de inmigrantes y una fuerza policial fascista que ha detenido a miles de niños y sus familias.

Hay innumerables maneras de señalar la hipocresía de la súbita preocupación del Partido Demócrata por los trabajadores inmigrantes. Entre 2014 y 2016, el presidente Barack Obama supervisó el arresto y detención de 127.000 familias inmigrantes. Muchos de los campamentos donde los niños han estado detenidos en la época de Trump fueron construidos por la administración Obama.

Las fotos de niños inmigrantes que durmieron en jaulas que circularon en línea a principios de este año mostraron escenas de un centro de detención infantil en Arizona en 2014. Además, el mes pasado un informe de la Unión Americana de Libertades Civiles detalló abusos físicos, sexuales y mentales generalizados de niños detenidos por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) bajo la vigilancia de Obama.

De esta manera, la frase "Las familias deben mantenerse juntas", que los demócratas han promovido en los medios sociales y las manifestaciones frente a los centros de detención y la Casa Blanca, ha expuesto la bancarrota de su posición oficial de que las familias deben estar juntas —no libres del miedo de deportación, pero cuando sean arrestados, maltratados y regresados a la violencia y pobreza que intentaron huir—.

Una propuesta legislativa presentada por la senadora demócrata de California Dianne Feinstein es fundamentalmente idéntica a la orden ejecutiva de Trump, llamando a mantener las familias unidas mientras se trabaja para lograr una solución bipartidista para aumentar la seguridad fronteriza.

El establecimiento político no tiene ni una gota de auténtica preocupación por proteger a los inmigrantes de la brutalidad. Bajo el último pedido de Trump, la Gestapo estadounidense —ICE y CBP— continuará deteniendo a familias en todo el país y deteniendo a niños y adolescentes que cruzan la frontera sin sus padres. Continuarán arrancando a los padres inmigrantes de sus lugares de trabajo y hogares mientras sus familias y amigos ven con horror.

Mientras que el establecimiento político da un viraje hacia la extrema derecha, amplias capas de trabajadores y jóvenes se oponen al asalto a los inmigrantes en todo el país. En Portland y Los Angeles, esta semana se organizaron protestas de bloqueo en campamentos 24/7 frente a las instalaciones de ICE donde los inmigrantes son detenidos temporalmente en el proceso de deportación. Las manifestaciones han atraído a docenas a miles en cualquier momento dado y han detenido temporalmente las actividades de ICE y CBP en esas instalaciones.

Los mítines y las manifestaciones han atraído a miles de personas que exigen la reunificación de las familias en las ciudades y pueblos de los EUA con un día de protestas a nivel nacional programado para el 30 de junio.

La demanda popular para defender a todos los inmigrantes en los Estados Unidos no encontrará expresión en el Partido Demócrata. Todos aquellos que desean defender los derechos democráticos básicos de los trabajadores inmigrantes y luchar contra la violencia inhumana ejercida por la policía de inmigración deben romper con los Demócratas y luchar contra el sistema capitalista que da lugar a la necesidad de que decenas de millones huyan de sus hogares rodeados por guerra imperialista y pobreza. Solo la movilización independiente de la clase trabajadora, que une a los trabajadores a través de líneas nacionales y étnicas, puede poner fin al abuso de los trabajadores inmigrantes y sus hijos.

(Publicado originalmente en inglés el 21 de junio de 2018)

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