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Estados Unidos se prepara para un cambio de régimen y guerra contra Irán

Apenas unos días después de que el presidente Donald Trump amenazara públicamente a Irán con "consecuencias que pocos en la historia han sufrido", su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, celebró una reunión de alto nivel para discutir los planes de Estados Unidos para enfrentarse a Irán.

Conocido por sus propias amenazas beligerantes contra Irán, Bolton preside el comité que preside el Consejo de Seguridad Nacional, cuyos miembros incluyen al secretario de Defensa, Jim Mattis, y al secretario de Estado, Mike Pompeo. Los funcionarios le dijeron al Wall Street Journal que era solo la tercera reunión de ese tipo que Bolton ha convocado desde su nombramiento como asesor de seguridad nacional en abril.

En mayo, la Administración de Trump efectivamente saboteó el acuerdo de 2015 con Irán, en virtud del cual Teherán restringió severamente sus programas nucleares y sometió sus instalaciones nucleares a un intenso escrutinio internacional a cambio de la eliminación de sanciones económicas paralizantes.

Las sanciones de Estados Unidos se volverán a imponer el próximo mes en la industria automotriz de Irán, así como en el comercio de oro y otros metales. En noviembre, entrarán en vigor las sanciones sobre el sector energético iraní, el pilar de sus exportaciones y finanzas gubernamentales, el comercio, los seguros y las transacciones del banco central. Washington prometió reducir las exportaciones petroleras iraníes a casi cero.

Las decisiones de la Administración de Trump han provocado una peligrosa confrontación con Irán. También han empeorado las relaciones con los aliados de EUA en Europa, los cuales han desarrollado vínculos económicos con Teherán desde 2015. Washington se ha negado a eximir a las empresas europeas de las sanciones, amenazando con excluirlas del sistema financiero estadounidense si continúan haciendo negocios con Irán.

No se hizo ninguna declaración oficial después de la reunión del comité directivo del Consejo de Seguridad Nacional, pero su propósito era claramente planificar cómo aumentar la presión sobre Irán. Varios oficiales le comentaron al Wall Street Journal que la reunión discutió una estrategia "holística" para socavar la influencia iraní en todo Oriente Próximo. Aunque no indicó cuáles opciones militares consideraron, el artículo señaló que el Departamento de Defensa en el pasado "ha trabajado con opciones militares limitadas".

Un artículo de la Australian Broadcasting Corporation (ABC) el viernes pasado proporcionó más evidencia de que la Administración de Trump se está preparando para atacar a Irán. "Altos cargos en el Gobierno Turnbull [australiano] le dijeron a ABC que creen que Estados Unidos está preparado para bombardear las instalaciones nucleares de Irán, quizás tan pronto como el mes próximo, y que Australia está lista para ayudar a identificar posibles objetivos", afirmó.

Citando fuentes gubernamentales de alto nivel, ABC informó que las instalaciones australianas probablemente desempeñarían un papel en la provisión de inteligencia al ejército de Estados Unidos para emprender una guerra contra Irán. Mientras que las fuentes negaban que Australia estuviera involucrada en "ataques activos", la base de espionaje estadounidense-australiana conjunta en Pine Gap en el centro de Australia proporciona inteligencia para el extenso territorio desde Oriente Próximo hasta el este de Asia. Además, ha dado información de blancos para asesinatos selectivos de drones estadounidenses.

ABC sugirió que "también se esperaría que los analistas de la poco conocida agencia de espionaje, la Organización Australiana de Inteligencia Geoespacial (AGO), desempeñen cierto papel". La AGO utiliza imágenes satelitales y de aviones para proporcionar inteligencia geográfica (GEOINT) que podría usarse para apuntar contra objetivos en diversas operaciones militares.

El secretario de Defensa estadounidense Mattis y el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, trataron de restarle credibilidad al informe de ABC. Mattis declaró que era una "ficción", y agregó: "Estoy seguro de que no se está considerando en este momento". Turnbull, sin embargo, no llegó a una negación completa, diciendo que la noticia de ABC "no se ha beneficiado de ninguna consulta conmigo, el ministro de Asuntos Exteriores, el ministro de Defensa ni el jefe de la Fuerza de Defensa".

Mattis insistió en que la Administración de Trump no tenía planes para un cambio de régimen en Irán. "Ningún plan se ha instituido", afirmó, pero declaró que "necesitamos que cambien su comportamiento respecto a una serie de amenazas que podrían representar con sus fuerzas militares, con sus servicios secretos, y con las fuerzas que patrocinan".

En realidad, lejos de representar una amenaza para los Estados Unidos, las sucesivas Administraciones estadounidenses han amenazado a Irán con toda la fuerza del ejército de los EUA y han intentado desestabilizar al régimen en Teherán. Tras haber descartado el acuerdo de 2015, Estados Unidos está considerando sin duda todas sus opciones, incluidas las militares, para poner fin a lo que considera un obstáculo importante para su dominio en Oriente Próximo.

El periódico israelí Haaretz informó a fines del mes pasado sobre ciertas diferencias tácticas dentro de la Administración de Trump en cuanto a Irán, con Bolton presionando para explotar el descontento social y diseñar un cambio de régimen. "Una persona que recientemente habló con altos funcionarios de la Casa Blanca sobre el tema resumió la opinión de Bolton en las palabras: 'Una patadita y están acabados", afirmó. Por otra parte, Mattis advirtió que tales esfuerzos podrían conducir a una guerra a gran escala.

A principios de julio, Axios informó que Israel y Estados Unidos habían "formado un grupo de trabajo conjunto hace unos meses que se centra en los esfuerzos internos para atizar las protestas dentro de Irán y presionar al Gobierno del país".

Ante la reanudación de las sanciones el próximo mes, el rial iraní se desplomó el fin de semana de alrededor de 97.500 a 111.500 riales por dólar estadounidense en el mercado extraoficial, según un sitio web de divisas. La moneda ha perdido la mitad de su valor desde abril en medio de los temores sobre el impacto de las sanciones en la economía.

Sin embargo, exacerbar deliberadamente las tensiones sociales dentro de Irán podría alimentar un movimiento explosivo de trabajadores contra el régimen islámico en Teherán que no sería del agrado de Washington. A finales de 2017 y principios de 2018, estallaron protestas masivas de trabajadores ante el empeoramiento de las condiciones sociales y el aumento de la desigualdad social. Estas manifestaciones tenían un carácter de clase completamente diferente al denominado Movimiento Verde de clase media-alta en Teherán, el cual buscaba revocar las elecciones presidenciales de 2009.

Un movimiento de masas de la clase trabajadora iraní repercutiría en toda la región, donde los trabajadores de todos los países enfrentan una crisis social cada vez más profunda.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 30 de julio de 2018)

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