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Resolución del Quinto Congreso Nacional del PSI (EUA)

El resurgir de la lucha de clases y las tareas del Partido Socialista por la Igualdad: Tercera Parte

Esta resolución fue adoptada por unanimidad por el Quinto Congreso Nacional del Partido Socialista por la Igualdad de los EUA, que se celebró del 22 al 27 de julio de 2018. El Congreso fue introducido con un informe por parte de David North, el presidente nacional del Partido Socialista por la Igualdad y del Consejo Editorial Internacional del World Socialist Web Site. El Congreso aprobó también la resolución “¡Liberar a Julian Assange!”.

La tres partes de la resolución están disponibles aquí

La importancia del resurgir de la actividad huelguística

62. Un movimiento genuino contra la administración Trump no vendrá de la clase gobernante ni de la clase media alta, sino de las amplias masas de la población, la clase trabajadora, que está totalmente excluida de la vida política. La realidad de la crisis capitalista ya ha llevado este año a expresiones iniciales significativas de lucha obrera. A lo largo de los últimos 30 años los sindicatos suprimieron casi todas las expresiones organizadas de la lucha de clases. Pero desde principios de 2018, los docentes se han comprometido en una serie de huelgas y paros —en West Virginia, Oklahoma, Nueva Jersey, Arizona, Carolina del Norte, Colorado y Kentucky. También ha habido huelgas de los trabajadores de las telecomunicaciones en West Virginia y de trabajadores de servicios de la Universidad de California.

63. El crecimiento de la lucha de clases confirma los principios teóricos fundamentales del marxismo y la perspectiva política elaborada y desarrollada por el Comité Internacional de la Cuarta Internacional. Ha demostrado:

Que la clase es la división social fundamentalde la sociedad estadounidense y mundial, no la raza, el género ni la identidad sexual. Esto ha expuesto el fraude de la división de los EUA en Estados “rojos” y “azules”. Muchas de las batallas de clase este año han estallado en Estados “republicanos”, donde la clase trabajadora ha sido calumniada por los demócratas y sus adjuntos políticos como racista y atrasada.

Que la clase trabajadora es la fuerza social revolucionaria básica sobre la cual hay que basar un movimiento contra la guerra, el autoritarismo, la censura y la desigualdad.

Que la lucha de clases es una lucha internacional. Como escribió el CICI en 1988, “Dados los nuevos rasgos del desarrollo del capitalismo, incluso la forma de la lucha de clases tiene que asumir un carácter internacional. Hasta las luchas más elementales de la clase trabajadora plantean la necesidad de coordinar sus acciones en una escala internacional”.

Que los sindicatos nacionalistas y procapitalistas no son organizaciones obreras, sino brazos corporativos de la patronal y del Estado que sirven para bloquear y reprimir la oposición a la desigualdad y al sistema capitalista.

64. Cada una de las principales huelgas docentes de este año fue iniciada por profesores de la base, no los sindicatos. En la primera de esas huelgas, en West Virginia, una ola expansiva de huelgas espontáneas locales obligó a los sindicatos a convocar un paro limitado a nivel estatal para descargar tensiones y contener el descontento de los docentes. Cuando los sindicatos ordenaron volver al trabajo, basándose en un acuerdo con el gobernador millonario del Estado, los docentes se rebelaron, forzando la continuación de la huelga. Los sindicatos entonces intensificaron sus esfuerzos, apoyados por organizaciones de la pseudoizquierda alrededor del Partido Demócrata, para desconvocar la huelga sin haber satisfecho ninguna de las principales demandas de los docentes. Los sindicatos jugaron un papel semejante en cada huelga, trabajando para suprimir y terminar con la oposición de los trabajadores.

65. La verdadera función de los sindicatos fue explicada al detalle por parte de los abogados del sindicato en la vista oral en la Corte Suprema en el caso Janus v. AFSCME sobre la constitucionalidad de los “honorarios de agencia”, que requieren que los sindicatos de los trabajadores públicos de algunos Estados paguen el equivalente de cotizaciones al sindicato, aunque no pertenezcan a un sindicato. David Frederick, en representación del Consejo 31 de AFSCME de Illinois, declaró: “El asunto clave por el que se ha estado negociando en este contrato por las cotizaciones de agencia es una limitación de la huelga. Y eso es cierto en muchos convenios colectivos”. Frederick continuó: “Las cotizaciones son el sacrificio. La seguridad del sindicato es lo que se sacrifica a cambio de no hacer huelgas”. Si la corte decide revertir precedentes previos que permitían a los Estados exigir honorarios de agencia, advirtió, “puedes despertar un incalculable espectro de malestar obrero por todo el país”.

66. La naturaleza de los sindicatos es manifiesta en el escándalo de corrupción que ha envuelto a la United Auto Workers, respecto al pago por parte de ejecutivos de Fiat Chrysler Automobiles (FCA) de más de $1,5 millones a funcionarios de la UAW implicados en negociaciones de contratos. A cambio por esos pagos, la UAW impuso, por medio de la intimidación y el fraude, contratos que abolían la jornada de ocho horas, redujo a la mitad los salarios de una nueva categoría de trabajadores de “segundo nivel”, y expandió el número de trabajadores temporales a tiempo parcial que pagan cotización al sindicato pero no tienen derechos.

67. El carácter de los sindicatos hinca sus raíces, fundamentalmente, no solo en la corrupción de los dirigentes individuales, sino también en la naturaleza de las propias organizaciones y los cambios en la estructura de la economía mundial. Los sindicatos nacionalistas y procapitalistas reaccionaron al aumento de la producción globalizada y la crisis y declive del capitalismo estadounidense abandonando la lucha por siquiera conquistas limitadas. El aparato sindical se integró cada vez más directamente en el marco de la patronal corporativa, con la proliferación de sociedades sindicato-patronal que aseguraron un incremento continuado de los ingresos de los ejecutivos de sindicato, incluso en la medida en la que el número de miembros de esas organizaciones caía y los salarios y prestaciones de los trabajadores se desplomaban.

68. El crecimiento de la lucha de clases es un proceso objetivo. Como declaró el WSWS en “Golpe palaciego o lucha de clases”:

La interacción de las condiciones objetivas de la crisis, tanto en los Estados Unidos como en el extranjero, y la radicalización de la consciencia social masiva encontrará expresión en la erupción de la lucha de clases. La supresión que dura ya décadas de la lucha de clases por parte de la burocracia sindical, el Partido Demócrata y los patrocinadores adinerados de varias formas de la política de identidad, está llegando a su fin. La contrarrevolución social de las élites gobernantes está por toparse con un recrudecimiento de la clase trabajadora estadounidense. Las muchas formas diferentes de protesta social —en los lugares de trabajo, comunidades y ciudades enteras— adquirirán una identidad obrera, una orientación anticapitalista y un carácter social cada vez más claros. Luchas en lugares de trabajo individuales y comunidades atraerán hacia luchas unificadas a sectores más amplios de la clase trabajadora.

La lógica de la lucha de clases y la huelga general

69. Estados Unidos es un barril de pólvora social. La erupción de luchas sociales a una escala nunca antes vista en los Estados Unidos es prácticamente inevitable. Hay muchos factores —los intereses sociales comunes en amplios sectores de la clase trabajadora, la erosión de diferencias seccionales, la integración racial y étnica de la clase trabajadora, el impacto de las redes sociales basadas en el Internet— que están trabajando hacia la coalescencia de las protestas de masas. Así, es de esperar que el estallido de protestas sociales serias —más allá del asunto inmediato y más allá de su localización— se expandirá rápidamente y atraerá a millones de trabajadores hacia la participación activa en la lucha. Dada la experiencia histórica de la clase trabajadora, el resultado lógico de esta coalescencia de luchas sociales será una huelga general, que planteará la cuestión del poder político.

70. Por lo tanto, la preparación para las luchas obreras de masas requiere el desarrollo de una red interconectada de comités populares de lugar de trabajo y de barrio. La necesidad de tales comités surge de las experiencias de los propios trabajadores. Las organizaciones que afirman representarlos, los sindicatos, no solo son profundamente hostiles a la organización de luchas obreras, sino que han abandonado hasta las más limitadas formas de representación, incluyendo la resolución de agravios y la aplicación de las estipulaciones contractuales. Comités del lugar de trabajo y de fábrica plantearán exigencias tales como el control obrero de la velocidad de la línea, el fin del trabajo a varios niveles, la implementación de la jornada de ocho horas, con salario pleno y aceptable para todos los trabajadores, y el fin de las condiciones de trabajo inseguras.

71. El llamamiento del Partido Socialista por la Igualdad para la formación de comités de base de fábrica, totalmente independientes de los sindicatos controlados por las corporaciones, ha desatado la ira no solo de los burócratas reaccionarios sino la de todas las tendencias de la pseudoizquierda. “¡Cómo se atreve el PSI a desafiar la soberanía política y organizativa de los sindicatos sobre la clase trabajadora!”. Algunos portavoces de la pseudoizquierda, haciendo de cuenta que adhieren al trotskismo, acusan al PSI de abandonar el Programa de Transición. Estos abogados pequeñoburgueses de los ejecutivos de los sindicatos corporativos o bien nunca han leído o bien se han olvidado hace mucho tiempo de lo que Trotsky de hecho escribiera en el documento fundacional de la Cuarta Internacional. Instó a los miembros de la Cuarta Internacional

a crear en todas las instancias posibles organizaciones militantes independientes que correspondan más estrechamente a las tareas de la lucha de masas contra la sociedad burguesa; y, si fuere menester, no retraerse ni siquiera ante una ruptura directa con el aparato conservador de los sindicatos. Si fuera criminal darles la espalda a las organizaciones de masas en aras de fomentar facciones sectarias, no lo es menos el tolerar pasivamente la subordinación del movimiento revolucionario de las masas al control de camarillas abiertamente reaccionarias o burocráticas conservadoras disfrazadas (“progresistas”). Los sindicatos no son fines en sí mismos; solo son medios en el camino hacia la revolución proletaria.

72. Al defender la formación de comités de fábrica y del lugar de trabajo, Trotsky explicaba que estos plantean la cuestión: “¿Quién será el jefe de la fábrica: el capitalista o los trabajadores?”.

Desde el momento en el que el comité hace su aparición, un doble poder de hecho se establece en la fábrica. Por su propia esencia representa el Estado transitorio, porque incluye en sí dos regímenes irreconciliables: el capitalista y el proletario. La importancia fundamental de los comités de fábrica está contenida precisamente en el hecho de que abren las puertas, si no a un período revolucionario directo, por lo menos a un período prerrevolucionario —entre los regímenes burgués y proletario.

Las tareas del Partido Socialista por la Igualdad

73. La tarea política urgente es fortalecer la influencia política del Partido Socialista por la Igualdad en cada sector de la clase trabajadora. El PSI está encabezando la lucha por armar el movimiento obrero objetivo en desarrollo con una estrategia y una perspectiva revolucionarias intransigentes. Está luchando por conectar las luchas contra la caída de los salarios, los ataques a la atención sanitaria y la destrucción de la educación pública, a la oposición al ataque a los trabajadores inmigrantes, la brutalidad policial, la destrucción de los derechos democráticos y el peligro de una guerra mundial.

74. El cometido básico del PSI es construir una vanguardia revolucionaria e impartir un nivel de comprensión cada vez mayor a la clase trabajadora acerca de sus objetivos, y clarificar la naturaleza del movimiento que se está desenvolviendo. El PSI debe luchar para conectar la transformación de la lucha en la clase trabajadora en un movimiento político socialista, internacionalista y antiimperialista para tomar el poder del Estado y reorganizar la vida económica en base a las necesidades sociales en vez de la ganancia privada. En vez de la política de la clase dirigente, de guerra y contrarrevolución social, la clase trabajadora tiene que plantear un programa de revolución socialista.

75. La actividad política del PSI y del Comité Internacional de la Cuarta Internacional está cada vez más conectada al rumbo de los acontecimientos políticos. A lo largo del último año, el CICI y el PSI han estado en el primer plano en la lucha contra la censura en Internet y la defensa de Julian Assange. La campaña del partido por comités de fábrica, independientes de los sindicatos procorporativos, está ganando cada vez más apoyo entre docentes, trabajadores automotores y otros sectores de la clase trabajadora.

76. Un estudio de las revoluciones sociales del siglo veinte revela que las derrotas políticas fueron a menudo la consecuencia de políticas incorrectas del partido socialista durante las luchas revolucionarias. Las políticas del POUM durante la Guerra Civil española (1936-1939) se sitúan entre los ejemplos más trágicos de una derrota como resultado de políticas incorrectas. Pero otra causa de derrotas es la incapacidad del partido marxista de reconocer y responder, a tiempo y de manera suficientemente resuelta, al acercamiento de una crisis revolucionaria. La derrota de la Revolución alemana en 1923 es el ejemplo más significativo de tal incapacidad de iniciativa política. En la situación actual de crisis que se profundiza, es este último error lo que el movimiento revolucionario tiene que estar resuelto a evitar.

77. Las tareas específicas que se desprenden de esta perspectiva son:

A. El desarrollo de la base del partido en sectores clave de la clase trabajadora, incluyendo a los trabajadores automotores y los de otras manufacturas; trabajadores de las industrias de la extracción, la minería y el acero; docentes y otros empleados públicos; trabajadores de la sanidad; trabajadores de Amazon, UPS y de otros servicios de paquetería; y trabajadores de servicios. El PSI tiene que conectar una campaña agresiva para organizar comités de fábrica, de lugar de trabajo, y de barrio, independientemente de los sindicatos con la movilización política de la clase trabajadora contra el sistema capitalista. Hay que hacer todos los esfuerzos para coordinar las acciones de los trabajadores dentro de los Estados Unidos con los de otros países, haciendo consciente la unificación objetiva de la clase trabajadora a escala mundial. Todas las ramas del partido tienen que trabajar sistemáticamente para reclutar para el partido a los trabajadores más avanzados.

B. El desarrollo de una campaña contra el acoso a los trabajadores inmigrantes y las políticas fascistas de la administración Trump. Hay que llevar la lucha contra la persecución a los inmigrantes a la clase trabajadora, en base a un entendimiento de que el ataque a los inmigrantes es un ataque a todos los trabajadores, y que los métodos de Estado policial que se están empleando contra los inmigrantes serán utilizados contra cada forma de resistencia social y política. Hay que desarrollar esta campaña en oposición al Partido Demócrata y a todas sus organizaciones periféricas.

C. El desarrollo de un nuevo movimiento contra la guerra de la clase trabajadora. El PSI reafirma su apoyo a la declaración del CICI “El socialismo y la lucha contra la guerra” y los principios que esta delinea como los cimientos políticos esenciales de un movimiento de oposición a la guerra:

i. Hay que basar la lucha contra la guerra en la clase trabajadora, la gran fuerza revolucionaria de la sociedad, uniendo tras de esta a todos los elementos progresistas de la población.

ii. El nuevo movimiento de oposición a la guerra tiene que ser anticapitalista y socialista, ya que no puede haber una lucha seria contra la guerra si no es en la lucha por poner fin a la dictadura del capital financiero y el sistema económico que es la causa fundamental del militarismo y de la guerra.

iii. El nuevo movimiento de oposición a la guerra, por lo tanto, necesariamente, tiene que ser completa e inequívocamente independiente de todos los partidos políticos y organizaciones de la clase capitalista, y hostil a estos.

iv. El nuevo movimiento de oposición a la guerra, por sobre todas las cosas, tiene que ser internacional, y tiene que movilizar el enorme poder de la clase trabajadora en una lucha global unificada contra el imperialismo. Hay que responder a la guerra permanente de la burguesía con la perspectiva de la revolución permanente de la clase trabajadora, cuyo objetivo estratégico es la abolición del sistema del Estado-nación y la instauración de una federación socialista mundial. Esto hará posible el desarrollo racional y planificado de los recursos mundiales y, sobre esta base, la erradicación de la pobreza y la elevación de la cultura humana a nuevas alturas.

D. La intensificación de la campaña contra la censura del Internet, la persecución a Julian Assange y todos los ataques a los derechos democráticos, mediante la movilización más amplia de la clase trabajadora. No es solo que la clase trabajadora sea necesaria para defender los derechos democráticos, sino que los derechos democráticos son críticos para la clase trabajadora. Como la erupción inicial de la lucha de clases ha demostrado, un Internet libre y abierto es una herramienta esencial para que se organicen los trabajadores y para que se comuniquen de manera independiente de los medios capitalistas, los instrumentos del Estado y de los sindicatos. Hay que contrarrestar la censura al WSWS mediante una campaña agresiva para expandir su cantidad de lectores y desarrollar su contenido, incluyendo mediante un uso más sistemático de las redes sociales.

E. Una campaña amplia y activa para construir Juventud y Estudiantado Internacional por la Igualdad Social en los campus y en las escuelas y entre los jóvenes trabajadores. La primera mitad de 2018 ha visto expresiones significativas de una politización de los jóvenes, incluyendo las protestas de masas contra la violencia en las escuelas. Hay que dirigir esta radicalización a la clase trabajadora y canalizarla directamente hacia la fuente de la desigualdad, la guerra y la violencia: el sistema capitalista.

F. Apoyar la campaña de Niles Niemuth, el candidato del PSI para el Congreso en el 12º Distrito para el Congreso de Michigan, en las elecciones de mitad de legislatura de 2018. Esta campaña está proponiendo un programa socialista para un gobierno de los trabajadores para asegurar los derechos de la clase trabajadora, expropiar la riqueza de la oligarquía financiera, transformar los bancos y corporaciones gigantes en servicios públicos controlados públicamente, e implementar el control obrero sobre el lugar de trabajo y el proceso de producción.

78. Para llevar a cabo estas inmensas responsabilidades políticas, el partido y sus cuadros tienen que hundir firmemente sus raíces en el movimiento marxista, sobre todo la historia de ochenta años de la Cuarta Internacional, fundada por León Trotsky en 1938. No hay otro movimiento político que represente la continuidad de la lucha por el marxismo en la clase trabajadora. La inmensa historia que encarna el Comité Internacional de la Cuarta Internacional tiene que ser llevada al movimiento en desarrollo de la clase trabajadora. La intersección de la radicalización objetiva de la clase trabajadora y la práctica del partido creará las condiciones para la victoria de la clase trabajadora, la abolición del capitalismo, y la transformación socialista de la economía mundial.

concluida

(Publicado originalmente en inglés el 10 de agosto de 2018)

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