Español

Masivas protestas de estudiantes en la Ciudad de México

En Ciudad de México el lunes 3 de septiembre, grupos de choque de derecha conocidos como "porros" atacaron físicamente a estudiantes de secundaria que asisten a la Facultad de Ciencias y Humanidades (CCH) de Azcapotzalco en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la universidad más grande en Latinoamérica. Los estudiantes protestaban pacíficamente frente al edificio principal de la administración de la UNAM, pidiendo el fin de la violencia que enfrentan los grupos porro, conocidos por atacar las manifestaciones de izquierda.

Los estudiantes exigían la expulsión de los grupos porro de los campus cuando eran atacados por porros empuñando palos, piedras, cócteles Molotov y petardos. Más de una docena de estudiantes resultaron heridos durante el ataque, que involucró apuñalamientos, y dos resultaron gravemente heridos.

Los estudiantes denunciaron que los agentes de seguridad de la UNAM no intentaron detener los ataques el lunes pasado, e incluso que el jefe de la unidad de emergencia de la universidad, Teófilo Licona, coordinó los grupos atacantes.

El martes, el rector de la Universidad identificó a 18 porros estudiantiles involucrados en los ataques, junto con los grupos a los que pertenecían, y anunció su expulsión.

El miércoles decenas de miles de estudiantes de la UNAM así como de otros centros metropolitanos de educación como la Universidad Autónoma Metropolitana, el Colegio de México y el Instituto Politécnico Nacional marcharon en solidaridad con la UNAM. Las clases en la UNAM y otras escuelas fueron suspendidas y los estudiantes atrincheraron varias aulas.

La asamblea estudiantil de la UNAM se reunió el sábado para considerar otras medidas. Acordaron las siguientes demandas: enjuiciamiento de los autores "intelectuales y físicos" de los ataques; el derrocamiento del rector Enrique Graue y del jefe de seguridad de la Universidad; protección adecuada para estudiantes contra la violencia de grupos porro; una mayor democratización de la universidad, con estudiantes, docentes y trabajadores a quienes se les da más control; y grandes aumentos en fondos para estudiantes y escuelas.

Grupos de porro han sido pagados por políticos y autoridades universitarias durante décadas para disolver las protestas, sofocar las demandas de los estudiantes y servir como provocadores.

Según el investigador de la UNAM Imanol Ordorika, que ha escrito extensamente sobre el tema, los grupos se originaron a partir de una amalgama de pandillas estudiantiles, grupos conservadores, autoridades universitarias y sus partidarios en federaciones estudiantiles inspiradas en organizaciones sindicales alineadas con el gobierno.

Esos grupos reaccionarios y mercenarios desempeñaron un papel clave en aplastar la revuelta estudiantil mexicana de 1968, que enfrentó la represión violenta de las fuerzas estatales legales y paralegales.

Más tarde, en junio de 1971, en lo que se conoció como la masacre del "Corpus Christi", un grupo de porros conocidos como Los Halcones atacaron a un grupo de estudiantes que protestaban, dejando muchos muertos y otros gravemente heridos. Se creía ampliamente que el grupo fue financiado por el entonces presidente Luis Echeverría, más tarde acusado de su papel como ministro del Interior en la masacre de 1968 en Tlateloco.

Históricamente, los grupos porro han sido vinculados a los tres principales partidos: el Partido de la Revolución Institucional (PRI), el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y algunos políticos del Partido Acción Nacional (PAN) en el estado de México.

Hoy los porros continúan afirmando que son "organizaciones estudiantiles". Pero también se les sigue pagando por actuar en nombre de políticos, instituciones y autoridades de alto nivel.

En las protestas del miércoles, los estudiantes nombraron a los políticos que usan porros de forma regular en los CCH de la UNAM de Azcapotzalco y Naucalpan, de donde se originaron la mayoría de los atacantes la semana pasada.

En una columna publicada ayer por la mexicana La Jornada, la activista estudiantil Elvira Concheiro Bórquez explicó las funciones continuas de los grupos porro: son "el vehículo del acoso, la violencia, la corrupción y el constante intento de controlar a los estudiantes, pero también en el momento necesario disponible para aquellos que los toleran y protegen, o quien los paga ... No son el resultado o la creación espontánea de fuerzas oscuras externas. [Porrismo] es un componente funcional de la estructura de la gobernanza universitaria antidemocrática ... Es esta institución educativa la que alimenta una cultura antidemocrática y desprecia la participación de los jóvenes”.

Ayer, el rector de la UNAM, Graue, se reunió con el presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Graue admitió lo obvio: que los supuestos esfuerzos de la UNAM para terminar con los grupos porro habían sido lamentablemente insuficientes. Sin embargo, se negó a admitir que las autoridades universitarias están de alguna manera detrás de los grupos.

AMLO dijo que el fiscal de la ciudad de México, que había cuestionado previamente su jurisdicción sobre el caso que ocurrió en una universidad autónoma, en realidad lo enjuiciaría.

AMLO insistió en que la "estabilidad" debe mantenerse en la UNAM. Pidió "privilegiar el diálogo", insistiendo en que "tenemos que tratar de no caer en ninguna provocación, no aceptar la violencia, usar el diálogo, el diálogo y el diálogo, y tener confianza en las autoridades de nuestra universidad y las cosas van a ir bien".

AMLO enfatizó que la "responsabilidad y madurez de los jóvenes" evitará que los grupos de interés intenten involucrarse en el movimiento estudiantil "para desestabilizar".

En otras palabras, AMLO dijo: estudiantes, dejen de manifestar, la solución a sus solicitudes ya está a la vista. ¡Regresa a tus clases para que todo vuelva a la normalidad!

Ayer, los estudiantes, excepto en algunas seis escuelas de la UNAM, volvieron a sus clases. Sin embargo, las demandas de la asamblea de la UNAM y las de millones de otros estudiantes mexicanos no serán ni podrán ser atendidas por el nuevo gobierno burgués de AMLO. Los estudiantes han planeado una gran manifestación para el 13 de septiembre y otra para conmemorar el 50 aniversario de la masacre de Tlateloco, el 2 de octubre. Se espera que la participación sea grande.

(Publicado originalmente en inglés el 11 de setiembre de 2018)

Loading