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Dirigente demócrata de EUA exige que el presidente de Ecuador “entregue” a Julian Assange

Estados Unidos está incrementando su presión sobre Ecuador para que desaloje al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, de su embajada en Londres, donde tomó asilo político en junio de 2012. Luego sería arrestado inmediatamente por la policía británica y sometido a un proceso de extradición para enfrentar cargos falsos de espionaje en Estados Unidos, que podrían implicar una cadena perpetua o la pena capital.

El miércoles, el demócrata de mayor rango de la comisión de asuntos exteriores de la Cámara de Representantes de EUA le envió una carta amenazadora al presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, insistiendo en que “entregara” a Assange a las “autoridades apropiadas” como condición previa para mejorar las relaciones con los Estados Unidos.

En la carta bipartidista, Eliot Engel, un demócrata de Nueva York, y la expresidenta de la comisión de asuntos exteriores, Ileana Ros-Lehtinen, una republicana de Florida, declaran: "Estamos muy preocupados por la presencia continua de Julian Assange en su embajada en Londres y la ciudadanía ecuatoriana que recibió el año pasado".

La participación de Engel hace aún más explícito el protagonismo que desempeñan los demócratas en el intento de encerrar a Assange para siempre y silenciar a WikiLeaks. En junio, en vísperas de una visita a Ecuador del vicepresidente Mike Pence, 10 senadores del Partido Demócrata hicieron un llamado al Gobierno de Trump a exigir que el Gobierno ecuatoriano renuncie al asilo político que proporcionó a Assange hace seis años.

Escrita en un lenguaje matón y despectivo, la carta de Engel y Ros-Lehtinen advierte que cualquier "progreso significativo" y "calentamiento" en la relación de Washington con el Gobierno de Moreno en una "amplia gama de temas", incluida la "cooperación económica" y la ayuda financiera, dependen en que Ecuador finalice su asilo político a Assange.

La carta confirma efectivamente que, si Assange se ve obligado a abandonar la embajada, sea cual fuere el pretexto, el Gobierno británico lo entregará a Estados Unidos. La Administración de la primera ministra Theresa May se ha negado repetidamente a darle a Assange una garantía de que no será extraditado a Estados Unidos.

"En numerosas ocasiones, el Sr. Assange ha comprometido la seguridad nacional de los Estados Unidos", dice la carta. "Lo ha hecho publicando documentos gubernamentales clasificados junto con material confidencial de personas relacionadas con las elecciones presidenciales de 2016 en nuestro país".

Los miles de archivos secretos estadounidenses publicados por WikiLeaks documentan crímenes de guerra de EUA en Afganistán e Irak, numerosas conspiraciones e intervenciones antidemocráticas en todo el mundo, el espionaje masivo y global y las infiltraciones informáticas de la CIA y otras agencias de inteligencia estadounidenses.

La carta también se refiere a la teoría conspirativa no demostrada y elaborada por las agencias de espionaje estadounidenses y los demócratas de que WikiLeaks asistió en una supuesta “interferencia” rusa para asegurar la victoria de Donald Trump en 2016. En realidad, WikiLeaks publicó documentos, los cuales insiste en que no fueron proporcionados por Rusia, que demuestran que los principales funcionarios del Partido Demócrata intentaron sabotear la campaña de Bernie Sanders en las elecciones primarias y que Hillary Clinton dio discursos a los banqueros de Wall Street prometiendo proteger sus intereses.

La carta califica a Assange como "un criminal peligroso y una amenaza para la seguridad mundial" que "debe ser llevado ante la justicia". La verdad es que Assange y WikiLeaks han seguido valientemente publicando documentos filtrados que exponen a los verdaderos "delincuentes peligrosos": los Estados Unidos, la clase dominante y sus aliados, y sus invasiones ilegales, asesinatos, operaciones de cambio de régimen y espionaje masivo.

En cuanto a "justicia", las agencias de inteligencia, detención y judiciales de Estados Unidos tienen un registro documentado de torturas, incriminaciones falsas, juicios fraudulentos y encarcelamientos de "combatientes enemigos" sin juicio.

La carta agrega: "Más recientemente, nos preocupó en particular saber que su Gobierno restauró el acceso al internet de Assange". Esta también es una afirmación falsa.

El viernes pasado, bajo el pretexto de restaurar parcialmente el derecho de Assange a acceder el Internet y recibir visitantes, el Gobierno de Moreno trató de imponer un nuevo "protocolo especial" que proporciona un pretexto para rescindir el asilo que el anterior Gobierno ecuatoriano de Rafael Correa le otorgó en 2012.

Quien quiera visitar a Assange tendría que avisarle a la embajada ecuatoriana con tres días de antelación y esperar la autorización por escrito del jefe de la embajada, que podría rechazarse o cancelarse arbitrariamente sin dar ninguna razón. Los visitantes tendrían que proporcionar a las autoridades ecuatorianas todos los detalles de identificación y entregar o limpiar todos los teléfonos móviles y otros dispositivos de comunicación.

Assange, cuya salud se ha visto gravemente afectada por haber estado atrapado dentro de la pequeña embajada durante seis años, tendría que someterse a evaluaciones médicas trimestrales obligatorias que podrían proporcionar el pretexto para una "evacuación médica" forzada.

Lejos de restaurar los derechos democráticos básicos de Assange, el protocolo reforzaría el silenciamiento político impuesto por Ecuador en marzo. En violación directa del derecho de asilo, busca prohibirle que haga comentarios que critiquen o puedan ofender cualquier Gobierno, particularmente aquellos con "buenas relaciones" con Ecuador.

Assange tendría que "cumplir escrupulosamente" con una "prohibición" de llevar a cabo cualquier "actividad que pueda considerarse como una injerencia política en los asuntos internos de otros Estados, o que pueda perjudicar las buenas relaciones de Ecuador con cualquier otro Estado".

El protocolo establece que el incumplimiento de cualquiera de sus obligaciones "conllevará, además de otras posibles consecuencias, la terminación del asilo del Sr. Julian Assange".

Una de las posibles razones para una solicitud de Estados Unidos para extraditar a Assange puede ser una acusación contra el editor de WikiLeaks por la investigación de Mueller sobre la supuesta "interferencia de Rusia" en las elecciones presidenciales de 2016. Las agencias de inteligencia estadounidenses, el Partido Demócrata y medios de comunicación como el New York Times y The Guardian han realizado un esfuerzo concertado para calumniar a Assange como agente tanto del régimen de Putin como de la campaña de Trump porque WikiLeaks publicó las incriminatorias revelaciones sobre Clinton.

En lo que podría estar relacionado con el intento de vincular a WikiLeaks con Rusia, el Gobierno de Moreno publicó esta semana documentos que pretenden revelar que intentó sacar a Assange de su embajada en diciembre pasado al nombrarlo consejero político de la embajada del país en Moscú.

Sin embargo, las autoridades británicas rechazaron rotundamente la solicitud de que Assange recibiera una tarjeta de identificación diplomática ecuatoriana. Según los documentos, una carta del 21 de diciembre de 2017 de la Oficina de Relaciones Exteriores británica dijo que los funcionarios del Reino Unido "no consideran que el Sr. Julian Assange sea un miembro aceptable de la misión".

La embajada de Rusia dijo en Twitter que el material era "otro ejemplo de desinformación y noticias falsas". La embajada repitió su negación de informes similares producidos por The Guardian el mes pasado. El asociado de WikiLeaks y exdenunciante británico Craig Murray también ha rechazado públicamente las afirmaciones de que Assange quería o pidió ir a Rusia.

Los archivos se hicieron públicos el martes a instancias de la legisladora derechista de oposición, Paola Vintimilla, cuyo Partido Social Cristiano se opuso a la decisión del Gobierno de Correa de otorgar la nacionalidad a Assange. Assange, un ciudadano australiano, se vio obligado a recurrir a Ecuador en 2012 porque el Gobierno dirigido por el Partido Laborista en Australia se alineó totalmente con el Gobierno de Obama y le negó el derecho a asistencia y protección contra persecución.

Bajo Moreno, quien asumió la Presidencia en mayo de 2017, el Gobierno de Ecuador emprendió contra WikiLeaks y Assange como parte de sus esfuerzos para fortalecer las relaciones con Washington. La decisión de interrumpir sus derechos de comunicación y visitas el 28 de marzo de este año se tomó un día después de que Estados Unidos y Ecuador mantuvieran discusiones militares de alto nivel. Desde entonces, Moreno ha amenazado repetidamente con repudiar el asilo político de Assange en un aparente esfuerzo por presionarlo para que abandone "voluntariamente" la embajada.

A medida que se intensifica la conspiración contra el editor de WikiLeaks, el World Socialist Web Site reitera su llamado a todos los defensores de los derechos democráticos a luchar por la libertad incondicional de Julian Assange. Es un componente esencial de la lucha más amplia en defensa de la libertad de expresión y un medio independiente y crítico en oposición a la creciente censura de opiniones opositoras por parte de los Gobiernos y gigantes corporativos como Facebook y Google.

(Publicado originalmente en inglés el 18 de octubre de 2018)

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[17 de junio de 2018] 

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