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Crecen manifestaciones en Hong Kong

Miles de personas el 10 de octubre se sumaron a los manifestantes en los centros de protesta en el centro de Hong Kong después de que el gobierno suspendiera las conversaciones con los líderes estudiantiles programadas para la tarde de dicho día. Con las protestas que ahora entran en su tercera semana, los organizadores han amenazado con intensificar sus acciones a menos que reciban una respuesta a sus demandas de elecciones plenas y abiertas en 2017 para el cargo de presidente ejecutivo.

El secretario en jefe Carrie Lam, segundo oficial a cargo del territorio, deshecho las conversaciones antes planeadas, acusando a los dirigentes de la Federación de Estudiantes de Hong Kong (siglas en inglés, HKFS) y de hacer declaraciones públicas que "seriamente socavaba" la base para un diálogo constructivo. Lam se opuso, en particular, a los amagos de renovación de grandes protestas si las conversaciones fracasaban.

Incluso si hubieran procedido las conversaciones, sería poco probable llegar a un acuerdo. Lam reiteró ayer que las conversaciones tendrían lugar en el marco establecido por la Asamblea Popular Nacional de China. Se anunció a finales de agosto que la elección 2017 se celebrará bajo el sufragio universal, por primera vez, pero limitó a candidatos solo aquellos elegidos por un comité de nombramientos restringido por personal Pro-Beijing. Las organizaciones estudiantiles están pidiendo el veto de candidatos a ser removidos.

Al no haber podido suprimir las manifestaciones, Lam y otros altos funcionarios de Hong Kong se dirigieron a la ciudad vecina de Ghangzhou en el sur de China, aparentemente para asistir a un foro de negocios. El presidente ejecutivo Leung Chun-ying se juntará con ellos el domingo. Sin lugar a dudas, los líderes de Hong Kong usarán la oportunidad para conversar con los líderes del gobierno chino sobre la crisis política en el territorio.

Aunque Beijing ha dado públicamente su apoyo a Leung, la posición de este quedó debilitada el jueves por las revelaciones en la Fairfax Media en Australia que le había pagado en secreto US$6.4 millones de dólares en honorarios por una empresa australiana, UGL, durante su adquisición en 2011 de una firma británica de servicios inmobiliarios, DTZ Holdings, negociado que Leung ayudó a manejar.

Leung no era presidente ejecutivo de Hong Kong en ese momento y nadie ha alegado, hasta el momento, que haya hecho nada ilegal. UGL insiste en que el contrato fue "un acuerdo de no competencia en el mercado." Sin embargo, el dinero fue pagado en dos cuotas, en 2012 y 2013, después de que asumió el cargo en 2012. Por otra parte, UGL, tiene un contrato a largo plazo con el MTR Corporation controlado por el gobierno, que administra el sistema de metro de la ciudad, planteando cuestiones de conflicto de intereses.

Leung fue seleccionado como presidente ejecutivo, bajo el sistema actual, por un comité de 1,200 elegidos a dedo por Beijing. No era, sin embargo, la primera opción de Beijing en un "concurso" de tres candidatos. Él sólo consiguió el trabajo después de su principal rival, Tang Ying-yen, se vio afectada por una serie de escándalos dañinos. El tercer candidato de la oposición oficial campo Pan-demócrata, Albert Ho, obtuvo un lejano tercer lugar. Ho se prestó a dar simplemente una hoja de parra de legitimidad a la farsa. (Ver: "farsa electoral en Hong Kong revela tensiones sociales agudas").

La Comisión Independiente contra la Corrupción de Hong Kong anunció que ha recibido pedidos de Legisladores pandemócratas pidiendo investigar a Leung. Ho, el ex líder del Partido Democrático, dijo al New York Times que Leung tiene "doble lealtad – a la gente de Hong Kong a los que prometió servir, y a una empresa que tiene negocios activos en Hong Kong."

En el lugar de la protesta principal en el Almirantazgo, cerca de las oficinas administrativas centrales de Hong Kong, los líderes estudiantiles anoche rechazaron una declaración del Secretario Principal del Lam, que las protestas iban disminuyendo. El vicesecretario HKFS Lester Shum describió el rally allí, de más de 10,000 según el South China Morning Post, como una "bofetada en la cara" a Lam. El grupo de estudiantes temprano en el día amenazó con "escalar" su campaña si el gobierno se negaba a hablar, y mencionó la opción de re-tomar el bloqueo el edificio del gobierno.

Cualquier reanudación del bloqueo llevaría probablemente que una confrontación. La semana pasada, el presidente ejecutivo Leung advirtió que la policía tomaría "todas las medidas necesarias" para asegurar que empleados del gobierno lleguen a sus puestos de trabajo. En respuesta, grupos de estudiantes y la otra organización de protesta, Occupy Central, levantó el bloqueo pero ha mantenido presencia en dos sitios de protesta: las calles y en Almirantazgo.

Tras la ruptura de las conversaciones, los manifestantes comenzaron a consolidar su ocupación de las calles construyendo carpas, servicios-higiénicos y duchas móviles. La policía llamó para la eliminación de los obstáculos que bloquean las carreteras principales, pero no dieron una fecha límite.

El gobierno de Hong Kong ha tratado de explotar la frustración causadas por las interrupciones de las manifestaciones entre capas de las empresas y los trabajadores. Una coalición de camioneros fijó un plazo de 15 de octubre para abrir las carreteras y advertido que eliminaría cualquier barricada existente.

Los EE.UU. ha adoptado hasta ahora el enfoque de perfil bajo, pidiendo "moderación" por Beijing y las autoridades de la ciudad y apelando al diálogo para relajar las situaciones. El jueves, sin embargo, la Comisión Ejecutiva del Congreso sobre China emitió su informe anual 2014 sobre los derechos humanos para defender una mayor intromisión en la política de Hong Kong.

La comisión, que incluye a legisladores y funcionarios del gobierno de Obama, expresó su preocupación por la "debilidad del Estado de Derecho y las libertades que distinguen a la China continental de Hong Kong." llamó a centrarse más en Hong Kong a través de reuniones de alto nivel y visitas al territorio, y legislación norteamericana requiriendo que la secretaria de Estado de EE.UU. informe "sobre las condiciones en Hong Kong de interés a los Estados Unidos."

La preocupación de Washington por los "derechos humanos" en Hong Kong no es más que una coartada para socavar el dominio de Beijing sobre esa ciudad que ha administrado como una zona especial desde que Gran Bretaña entregó la ex colonia en 1997. El gobierno de Obama está comprometido en una ofensiva diplomacia y escalada militar contra China en toda la zona como parte de su "pivote a Asia."

El Ministerio de Relaciones Exteriores de China emitió un comunicado criticando la comisión por enviar "señales equivocadas" acerca de las protestas de Hong Kong. Hablando en Berlín, el premier chino Li Keqiang declaró: "los asuntos de Hong Kong son asuntos internos de China y cada país debe respetar la soberanía de los otros."

Al gobierno chino le preocupa que Estados Unidos no sólo explotará las protestas para aumentar su influencia sobre en Hong Kong, sino que tiene como objetivo fomentar el malestar político en la parte continental de China en condiciones de una fuerte desaceleración económica y crecientes tensiones sociales.

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