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Roma en riesgo de una quiebra tipo Detroit

Este artículo apareció originalmente en ingles el 4 de marzo del 2014

El recientemente nombrado, sin haber sido electo, gobierno del primer ministro Matteo Renzi (Partito Democratico, PD), aprobó un decreto el último viernes, el supuesto tercer rescate de Roma (salva-Roma ter). Éste provee un "salvataje" de 570 millones de euros (786 millones de dólares) para la capital italiana, un avance sobre futuros ingresos, siempre en el contexto de un hoyo presupuestario de 816 millones (1.12 billones de dólares). El incremento impositivo adicional en los servicios básicos fue dejado a discreción del Consejo de la Ciudad.

El decreto de rescate evita temporalmente la quiebra de la ciudad, permitiéndole por un corto período continuar sus operaciones y pagar los salarios de unos 25 mil empleados. Las comparaciones con Detroit se han hecho comunes en los últimos días. El día antes de que el decreto fuera firmado, el diario neoyorquino Wall Street Journal comentó: "La Ciudad Eterna está ahora tambaleando al borde de una quiebra tipo Detroit". El International Business Times tituló una columna, "Roma al borde del colapso, se avecina una quiebra tipo ‘Detroit.'"

Estas comparaciones son ciertamente adecuadas. Como los procedimientos federales de quiebra de Detroit en los EE. UU., el decreto inequívocamente prepara las condiciones de un asalto devastador y sin precedentes sobre trabajadores y servicios públicos, así como también una potencial venta de sus invaluables recursos, que sólo pospone una crisis aún mayor y una posible insolvencia.

Las consecuencias de este salvaje ataque irán más allá de los límites municipales de Roma. Serán un ejemplo para el resto de Italia y la Unión Europea (UE). A la cabecera del Consejo de la Ciudad, Mirko Coratti admitió "Que la capital italiana se pusiera en mora daría lugar a una reacción en cadena que podría extenderse a lo largo de la economía nacional."

Dos decretos "Salva Roma" anteriores no fueron aprobado -uno en diciembre, otro más temprano en febrero—, mientras la elite política buscaba cada vez más crear el clima de falsa emergencia capaz de preparar el terreno para medidas más drásticas.

El aprobado decreto fija especialmente condiciones draconianas que se asemejan a los imperativos impuestos por la Troika de potencias europeas sobre Grecia el año último. El alcalde de Roma, Ignazio Marino, también del PD y un cirujano de trasplante que estudio en EE. UU., tiene la tarea de presentar un plan presupuestario que efectivamente cierre el hoyo negro financiero que "se come" a la ciudad.

Importantemente, el decreto impone un "investigación de los requerimientos de personal en las compañías" afiliadas a la municipalidad. El lenguaje evoca redundancias, despidos e intensificación del trabajo. Las dos compañías de servicio más grandes que son el objetivo inmediato son Ata,c la cual provee transporte público, y Ama, que administra los servicios de recolección de basura.

Las dos compañías han sido objetivo de una campaña de desprestigio sin descanso, que tiene la intención de fijar la responsabilidad por la crisis presupuestaria de la ciudad en ellas, o, más correctamente, en sus trabajadores, usualmente descritos como ineficientes, flojos y culpables de ausentismo en el trabajo.

Con la excusa de "adoptar innovadores modelos para la administración de los servicios", lo que incluye "recurrir a la liberalización", la medida comenzará la privatización de servicios sociales cruciales, tal como el transporte y la recolección de basura.

Otros servicios de la ciudad estarán "a disposición" o serán "eliminados", con los consiguientes despidos. Dentro de éstos, la cultura es un objetivo. Zetema, una compañía que opera con un presupuesto anual de 40 millones para actividades y servicios culturales, reducirá su tamaño, incluso quizás cierre.

Significativamente, el decreto también amenaza el inmenso legado cultural e histórico de Roma, en tanto establece los términos para la venta de algunos preciosos inmuebles de la ciudad, un giro que se asemeja mucho la venta del arte planificada para el instituto de Arte de Detroit por el administrador de emergencia de Detroit, Kevyn Orr.

Desde el comienzo de la crisis financiera de 2008, la ciudad de Roma ha venido enfrentando crecientes problemas. Sus administradores han buscado soluciones de corto plazo, o se han visto involucrados en oscuras transacciones de derivados financieros que han profundizado la crisis presupuestaria de la Ciudad Eterna.

Contrario a la cantilena incesante de los medios que sostiene que los trabajadores y administradores ineptos son la causa principal del desbalance financiero de Roma, el rol del capital financiero y los esquemas de derivados está emergiendo como el componente principal de esta crisis.

Dos años atrás, surgió evidencia de que muchas municipalidades italianas habían adquirido derivados y otros instrumentos financieros similares, que desestabilizaron fuertemente las cuentas públicas. Roma no es una excepción. Una investigación preliminar realizada por la congresista Carla Ruocco del Movimiento Cinco Estrellas (MoVimento 5 Stelle, M5S, la organización de Beppe Grillo), encontró que en 2008 la Ciudad había reportado pérdidas por 147 millones de euros provenientes de nueve derivados financieros que ésta había comprado.

En 2012, el Comisionado Especial Massimo Varazzani liquidó siete de los nueve. Su oficina fue examinada por la investigación y rechazó en dos ocasiones liberar cualquier información, considerando la investigación "como un monitoreo inadmisible de las tareas de la administración". El lenguaje muestra un sorprendente desprecio hacia el gobierno democrático.

Debe ser notado que la intención de Carla Ruocco es corroborar la posición de su partido que afirma que las finanzas de la ciudad no deben ser rescatadas, porque cualquier movida en este sentido solo protegería a "la casta", en referencia a la elite política. En particular, M5S se enfoca en distintos privilegios disfrutados por los políticos, tales como las supuestas "rentas de oro" y otras gratificaciones.

Mientras el M5S se presenta como el campeón en la lucha contra la corrupción, el verdadero objetivo de su política es dejar en la miseria 25 mil trabajadores. El grupo de Grillo continúa su campaña a favor de la austeridad y por la abolición de las municipalidades locales y las provincias, y de esta forma eliminar decenas de miles de trabajos considerados por Grillo como "parasitarios".

Pero los trabajadores no tienen ningún tipo de amigos dentro del los grupos políticos. La nombramiento antidemocrática de Renzi ha disfrutado del apoyo de los sindicatos y de toda la seudoizquierda.

Completamente conscientes de la destructiva Acta de Empleo de Renzi, una política que efectivamente barre con derechos obreros básicos como el contrato, los beneficios y la protección salarial Susana Camusso, presidente del la antiguamente estalinista Confederación General Italiana del Trabajo (Confederazione Generale Italiana del Laboro, CGIL), confirmó su apoyo al reciente acuerdo con Confindustria (Confederazione General dell'industria italiana, la asociación de industriales), que esencialmente fija sanciones a los trabajadores que no se subordinen a cláusulas regresivas como la prohibición de huelgas.

Todas las organizaciones de la seudoizquierda apoyan a los sindicatos y su abierta colaboración con gobiernos y patrones. Lo que queda de la Izquierda Anti-Capitalista de Franco Turigliatto, un conglomerado pablista de oportunistas políticos, reconoce las traiciones de sindicatos como CGIL. Sin embargo, sostiene que los trabajadores deben formar un "frente unido" con todas aquellas fuerzas de la "izquierda", a partir del mismo sindicato que se ha demuestra haberse convertido en instrumento de todos los ataque contra ellos.

Nichi Vendola, dirigente de Izquierda Ecología Libertad (Sinistra Ecologia Libertá, SEL) es aún más evidente en sus zig-zags. Hasta el momento en que Renzi asumió en el poder, Vendola fue uno de sus más firmes apoyos. Reclamaba que "es necesario un cambio en el Partido Democrático de Renzi", que "Renzi ha roto todos los viejas pautas", e incluso que "con Renzi debemos trabajar para formar una coalición alternativa". Sin embargo para mejor falsear una postura izquierdista, el partido de Vendola emitió un voto de "no-confianza" contra el gobierno de Renzi el 24-25 de Febrero.

Refundación Comunista (Rifondazione Comunista, PRC) posa como defensora de Roma contra las privatizaciones y despidos del decreto de Renzi. En realidad, el partido está negociando abiertamente con el primer ministro. Los administradores locales del PCR, Maurizio Acerbo y Francesco Marola firmaron una apelación apoyando "la intervención de Renzi en esta emergencia (de la educación pública) que es producto de los desproporcionados recortes de recursos votados por su partido". En otras palabras, están de acuerdo con la necesidad de recortar los programas sociales.

Los trabajadores romanos e italianos deben asimilar las lecciones de sus hermanos y hermanas de Detroit. La Investigación de Detroit (Detroit Inquiry) auspiciada por el Partido Socialista por la Igualdad (SEP) de EE.UU. debe servir de disparo inicial para una movilización internacional contra todos los agentes del capitalismo."

Traductor: Manuel Salgado

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