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Perspectiva

Informe del Departamento de Justicia sobre Policía de Ferguson condena al capitalismo estadounidense

El Departamento de Justicia de Estados Unidos dio a conocer un informe el miércoles 4 de marzo sobre el Departamento de Policía de Ferguson, Missouri. El documento es una crónica de brutalidad sistemática y gratuita, de violencia y palpable criminalidad policial llevada a cabo en violación de los derechos constitucionales de población de esa ciudad.

El informe señala que la policía de Ferguson –culpable de la muerte de Michael Brown, en agosto del 2014, un adolescente que no portaba armas— detiene a personas "sin ninguna razón o sospecha razonable y sin causa probable en violación de la Cuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos; pisotea el derecho a la libertad de expresión; se venga contra los que protestan, en violación de la Primera Enmienda; y hace uso excesivo de la fuerza, en violación, también, de la Cuarta Enmienda ".

El documento contiene numerosos ejemplos de abusos brutales. Por ejemplo, se refiere a un incidente en que la policía soltó un perro contra un niño de catorce años de edad, e inmediatamente después "lo golpeó mientras estaba en el suelo, uno de ellos le piso la cabeza con su bota." Después los oficiales "carcajearon sobre lo que había ocurrido ".

El informe también revela que la ciudad conduce lo que un juez compara a una "prisión de deudores". Escribe un montón de órdenes de detención y tira a los pobres en la cárcel con el fin de obligarlos a pagar multas de tránsito. Señala que, para los habitantes pobres y de bajos ingresos, "Las infracciones leves pueden generar deudas agobiantes, resultar en encarcelamiento debido a la imposibilidad de pagar, y terminar con la pérdida de licencias de manejar, empleos y viviendas".

Las condiciones descritas son una devastadora censura de todo el sistema económico y político de Estados Unidos. Las acciones de la policía estadounidense están mucho más de acorde con lo que se esperaría en una dictadura de algún país económicamente atrasado que en una gran potencia industrial, que pretende ser un modelo de la democracia para el mundo entero.

Obama respondió al informe Ferguson dos días después con su acostumbrado cinismo y engaño. Llamando a la actuación policial en Ferguson "opresiva y abusiva", Obama admitió que “parecía” que los manifestantes contra la violencia policial en la ciudad "no inventaban nada". Añadió, sin embargo, que el abuso no había sido algo " típico".

"La inmensa mayoría de los representantes de la ley tiene una muy difícil y peligrosa función, y la cumple bien", dijo Obama en Carolina del Sur. "Lo hace de manera justa, y lo hace con heroísmo."

Las loas de Obama a la policía "heroica" en Estados Unidos no quita que las acciones que el informe de Ferguson describe no son una aberración. En realidad, el propio Departamento de Justicia se refirió a similares malas conductas en otros informes sobre la actuación de la policía de Albuquerque, New Mexico y Cleveland, Ohio en el 2014.

En los últimos dos años, la policía ha asesinado a casi dos mil personas. En todo el país, las comunidades pobres y obreras viven temiendo a la policía, que posee el derecho de impunidad, en el servicio de la élite gobernante, para acosar y maltratar a la población.

Las observaciones de Obama siguieron a las de Eric Holder, el procurador general de Estados Unidos. Holder había dicho que los resultados de la investigación demuestran que las quejas de los manifestantes de Ferguson "eran demasiado reales". "Algunos de los manifestantes estaban en lo cierto", dijo.

Si hubiera estado presente algún reportero de integridad (como si tal individuo existiera en la sala de prensa de la Casa Blanca), le habría preguntado a Holder: "Si los manifestantes tenían razón, ¿cómo fue que usted se presentó en Ferguson durante lo peor de la represión policial contra los que protestaban el asesinato de Brown para participar en una sesión de fotos abrazando a Ron Johnson, el artífice de esa misma represión contra manifestaciones pacíficas”?

Nuestro periodista podría también señalar que la misma Casa Blanca asistió a Jay Nixon, gobernador del Estado de Missouri, en la movilización de la Guardia Nacional contra los manifestantes, y envió a más de cien agentes del buró federal de investigación (FBI) en una misión de espionaje contra los manifestantes.

La Casa Blanca ahora combina su reconocimiento vacuo (que los manifestantes "tenían razón") con su defensa absoluta de la decisión de sostener la impunidad de Darren Wilson por asesinar a bala a Brown a la luz del día. Obama hizo hincapié el viernes en defender explícitamente la decisión del Departamento de Justicia no acusar de nada a Wilson –no obstante un proceso judicial chueco del gran jurado— como si las acciones de este policía asesino no fueran un ejemplo de las condiciones que describe el informe Ferguson de ese mismo día.

La criminalidad de la policía estadounidense es congruente con el maquinar del todo el estado, y de la aristocracia financiera y empresarial con las manos en la manija. En su respuesta, el gobierno de Obama sigue un guión acostumbrado. Siempre que la criminalidad del Estado yanqui sale a la luz pública, Obama admite esos crímenes. Al mismo tiempo actúa para que asegurar la impunidad de quien quiera esté involucrado en ellos, pretendiendo que nada tiene que ver la Casa Blanca tuvo nada en el escándalo del momento.

En mayo del 2013, Obama dio un discurso donde dijo: “No creo que es constitucional que gobierno ataque y mate a ciudadanos estadounidenses con vuelos drones, sin proceso debido. Tampoco debe ningún presidente ordenar vuelos de drones armados sobre los Estados Unidos".

Para ese entonces el presidente ya había dirigido los asesinatos con drones de múltiples ciudadanos estadounidenses; sólo dos meses habían pasado de cuando Holder había defendido el derecho presidencial asesinar con drones "sobre territorios estadounidenses."

También está el escándalo de la complicidad del gobierno en torturas. En agosto del 2014, el presidente Obama admitió que durante la última década y media, "Torturamos a gente ... llevamos a cabo cosas contrarias a nuestros valores." Siguiendo el patrón establecido, ninguno de los torturadores han sido castigados, aunque sus actividades estuvieron exhaustivamente descritas en el informe del Comité de Inteligencia del Senado, publicado el año pasado. Han pasado sólo meses de la publicación de ese informe, pero los medios de difusión, bajo el directo control de las corporaciones ahora actúan como si el informe nunca hubiera existido.

La misma norma es evidente en tantas revelaciones de delincuencia deliberada por los bancos y los especuladores de las casas financieras. Un documento del 2011 del Subcomité Investigativo Permanente del Senado estadounidense sobre el crac de Wall Street demostró contundentemente que ejecutivos de los principales bancos (Goldman Sachs, Deutsche Bank y otros) había cometido crímenes que merecen penas de prisión. El Senado entregó el informe al Departamento de Justicia. Nadie fue acusado, ni tuvo que comparecer ante tribunal alguno.

En todos estos escándalos, todos los grupos de poder colaboran para que nadie tenga que responder por nada. El mismo informe sobre Ferguson concluye con sólo unas pocas propuestas vacías y sin dientes para "reforma”, no obstante su evidencia condenatoria.

Todos los responsables gozan de la impunidad porque todos estos enormes crímenes son parte de una conspiración criminal aún mayor de la oligarquía financiera para mantener a la gran masa de la población en la pobreza y humillación.

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