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El significado del voto rechazo al contrato con la Fiat-Chrysler en Estados Unidos

Los trabajadores automotrices de los Estados Unidos han rechazado abrumadoramente el contrato tentativo anunciado hace tan sólo a mediados de septiembre por Dennis Williams, presidente del Sindicato de Trabajadores Automotrices Unidos (United Auto Workers, UAW) y Sergio Marchionne, director ejecutivo de la Fiat Chrysler América (FCA). El primero de octubre, la UAW oficialmente anunció que el rechazo con un 65 por ciento de los votos en contra. En muchas plantas el porcentajes de votos por el "no" fue considerablemente mayor.

El voto es un hito en el desarrollo de la lucha de clases en Estados Unidos. Es la primera vez en 33 años que automotrices rechazan un contrato nacional. Los obreros han derrotado con fuerza los esfuerzos combinados de las compañías automotrices, la UAW y los medios corporativos, quienes usaron mentiras, amenazas e intimidaciones, para hacer aprobar un contrato que expande el odiado sistema de dos niveles; inicia un ataque mayor al cuidado a la salud de los actuales trabajadores; y allana el camino para más despidos.

El voto NO es el comienzo de una contraofensiva contra implacables ataques de muchas décadas: desde el primer contrato de concesiones en Chrysler en 1979 hasta la forzada bancarrota y reestructuración de la industria automotriz llevado a cabo por la administración Obama en el 2009. Durante este período, los organizaciones que reclaman ser sindicatos abandonaron todas las pretensiones de organizar resistencias y abandonaron las funciones más básicas con las cuales estuvieron tradicionalmente asociadas.

Desde los finales de los setenta, todos los sindicatos trabajaron para erradicar cualquier expresión abierta de oposición a los dictados de las corporaciones y el gobierno. Todos los contratos fueron de concesiones. Cualquier conexión entre el incremento de la productividad y el mejoramiento de los salarios y beneficios ha sido roto. Esa ha sido una razón principal de la devastadora caída de las condiciones de vida para la clase trabajadora a través del país.

Los trabajadores en las plantas automotrices no han conocido nada que no sea concesiones. El enojo y la frustración van en aumento y engendran un creciente sentimiento de resistencia.

El cambio de consciencia detona el polvorín de oposición a Fiat-Chrysler. Tan completa es la alienación de los sindicatos de los trabajadores que el enorme voto por el "NO" sorprendió al liderazgo de la UAW. Reaccionando al rechazo del acuerdo, los sindicatos y sus aliados en los medios de difusión están tratando la debacle como si fuera sólo cuestión de relaciones públicas, un falta de comunicación.

Los comentarios de los medios principalmente lanzan su inquina contra el papel de las "redes sociales". Les molesta a los comentaristas las amplias discusiones del contrato entre los trabajadores de base, un proceso que fue facilitado por el noticiero Autoworker Newsletter (Noticiero obrero Automotriz) del WSWS. En las dos últimas semanas varios miles de trabajadores automotrices han leído y discutido el Newsletter todos los días. Newslette dice la verdad sobre el contrato, contrarrestando las mentiras de la UAW y develando la conspiración sindical corporativa contra los trabajadores. Es un plataforma de opiniones para los trabajadores. Muchos obreros apoyan la campaña del WSWS por la formación de Su llamado por la de comités de base en las fábricas, independientes de la UAW.

Ahora que el contrato ha sido derrotado, las compañías automotrices, la UAW y la administración Obama se encuentran en intensas discusiones sobre cómo responder a la rebelión de los trabajadores. Sin importarles el voto de los trabajadores, ellos intentan que se apruebe para alcanzar sus objetivos. Bajo estas condiciones, la cuestión de una lucha continua, organizado y coordinada por comités de base en las fábricas, asume inmensa importancia.

Hace más de 75 años, León Trotsky, principal líder de la Revolución Rusa y el fundador de la Cuarta Internacional, explicó la importancia de los comités de fábricas en el desarrollo de la lucha de clases. Trotsky, un duro crítico del conservadurismo de los sindicatos incluso en un período en que participaron en importantes luchas de clase, hizo un llamado a la formación de semejantes comités en cada lugar de trabajo en el documento de fundación de la Cuarta Internacional, redactado en 1938.

"El principal significado de los comités", escribió, "es que se transforman en estados mayores para las capas obreras que, por lo general, los sindicatos no son capaces de movilizar. Los comités de fábricas “inauguran un período prerrevolucionario, sino directamente revolucionario, entre el régimen burgués y el régimen proletario". Esto es, abren las puertas a la lucha de la clase trabajadora contra el sistema capitalista.

Desde que estas palabras fueron escritas, los propios sindicatos han pasado por una degeneración colosal, particularmente en las últimas cuatro décadas. Estas organizaciones, que aun en su apogeo conspirban en la subordinación de la clase trabajadora al sistema capitalista, han respondido a la globalización de la producción y el declive del capitalismo estadounidense integrándose de una manera cada vez más directa en el andamiaje de la administración corporativa.

La UAW y la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales ( American Federation of Labor-Congress of Industrial Organizations, AFL-CIO) de ninguna manera pueden ser considerados organizaciones de trabajadores. Son una fuerza policial para controlar al trabajador, buscando imponer las demandas de las corporaciones mientras que al mismo tiempo persigue los intereses del estrato privilegiado de clase media alta que reina por sobre los sindicatos.

El World Socialist Web Site y el Partido Socialista por la Igualdad anticiparon que la evolución de la lucha en la clase trabajadora asumiría de manera inevitable la forma de un enfrentamiento con los sindicatos. El llamado de la Newsletter a la formación de comités de base en las fábricas tiene como objetivo superar la dictadura de estas organizaciones en las fábricas e impulsar de cualquier forma posible la iniciativa independiente de los trabajadores mismos.

Esta perspectiva ha recibido una poderosa confirmación. Las organizaciones de clase media y de seudoizquierda que han insistido que no es permisible oponerse a la autoridad de los sindicatos quedan políticamente develadas. Estas condenan todos los días al WSWS por ser "sectario”, y por rechazar trabajar con el aparato sindical y el Partido Demócrata con el cual está alineado. Para ellos "sectario" significa luchar por la independencia política de la clase trabajadora, que sólo es posible rompiendo las cadenas de los sindicatos sobre los trabajadores.

La rebelión de los trabajadores automotrices es una expresión de la reemergencia de la lucha de clases en Estados Unidos. Esto tiene un significado internacional. La clase gobernante estadounidense, con sus aspiraciones de dominación global, encara dentro de su nación una fuerza social revolucionaria cada vez más enojada, hostil y revolucionaria. Es un proceso que deberá adquirir, y adquirirá, una forma política cada vez más abierta dirigida contra los cimientos sociales del dominio de clase y contra el propio sistema capitalista.

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