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Perspectiva

Washington intenta silenciar a WikiLeaks

La restricción del acceso a Internet de Julian Assange, el fundador de WikiLeaks, es otro episodio repugnante en la campaña electoral presidencial estadounidense cuya degradación política ya toca fondo.

En verdad, Assange ha estado efectivamente preso en la embajada de Ecuador en Londres por más de cuatro años y ahora encara una limitación más a su contacto con el mundo exterior.

El martes15 de octubre, el Ministerio de Asuntos Exteriores de Ecuador confirmó la acusaciónn de WikiLeaks, afirmando que Ecuador ordenó restringir la conexión de Internet de Assange bajo presión del gobierno de Estados Unidos. En un comunicado, el ministerio dijo que WikiLeaks ha "publicado una gran cantidad de documentos que tienen un impacto sobre la campaña electoral en Estados Unidos” y agregó que el gobierno de Ecuador "respeta el principio de no intervención en los asuntos de otros países” y “no se inmiscuye en procesos electorales en curso.” Por ello, la declaración afirma, el gobierno ecuatoriano decidió "restringir[le] el acceso" a su sistema de comunicaciones en la embajada de Ecuador en Londres.

La declaración del gobierno burgués del presidente de Ecuador, Rafael Correa, es un caso de hipocresía y cobardía. Al ser cómplice la supresión de WikiLeaks por parte del gobierno estadounidense, Quito interviene en las elecciones estadounidenses a favor de la clase gobernante y en contra de los derechos del pueblo. Si Correa espera que su profesada sensibilidad hacia el "principio de no intervención" será correspondido, debería recordar el destino del presidente de Honduras, Manuel Zelaya, quien fue derrocado en un golpe de Estado orquestado por la ex Secretaria de Estado, Hillary Clinton, en el 2009.

WikiLeaks publicó informes afirmando que el Secretario de Estado, John Kerry, le había exigido al gobierno de Ecuador que llevara a cabo su acción "en el marco de las negociaciones" que rodean el fallido acuerdo de paz de Colombia el mes pasado en Bogotá. El gobierno estadounidense intervino para evitar que cualquier revelación adicional dañara la campaña de Clinton, quien es claramente la favorita del complejo militar y de inteligencia estadounidense, así como de los bancos de Wall Street .

Todavía no se sabe bien si el Departamento de Estado fue la única entidad presionando a Ecuador en nombre de la campaña de Clinton o si Wall Street también intervino directamente. Puede ser más que una coincidencia que se restringió su acceso a Internet después de divulgar los discursos de Clinton a Goldman Sachs.

En la primavera del 2014, el gobierno de Ecuador se comprometió a transferir más de la mitad de sus reservas de oro a Goldman Sachs Group Inc. durante tres años en un intento de recaudar dinero en efectivo para cubrir un déficit creciente provocado por la caída de los precios del petróleo. Supuestamente le envió 466.000 onzas de oro a Goldman Sachs, con un valor aproximado de $580 millones en ese entonces, a cambio de instrumentos financieros de ”alta seguridad" y un beneficio previsto de su inversión. No se requiere mucha imaginación creer que tal relación le daría a Goldman Sachs influencia considerable con el gobierno de Ecuador.

En cualquier caso, es evidente que la clase gobernante estadounidense está cada vez más desesperada para contener el flujo de correos electrónicos y documentos previamente secretos que exponen el verdadero carácter no sólo de Clinton, sino que de la política capitalista en su conjunto. WikiLeaks ha publicado más de 17.000 mensajes de correo electrónico de la cuenta del director de campaña de Clinton y prominente demócrata, John Podesta; y se cree que hay más de 33.000 aún por venir.

Las transcripciones de los discursos de Clinton a Goldman Sachs y otros bancos principales y grupos de patrones, por los cuales se le pagó un promedio de $200.000 por aparecer, son los más comprometedores. Exponen el funcionamiento de la oligarquía que gobierna EE.UU. y el pensamiento y las acciones de una persona política dispuesta a hacer cualquier cosa por avanzar los intereses de ese estrato gobernante, a la vez que se hace más rica y más poderosa.

En la campaña electoral, Clinton se ha disfrazado de "progresista" decidida a exigirle resultados a Wall Street. Pero en sus discursos a Goldman Sachs, dejó clara su defensa incondicional de los bancos y las casas financieras. En condiciones de indignación popular contra los banqueros y su papel involucrando a millones en la crisis financiera del 2008, Clinton dio discursos alabando a los financieros de Wall Street e insistió que ellos estaban mejor equipados para regularse a sí mismos. Se disculpó con ellos por apoyar la ley de regulación financiera Dodd-Frank, diciendo que era una ley que hubo aprobarse por "razones políticas.”

Delante de su público de Wall Street, Clinton dejó claro que nada la inhibe ordenar matanzas en masa en el extranjero. Mientras que a sus audiencias públicas les dice que apoya una "zona de exclusión aérea" en Siria como una medida humanitaria para salvar vidas, confidencialmente le dijo a su audiencia en Goldman Sachs que tal medida “matará a muchos sirios” y se convertirá en “una incursión de EE.UU. y la OTAN que tomará [la vida de] muchos civiles." En el mismo discurso, declaró su disposición de bombardear a Irán.

Los correos electrónicos han dejado al descubierto la red de conexiones corruptas entre el Departamento de Estado, la Fundación Clinton, sus diferentes campañas y su red de donantes financieros y corporativos, que en conjunto constituyen una empresa casi criminal que podría describirse como "Clinton, Inc.”

Los medios de difusión corporativos ignoran o minimizan las revelaciones contenidas en el material de WikiLeaks. En su lugar, se han enfocado implacablemente en las acusaciones de conducta sexual indebida hechas contra el rival de Clinton, Donald Trump, del Partido Republicano.

La propia campaña de Clinton ha tratado de desviar cualquier pregunta con respecto a lo que dijo la candidata en sus discursos o las operaciones corruptas de su campaña al afirmar, sin prueba alguna, que el material publicado por WikiLeaks fue obtenido por el gobierno ruso y por lo tanto no es fiable.

Esta línea de argumentación sirve no sólo para desviar la atención del material de WikiLeaks, sino que también para promover las alegaciones neomacartistas de la campaña de Clinton de la intervención de Kremlin en nombre de Trump y para promulgar una campaña de propaganda destinada a preparar la opinión popular para una confrontación militar directa con Rusia.

Hay un aire de desesperación en el intento de suprimir el material de WikiLeaks. Chris Cuomo, un presentador de noticias de CNN y un partidario abierto de Clinton, hasta le mintió a su audiencia, alegando que era ilegal acceder a los mensajes de correo electrónico e insistiendo que se podía obtener información sobre los correos sólo a través del filtro de los medios corporativos.

Mucho antes de la difusión de los documentos relacionados con el Partido Demócrata, aparecía la determinación de los círculos gobernantes de callar a WikiLeaks violenta y repetidamente. Los funcionarios del Departamento de Estado presentaron un informe diciendo que en el 2010 — en medio de la enorme difusión de WikiLeaks de cables del Departamento de Estado estadounidense exponiendo las operaciones imperialistas en todo el mundo— Clinton, la ex Secretaria de Estado, le preguntó a sus subordinados: “No podemos simplemente matar a este tipo con drones?" Recientemente, Clinton dijo que no recordaba este comentario, pero que si lo hizo, fue una broma.

Durante el mismo período, sin embargo, Bob Beckel, el partidario de Clinton y agente del Partido Demócrata durante de muchos años, declaró en una entrevista televisiva en relación con Assange: "los muertos no puede hacer filtraciones. Este tipo es un traidor, es traidor, y ha roto todas las leyes de los Estados Unidos ... sólo hay una manera de hacerlo: dispararle ilegalmente al hijo de puta."

Para esta meta, la clase gobernante estadounidense se ha limitado a montajes judiciales y difamaciones, contando con la ayuda de sus sirvientes tanto en los medios como en la seudoizquierda, grandes secciones de la cual se han unido a la caza de brujas contra Assange o minimizado su victimización.

El vehículo principal de esta campaña de persecución ha sido acusaciones de mala conducta sexual fabricadas y perseguidas por las autoridades suecas que actúan en complot con los EE.UU. y los gobiernos británicos. A principios de este año, el Grupo de Trabajo sobre Detención Arbitraria de la ONU concluyó que Assange había sido "privado de su libertad de manera arbitraria,” lo cual significa que el grupo llegó a la conclusión de que el caso sueco constituye una incriminación motivada por la política.

Completando el intento actual de silenciar a Assange, se inventa un montaje aún más extraño y sucio ha para tratar de difamar al fundador de WikiLeaks con cargos de tomar dinero de Rusia y de pedofilia.

En el centro de estas acusaciones aparece un servicio de citas en línea poco conocido, Toddandclare.com, que intentó atraer a Assange con un supuesto acuerdo para filmar un anuncio para el sitio, por el cual supuestamente se le pagaría $1 millón por parte del gobierno ruso. Cuando WikiLeaks rechazó esta provocación absurda, el mismo sitio afirmó que Assange había sido acusado de tener contacto inapropiado a través del sitio con un niño canadiense de ocho años de edad visitando las Bahamas. Esta acusación ha sido invocada en un intento de presionar a la ONU para que abandone su demanda de que se termine la persecución de Assange.

Incluso una rápida investigación deja claro que estas acusaciones son una grotesca fabricación. La policía de las Bahamas ha declarado que no existe ningún cargo o proceso contra Assange. El servicio de citas no tiene una dirección de negocios, número de teléfono o la presencia corporativa en cualquier lugar en los EE.UU. Esto tiene toda la pinta de una empresa ficticia creada por la inteligencia de Estados Unidos con el propósito de perseguir a Assange.

El uso de tales tácticas es una medida de lo aterrada que se ha vuelto la clase dominante estadounidense al enfrentarse con creciente hostilidad masiva hacia los dos principales partidos políticos y sus dos candidatos aberrantes. Su temor es que la revelación incesante del funcionamiento interno de un gobierno de los ricos, por los ricos y para los ricos le está robando a la presente configuración política la poca legitimidad que tiene dentro de la población, y crea las condiciones para una radicalización política dentro de la clase obrera y para trastornos sociales, sin importar quien sea elegido el 8 de noviembre.

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