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A raíz de las revelaciones de Brazile, Sanders intensifica el llamado a revivir el Partido Demócrata

En entrevistas de televisión y una carta abierta a los partidarios políticos, el senador de Vermont Bernie Sanders ha renovado su promesa de lealtad eterna al segundo partido capitalista más antiguo del mundo. El envió un correo electrónico masivo con el título “Revitalizando al Partido Demócrata” el lunes, en vísperas de las elecciones fuera del año en Nueva Jersey y Virginia, que los demócratas ganaron por amplios márgenes.

La declaración es la primera respuesta importante de Sanders a las revelaciones de Donna Brazile, la ex presidente interina del Comité Nacional Demócrata (DNC), sobre la toma del DNC por la campaña de Hillary Clinton en agosto de 2015, seis meses antes de que se emitieran los primeros votos en el concurso nominación presidencial.

El acuerdo de recaudación de fondos conjunto entre la campaña de Clinton y el DNC otorgó a Clinton poder de veto sobre los nombramientos y acciones de DNC, a pesar de que sus propias reglas requerían que el organismo del partido principal permaneciera neutral en el concurso de nominación entre Clinton, Sanders y varios otros candidatos.

En lugar de condenar la descarada colusión, que llevó al DNC a respaldar a Clinton en todos los puntos durante la pelea de nominación, Sanders citó las revelaciones de Brazile como un argumento para unirse con los antiguos asesores de Clinton que ahora dirigen el DNC, como el actual presidente de DNC Thomas Pérez, que fue secretario de trabajo en la administración Obama y respaldó a Clinton por la nominación presidencial demócrata.

Sanders escribió: “Lo que el fragmento de libro recientemente publicado de la ex presidenta interina del DNC Donna Brazile dejó en claro es que, a menos que actuemos juntos, no vamos a ser efectivos ni para enfrentar a Donald Trump ni para detener la agenda derechista extremista.

“Para hacer eso, debemos reconsiderar y reconstruir el Partido Demócrata. Necesitamos un Partido Demócrata que abra sus puertas a nuevas personas, nueva energía y nuevas ideas. Necesitamos un Partido Demócrata que sea verdaderamente un partido de base, donde las decisiones se tomen de abajo hacia arriba, no de arriba hacia abajo”.

Contrariamente a Sanders, el Partido Demócrata esta operado y es propiedad de Wall Street, no por el pueblo estadounidense. Es uno de los dos partidos capitalistas, controlados por la aristocracia financiera, que existe para dar la ilusión de elección política en las elecciones, mientras que ambos llevan a cabo las instrucciones de los multimillonarios.

Esta perspectiva no es nueva para Sanders. A pesar de su “independencia” nominal del sistema bipartidista, buscó la nominación presidencial demócrata y prometió desde el principio apoyar al eventual candidato demócrata. Una vez derrotado por Clinton, lanzó todo su apoyo al candidato que era el favorito de Wall Street y el aparato de inteligencia militar.

Su principal tarea durante la campaña de 2016, que continúa hoy, es darle a este partido corrupto de las corporaciones estadounidenses un brillo populista e incluso “socialista”. En su larga declaración por correo electrónico, Sanders describió una serie de reformas cosméticas que instó a sus partidarios a exigir al presidente del DNC, Pérez, y al Comité Nacional Demócrata de la Comisión de Reforma Democrática, formado por antiguos partidarios de Clinton y Sanders, así como miembros adicionales seleccionados por Pérez.

Estos incluyen reducir, pero no eliminar, a los superdelegados, abriendo la participación en primarias y asambleas electorales, y haciendo que los propios procedimientos y presupuestos del DNC sean más transparentes. En apoyo de este patético esfuerzo, Sanders instó a sus partidarios a firmar una petición a Pérez solicitando acción sobre las propuestas de reforma en la reunión final de la comisión del 8 al 9 de diciembre. Significativamente, no dijo nada en el correo electrónico sobre la decisión de Pérez de eliminar a varios simpatizantes de Sanders de los estatutos y comités de reglas del DNC.

Sanders continuó en esta línea en una serie de entrevistas después de las victorias de las elecciones demócratas del martes. Entrevistado por Anderson Cooper en CNN el miércoles, elogió a Donna Brazile por mostrar “una enorme cantidad de valentía” al exponer el trato secreto entre el DNC y la campaña de Clinton, pero se negó a describir la campaña de nominación como “amañada”. Continuó, “Anderson, para ser sincero contigo, mi trabajo, nuestro trabajo es seguir adelante, hacer todo lo posible para derrotar la agenda derechista del Partido Republicano en la administración Trump, no mirar atrás.”

El jueves, Sanders habló extensamente con el Washington Post sobre su llamado a la reforma del DNC, incluidos los cambios en cómo el DNC decide sobre el respaldo financiero para los candidatos a cargos locales, estatales y federales. “No tenemos transparencia”, dijo. “Esto es algo difícil, pero significa decir que no se puede tener a unas pocas personas en una reunión diciendo: Bueno, no podemos apoyar al tipo en Kansas. No podemos apoyar al tipo en Montana, o lo que sea. Ese proceso tiene que ser mucho más abierto”.

En otras palabras, la “reforma” del Partido Demócrata es una lucha sucia para ver cueles candidatos recibirán el dinero distribuido por el DNC de la recaudación de fondos de los “millonarios y multimillonarios” cuyo apoyo Sanders afirmó negar.

Según el Post, Sanders les dijo que las revelaciones de Brazile no deberían convertirse en una distracción. “A los medios les gustan todas las divisiones, y Clinton contra Sanders, bien”, dijo, pero no quería seguir con el tema.

Estos comentarios de Sanders no representan ningún cambio en su orientación, sino que solo establecen de manera más definitiva que continúa el curso político establecido durante su campaña para la nominación presidencial demócrata. Impresionado por el apoyo masivo de jóvenes y sectores de trabajadores por sus pretensiones (puramente nominales) de socialismo. Sanders busca desviar este movimiento hacia la izquierda entre los trabajadores hacia el camino sin salida que significa el sistema de los dos partidos controlados por las corporaciones. En fin, esto trata de establecer un control de ruta contra cualquier ruptura por parte de la clase trabajadora con Partido Demócrata.

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