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Falta dinero para docentes y libros de texto, pero…

CEOs, bancos y empresas cada vez con más plata

Dondequiera vivan en los Estados Unidos, los obreros oyen el mismo cuento del Partido Demócrata y Partido Republicano: no “hay plata” para sueldos decentes, pensiones o cuidado de salud. Los docentes de West Virginia, Oklahoma, Kentucky y de otros estados se sublevan contra los sueldos de hambre y años de destripamiento de presupuestos escolares. Los líderes sindicales y los políticos invariablemente responden que sus exigencias no son “realistas” e imposibles.

Una sarta de informes que se publicaron la semana pasada sobre ingresos patronales, lucro bancario, y de empresas que acumulan montañas de dinero contradicen esa fábula. Revelan que la oligarquía empresarial y financiera hoy día goza de la dicha de riquezas increíbles. El periódico Washington Post hizo pública el viernes antepasado información sobre el “Monte Everest de contante y sonante” que acaparan las empresas, luego de la reducción de impuestos, por el gobierno central, del diciembre pasado. “Las ganancias crecen que tanta rapidez que dejan atrás toda posibilidad de gastarlas productivamente”. Las quinientas empresas más grandes en la bolsa de Wall Street (Standard & Poors 500 index) “están agraciados por la cantidad más grande de dinero en la historia, casi 1,8 billones de dólares (1.8 trillion)”.

La abundancia que deriva de la reducción de impuestos del presidente Trump, aprobada sin ninguna seria oposición del Partido Demócrata, en vez de crear nuevos empleos bien pagados para reconstruir la desgastada infraestructura del país, se utiliza para comprar acciones, con el objeto de inflar los precios de las acciones y engordar las cajas fuertes de inversionistas adinerados y de altos ejecutivos, lo que es un malgaste parasítico de toda la riqueza que crea la clase obrera.

Tan solo en el mes de febrero, las empresas yanquis destinaron 150,7 mil millones de dólares para recomprar sus propias acciones. Se anticipa que tales actividades establecerán un record en el 2018, más que los 589 mil millones de dólares que se gastaron con ese propósito durante el año 2007; el año antes del crac de Wall Street. En la siguiente década, la clase capitalista estadounidense gastó 5,1 billones más comprando sus acciones ($ 5.1 trillion ).

En comparación, los maestros y maestras de la educación pública de Oklahoma, entre los peor pagados del país, exigieron doscientos millones para el presupuesto de educación, para dar marcha atrás a una década de salvajes ajustes. El gobierno del estado apenas concedió cincuenta millones, mientras que el sindicato (Oklahoma Education Association) “cantaba victoria”.

La cantidad que exigían los docentes apenas representa el 0,01 por ciento del tesoro amontonado por las empresas estadounidenses.

El “Everest” de dinero que controla, a lo más, el un por ciento del pueblo estadounidense está mucho por encima de las sumas destinadas por el gobierno central a las necesidades sociales. El presupuesto del Departamento de Salud y Servicios Humanos (Health and Human Development) es sólo sesenta por ciento de la montaña que las empresas atesoran. Esa pila es veintiséis veces más que el presupuesto del Departamento de Educación (Education), cincuenta y seis veces más grande que el presupuesto para Viviendas (Housing and Urban Development), ciento cincuenta veces más que el presupuesto del Departamento de Trabajo (Labor Department) y 225 veces más que el Departamento de Protección Ambiental (Environmental Protection Agency).

Acumulación de dinero de corporaciones

Según la información hecha pública hace una semana, sólo sería necesario apropriar los ingresos del 2017 de los tres mejor pagados ejecutivos para cumplir con la exigencia de los docentes para la educación pública de Oklahoma. Estos son: Hock E. Tan, de Broadcom (103,2 millones de dólares) Brian Duperreault, de American International Group (42,8 millones) y Mark V. Hurd de Oracle (40,8 millones). El total para los tres suma 186,8 millones de dólares.

Los informes de la semana pasada develan un saqueo salvaje de parte de una impune y ávara oligarquía financiera. El derroche de recursos y desvíó de riquezas sociales a las manos de esa élite tan fabulosamente rica hace que sea imposible resolver ninguno de los problemas sociales que afectan a la gran mayoría de habitantes.

La aceleración de gastos militares y la preparación de guerra mundial por parte de la clase de poder yanqui representa un adicional y tremendo derroche de recursos.

Ingresos de los altos administradores

Equilar, una empresa de estudios de ingresos de ejecutivos, publicó el once de abril su informe anual Equilar 100, un análisis de los ingresos de los gerentes en jefe (CEOs) de las cien compañías con mayores ingresos. Según ese análisis, el ingreso mediano de esos cién gerentes creció cinco por ciento en 2017 por sobre el año anterior, a un nivel de 15,7 millones de dólares anuales; el nivel más alto en once años.

En comparación el CEO típico de Equilar tiene un ingreso 235 veces mayor al del trabajador típico de esas cién empresas. Algunas empresas son mucho peor. El CEO del grupo Manpower, tiene un ingreso anual (doce millones de dólares) 2.483 veces mayor al del trabajador típico de esa empresa, que emplea 600.000 obreros con un sueldo mediano anual de 4.828 dólares. Para la empresa de tiendas Kohl la diferencia es 1.264 veces más.

Salario promedio de maestros en Oklahoma y CEOs

El ingreso promedio de un docente de educación pública en Oklahoma es 42.460 dólares. El ingreso medion de uno de los cien gerentes del estudio de Equilar es 374 veces más. El aumento que recibieron esos cien gerentes en 2017, 700 mil dólares es diecisiete veces el sueldo anual del maestro promedio de Oklahoma.

El segundo CEO mejor pagado, Brian Duperreault del gigante de seguros AIG (American International Group), con un ingreso anual de 42,8 millones de dólares, jugó un papel central en la orgía especulativa de bonos hipotecarios de alto riesgo, asegurando los creditos de alto riesgo que causó la crisis financiera de hace diez años, destrozando los ahorros y las vidad de millones de personas a través del mundo. AIG fue rescatada por el gobierno yanqui a un costo de ciento cincuenta mil millones de dólares.

Lucro Bancario

Durante estas últimas semanas los principales bancos de Wall Street han hecho públicas enormes ganancias, casi record, para el primer trimestre del 2018. El viernes antepasado, JPMorgan Chase, Citigroup, y Wells Fargo revelaron lucros de más de diecinueve mil millones de dólares durante el primer trimestre de este año.

JPMorgan, el banco más adinerado del paísn, reveló un lucro de 8,71 mil millones. Sus ganancias crecieron 35 por ciento sobre el mismo periódo del 2017. A principios de abril, su gerente en jefe, Jamie Dimons, publicó una carta a sus accionistas cautelando la posibilidad de que suban los sueldos y aconsejando al banco central de Estados Unidos (Federal Reserve Board) a subir las tasas de interés, deselerando el crecimiento del dinero e incrementando los intereses para impedir que ocurra un movimiento nacional pro aumento de salarios.

Lo mismo pasó con Citi Group (aumento de ganancias del trece por ciento) y con Wells Fargo (ocho por ciento). El lunes y martes pasados Bank of America reveló un aumento de ganancias del 34 por ciento y Goldman Sachs del 26 por ciento.

Una considerable parte del aumento explosivo de lucros en Wall Street se debe a la enorme reducción de impuestos a las empresas. Los cinco bancos mencionados se ahorraro mucho más que dos mil millones, como resultado del la reducción de sus tasas impositivas.

John Gerspach, gerente financiero en jefe de Citigroup, haciendo referencia a ese inusitado lucro causado por esta ley y otras medidas del gobierno de Trump (aprobadas tácitamente por los del Partido Demócrata), declaró a la prensa que las empresas recién comienzan a beneficiarse de los cambios. “Creo que lo mejor está por venir”, declaró.

Acabar con la desigualdad social y barrer con el sistema capitalista que la produce, son fundamentales asegurar los derechos básicos de la clase obrera: crear empleos, educación, cuidado de salud, viviendas, pensiones decentes, acceso a la cultura, un medio ambiente sano y una infraestructura moderna.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 18 de abril de 2018)

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