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Miembros de la caravana de refugiados se pronuncian

Cobertura en directo desde su campamento en Tijuana

Por varios días, la caravana de refugiados centroamericanos se ha quedado varada en la ciudad fronteriza de Tijuana frente al cruce peatonal de la frontera entre Estados Unidos y México . Alrededor de 200 personas han tenido que dormir sobre el pavimento, aguantando la llovizna y el frio de la noche al esperar el desenlace de sus solicitaciones para recibir el asilo .

De los más de 2.000 migrantes que se sumaron a la caravana a principios de la travesía, solo permanecen menos de 200 en Tijuana. Al momento de escribir este artículo solo se le ha permitido el ingreso a 28 de los integrantes para tramitar sus peticiones de asilo: menos del 1 por ciento del tamaño del grupo inicial.

Aunque la caravana ha sido el objeto del veneno racista y xenofóbico del Gobierno de Trump, ha recibido asistencia y apoyo de parte de voluntarios en ambos lados de la frontera, incluyendo comida, asistencia legal, cobijas, ropa, pañales, y toldoas para ofrecer algo de cobijo . Lejos de traer drogas o delincuencia, la realidad es que el grupo huye las condiciones horrendas en sus países de origen, resultado de décadas del sostén brindado por el imperialismo estadounidense a las dictaduras de los escuadrones de la muerte.

Periodistas del WSWS visitaron al campamento improvisado en Tijuana y entrevistaron a dos de los refugiados que compartieron sus experiencias. Describieron la violencia tanto de sus tierras natales como a través de su viaje a lo largo de México. Ambas personas mostraron un lúcida y profunda comprensión de la situación política, señalando que los Gobiernos de México y EUA colaboraron para obstaculizar el ingreso a sus respectivos países. Carlos, un albañil de 29 años de edad, contó su historia.

“La razones por venir fueron la falta de seguridad y le escasez de empleo. Todos aquí buscamos el asilo político, un empleo digno y una mejor oportunidad para nosotros. Venimos para trabajar. No venimos de delincuentes o para robar, o ‘robar trabajos’, que es lo que siempre se nos acusa.

“Lo que hace Trump con la construcción del muro y contra los inmigrantes no está bien. El mundo no fue creado con fronteras y países, esas las creamos nosotros.

“El Gobierno no ha cumplido con ninguna de sus promesas. Ninguna. Dijeron que nos iban a proveer con 200 visas, pero no hemos recibido ninguna hasta la fecha. Desde llegar a Tijuana han admitido 50 y de esos, de lo que yo he oído solo han dejado ocho ingresar . En cuanto a la política inmigratoria, el Gobierno de México son títeres, están a la orden de Trump.

“El pueblo, a diferencia con el Gobierno, nos ha asistido bastante con comida, con ropa, con agua, ofreciendo albergue. El pueblo de México en sí ha ofrecido mucha ayuda, sin la cual no pudiéramos haber llegado.

“A cada rato nos amenazaban, fuimos atacados por delincuentes, ocasiones en que nos extorsionaban, tratando de sacar todo lo que teníamos. En Sinaloa, hasta balacearon al tren al salir de uno de los túneles.

Otro refugiado, también llamado Carlos y de 29 años de edad, era comerciante de una tienda de abarrotes en Honduras. Le relató al WSWS, “Los periodistas siempre nos preguntan qué es lo que nos motivó a venir, y les digo: venimos huyendo a la violencia. Huimos de la delincuencia y el crimen organizado, que yo le puedo decir está aliada con el Gobierno.

“Algunos vienen con la mentalidad de que tienen que cambiar la respuesta cuando se les pregunta de sus motivos por venir, y dan razones económicas: buscar mejor trabajo, mejor oportunidad, con la idea de que les salga más fácil conseguir una visa.

“Pero no es una o la otra razón. Son las dos cosas. De un lado, hay violencia y, del otro, es que es muy difícil encontrar buen trabajo. Sesenta por ciento de los hondureños viven en pobreza, y de esos 40 por ciento viven en condiciones de pobreza extrema. Viven en menos de uno o dos dólares al día para toda la familia. La realidad es que todos venimos para acá por los efectos del crimen organizado, porque hay tanta violencia. Eso es para nosotros el mayor motivo. En el caso mío, asesinaron a tres de mis hermanos y me fui del país con mi familia en cuanto tuve la oportunidad.

“No había oído de la caravana hasta que estábamos casi en la frontera de México al pasar por Guatemala. Estábamos todos juntos con nuestras mochilas y todo lo demás que teníamos a la mano, y me dice un amigo que hay una “caminata” –así le puso, una caminata– para una caravana que llegaba hasta Tijuana.

“Fue agotador andar en pie, tomando La Bestia, yendo por autobús. La migra nos acosaba y nos extorsionaba constantemente. Camina uno por muy largas distancias aguantando el hambre, la sed, el agotamiento, el calor, no te puedo decir lo imposible que el calor hizo las cosas. Y encima de todo eso, muchos de nosotros tenían fiebre, afectando a jóvenes tanto como viejos. Se desmayaban del calor y con el sol.

“A diferencia con el Gobierno, el pueblo mexicano nos ayudó mucho con agua, pañales, ropa y comida.

“En Lechería [una estación de tren en la Ciudad de México] nos subimos a La Bestia, y poco después pararon el tren a medio camino. El Gobierno no quería dejarnos pasar más allá de la capital hacia Tijuana. Uno ve que por lo general a ellos no les interesaba nada asistir a los refugiados.

“Mas tarde, algunos de los que habían logrado conseguir sus visas iban delante de los demás, separándose del resto de la caravana. Resulta que los pararon los oficiales, y allí mismo les destrozaron sus visas. Después de eso, los dirigentes de la caravana decidieron que nos quedáramos todos juntos para el resto del viaje.

“En Veracruz, murió uno de los migrantes cuando la migra prepararon una emboscada con unos 300 oficiales. Tenían pistolas paralizantes, y electrificaron a una mujer que tenía su bebé con ella. Mientras que perdió la consciencia se empezó a mover un tren y le corto la pierna. Hicimos lo posible para ella, pero falleció a los tres días.

“Sin duda hay un entendimiento entre el Gobierno mexicano y Trump. No hay razón por que no nos podrían admitir ahorita mismo. Dicen que están a capacidad, dicen esto y lo otro, ¡pero está vacío! Y mientras tanto aquí estamos en el frio. No es nada agradable tener que pasar la noche sobre el pavimento, todavía más con la llovizna. El tren también era casi una hielera por la noche, no se calienta para nada. Fue un tormento eso. Afortunadamente ahora tenemos estas carpas que nos donaron unos estadounidenses. Come le digo, hemos recibido mucha ayuda y apoyo de la gente de México y los Estados Unidos.

“Los que estamos aquí en Tijuana todos tenemos los materiales de evidencia para comprobar que somos refugiados políticos, que nuestras vidas de veras están en peligro y es la razón por la cual tuvimos que huir de nuestro país. Los abogados que han podido asistirnos nos dijeron que no hay ninguna razón por la cual alguien aquí no podría recibir una visa por motivos humanitarios ­, cien por ciento.

“Empezamos con más de 2.000 en Tapachula, y de esos quedan unos 200. Los demás tendrían más suerte en tratar de conseguir una visa para permanecer aquí en México. El resto de mi familia, mi esposa y mis dos hijas, lograron recibir asistencia del COMAR [Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados]”.

Se le pidió su opinión acerca de la situación política en Honduras, a lo que respondió , “El presidente que esta ahorita en el poder lo llamamos el Usurpador en nuestro país. Está claro que las elecciones fueron manipuladas .

“Por mi parte, yo no voy por ninguno de los partidos políticos. No he votado en las elecciones recientes. No pienso que podría votar para cualquiera de los candidatos sin arrepentirme.

“Ya van decenas de asesinados después de las manifestaciones en oposición al Gobierno. [Juan Orlando] Hernández ha tratado de silenciar a UNE TV, uno de los canales principales allá. Lo han resistido las organizaciones de derechos humanos. Lo que ha pasado es que el Gobierno identifica a todos los que participaron en las manifestaciones que no llevaron mascara o alguna manera de taparse la cara. Ya que los identifica el Gobierno, vienen bien quedito por la noche, y los desaparecen.

“La violencia, la razón por la cual huimos de Honduras, tiene sus orígenes en los Estados Unidos. Hay una alianza entre nuestro Gobierno y el Gobierno de los Estados Unidos. La policía y el Gobierno están infiltrados por el crimen organizado, y nadie en Honduras tiene confianza en la policía.

“Trump tiene mucho poder, pero solo lo va a usar en seguir sus propios intereses. Hay petróleo aquí, hay oro, aunque hasta ahora Honduras no ha tenido los medios para explotar a esos recursos”.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 3 de mayo de 2018)

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