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Dos refugiados se suicidan siguiendo la orden de "cero tolerancia" de Trump

Funcionarios del gobierno de Estados Unidos confirmaron el primer suicidio por un padre refugiado que fue separado a la fuerza de su esposa e hijo bajo la nueva orden de "cero tolerancia" emitida por el presidente Donald Trump el mes pasado.

Trump emitió la orden el 7 de mayo, exigiendo a las autoridades de inmigración de los Estados Unidos que retengan por enjuiciamiento penal a todos los inmigrantes detenidos en la frontera, independientemente de si presentaron reclamaciones para que se les otorgue el estatuto de refugiado. Esta orden significaba la separación forzada de todas las familias, incluidos los solicitantes de asilo, con los padres encarcelados como delincuentes mientras los niños eran ubicados en instalaciones federales o hogares de acogida.

Una sección de la frontera militarizada entre los Estados Unidos y México (Fuente: Aduanas y Protección Fronteriza de los Estados Unidos) [Photo: US Customs and Border Protection]

En una declaración emitida el sábado, Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) identificó a la víctima como Marco Antonio Muñoz, quien estuvo detenido en el cruce fronterizo de Weslaco, Texas el 11 de mayo. Muñoz, su esposa y su hijo de tres años no intentaban ingresar el país ilegalmente sino se presentaron en un puesto fronterizo y pidieron asilo.

Los tres fueron trasladados a la estación de procesamiento del Valle del Río Grande, donde Muñoz fue separado de su esposa y su hijo de tres años. En ese momento, según el comunicado de la CBP, Muñoz "se volvió perturbador y combativo". Un agente de la Patrulla Fronteriza que habló con el Washington Post dijo que Muñoz "perdió control" después de que le informaron que su familia estaba siendo separada. "Tuvieron que usar la fuerza física para sacar al niño de sus manos", dijo el agente.

El hombre hondureño fue trasladado a la cárcel del condado de Starr. Durante el recorrido de 40 millas en una camioneta de la policía, "gritó y pateó las ventanas en camino a la cárcel", dijo el agente de CBP al Post. Aunque estuviera esposado, Muñoz intentó escapar nuevamente al llegar, y lo colocaron en una celda de aislamiento acolchada. No queda claro si Muñoz recibió alguna explicación sobre la separación de su esposa y su hijo, y es cierto que nunca se le permitió hablar con un abogado o defensor.

Muñoz, de 39 años, fue encontrado en su celda "no responsivo" y sin pulso alrededor de las 10 de la mañana el 13 de mayo. Según un informe del departamento del alguacil obtenido por el Post, Muñoz "fue encontrado en el piso de su celda el 13 de mayo en un charco de sangre con un artículo de ropa enrollada alrededor de su cuello”. Los agentes lo registraron como un "suicidio bajo custodia".

Después de que se encontró su cuerpo, su esposa y hijo fueron liberados de custodia.

La mayoría de los refugiados que solicitan asilo en la frontera entre Estados Unidos y México huyen la violencia y represión de tres países de América Central, Honduras, El Salvador y Guatemala.

Informes de prensa sugieren que Trump ordenó el cambio inmediato de política después de enfurecerse por las cifras que muestran un aumento repentino en el número de inmigrantes y refugiados cruzando la frontera de México y Estados Unidos en marzo, abril y mayo. Más de 50.000 han sido detenidos cada mes, muchos de ellos familias de América Central que huyen de los regímenes de derecha y militares respaldados por Estados Unidos.

La Administración de Trump se ha fomentado la crisis en Honduras, en particular, al poner fin al estatus de protección temporal para 57.000 inmigrantes hondureños en los Estados Unidos el mes pasado. Estos residentes estadounidenses de largo plazo, la mayoría con hijos ciudadanos estadounidenses, se verán obligados a abandonar los Estados Unidos durante el próximo año.

Honduras ha sido atormentada con violencia desde el golpe militar de 2009 respaldado por la Administración Obama y la secretaria de Estado Hillary Clinton, que derrocó al Gobierno electo del presidente Manuel Zelaya. El Partido Demócrata allanó el camino para la política ultraderechista de los republicanos y Trump contra los inmigrantes, ya que Obama deportó a más inmigrantes indocumentados que cualquier administración estadounidense anterior y envió a la Guardia Nacional a la frontera entre México y Estados Unidos.

El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas informó el sábado de un segundo suicidio derivado de los ataques de Trump contra refugiados e inmigrantes. ICE detuvo a Zeresenay Ermias Testfatsion, un ciudadano de Eritrea, negaron su solicitud de asilo y lo regresaron a su tierra natal en un vuelo de avión con escala en El Cairo, Egipto.

Testfatsion, de 34 años, fue encontrado muerto el 6 de junio en el área de ducha en el Aeropuerto Internacional de El Cairo. Al parecer, se había ahorcado a sí mismo antes de enfrentar la tortura u otro trato abusivo que lo esperaba en Eritrea, que está gobernado por una dictadura de derecha de partido único. El ICE lo había transferido a la custodia de los agentes de seguridad egipcios, que lo entregarían a las autoridades de Eritrea en Asmara.

Testfatsion había estado bajo custodia estadounidense durante 16 meses, desde que fue arrestado en la puerta de entrada en Hidalgo, Texas, tratando de ingresar ilegalmente al país, según una declaración del ICE. Expresó repetidamente "el temor de regresar a su país" como la razón para buscar asilo. Su solicitud de asilo fue negada en octubre de 2017. Estuvo retenido en las instalaciones de ICE en Pompano Beach, Florida y Youngstown, Ohio, en el transcurso de su detención.

El caso de Marco Antonio Muñoz se puede multiplicar por cientos. De acuerdo con los defensores públicos federales, en el distrito de McAllen, Texas solo, donde falleció Muñoz, 415 niños fueron separados de sus padres durante un período de dos semanas, del 21 de mayo al 5 de junio.

Cada día hábil en un tribunal federal, docenas de inmigrantes vestidos en monos naranjas de prisión se declaran culpables de los cargos de ingresar ilegalmente al país. Se declaran culpables bajo la amenaza de que si luchan contra los cargos y obligan a un juicio, serán separados de sus hijos durante meses. La mayoría son sentenciados a tiempo cumplido y luego liberados, reunidos con sus hijos y luego deportados inmediatamente, a menos que puedan cumplir con los obstáculos casi imposibles de presentar un reclamo de estatus de refugiado.

En un Catch-22 (circulo vicioso) legal adicional, el estatus de refugiado puede ser negado debido a una condena penal anterior, y eso podría incluir la condena de entrada ilegal.

El Distrito Sur del Departamento de Justicia de Texas le dijo al Washington Post que no podía decir cuántos padres habían sido separados de sus hijos bajo la nueva política, porque los niños no eran objeto de enjuiciamiento, mientras que el estado parental "no era relevante cuando procesando un caso”.

Sin embargo, el número es enorme, y los tribunales federales son escenario de sentencias masivas dos veces al día, por la mañana y por la tarde.

En otra pesadilla legal citada en el informe del Post, un defensor público federal le pidió a un juez que ordenara al gobierno entregar listas de niños separados de sus padres para que los abogados pudieran asegurar que se volvieran a reunir. El juez respondió que "los niños no están dentro de la jurisdicción de este tribunal. Estas personas están aquí porque tienen un caso criminal aquí". Dijo que dudaba de tener autoridad para ordenar al gobierno que proporcionara tal lista.

Además del bien publicitado esfuerzo de Trump para prohibir ampliamente a los refugiados durante 120 días —finalmente confirmado por la Corte Suprema de EUA— la Administración liberó una guerra de guerrillas contra el ingreso de nuevos refugiados al exigir un mayor control en el extranjero y recortar el personal disponible para realizar entrevistas y clasificar a más refugiados como de "alto riesgo" y, por lo tanto, requerir evaluaciones adicionales.

En los primeros ocho meses del año fiscal que comenzó el 1 de octubre de 2017, los Estados Unidos habían admitido a solo 13.051 refugiados, muy por debajo del techo de 45.000 establecido originalmente por Trump. Es probable que el número de refugiados admitidos durante el presente año fiscal sea el más bajo desde la aprobación de la Ley de Refugiados en 1980, muy por debajo del mínimo anterior establecido en 2002, tras los ataques del 11 de septiembre, cuando Bush la administración admitió solo a 27.131 refugiados.

Mientras tanto, Trump ha nombrado a un enemigo cruel de inmigrantes y refugiados para que dirija la agencia del Departamento de Estado que supervisa los asuntos de refugiados y de inmigración. Ronald W. Mortensen es miembro desde hace mucho tiempo del Centro de Estudios de Inmigración, una organización catalogada como un grupo de odio por el Southern Poverty Law Center. La misión del Departamento de Estado, que Mortensen encabezará, es "proporcionar protección, aliviar el sufrimiento y resolver la situación difícil de las personas perseguidas y desarraigadas en todo el mundo".

Mortensen sostiene que casi todos los inmigrantes indocumentados, incluidos los destinatarios de DACA, son "extranjeros ilegales criminales" que han cometido "múltiples delitos para conseguir trabajo" y deben pagar reparaciones por robo de identidad y el uso de números falsos de la Seguridad Social.

(Publicado originalmente en inglés el 11 de junio de 2018)

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