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La Corte Internacional de Justicia falla contra sanciones de EUA a Irán

A pesar de los movimientos estadounidenses para desechar el acuerdo nuclear iraní de 2015, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya dictaminó ayer de forma unánime que Washington debe permitir que Irán utilice los sistemas de pagos financieros internacionales para comprar suministros humanitarios.

Cuando el Gobierno de Obama impuso sanciones a Irán en 2012-2015, trató de estrangular la economía de Irán mediante la congelación de todas las transacciones financieras denominadas en dólares estadounidenses. A petición suya, la red Society for Worldwide Inter-bank Financial Telecommunication (SWIFT; Sociedad para la Telecomunicación Financiara Interbancaria Mundial) con sede en Bruselas expulsó a los bancos iraníes, lo que puso fin a la capacidad de Irán de utilizar dólares estadounidenses para compras internacionales. Desde que rechazó unilateralmente el acuerdo de 2015 en mayo, la Administración de Trump ha dejado en claro que planea volver a imponer sanciones como parte de sus preparativos para irse a la guerra con Irán.

El fallo de la Corte Internacional de Justicia exige que Washington no bloquee el comercio de bienes críticos, y deja en claro que la campaña de guerra de Estados Unidos contra Irán —incluidos los llamamientos de funcionarios estadounidenses como el asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Bolton, a volverle a imponer sanciones a Irán a través de la SWIFT— viola el derecho internacional.

En espera de la adjudicación definitiva de las acusaciones de Estados Unidos contra Irán, la Corte Internacional de Justicia ha ordenado a Washington "eliminar, a través de los medios que prefiera, cualquier impedimento ... a la libre exportación al territorio de Irán de los bienes necesarios para las necesidades humanitarias, tales como (i) medicamentos y dispositivos médicos; y (ii) alimentos y productos agrícolas; así como los bienes y servicios requeridos para la seguridad de la aviación civil, como (iii) piezas de repuesto, equipos y servicios asociados ... necesarios para las aeronaves civiles".

La CIJ agrega: "Para este fin, los Estados Unidos debe garantizarle las licencias y autorizaciones necesarias, y que los pagos y otras transferencias de fondos no estén sujetos a ninguna restricción en la medida en que se relacionen con los bienes y servicios mencionados anteriormente".

El Ministerio de Relaciones Exteriores iraní aplaudió la decisión de la Corte Internacional de Justicia, afirmando que "reivindica a la República Islámica de Irán y confirma la ilegitimidad y la opresión" de las sanciones estadounidenses.

Sin embargo, la CIJ no tiene ningún mecanismo o poder para hacer cumplir su decisión, y los funcionarios de los Estados Unidos inmediatamente dejaron en claro que desafiarán el fallo. Calificando las acusaciones iraníes "infundadas", el secretario de Estado de EUA, Mike Pompeo, anunció la finalización del Tratado de Amistad de 1955 entre Estados Unidos e Irán, en el que se basó la sentencia de la CIJ. "Esa es una decisión que, francamente, tiene 39 años de retraso", dijo Pompeo, refiriéndose a los 39 años desde la Revolución de 1979 que derrocó el régimen manchado de sangre y respaldado por la CIA del sha en Irán.

Pompeo entonces trató cínicamente de dar a entender que la sentencia de la CIJ es irrelevante, ya que Washington ya hace excepciones para los bienes humanitarios en sus sanciones. Dijo: "Con respecto a los aspectos de la orden del tribunal que se centran en los posibles problemas humanitarios, hemos sido claros. ... Las políticas vigentes de excepciones, autorizaciones y licencias para transacciones relacionadas con la ayuda humanitaria y la seguridad de vuelo seguirán vigentes. Los Estados Unidos ha participado activamente en estos temas sin necesitar ningún procedimiento ante la CIJ".

Las sanciones estadounidenses contra Irán han tenido consecuencias humanitarias devastadoras, y el argumento de Pompeo es una mentira política repugnante. Por varias décadas, las sanciones económicas han sido una herramienta clave de la política exterior que permite al imperialismo estadounidense infligir sufrimientos indescriptibles a personas inocentes para atacar y matonear a varios países que han sido objeto de sus operaciones de cambio de régimen.

Los funcionarios estadounidenses han aplaudido las sanciones contra Irak, Cuba y la antigua Yugoslavia, incluso cuando causaron pérdidas horribles. El embargo de las Naciones Unidas que Washington impuso a Irak después de la Guerra del Golfo de 1991 cortó el acceso de Irak a los suministros de salud, lo que provocó aproximadamente 500.000 muertes de niños iraquíes. Cuando se le preguntó acerca de esta cifra en una entrevista televisada en 1996 a la entonces secretaria de Estado de EUA, Madeleine Albright, defendió las sanciones de manera infame: "Es una decisión difícil, pero el precio, creemos, que el precio vale la pena".

La implacable campaña de Washington para aislar a Irán, desde la Revolución de 1979 y particularmente las sanciones de 2012-2015, ha tenido un costo terrible.

Entre 2012 y 2016, las exportaciones de petróleo y gas de Irán, las cuales son críticas para el país, cayeron de más de $9 mil millones a menos de $3 mil millones, destruyendo su economía y su acceso a alimentos críticos, productos farmacéuticos e industriales.

Un artículo de 2014 en el sitio web del Centro Nacional de Información Biotecnológica de los Institutos Nacionales de la Salud de EUA, intitulado “Sanciones contra Irán: el impacto en los servicios de salud”, explica: “Aunque el sector médico no está incluido en la lista de sanciones, las dificultades para obtener licencias para la exportación de medicamentos, transacciones financieras y envíos, así como el temor de una posible sanción de los Estados Unidos por parte de compañías farmacéuticas y bancos internacionales, llevó a la escasez de medicamentos específicos y equipos médicos en los últimos meses. Un repentino aumento del cincuenta por ciento en el precio de los medicamentos es otro factor que contribuye ... El impacto lo sienten más de seis millones de pacientes que padecen enfermedades complejas como la hemofilia, la esclerosis múltiple, la talasemia, la epilepsia y varios trastornos inmunológicos. como pacientes de trasplante y diálisis renal y aquellos que están siendo tratados de cáncer".

Y después de que el vuelo 3705 de Aseman se estrellara en Irán en febrero, matando a los 65 pasajeros a bordo, el diario británico Guardian observó que al menos 1.985 personas murieron en accidentes aéreos iraníes desde 1979: "Ha habido decenas de accidentes aéreos en Irán desde la Revolución Islámica de 1979 principalmente por las décadas de sanciones occidentales que limitaron su capacidad para comprar repuestos o comprar nuevos aviones".

Las nuevas sanciones de Washington ya han resultado en un recorte de los medicamentos vitales para Irán. Según Mohammad-Naeem Aminifard, miembro de la comisión de salud del Parlamento iraní, ya no están disponibles 80 medicamentos importantes del sistema de seguro medicinal del Estado iraní.

Un médico iraní que trabaja con pacientes de bajos ingresos recientemente le dijo al Guardian que "no se trata solo de la escasez de medicamentos para el cáncer o enfermedades especiales como la hemofilia o la talasemia". "Los medicamentos orales ... como la warfarina, que detiene la coagulación de la sangre, (son) cada vez más difíciles de encontrar, lo que significa que las vidas de los pacientes están en riesgo".

El fallo de la CIJ sin duda refleja una creciente oposición en los círculos gobernantes internacionalmente a la política estadounidense, incluida su campaña de guerra contra Irán y las amenazas de guerra comercial y militar contra las potencias nucleares de Rusia y China. Se produjo un día después de que la embajadora estadounidense ante la OTAN, Kay Bailey Hutchison, emitiera una amenaza sin precedentes de bombardear a Rusia para destruir sus misiles de crucero. Washington dice que dicho armamento viola el Tratado sobre fuerzas nucleares de alcance intermedio (INF, por su sigla en inglés). Un ataque así prepararía el escenario para una guerra nuclear global que podría aniquilar a la humanidad.

Significativamente, la oposición a la política estadounidense proviene cada vez más de los "aliados" imperialistas de Estados Unidos en Europa y Asia. Alemania, Reino Unido y Francia han defendido sistemáticamente el acuerdo iraní de 2015 y, el mes pasado, firmaron un acuerdo con China, Rusia e Irán para establecer un plan de financiamiento denominado vehículo con propósito especial (SPV, por su sigla en inglés), para eludir el uso del dólar estadounidense en el comercio petrolero iraní. Pompeo condenó el esquema de SPV, diciendo que estaba "perturbado" y "profundamente decepcionado" por la medida "contraproducente".

Además, el martes surgieron informes de conversaciones de alto nivel sobre Irán entre el Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón y los funcionarios del Departamento de Estado de EUA, realizadas en Tokio. La cancillería japonesa declaró que "ambas partes discutieron activamente la reimposición de sanciones de Estados Unidos contra Irán" y reiteró su "principio básico" de que las corporaciones japonesas no deberían verse afectadas por las sanciones de Estados Unidos.

No obstante, la única oposición progresista a la campaña belicista que encabeza Estados Unidos proviene de los millones de trabajadores de todo el mundo que se oponen a la guerra, no de los rivales imperialistas de Washington. Después de un cuarto de siglo de expansión de guerras imperialistas de Irak e Afganistán a Libia y Siria, no cabe duda de que esta creciente rivalidad interimperialista por el acceso al petróleo y ventajas estratégicas solo acelerará el avance hacia una guerra total en todo Oriente Próximo.

Incluso aquellos Gobiernos imperialistas que critican las sanciones de Estados Unidos están, por sus propias razones, fomentando una confrontación con Irán. Mientras Francia participa en la guerra indirecta de Estados Unidos que busca un cambio de régimen en su antigua colonia, Siria, ya ha atacado a Irán, un importante respaldo militar del presidente sirio, Bashar al Asad. París pospuso el envío de un nuevo embajador a Teherán y les ha aconsejado a sus diplomáticos que pospongan las visitas a Irán.

El miércoles, el Gobierno francés acusó al Ministerio de Inteligencia de Irán de planificar un bombardeo frustrado contra una reunión en junio entre el exiliado iraní Mujahedin-e-Khalq (MEK) y altos funcionarios estadounidenses, incluido el abogado de Donald Trump, Rudy Giuliani, en Villepinte, cerca de París. En una declaración conjunta, los Ministerios del Interior, Hacienda y Relaciones Exteriores de Francia, afirmaron: "Un ataque planeado con bombas fue frustrado en Villepinte el 30 de junio. Este ataque extremadamente grave que iba a tener lugar en nuestro territorio no puede dejarse pasar sin una respuesta".

Sigue sin estar claro qué evidencia tiene París que conecta a la inteligencia iraní con los individuos que está acusando: el diplomático iraní Assadollah Assadi, quien fue arrestado en julio en Alemania bajo cargos de terrorismo, una pareja belga de origen iraní y otros tres.

Esto ocurrió después de que la policía francesa realizara una "operación antiterrorista" de gran escala para cerrar la asociación chií islámica, Zahra-France, la cual trabaja cerca del campo de refugiados Grande Synthe. Los medios informaron que París quería "enviarle un mensaje" a Irán con este acto de represión.

Teherán rechazó las acusaciones de que estaban planeando un atentado terrorista en Villepinte y exigió la liberación del diplomático iraní. Un portavoz del Gobierno iraní advirtió sobre "las manos malvadas de los que tienen las malas intenciones de arruinar los lazos profundos entre Irán y Francia, así como otros países europeos influyentes".

(Publicado originalmente en inglés el 4 de octubre de 2018)

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