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Oficiales de EUA y México fomentan reacción nacionalista contra los inmigrantes

El domingo, manifestantes antiinmigrantes de derecha marcharon por la zona pudiente de Río en Tijuana, a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, gritando "No a los ilegales", "No a la invasión" y "¡México Primero!". Su objetivo era la caravana de más de 1,000 inmigrantes que llegaron a Tijuana durante el fin de semana, en lo que es la última parada en su viaje de 4,400 kilómetros desde Honduras a San Diego.

El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastélum, miembro del Partido Acción Nacional (PAN) se ha referido continuamente a los migrantes como una "invasión" y "horda", haciéndose eco de la xenofobia y el nacionalismo de la Administración de Trump. "Ninguna ciudad del mundo está preparada para recibir esto, si me lo permiten, esta avalancha", dijo Gastelum durante una conferencia de prensa. “Es un tsunami. Hay preocupación entre todos los tijuanenses”.

La manifestación del domingo, junto con las provocaciones a fines de la semana pasada por parte de los Tijuanenses, son producto del chovinismo antiinmigrante azuzado en ambos lados de la frontera.

“Queremos que la caravana se vaya; nos están invadiendo", dijo a reporteros Patricia Reyes, una manifestante de 62 años. "Deberían haber venido a México correctamente, legalmente, pero entraron como animales". Sin embargo, sus sentimientos no fueron compartidos por todos. “¡Esto no es lo que es Tijuana! ¡Todos los migrantes son bienvenidos aquí!”, gritó una adulta mayor a los manifestantes.

Tijuana es la ciudad más norte de Baja California y se conecta con la ciudad estadounidense de San Diego. El puerto de entrada o la garita de San Ysidro es el cruce fronterizo más transitado de todo el planeta. Todos los días, 365 días al año, 70,000 vehículos de pasajeros, 20,000 peatones y 4,000 camiones comerciales cruzan de un lado a otro, conectando una fuerza laboral masiva a California, la quinta economía más grande del mundo. El comercio en la región fronteriza de San Diego-Tijuana representa una economía de $250 mil millones con más de 6.6 millones de residentes y casi 3.2 millones de trabajadores, y se conoce como la mega región Cali-Baja.

Las afirmaciones de que los Estados Unidos y México sufren una escasez financiera tan severa como para ayudar a los migrantes choca con la realidad. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las Naciones Unidas (CEPAL, por sus siglas en inglés) encontró que el 10 por ciento de las familias con mayores ingresos de México captan dos tercios de los ingresos de la nación.

Al mismo tiempo, la mitad de los 127 millones de habitantes de México no obtienen lo suficiente como para satisfacer sus necesidades básicas, y uno de cada cinco sufre hambre. Más de la mitad de los niños de México viven en la pobreza y un estudio de las Naciones Unidas encontró que el 14 por ciento de los niños sufren de retraso en el crecimiento como resultado de la desnutrición.

El vasto grado de desigualdad social en México, que refleja el de los Estados Unidos, elimina la mentira de que los inmigrantes representan algún tipo de amenaza para lo que en realidad son recursos inexistentes para la clase trabajadora. Un informe publicado a principios de este año por Thomas Piketty, Emmanuel Saez y Gabriel Zucman encontró que la mitad inferior de la población mundial, 3,500 millones de personas, posee menos del 2 por ciento de la riqueza total en todo el mundo.

Si bien solo había unos 200 manifestantes en contra de la caravana en una ciudad de 1.6 millones, los funcionarios de ambos lados están trabajando en conjunto para fomentar oposición a los inmigrantes, usar la caravana como chivo expiatorio para los problemas sociales existentes y crear divisiones entre la clase trabajadora.

Las autoridades cerraron todo el tráfico de vehículos y peatones en dirección norte en el cruce de San Ysidro durante las horas pico del lunes, de 3:30 a.m. a 6:30 a.m., citando rumores infundados sobre la caravana que pretende "correr" a través de la frontera.

Nunca se comprobó ninguna indicación de tal acto. Sin embargo, los funcionarios de CBP estaban listos para instalar nuevas barreras móviles con alambres de púas durante la "sorpresa" de tres horas. La frontera está en proceso de un proyecto de renovación de $741 millones programado para completarse en 2019.

El cierre de la mañana del lunes afectó a la mayoría de los más de 100,000 que cruzan diariamente, dejando a decenas de miles de personas en estado de pánico, sin saber cuándo se volvería a abrir la frontera y si llegarían al trabajo y la escuela.

Los largos retrasos también afectaron a las empresas que dependen del comercio fronterizo. “Se retrasa todo. La industria manufacturera depende de las entregas a tiempo para que sus clientes tengan los productos que necesitan para vender y producir, es lo mismo. Significa que su producto está sentado en un camión por un período de tiempo más largo y eso podría afectar su vida útil”, dijo un funcionario de la autoridad portuaria.

El cierre es parte de un esfuerzo concertado para enfrentar a decenas de miles de trabajadores que cruzan la frontera regularmente, ellos mismos inmigrantes, y a los poderosos sectores de la industria binacional contra los solicitantes de asilo de América Central.

Los funcionarios estadounidenses y mexicanos están creando una situación imposible y mortal para los migrantes en la frontera. Todo el peso del ejército de los Estados Unidos se está preparando para un asalto sangriento a unos pocos miles de migrantes, hombres, mujeres y niños, que tienen poco más que la ropa que llevan puesta y huyen de la violencia brutal en sus países de origen, la cual es un producto de la injerencia de Washington en los asuntos centroamericanos.

Mientras tanto, los intentos del Gobierno de Trump de prohibir las solicitudes de asilo persisten, a pesar del hecho de que el martes un juez federal bloqueó el intento del Gobierno de prohibir el derecho al asilo.

Mientras que la Administración de Trump está avivando el chovinismo de derecha en ambos lados de la frontera, mantienen silencio los demócratas. La líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, no se ha referido ni una sola vez a la caravana de migrantes, pero sí emitió una declaración indirecta antes de las elecciones diciendo que la campaña de Trump contra los inmigrantes fue un desvío del problema "real" de la atención médica.

La recientemente electa congresista y miembro de los Socialistas Democráticos de Estados Unidos (DSA, por sus siglas en inglés), Alexandria Ocasio-Cortez, tuiteó una sola vez sobre la caravana, el 26 de octubre, y desde entonces ha guardado silencio sobre el tema, incluso mientras continúa el despliegue de tropas y el ataque a los derechos de asilo.

Las organizaciones pseudoizquierdistas no plantean ninguna oposición política a la promoción del chovinismo en ambos lados de la frontera, dando a la ultraderecha una mano libre.

Solo un movimiento que organice la fuerza de la clase obrera internacional puede poner fin a las deportaciones, los centros de detención de inmigrantes, los ataques contra el asilo y los campos de prisioneros masivos que se están construyendo actualmente.

El Partido Socialista por la Igualdad es la única organización política que representa los verdaderos intereses de la clase trabajadora, y lucha por un internacionalismo socialista genuino, un fin al sistema del Estado nación y un mundo sin fronteras. Los trabajadores tienen el derecho de vivir y trabajar donde elijan con derechos de ciudadanía plenos, algo que se les niega en el sistema capitalista. Instamos a los trabajadores de ambos lados de la frontera entre México y Estados Unidos a que luchen por el socialismo uniéndose al PSI.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de noviembre de 2018)

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