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Perspectiva

Otro día, otro horrendo incidente en EUA: cinco niños muertos por incendio en Youngstown, Ohio

En las primeras horas el lunes, aparecieron noticias de otra horrenda tragedia en Estados Unidos. Los bomberos de Youngstown, Ohio, confirmaron que cinco niños habían muerto y que su madre de 26 años, America “Amy” Negron-Acevedo, había sufrido lesiones severas en un incendio que destruyó su hogar el domingo por la noche.

Negron-Acevedo ha sido transferida al Centro de quemados MetroHealth en la ciudad vecina de Cleveland. Sobrevivió al incendio brincando de una ventana en el segundo piso. Los residentes de la cuadra se dieron cuenta del incendio cuando Negron-Acevedo corrió por la calle, herida, gritando que salvaran a sus hijos.

Los cinco niños han sido identificados como Aleysha Rosario de 9 años, Charles Gunn de 3 años, Ly’Asia Gunn de 2 años, y Brianna y Arianna Negron, gemelas de un año. Dos de los niños fueron hallados muertos por los bomberos que socorrieron la casa en 434 Parkcliffe Avenue, mientras que los otros tres fallecieron en el hospital.

Según los vecinos, la familia había vivido ahí por menos de un año y medio. Negron-Acevedo trabaja en Century Container, una fábrica de contenedores de plástico a media hora de Youngstown, donde el salario promedio para un supervisor es menor a $13 por hora. Incluso con este salario a tiempo completo, colocaría a Negron-Acevedo y a sus niños significativamente por debajo de la línea de pobreza, dejándole solo la opción de alquilar una vivienda precaria.

Dos bomberos quedaron heridos durante la labor de rescate, uno de ellos lo suficiente como para ser llevado al hospital. El titular del Departamento de Bomberos de la ciudad de Youngstown, Barry Finley, les dijo a los reporteros que también habían quedado emocionalmente afectados. “Es extremadamente difícil. Tenemos un departamento relativamente joven y la mayoría de los muchachos tiene hijos. Entonces, da un golpe bastante fuerte y el hecho de que estemos tan cerca de navidad lo hace incluso peor”.

Mientras que la causa inmediata del incendio del domingo sigue bajo investigación, la temperatura en Youngstown cayó por debajo de los -4 grados Celsius este fin de semana. Durante los meses de invierno, las familias frecuentemente utilizan calefactores alternativos para evitar los caros recibos de la calefacción o para mantenerse calientes cuando les cortan el servicio por el no pago de recibos, lo que contribuye a un alto número de incendios en hogares.

La tragedia que recayó sobre la familia Negron-Acevedo no es un evento aislado. Más de 3.400 personas murieron en incendios estructurales por todo EUA en 2017. La mayoría falleció en sus hogares. Más temprano este año, un incendio que consumió una casa en el barrio Little Village de Chicago tomó la vida de diez niños entre 3 meses y 16 años de edad. En este caso, no había una alarma de incendios que funcionara para alertar a los niños cuando dormían.

Independientemente de las causas y circunstancias específicas, tales tragedias son el producto de procesos sociales, económicos y políticos.

Youngstown es una de las muchas ciudades en todo el centro del país devastadas por cuatro décadas de desindustrialización y la destrucción de decenas de miles de trabajos con salarios decentes en las plantas siderúrgicas y los talleres de maquinaria. Desde el día conocido como el Lunes Negro de septiembre de 1977, cuando la empresa Sheet and Tube de Youngstown anunció su cierre, la población se ha reducido a menos de la mitad.

Hoy día, casi 40 por ciento de los residentes de Youngstown viven bajo la línea de pobreza. Un reporte de 2014 encontró que más del 63 por ciento de los niños estaban creciendo en pobreza, la segunda mayor tasa del país después de Flint, Michigan. La eliminación de puestos y la explosión de pobreza que siguió la crisis económica hace una década ha producido una crisis de sobredosis de opiáceos en todo el país, siendo la región de Youngstown uno de los epicentros de la crisis en el estado de Ohio. El año pasado, 245 personas murieron por sobredosis de drogas, un aumento del 23 por ciento comparado con el año anterior.

Con la caída en la recaudación de impuestos de propiedad tras los cierres de fábricas y la despoblación, la ciudad no ha podido cubrir los costos de los servicios sociales básicos, incluyendo los bomberos. Más temprano este año, la ciudad quitó un camión de bomberos y rebajó la categoría de nueve bomberos para reducir su paga, como parte de un recorte en el presupuesto estimado en $15 millones para los próximos cinco años. “Todos tenemos que ajustarnos el cinturón para ser más responsables fiscalmente con el dinero de la ciudad” comentó en ese entonces el jefe del Departamento de Bomberos Finley.

El hecho de que tales sumas constituyan una crisis financiera es expuesto como algo absurdo por el hecho de que el hombre más rico de Ohio, Lex Wexner (patrimonio neto de $6,1 mil millones) es dueño de un yate de $100 millones, lo suficiente como para pagar el salario de más de 2.200 bomberos por un año. La embarcación llamada Limitless (Ilimitado) es uno de los superyates privados más grandes del mundo, construido especialmente por la empresa alemana Lürssen para Wexner, el presidente y CEO de L Brands (Victoria’s Secret).

Sin duda, sumas ilimitadas están disponibles para los lujos de la élite empresarial y financiera, mientras que evisceran los servicios sociales básicos con consecuencias inevitables.

La destrucción de Youngstown estuvo presidida tanto por demócratas como por republicanos al nivel estatal y local. La ciudad ha sido saqueada durante los últimos 40 años bajo el control de alcaldes demócratas. A nivel nacional, bajo Obama y ahora Trump, ha visto una intensificación de la ofensiva contra la clase trabajadora. Independientemente de sus riñas, ambos partidos están de acuerdo con la transferencia de riqueza de la clase obrera a los ricos, con cientos de miles de millones despilfarrados cada año en la compra de armas para la destrucción y la guerra.

El sindicato automotor UAW, el siderúrgico USW, entre otros han facilitado la destrucción de puestos de trabajo de la mano de los demócratas. Por décadas, los ejecutivos cada vez más ricos que controlan estas organizaciones han colaborado en diezmar los niveles de vida de los trabajadores que dicen representar.

La crisis social que ha asolado Youngstown y el valle Mahoning a su alrededor empeorará ahora que GM, el principal empleador de la zona, anunció el cierre de su planta de ensamblaje de Lordstown apenas a 27 kilómetros de la casa de Negron-Acevedo.

Los planes de GM de cerrar Lordstown y otras plantas en Detroit, Michigan, y Oshawa, Ontario, representan una sentencia de muerte para incontables trabajadores y sus hijos, desintegrando familias y círculos sociales. Para los ejecutivos de la empresa y miembros de la junta directiva, el infierno social que están preparando será para acolchonar sus ingresos y encauzar millones más a sus inversores multimillonarios.

Este incidente subraya la importancia crucial de la reunión celebrada el domingo por el Boletín del Trabajador Automotor del World Socialist Web Site que adoptó una resolución llamando a la formación de comités de base en las fábricas, lugares de trabajo y comunidades, independientes de los sindicatos. La resolución resalta las consecuencias de los recortes de empleos más allá de los trabajadores directamente impactados. La lucha de los trabajadores automotores por defender sus empleos y salarios debe conectarse con una lucha más amplia de la clase trabajadora.

Tales tragedias como la que le ocurrió a los Negron-Acevedo y a muchas otras familias son enteramente prevenibles. Miles de millones de dólares deben ser dedicados a la construcción de viviendas modernas y resistentes a incendios, incluyendo con detectores de humo y tecnologías mucho más avanzadas, así como el financiamiento apropiado de los departamentos de bomberos. Un hogar seguro y asequible es un derecho social básico que debe estar garantizado para todos.

Para asegurar estos derechos, la clase trabajadora debe organizarse en una lucha política dirigida en contra de la riqueza y las prerrogativas de la aristocracia financiera. El capitalismo, el cual se rige por el derecho inalienable de los ricos a lucrar, debe ser derrocado y reemplazado con el socialismo, la reorganización de la sociedad con base en la igualdad y la satisfacción de todas las necesidades sociales.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 11 de diciembre de 2018)

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