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Trabajadores agrícolas de Sri Lanka se oponen a los intentos de la empresa y el sindicato a imponer un acuerdo entreguista

La oposición está aumentando entre los trabajadores de las plantaciones de Sri Lanka a los intentos de las principales empresas y los sindicatos de imponer un acuerdo salarial para frenar su lucha por duplicar el salario diario.

Vadivel Suresh, el secretario del Sindicato de Trabajadores de la Finca Jathika Lanka, dijo en una conferencia de prensa que los sindicatos negociarían entre bastidores el 16 de enero con la Federación de Empleadores de Ceilán (EFC, todas las siglas en inglés), que representa a las compañías de las plantaciones. El Gobierno también participará, junto con los funcionarios de los ministerios de trabajo y plantaciones.

Suresh, que forma parte del Gobierno como ministro de industrias de plantaciones, indicó que la discusión conduciría a un nuevo acuerdo colectivo para los trabajadores de las plantaciones. Otros dos grupos sindicales, el Congreso de Trabajadores de Ceilán (CWC) y el Centro Sindical Conjunto de Plantaciones (JPTUC), también participarán en la reunión.

Los sindicatos de las plantaciones ya han señalado su voluntad de desechar la demanda de un aumento salarial de 500 rupias a 1.000 rupias por día. Durante los últimos tres meses, han tratado de reprimir una serie de huelgas y protestas de los trabajadores de las plantaciones que han recibido el apoyo de jóvenes, los maestros asignados a las fincas, pequeños comerciantes y distintas secciones de la clase trabajadora.

En diciembre, el CWC puso fin a una huelga indefinida de nueve días por 100.000 trabajadores de plantaciones después de afirmar que el presidente Maithripala Sirisena había prometido resolver la disputa salarial.

Roshan Rajadurai, presidente del Grupo de Servicios de Plantación de la EFC, reiteró recientemente que "la demanda de los trabajadores no se puede satisfacer" en medio de "la caída en los precios mundiales del té". La EFC ha propuesto un aumento salarial de solo el 20 por ciento, con pequeños bonos de asistencia e incentivos. Sin embargo, muchos trabajadores, no pueden cumplir con las condiciones para recibir estos subsidios.

La EFC también está tratando de eliminar el sistema de salarios y reemplazarlo con el llamado esquema de reparto de ingresos. Esto transformaría efectivamente a los trabajadores en aparceros responsables de una parcela de tierra cada uno. Solo recibirían una parte de los ingresos de los arbustos de té que se les asignaron, tras la deducción de los costos y las ganancias de la empresa.

Las compañías han dejado en claro que cualquier acuerdo debe cumplir con sus demandas de una ofensiva incrementada contra los derechos y condiciones de los trabajadores de las plantaciones. El director general de la EFC, Kanishka Weerasinghe, dijo al Sunday Observer que la federación estaba "confiada en que todas las partes podrán llegar pronto a una solución al problema".

El artículo agregó: "Hay un lado positivo para la larga batalla, ya que los trabajadores han suavizado su postura y han acordado llegar a un acuerdo sobre el salario básico" y han "mostrado interés en llegar a un acuerdo considerando las ofertas de las empresas”.

La referencia del Observer a trabajadores que "suavizaron su postura" fue poco sincera. En realidad, los sindicatos están tratando de imponer una traición frente a la oposición generalizada.

Los sentimientos reales de los trabajadores encontraron expresión en una reunión celebrada ayer por el comité de acción de la finca Abbotsleigh. Su presidente, P. Suntharalingam, declaró: "Nuestro comité se opondrá a cualquier acuerdo que vaya en contra de nuestras demandas".

Suntharalingam dijo que el comité apelaría a todos los trabajadores de las plantaciones a librar una lucha unificada contra cualquier traición de los sindicatos y a continuar la lucha por un aumento salarial del 100 por ciento.

El comité de acción de la finca Abbotsleigh se formó el mes pasado con el apoyo del Partido Socialista por la Igualdad (PSI o SEP en inglés). El SEP había llamado a los trabajadores de las plantaciones a establecer organizaciones independientes de los sindicatos, los cuales operan como una fuerza policial del Gobierno y de las principales empresas. El SEP explicó que tales comités deben recurrir a una lucha política encaminada a establecer un Gobierno de trabajadores y campesinos basado en políticas socialistas.

S. Krishnamurthy, un trabajador en la reunión del comité de acción señaló: “Solo fue leyendo el World Socialist Web Site que nos dimos cuenta de que los sindicatos de las plantaciones están colaborando con las empresas para firmar un acuerdo a favor de un sistema de repartición de ingresos. El sindicato no nos informa de nada. Están traicionando nuestra lucha salarial”.

Krishnamurthy añadió que cuando un sistema como ese fue introducido en la finca en que trabaja, los trabajadores “se enfrentaron a muchos problemas”. Explicó: “Toda nuestra familia se vio obligada a trabajar. No había descanso, ni siquiera los domingos. Teníamos que hacer todo, incluyendo limpiar, podar y recoger. Los fertilizantes y pesticidas eran provistos por la gerencia y el costo era deducido de nuestro ingreso, nuestras ganancias cayeron. Todos los trabajadores decidieron regresar al sistema previo”.

Ramaiah Ravi, de la división Montifiore, comentó: “Soy un miembro del Frente Popular Up-Country, pero el sindicato no nos dice nada. Llamaré por teléfono a V. Radhakrishnan, quien es el líder, y le preguntaré qué está pasando en realidad. Tendremos que tomar acción si implementan un acuerdo que traicione las demandas de los trabajadores”.

Los reporteros del WSWS visitaron la finca Panmure, cerca de la ciudad de Hatton. Los trabajadores ahí carecen de los servicios más básicos. El camino a la finca está completamente destruido. Los servicios de buses privados son el único medio de transporte. Los trabajadores explicaron que necesitan un aumento salarial del 100 por ciento solo para cubrir sus necesidades básicas.

La esposa de Velayudam

Velayudam, un trabajador retirado de 72 años, dijo: “Recibimos agua por la cañería solo un día por medio para beber. El resto del agua que necesitamos viene de un lago cercano. No hay instalaciones sanitarias apropiadas”.

“Tengo tres hijos; todos están casados. Mi esposa, Muniamma, tiene 70 años. Debido a que les es difícil a nuestros hijos proveernos comida, ella ha vuelto a trabajar en la finca de nuevo. Siendo una empleada casual, solo le pagan 30 rupias por kilo de hojas de té y no recibe ningún otro salario”.

En el pasado, los trabajadores de la finca Panmure podían conseguir medicinas de la finca cercana de Abbotsleigh y les daban un paquete de té gratis cada mes. Pero todos los subsidios fueron abolidos.

Para obtener medicina, los trabajadores de Panmure tienen que viajar varios kilómetros hasta el hospital de Dickoya. Sin embargo, un viaje en un taxi de tres ruedas que cuesta varios cientos de rupias es inasequible para ellos.

Anusha, una joven en la finca, dijo que quería estudiar un nivel avanzado de biotecnología, pero que tuvo que estudiar artes porque sus padres no podían costear enviarla a una universidad en Hatton. Su madre es enfermera en un hospital privado y su abuela es una trabajadora retirada de la plantación.

La madre de Anusha dijo que su salario mensual es de aproximadamente 15.000 rupias. Su esposo maneja un taxi de tres ruedas. “Tenemos tres hijos y nuestro ingreso no es suficiente para vivir y pagar su educación”, aseveró. “Para comprar cualquier medicina, debemos pagar unas 600 rupias. Vivimos con enormes dificultades económicas. Mi madre retirada ahora va a trabajar en la plantación por contrato para ganarse algo”.

S. Balasubramaniyam, un secretario de la división St. Ley en la finca Ann Field del sindicato CWC, ha sido victimizado junto a otros trabajadores por organizar protestas durante la huelga del mes pasado.

Balasubramaniyam fue acusado por la gerencia de la plantación por obstruir el trabajo en la finca, por lo que se enfrenta a la posibilidad de que la policía presente cargos en su contra. Los líderes del CWC han abandonado a los trabajadores, facilitando los ataques contra ellos.

Balasubramaniyam y varios de sus colegas leyeron la semana pasada el artículo del WSWS intitulado “ Sindicato de plantación en Sri Lanka discute acuerdo entreguista con empresas ”. Dijo: “Estamos en contra de tal acuerdo. Hicimos huelga para aumentar nuestros salarios, pero no recibimos nada porque todos los sindicatos abandonaron nuestra lucha. Ahora nos han victimizado para intimidar a los trabajadores. Como ustedes dicen, los sindicatos no luchan por nuestros derechos”. Expresó apoyo por la formación de comités de acción.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 8 de enero de 2019)

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