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Mientras Unifor intensifica su campaña racista antimexicana

Dirigente sindical canadiense intenta pasarse por simpatizante de los huelguistas de Matamoros

El 9 de febrero a las 2 PM del este, el Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS va a ser anfitrión conjunto de una manifestación en Detroit para luchar contra los cierres de planta, los despidos masivos y las concesiones. Para más información acerca de cómo participar en la manifestación, ir a wsws.org/auto.

Al preguntarle un periodista el viernes pasado cuál era su opinión sobre la huelga de decenas de miles de trabajadores de autopartes y otros trabajadores en Matamoros, Jerry Dias, el presidente de Unifor (el antiguo sindicato Canadian Auto Workers) declaró, “Estoy encantado de que los trabajadores mexicanos estén resistiendo. Merecen salarios y prestaciones decentes”.

Entre todas las mentiras difundidas por Unifor durante las tres últimas décadas para justificar su colaboración en la imposición de recortes salariales, cierres de plantas, y el destripe de las prestaciones laborales, pocos podrían competir con la afirmación absurda y totalmente deshonesta de Dias de que aclama y apoya a los huelguistas de Matamoros.

La huelga de Matamoros, que estalló por fuera del control de los sindicatos reconocidos por el gobierno y en directa oposición a estos, ha atraído un amplio apoyo de los trabajadores automotores de base a nivel internacional.

Unifor y su homólogo estadounidense, la United Auto Workers, por otro lado, han respondido a la rebelión de los trabajadores en el cinturón de maquiladoras de trabajo barato de México con miedo e ira.

No solo han sido incapaces de tomar cualquier medida para movilizar el apoyo a los trabajadores de Matamoros entre los obreros de Canadá y de los EUA, muchos de los cuales trabajan para las mismas compañías, sino que han intentado silenciar cualquier mención de la lucha de los trabajadores de Matamoros.

El sitio web del sindicato no ha hecho ni una sola mención de la lucha de los trabajadores de Matamoros en las más de tres semanas desde que estallara la huelga, en condiciones en las que los trabajadores se enfrentan a represalias, incluyendo despidos masivos, y a la amenaza de la represión estatal.

Si Dias rompió el embargo a mencionar la huelga de los trabajadores de Matamoros, fue solo porque se le preguntó explícitamente su opinión por parte de un periodista del neoconservador National Post, quien se encontraba escribiendo un reportaje sobre los recortes en la producción que la huelga ha causado a las plantas canadienses de los fabricantes de automóviles Los Tres de Detroit.

El silencio de Dias y el de Unifor sobre la valiente lucha de los trabajadores de Matamoros es coherente con su campaña nacionalista reaccionaria “Salvar a GM Oshawa”. Esta campaña tiene como objetivo enfrentar a los trabajadores automotores canadienses con sus hermanos y hermanas de clase de los Estados Unidos y de México, y convencer a GM de que mantener su planta de ensamblaje abierta en Oshawa sería bueno para sus inversores.

Al oponerse a cualquier lucha conjunta de los trabajadores estadounidenses y los canadienses contra los planes de la GM de echar el cierre a cinco plantas —incluyendo las plantas de ensamblaje de Oshawa, Ontario; la de Lordstown, Ohio; y la de Hamtramck, Michigan— y eliminar 15.000 empleos, Unifor ha dejado claro que estaría más que dispuesta a llegar a un acuerdo con la GM a expensas de los trabajadores automotores estadounidenses.

Pero Unifor ha dirigido sus tiros en primer lugar y de manera más importante contra los trabajadores mexicanos. Esto ha incluido el incitar al racismo contra los mexicanos, tal como la aparición al frente de una reciente manifestación de Unifor en Windsor de una señora vestida con un poncho y un sombrero portando una bandera mexicana.

Esa sucia escenificación fue seguida pronto por el anuncio de Unifor de un reaccionario boicot de consumidores a los vehículos de la GM ensamblados en México.

El domingo pasado, a los televidentes canadienses de la Super Bowl se les ofreció un anuncio patrocinado por Unifor que afirmaba “GM sigue expandiéndose en México, dejando desamparados a los trabajadores, una medida que es tan poco canadiense como los vehículos que ahora nos pretenden vender”.

Unifor lleva mucho tiempo buscando demonizar a los trabajadores mexicanos y jalear a los trabajadores canadienses contra ellos.

Durante la reciente renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) [o NAFTA, por sus siglas en inglés] esto alcanzó un nuevo nivel. Dias y Unifor trabajaron en estrecha colaboración con el gobierno Liberal de los grandes negocios y el presidente de los Estados Unidos con mentalidad de fascista, Donald Trump, para rehacer el bloque comercial, de manera de empujar la carga de cualquier reestructuración de la industria automotriz hacia los trabajadores mexicanos. Al tiempo que Trump despotricaba contra los inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos y encabezaba una caza de brujas estatal contra ellos, Dias prodigaba al presidente estadounidense y elogiaba el acuerdo comercial que él negoció con México como “positivo”. “México”, el presidente de Unifor se jactaba, “perderá algunos de los empleos que había logrado conseguir”.

Durante décadas Unifor y la UAW han estado montando campañas para “salvar empleos canadienses“ y “empleos estadounidenses”, incitando a la oposición a los trabajadores mexicanos, chinos, japoneses y de otros países, al tiempo que suprimían la oposición obrera a concesiones y aceptando cobardemente un cierre de planta y despido masivo tras otro.

Como señalara antes el World Socialist Web Site no existen coches “hechos en México” ni “hechos en Canadá”. En realidad, la producción de coches, y la de todos los otros bienes manufacturados, ocurre a escala global; los trabajadores abastecen de componentes y materiales desde casi todos los continentes. El carácter globalizado de la producción, que ha hecho a gigantes corporativos como la GM o Apple rastrear el planeta para localizar el trabajo más barato, subraya que la clase trabajadora solo puede oponerse al ataque conjunto de la patronal y los sindicatos a sus empleos y sus condiciones laborales unificando sus luchas a nivel internacional.

Unifor y la UAW harán cuanto esté a su alcance para impedir tales desarrollos.

Si Dias se sintió obligado a pronunciar algunas palabras insignificantes en apoyo a los huelguistas de Matamoros, es porque es consciente de que hay una simpatía y un apoyo generalizados a su lucha entre los miembros de Unifor.

En comentarios al Boletín de l os Trabajador es Automotor es del WSWS numerosos trabajadores estadounidenses y canadienses han repudiado los ataques retrógrados de Unifor y de la UAW a los trabajadores mexicanos empobrecidos por “robarles empleos”. Sus comentarios indican un creciente entendimiento de que la lucha contra los despidos y los cierres de plantas requiere una respuesta internacional y tiene que basarse en el rechazo a la subordinación de la vida de los trabajadores a las ganancias de los inversores.

Esto es precisamente lo que Unifor rechaza de plano y lo que se está esforzando por impedir.

La incapacidad de Unifor para organizar la oposición a la destrucción de decenas de miles de empleos, recortes salariales y salarios multinivel, y el regreso a las condiciones laborales de maquiladora, no se debe a los defectos individuales de Dias. Más bien se arraigan en el carácter nacionalista y procapitalista de los propios sindicatos.

Dias solo está continuando de una manera especialmente repugnante las campañas nacionalistas que llevan adelante Unifor y la Canadian Auto Workers (CAW) desde 1985, cuando la CAW organizó una escisión con la UAW en base a la afirmación fraudulenta de que un sindicato canadiense basado a nivel nacional estaría mejor capacitado para defender los empleos y los salarios de los trabajadores. En realidad, la división de los trabajadores automotores en Norteamérica en líneas nacionalistas ha servido como un mecanismo para diezmar empleos en los dos lados de la frontera, y profundos recortes a los salarios de los trabajadores y prestaciones laborales.

Los trabajadores automotores y otros trabajadores en Canadá que apoyan la lucha de sus hermanos y hermanas de clase en México contra la élite corporativa y sus cómplices sindicales deberían tratar las afirmaciones mendaces de apoyo a los trabajadores de Matamoros con el desprecio que se merece.

Sobre todo, deberían apoyar y asistir a la manifestación contra la masacre laboral de la GM convocada por el Comité Directivo de la Coalición de Comités de Base y el Boletín del Trabajador es Automotor es del WSWS para este sábado 9 de febrero en Detroit.

La manifestación busca unir a los trabajadores canadienses, estadounidenses y mexicanos en una lucha común para revertir todas las concesiones y defender los empleos de todos los trabajadores. Como el WSWS explicó la semana pasada, “La manifestación se basa en un programa y una estrategia claros. No es un llamamiento a la GM y sus ejecutivos corporativos, sino un llamado a que los trabajadores expresen su fuerza y su determinación a luchar mediante la formación de comités de base, independientes de los sindicatos controlados por la patronal, regidos por executivos privilegiados totalmente corruptos”.

El autor también recomienda:

Unite US, Canadian and Mexican workers against GM plant closings!
[5 febrero 2019]

¡Defendamos a los trabajadores de Matamoros! ¡Por una lucha unida de los obreros de EUA, Canadá y México en defensa de nuestros trabajos y por niveles de vida dignos!
[31 enero 2019]

(Publicado originalmente en inglés el 6 de febrero de 2019)

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