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“Evento Socialismo” en Alemania: política procapitalista vestida de pseudoizquierda

Las tendencias pseudoizquierdistas dentro del partido La Izquierda y alrededor de este están reaccionando al crecimiento de la lucha de clases internacional con un abrupto giro a la derecha. Esto quedó ejemplificado en el presunto “Evento Socialismo”, que fue organizado la semana pasada por Socialist Alternative Voran (SAV), el agrupamiento alemán del Comité por una Internacional Obrera (CWI). Se celebró en la sede editorial del diario Neues Deutschland en Berlín.

El evento no tuvo nada que ver con el “socialismo” ni con la construcción de un partido revolucionario independiente en la clase trabajadora. Un título más apropiado habría sido “Partido La Izquierda” o “Acontecimiento Sindicato”. En unas 30 sesiones separadas, destacados representantes del SAV fomentaron el apoyo a esas organizaciones totalmente procalitalistas y antiobreras y promocionaron teorías y políticas antimarxistas.

Una sesión sobre “60 años de la Revolución cubana: ¿por qué lucharon Castro y el Che?” celebró la Revolución cubana y a sus dirigentes como “una inspiración para muchos” y encomió los “logros de la revolución”. Otro panel, “Los socialistas y el Brexit: ¿salir de la UE puede abrirle perspectivas a la izquierda?”, justificaba la campaña esencialmente derechista y nacionalista “Brexit de izquierdas” del Partido Socialista, el partido inglés hermano del SAV.

Uno de los focos del evento era movilizar el apoyo para La Izquierda en las elecciones europeas de finales de mayo próximo. El primer orador en la sesión inaugural fue Özlem Alev Demirel, el principal candidato de La Izquierda para las elecciones europeas. La Izquierda está participando en las elecciones con un programa decididamente derechista y procapitalista. Incluso antes del propio congreso de La Izquierda en Bonn en preparación para las elecciones europeas, la ejecutiva de su partido había rechazado cualquier crítica a la Unión Europea. Borraron un pasaje en el que llamaban a la UE “militarista, antidemocrática y neoliberal” de su programa electoral. En Berlín, Demirel defendió este rumbo y se opuso a cualquier “crítica fundamental” de la UE.

El que en Alemania el SAV promueva a la UE y al mismo tiempo apoye la política del Brexit de su organización hermana inglesa es característico de las políticas nacionalistas del CWI. Esta “Internacional” no está desarrollando una línea internacional común sino que pone su bandera en cada país según la línea que siga la clase dirigente.

Casi nueve años después de que el SAV se uniera oficialmente a La Izquierda, no hay diferencias entre ellos y la dirección del partido. Esto quedó particularmente evidenciado en un panel de discusión con la portavoz nacional del SAV Lucy Redler y el dirigente de La Izquierda Bernd Riexinger, titulada “¿Cuál es la manera de proceder para La Izquierda: nuevo movimiento colectivo, partido de gobierno o nueva política de clase?”. Redler, que es miembro de la ejecutiva del partido desde 2016, estuvo de acuerdo con “Bernd” en casi todos los asuntos.

En sus comentarios, Redler y Riexinger no hicieron ningún secreto de que en la asamblea de cada Estado donde están en el gobierno con el Partido Socialdemócrata (SPD) y los Verdes —partidos de la guerra y de la austeridad— también ellos son responsables de ataques sociales feroces, de llevar a cabo deportaciones brutales y de desarrollar un Estado policial.

“La aprobación de la ley policial por el partido La Izquierda de Brandenburgo” y el acuerdo con “una expansión del servicio secreto … no solo hipotecaron al partido La Izquierda en Brandenburgo, sino en todo el país”, explicó Redler. La ley policial extendió el “parar y cachear”, permitió “la prisión preventiva por hasta un mes por sospecha de terrorismo” que “en el futuro se usaría contra manifestantes y huelguistas”. Ahora el gobierno estatal del SPD y La Izquierda, en coordinación con la Unión Demócrata Cristiana (CDU) y los Verdes, incluso querían “blindar en la constitución el techo de deuda”, poniendo límites estrictos al gasto público.

La situación apenas es mejor en los otros Estados federales en los que La Izquierda está en coaliciones de gobierno. “En Berlín, bajo los rojo-rojo-verdes [SPD, La Izquierda, Partido Verde], hasta los edificios escolares están siendo privatizados. En Berlín también están continuando las deportaciones”, admitió Redler.

Riexinger dejó claro que la “demanda de expropiaciones” de La Izquierda era en realidad una excusa para nuevos ataques a la clase trabajadora. Aunque supuestamente significaba “transferir empresas inmobiliarias al sector público”, antes había hablado en contra de la “expropiación sin compensación”. Dicho de otra manera, La Izquierda quiere volver a comprar los mismos apartamentos que les vendió a los especuladores por monedas entre 2001 y 2011 como miembro del Senado del SPD y La Izquierda (ejecutiva estatal de Berlín), solo que ahora pagando miles de millones de euros por ellos.

Por “nueva política de clase”, Redler y Riexinger quieren decir la supresión de la creciente oposición política y social entre los trabajadores y los jóvenes con la ayuda de La Izquierda y los sindicatos. Redler señaló a “los desarrollos izquierdistas” en la población. Como ejemplos, mencionó, entre otros, las manifestaciones contra las deportaciones en Baviera, las huelgas en Ryan Air, las protestas masivas contra las leyes policiales y la manifestación masiva “#indivisible” de un cuarto de millón de personas contra el racismo y el regreso del fascismo en octubre pasado en Berlín. Advirtió, “La Izquierda tiene que aprehender este estado de ánimo y canalizarlo”.

El temor a un movimiento independiente de los trabajadores contra el sistema capitalista aterra a los dirigentes del SAV.

En un discurso, al hacer uso de la palabra, el portavoz nacional del SAV Sascha Staničić advirtió de que “la fase que tuvimos en Alemania en los años recientes, y que se caracterizó por una relativa estabilidad económica, está por terminarse”. Estaba “bastante claro que la economía global se está dirigiendo hacia su próxima crisis, que es muy probable que tenga consecuencias mucho más catastróficas, con todos los trastornos políticos y cambios en el sistema de partidos resultantes, pero también hacia una radicalización en la consciencia y por el desarrollo de luchas”. Alemania entonces “se confrontaría de nuevo con cosas que son de hace unos pocos años”.

El SAV teme que las políticas abiertamente derechistas y antiobreras de La Izquierda signifiquen que no será capaz de controlar las luchas revolucionarias venideras de la clase trabajadora. Sería “la peor forma de preparación para luchas y peleas futuras y desarrollar consciencia y polarización, si el partido sigue participando este año en el gobierno”, advirtió Staničić. Prosiguió dejando claro en su siguiente frase que él apoya la política gubernamental de su partido. “No estoy diciendo nada contra ello ahora. Creo que esto tiene algo que ver con la dirección estratégica”.

El regreso de la lucha de clases está exponiendo constantemente el carácter de clase y la orientación política de todas las organizaciones políticas. Grupos pseudoizquierdistas como el SAV, que representan los intereses de capas privilegiadas de la clase media, ya no pueden esconder que en realidad están construyendo partidos y organizaciones en el otro lado de las barricadas en la lucha de clases. Trotsky dijo una vez de las organizaciones oportunistas de su tiempo, “Los grandes acontecimientos que se precipitan hacia la humanidad no dejarán piedra sobre piedra de esas organizaciones anticuadas”. El mismo destino se apoderará de La Izquierda y sus apéndices pseudoizquierdistas.

(Publicado originalmente en inglés el 30 de abril de 2019)

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