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Estados Unidos aumenta los aranceles contra China

El Gobierno de Trump llevó a cabo hoy su amenaza de aumentar los aranceles para productos chinos por un valor de $200 mil millones, del 10 al 25 por ciento. También indicó nuevamente que hay más por venir, lo que sugiere la imposición de un arancel del 25 por ciento sobre otros $325 mil millones en bienes.

El aumento entró en vigor un minuto después de la medianoche del viernes, hora de EUA, Solo cinco días después de que Trump emitiera la amenaza por primera vez en tuits el domingo pasado. Los nuevos aranceles se impusieron después de la primera sesión de discusiones celebrada ayer entre los negociadores de Estados Unidos, encabezada por el representante comercial de los Estados Unidos, Robert Lighthizer, y el vice primer ministro y principal negociador comercial chino, Liu He.

Las negociaciones tienen programado continuar hoy, pero cualquier progreso es discutible.

Sin embargo, los aranceles más altos solo afectarán a los productos que salen de China hoy, no a los que ya están en tránsito hacia los Estados Unidos. Esto deja un período de tres a cuatro semanas antes de que entren en vigor, tiempo en que EUA continuará presionando para obtener las concesiones que ha exigido a China.

Ayer, al abrir Wall Street más de 200 puntos a la baja según el índice Dow, Trump intentó evitar una caída en el mercado de valores diciendo que había recibido una "hermosa carta" del presidente de China, Xi Jinping, y que esperaba recibir una llamada telefónica, manteniendo presente la posibilidad de un acuerdo.

Las negociaciones comerciales proseguirían, dijo Trump, pero en una expresión del carácter improvisado y ad hoc de la toma de decisiones de la Administración, agregó: "no tengo ni idea de qué va a ocurrir".

Hasta que Trump publicara sus tuits, se esperaba que los negociadores anunciaran un acuerdo listo para ser firmado por ambos presidentes. La ruptura se produjo después de que Estados Unidos acusara a China de dar marcha atrás sobre consagrar los compromisos en la ley china. Hasta la fecha, los Estados Unidos no han especificado a cuáles acuerdos se refería.

Un informe de Reuters publicado el miércoles, principalmente atribuido a tres fuentes del Gobierno de Estados Unidos, dijo que China estaba a punto de rendirse, pero luego trató de salirse en el último minuto. El informe dijo que el borrador de acuerdo de siete capítulos incluía un lenguaje legal vinculante según el cual China cambia sus leyes que cubren el robo de propiedad intelectual, las transferencias forzadas de tecnología, la política de competencia, la manipulación de la moneda y el acceso a servicios financieros.

La parte china ha negado enérgicamente la acusación de que dio marcha atrás. En una conferencia de prensa el jueves, el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng, rechazó el reclamo de Washington y dijo que Beijing había estado tratando de resolver las disputas con Estados Unidos.

"Se le han impuesto muchas promesas [rotas] a China", dijo. "China está comprometida y ha cumplido sus promesas, y esto nunca ha cambiado".

Gao advirtió que no había ganadores en las guerras comerciales y pidió a los Estados Unidos que resolvieran los problemas a través del diálogo en lugar de medidas unilaterales. "Al mismo tiempo, China está bien preparada, determinada y es capaz de salvaguardar sus derechos e intereses legítimos", dijo.

No está claro cuáles medidas podría adoptar China como represalia, dado que una parte considerable de las exportaciones estadounidenses ya se ha visto afectada por los aranceles anteriores con los que China respondió. Las medidas de represalia podrían incluir un aumento en las regulaciones dirigidas a los productos estadounidenses, lo que reduciría el acceso a los mercados chinos.

Beijing tiene un arma más poderosa a su disposición. Tiene $1,3 mil millones en bonos del Tesoro de los EUA y podría amenazar con venderlos, una medida que causaría una turbulencia significativa en los mercados financieros. Pero "opción nuclear" tendría un gran impacto en China debido a la mayor integración de su sistema financiero en los mercados globales.

Sobre el tema de los cambios a la ley china, Gao dijo que China no obligaba legalmente a las compañías extranjeras a transferir tecnología a sus socios chinos. Beijing ha insistido repetidamente en que, si tales transferencias tienen lugar, son acuerdos comerciales.

"La nueva ley de inversión extranjera recientemente aprobada estipula que los departamentos y los funcionarios gubernamentales no deben utilizar medios administrativos para participar en la transferencia forzosa de tecnología, lo que mejora aún más la protección legal para las empresas extranjeras", dijo.

Pero estas leyes son consideradas como inadecuadas por los EUA y demasiado fácilmente pasadas por alto. En efecto, exige que Washington sea capaz de dictar la legislación china. Beijing considera que esto constituye una infracción inaceptable de la soberanía nacional de China.

Al mismo tiempo, EUA está aumentando la presión en todos los frentes, no solo desde la Administración de Trump.

El lunes, el Comité de Revisión Económica y de Seguridad de EUA-China, un organismo establecido por el Congreso en 2000 cuando China estaba tomando pasos para ingresar a la Organización Mundial de Comercio, publicó un informe titulado “Cómo las compañías chinas facilitan la transferencia de tecnología de los Estados Unidos”.

El informe señaló la fuerza motriz esencial del conflicto, que no es el comercio como tal, sino los esfuerzos de China para mejorar su desarrollo industrial y tecnológico, considerado por Washington como una amenaza para el dominio de los Estados Unidos, tanto económica como militarmente.

El comité dijo que China utilizó una variedad de métodos, "muchos de ellos encubiertos o coercitivos", a menudo bajo la dirección y con la ayuda del Gobierno, como parte del "esfuerzo más amplio de Beijing para desarrollar su mercado interno y convertirse en un líder mundial en una amplia gama de tecnologías".

Estos problemas han estado en el centro del conflicto, que comenzó en mayo pasado cuando la Administración de Trump estableció su posición inicial, esencialmente exigiendo que China ponga fin a sus esfuerzos para desarrollar industrias de alta tecnología y asuma un estado semicolonial con respecto a los Estados Unidos.

Shi Yinhong, un asesor del Consejo de Estado de China le dijo al South China Morning Post que Estados Unidos había presionado a China para que realice cambios en cuestiones estructurales, como los subsidios para las industrias estatales. A Beijing le resultó difícil aceptar estas demandas, pero no las rechazó de plano.

"China quería ofrecer algunas concesiones más pequeñas, con la esperanza de que EUA aceptara", dijo Shi. "Pero Trump no lo permitiría".

El periódico citó a un profesor anónimo de la Academia de Ciencias de China, también asesor sénior de la dirección china, quien dijo que algunas de las demandas de los Estados Unidos, especialmente las de cancelar subsidios, serían "suicidas".

"Significa que China tiene que renunciar a su patrón de desarrollo", dijo. "China preferiría aceptar que Estados Unidos aumente los aranceles al 25 por ciento. China no abandonará su línea inferior solo por alcanzar un acuerdo”. China puede “aguantar las consecuencias” y está “preparada para el fracaso”.

(Publicado originalmente en inglés el 10 de mayo de 2019)

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