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Perspectiva

El ataque fascista en Gilroy y la epidemia de los tiroteos masivos

El asesinato de tres personas en el Festival del Ajo en Gilroy, California, capturó los titulares en EUA, pero la prensa corporativa ha buscado suprimir o minimizar el aspecto más importante: su carácter políticamente motivado.

William Legan, de 19 años, abrió fuego con un rifle de asalto AK-47 dentro del festival la tarde del sábado. Asesinó a tres personas —un niño de 6 años, una niña de 13 años y un hombre de 25 años— e hirió a 15 otros antes de ser matado a tiros por la policía local.

Las tres personas asesinadas eran hispanas o afroamericanas. Esto aparentemente no fue un accidente. Las publicaciones en línea de Legan indican que fue motivado por puntos de vista racistas y supremacistas blancos. La indicación más importante fue un texto urgiendo, “Lean El poder es la razón de Ragnar Redbeard” seguido por una denuncia de “hordas de mestizos” supuestamente en los pueblos del área de Gilroy.

El libro que Legan elogia es El poder es la razón o la supervivencia del más apto, una trama supremacista blanca y darwinista social publicada en 1890, inspirada por, entre otros, el reaccionario filósofo alemán, Friedrich Nietzsche. Un pasaje del libro denuncia la Declaración de Independencia por “la mentira degradante y evidente” de que “todos los hombres son creados iguales” de que “todos los hombres son creados iguales”. Esto es seguido por insultos contra los negros, asiáticos, judíos y pobres, así como contra todos los que viven en los “nocivos” centros urbanos como Londres, Liverpool, Nueva York, Chicago y Nueva Orleans. El equivalente moderno de tal lenguaje, son las denuncias de Donald Trump sobre Baltimore, calificándolo de “infestado de ratas” y sumido en crimen.

A pesar de la clara evidencia de las inclinaciones políticas de Legan, la policía local y la prensa nacional afirmaron que el motivo del ataque fue un misterio y que solo fue otra “matanza sin sentido” del tipo que se ha vuelto común en Estados Unidos durante las últimas tres décadas.

Ningún comentarista en los medios ni columnista realizó la obvia conexión entre la mentalidad de Legan y su odio fascistizante hacia los inmigrantes y las minorías promovidas por el presidente de Estados Unidos, utilizando mítines masivos, comentarios en la prensa y tuits ante 50 millones de seguidores en Twitter.

El encubrimiento de la prensa solo fue posible gracias a que el ataque de Gilroy fue solo uno de los diez tiroteos masivos en Estados Unidos durante el fin de semana. Hubo 15 muertos y 52 heridos en total.

La masacre prosiguió después del comienzo de la semana laboral. El martes por la mañana, en un Walmart en Southaven, Mississippi, un suburbio de Memphis, Tennessee, un atacante mató a tiros a dos trabajadores de Walmart e hirió a un policía antes de que le dispararan y lo arrestaran.

La respuesta de la prensa a estas tragedias ha consistido en dos factores: utilizarlas para ocultar los aspectos políticos específicos del ataque de Gilroy en California y presentarlas como prueba de que es necesario intensificar las medidas represivas, incluyendo tanto los llamados liberales usuales sobre restringir la propiedad de armas como mayores poderes para la policía.

Cabe notar que un editorial en el Washington Post, el diario del milmillonario más rico del mundo Jeff Bezos, hizo caso omiso a las creencias fascistizantes del atacante y declaró que el tiroteo en Gilroy fue una “condena de nuestras leyes sobre armas”. El editorial procedió a señalar la alta presencia de seguridad policial durante el ataque y su rápida respuesta, disparándole y matando a Legan un minuto tras abrir fuego. La implicación es clara: está en orden una represión policial más rápida y masiva.

En las dos décadas desde que la masacre de Columbine convirtiera los “tiroteos masivos” en una categoría reconocida de noticias en Estados Unidos, el World Socialist Web Site ha buscado desarrollar un entendimiento crítico de los que típicamente es descartado como “violencia insensata” en Estados Unidos.

Como lo indicamos en un reciente comentario, las dos décadas desde Columbine coinciden con la descomposición de la sociedad estadounidense bajo el impacto de la creciente desigualdad social y el fin de las interminables guerras imperialistas:

También han sido dos décadas, más o menos, desde la declaración de la “guerra contra el terrorismo” y las invasiones de Afganistán y luego Irak, dos décadas desde el robo de una elección nacional y el repudio de cualquier preocupación por normas demócratas por parte de la burguesía estadounidense, dos décadas de aumentos en la desigualdad social y dos décadas de ataques despiadados contra las condiciones de vida de los trabajadores…

La sociedad capitalista estadounidense se está desintegrando. Actos desquiciados, individuales y antisociales como el ocurrido en Columbine no se pueden detener con deseos piadosos, ni mucho menos la indiferencia de los dueños del poder.

Ha habido un cambio en la categoría general de “tiroteos masivos”, los cuales han asumido un carácter cada vez más político.

Por supuesto, el evento que en cierta medida desató la ola de asesinatos masivos, el incidente en Columbine, contenía un grado de eso. Fue planeado para coincidir con el cumpleaños de Hitler y el aniversario de los bombardeos en Oklahoma City. Sin embargo, ahora tales masacres con motivos políticos suceden con regularidad, incluyendo el atentado del tirador fascista contra la sinagoga en Powa, California, en abril de este año y la masacre en la sinagoga Tree of Life en Pittsburgh en octubre de 2018.

Asimismo, como lo demuestra el ataque en Gilroy, California, lejos de “deseos piadosos” sobre poner fin a tal violencia, el Gobierno actual de Estados Unidos está incitando deliberadamente estas atrocidades. El presidente Trump está persiguiendo una estrategia política determinada y facilitada políticamente por los demócratas de azuzar la violencia y crear las condiciones para medidas aún más autoritarias.

El sistema capitalista en su conjunto es responsable. La amarga desilusión en Obama, la incitación fascista de Trump, en combinación con las dificultades económicas y las guerras interminables, han fomentado o producido un nuevo fenómeno, el atacante masivo abiertamente derechista.

El autor también recomienda:

Tres muertos en tiroteo en festival de Gilroy, California: atacante motivado por ideología supremacista blanca [30 julio 2019]

Fascista ataca sinagoga en California [30 abril 2019]

(Artículo publicado originalmente en inglés el 31 de julio de 2019)

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