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La administración Trump se niega a vacunar a los migrantes en los centros de detención

El gobierno federal de los Estados Unidos no vacunará a los migrantes antes de la temporada de gripe de este año, según un comunicado de la Patrulla de Aduanas y Fronteras (CBP, por sus siglas en inglés). De los seis niños que han muerto bajo la custodia de la Gestapo estadounidense desde septiembre de 2018, tres fallecieron debido a enfermedades relacionadas con la gripe.

"En general, debido a la detención de corto plazo de CBP y las complejidades de la operación de los programas de vacunación, ni CBP ni sus contratistas médicos administran vacunas a los que están bajo nuestra custodia", dijo un portavoz de CBP. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) recomienda que todos los niños mayores de seis meses reciban una vacuna anual contra la gripe.

El anuncio se produjo después de que un grupo de médicos afiliados con Harvard y Johns Hopkins escribieron una carta al Congreso a principios de agosto exigiendo una investigación de las condiciones de salud en las instalaciones fronterizas. Las muertes por influenza entre los niños estadounidenses son "extremadamente raras", según los médicos estadounidenses. Esta pasada temporada de gripe, el CDC informo 124 muertes infantiles por influenza. Esto representa una tasa de aproximadamente una muerte reportada por 600.000 niños. Sin embargo, en los centros de detención de migrantes, tres niños de cada 200.000 detenidos han muerto de influenza, una tasa casi 10 veces mayor.

La carta al Congreso establece que los niños migrantes en los centros de detención ya tienen un mayor riesgo de contraer influenza que las personas nacidas en los Estados Unidos. Con tasas más bajas de inmunización, tasas más altas de otras enfermedades infecciosas y atención pediátrica inadecuada durante la niñez, los migrantes inmunocomprometidos recibirían el más alto nivel de atención médica bajo una sociedad científica y racional.

La negativa a proporcionar vacunas no puede explicarse por la "complejidad" de organizar una campaña de inmunización en los campamentos de migrantes. Tampoco puede explicarse por la naturaleza "a corto plazo" de la detención de un niño, que, en realidad, a menudo se prolonga en las semanas o meses. Más bien, la decisión de dirigir campos de detención sucios y plagados de enfermedades es parte de una estrategia definitiva de los asesores fascistas de Trump.

Calculan que, al infligir daños físicos y emocionales a los inmigrantes, el gobierno de EE. UU. podrá disuadir a los cientos de miles de trabajadores, campesinos y jóvenes que desean huir de sus intolerables condiciones de pobreza y violencia y ejercer su derecho internacional al asilo. Trump y sus asesores no desean prevenir la enfermedad, sino promoverla.

Con el apoyo del Partido Demócrata, Estados Unidos ha establecido campos de concentración que son lugares ideales para la reproducción de enfermedades infecciosas. "La rápida rotación de detenidos aumenta la propagación de la gripe al crear una afluencia de personas en cohortes rápidamente consecutivas (un efecto de ‘puerta giratoria’)", escribieron los médicos.

La rápida rotación de migrantes se ha combinado con una sobrepoblación deliberada de las instalaciones de migrantes en las que las enfermedades contagiosas pueden propagarse fácilmente. En un ejemplo particularmente escandaloso, un informe de CNN a fines de mayo reveló que 900 inmigrantes estaban detenidos en una instalación con capacidad para 125.

En otro ataque a sus sistemas inmunes, a los migrantes se les niega habitualmente el acceso a productos higiénicos básicos como jabón y un cepillo de dientes. “No hay jabón para que los niños se laven las manos. Vimos muchos niños enfermos”, dijo un grupo de abogados que visitaron dos centros de procesamiento de la Patrulla Fronteriza este verano. “Inmediatamente vimos niños que tosían y tenían goteo nasal. Tenían moco por todas partes de sus camisas”.

Los brotes de enfermedades infecciosas ya han estallado en instalaciones federales este año. Según el CBP, se realizó una cuarentena masiva de 8.000 detenidos en el Centro de Procesamiento Central de McAllen Texas a fines de mayo debido a un "gran número" de inmigrantes que mostraban signos de síntomas "relacionados con la gripe". En marzo, un funcionario de ICE declaró que más de 2.200 inmigrantes fueron puestos en cuarentena en todo el país.

Las muertes relacionadas con la gripe de los tres niños migrantes son una advertencia absoluta sobre el tipo de crisis humanitaria que podría estallar entre la población inmigrante.

Felipe Alonzo-Gómez, de 8 años, falleció como complicación de la gripe el 24 de diciembre de 2018, seis días después de que él y su padre cruzaran a los Estados Unidos. Mientras estaba bajo custodia de CBP, desarrolló dolor de garganta y congestión nasal. Dio positivo en la prueba de Influenza B en un hospital local y murió después de ser dado de alta nuevamente bajo custodia federal.

Wilmer Josué Ramírez Vásquez, de dos años, falleció en mayo de 2019 después de ser ingresado en la sala de emergencias con múltiples infecciones respiratorias y gastrointestinales. La madre de Wilmer lo llevó a los Estados Unidos porque estaba gravemente enfermo y la familia no podía pagar atención médica en Guatemala.

De acuerdo con su familia, Carlos Gregorio Hernández Vásquez, de 16 años, estaba en excelente estado de salud cuando fue detenido. Murió de influenza, complicada por neumonía y sepsis, después de ser detenido durante seis días, el doble del tiempo legalmente establecido de 72 horas para niños migrantes no acompañados.

Tales crímenes no podrían tener lugar sin el apoyo político activo del Partido Demócrata. A fines de junio, los demócratas de la Cámara votaron abrumadoramente para proporcionar a los centros de detención una financiación adicional de $4.6 mil millones, asegurando una ola ininterrumpida de arrestos y detenciones para niños inmigrantes.

Para evitar futuros crímenes contra algunos de los sectores más vulnerables de la clase trabajadora, el apoyo masivo a los inmigrantes que existe entre la población debe movilizarse como una fuerza independiente, en oposición a los demócratas y republicanos, los partidos gemelos de deportación y detención, basado en un programa socialista de fronteras abiertas y la liberación inmediata de todos los inmigrantes detenidos.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 21 de agosto de 2019)

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