Ayer Donald Trump inició una importante ofensiva política contra los derechos democráticos, declarando que el gobierno mantendrá a miles de familias inmigrantes en detención indefinida, los niños junto con sus padres. También arremetió contra la ciudadanía por derecho de nacimiento, declarando que su administración estaba "fijándose muy en serio" en poner fin al derecho garantizado por la Enmienda 14 a la Constitución de los Estados Unidos.

Frente a las crecientes dificultades políticas (una economía en desaceleración, la caída de índices de aprobación y la creciente oposición entre los trabajadores), Trump busca agitar la xenofobia y el racismo para bloquear el desarrollo de un movimiento unificado de la clase trabajadora contra su gobierno y contra el sistema de ganancias entero.

Si bien los trabajadores inmigrantes son objetivos inmediatos, sus medidas policiales estatales están dirigidas a los derechos democráticos de todos los trabajadores.

El cambio en los procedimientos del Departamento de Seguridad Nacional sobre las detenciones familiares —defendido durante mucho tiempo por el ayudante fascista de Trump, Stephen Miller— es la más amplia de todas las medidas antiinmigrantes de Trump hasta la fecha.

Será desafiado en la corte de inmediato, porque viola abiertamente una orden judicial federal conocida como el "acuerdo de Flores ", que prohíbe al gobierno detener a niños durante más de 20 días y exige normas mínimas de atención para los jóvenes inmigrantes. Sería una locura confiar en los tribunales federales —llenos de nominados de Trump y encabezados por la mayoría derechista en la Corte Suprema— para revocar las nuevas reglas del DHS.

Bajo el caso Flores, las familias inmigrantes no estaban sujetas a detenciones prolongadas debido a que tal detención violaría la Constitución de los Estados Unidos y el derecho internacional. Trump intentó poner fin a Flores en 2018, ordenando que los padres permanecieran detenidos indefinidamente incluso cuando los niños fueron liberados después de 20 días, forzando efectivamente la separación de padres e hijos para aterrorizar a las familias inmigrantes.

La administración se retiró brevemente debido a que las separaciones familiares provocaron una indignación popular generalizada y protestas masivas. La nueva regla tiene un enfoque diferente, desafiando a Flores por completo. Los padres serán encarcelados indefinidamente, según lo dispuesto en la política de "cero tolerancia" de 2018. Pero esta vez sus hijos se unirán con ellos, "preservando" la unidad familiar, pero solo dentro de las instalaciones federales de detención, donde los niños, sin importar que tan joven o vulnerable, serán encarcelados junto a sus padres.

Mientras que los campos de concentración familiares existentes se llenen al máximo, se construirán nuevos campos. Hasta ahora, en el año fiscal 2019, más de 430,000 miembros de familias han sido detenidos cruzando la frontera sur. Bajo la nueva regla, todos serán encerrados indefinidamente sin derecho a una audiencia de fianza. No tendrán forma de impugnar su detención, porque bajo la ley draconiana de inmigración de Estados Unidos, los inmigrantes no tienen derecho a presentar peticiones de hábeas corpus .

Los aliados fascistas de Trump elogiaron el cambio de reglas. Jessica Vaughan, directora de estudios de políticas del Centro de Estudios de Inmigración de extrema derecha, dijo: "Esta solución es posiblemente la más importante de la serie de acciones de enclavamiento que la administración Trump ha tomado para abordar la afluencia fronteriza". Breitbart News público el titular, "DHS emite una regulación que cierra el resquicio legal de Flores".

Horas después, Trump dejó en claro que el cambio de la regla de detención indefinida era parte de un ataque más amplio contra las garantías constitucionales. Al referirse a la ciudadanía por derecho de nacimiento, Trump dijo: "Lo estamos revisando muy en serio. La ciudadanía por derecho de nacimiento, donde tienes un bebé en nuestra tierra —cruzas la frontera, tienes un bebé, felicidades, el bebé ahora es ciudadano de los Estados Unidos—. Estamos revisando la ciudadanía por derecho de nacimiento muy en serio. Es, francamente, ridículo".

Si la ciudadanía por derecho de nacimiento es "ridícula" para Trump y los multimillonarios que lo respaldan, también lo son la Declaración de Derechos y las enmiendas 13, 14 y 15. La cláusula de ciudadanía por derecho de nacimiento de la 14a Enmienda rechazó la concepción de que los derechos y la ciudadanía derivan de la sangre, la raza o el estatus social privilegiado. Fue una respuesta a la decisión de la Corte Suprema de “Dred Scott v. Sandford” de 1857, que dictaminó que las personas de ascendencia africana no eran ciudadanos y no tenían derecho a derechos democráticos, sin importar cuánto tiempo hubieran vivido ellos y sus ancestros en los Estados Unidos.

La administración Trump ha transformado los procedimientos de inmigración de Estados Unidos en cuestión de semanas. En los últimos 30 días, el gobierno ha:

• Implementado una regla que prohíbe la ciudadanía y la residencia permanente a los inmigrantes que han utilizado programas sociales o que tienen ingresos insuficientes.
• Comenzó a hacer cumplir la prohibición general de asilo de Trump para los centroamericanos en los estados de Texas y Nuevo México, los estados fronterizos más concurridos, después de un fallo favorable de la Corte de Apelaciones del Noveno Circuito, nominalmente liberal.
• Se negó a vacunar a los inmigrantes detenidos.
• Negó el derecho de asilo a los inmigrantes que huyen de la persecución basado en su estado familiar, como las mujeres que huyen de la violencia doméstica, una sección importante de todos los solicitantes de asilo.
• Realizaron las redadas de inmigración más grandes en una década en plantas empacadoras de carne en Mississippi.
• Continuó separando a padres e hijos en violación de una orden judicial federal.
• Recibió la luz verde de la Corte Suprema para comenzar la construcción de un muro a lo largo de la frontera entre Estados Unidos y México.

El ataque a los inmigrantes es la columna vertebral de la estrategia política general de Trump. Trump está apelando a una base fascista, en gran parte dentro del propio aparato estatal, como en las filas de ICE y la Patrulla Fronteriza, sobre la base del racismo, el odio al socialismo y un esfuerzo a demonizar toda oposición a la administración como "antiamericano."

Trump ha provocado un estado de ánimo violento, haciendo un llamamiento efectivo a sus seguidores para dañar a sus oponentes y, por lo tanto, compartiendo la responsabilidad de los tiroteos masivos a principios de este mes en Gilroy, California y El Paso, Texas, donde los tiradores intentaron matar a los inmigrantes.

El Partido Demócrata y los medios corporativos vinculados a los demócratas han colaborado con los ataques de Trump contra los inmigrantes, recientemente para proporcionar fondos completos para ICE, los campos de detención de Trump y el DHS en general, y han facilitado su estrategia fascista en cada paso.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 22 de agosto de 2019)