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GM despide y amedrenta a trabajadores mexicanos para acelerar producción

El 12 de setiembre a las 6:00 pm (hora CDT y Ciudad de México), el Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS estará auspiciando una reunión en línea (en inglés) para discutir la estrategia y perspectiva necesarias para organizar esta lucha. Haz clic aquí para participar: wsws.org/autocall. Cinco días antes de la expiración del contrato para 160.000 trabajadores automotores en Estados Unidos, los trabajadores del Complejo Silao de General Motors (GM) en el centro de México reportaron el lunes que la gerencia está acelerando la producción y utilizando medidas represivas contra los trabajadores militantes.

La decisión es parte de la estrategia internacional de la empresa para aumentar la producción internacionalmente en caso de una huelga en EUA. Pero, debido a que los trabajadores en Silao se oponen a las aceleraciones y no quieren socavar las luchas de sus hermanos y hermanas en Estados Unidos, la empresa está recurriendo a esfuerzos dictatoriales para despedir y aterrorizar a los 6.000 trabajadores en la planta. La empresa está nerviosa porque ya salieron en huelga 8.000 trabajadores de GM en Corea del Sur, lo que fortalece enormemente la posición de los trabajadores automotores de toda América del Norte.

Según el diario El otro enfoque, los obreros en México están alzando la voz sobre “despidos injustificados” y “también denunciaron que han comenzado una serie de ‘trabajos extraordinarios’ en la planta”. El medio añade que estos pasos se producen “ante la inminente huelga que podría estallar en la armadora de Estados Unidos, este próximo 14 de septiembre”. Los trabajadores añadieron que están siendo obligados a trabajar tiempos extras “que no están bien remunerados y en condiciones agobiantes”.

Los obreros tanto en EUA como en México se oponen a los sindicatos, que en todos los países colaboran con las empresas en contra de los intereses de los trabajadores.

El Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS conversó con Israel Cervantes, uno de los despedidos del Complejo Silao. Cervantes señaló que fue seleccionado y despedido el 28 de agosto tras discusiones con compañeros sobre dejar el sindicato patronal afiliado a la Confederación de Trabajadores Mexicanos (CTM) y pedir mejores condiciones.

“Yo llevo 13 años donde tengo un récord de cero faltas. No me incapacito. En las áreas donde he estado tengo reconocimientos. Recibí hace unos meses uno por recuperar 50 unidades que iban a ser prácticamente tiradas a la basura. ¿A cambio qué hace la empresa? Dice, ‘Este está levantando polvo, mejor despídelo, búscale un pretexto cualquiera’”, declaró Cervantes.

GM alega que salió positivo en un examen antidopaje, pero Cervantes tomó una prueba a costo propio y la publicó en línea mostrando resultados limpios. Indicó que, “Ni el sindicato se acercó, pero fue la seguridad industrial de la planta y me sacaron como si fuera un delincuente. Querían que firmara mi renuncia para no liquidarme. Así como me lo hicieron a mí se lo hicieron a varias personas”.

Cervantes también confirmó reportes de una “aceleración”, explicando: “Se ha estado dando tiempo extra cuando no había eso de tiempo extra, además de que se está hostigando mucho últimamente a los compañeros”.

Prueba de orina de Israel mostrando ningún rastro de drogas

Otro trabajador de Silao, quien permaneció anónimo, le dijo al WSWS: “Alzas la mano, dices algo, siempre te amedrentan. Te cambian de puesto o te ponen en un lugar donde está muy pesado [el trabajo]. A un chavo de nosotros le llegaron diciendo que ya se calmara, que cuánto dinero quería para que se alejara del ‘alboroto’”.

En medio de un silencio total de parte de la prensa mexicana y los sindicatos, los trabajadores de GM en México han estado utilizando grupos de WhatsApp y otras redes sociales para seguir y compartir la cobertura del WSWS sobre la batalla contractual y los votos de huelga en Estados Unidos. Los comentarios de obreros hacia los trabajadores estadounidense en dichas publicaciones del WSWS en Facebook incluyen, “Estamos con ustedes”, “¿Nosotros para cuándo?” y otras declaraciones similares de apoyo.

Cervantes, quien está exigiendo su reinstalación y se ha seguido reuniendo con trabajadores para organizarse contra el sindicato de la CTM, declaró: “Eso es lo que esperamos, tanto apoyar a la gente de Estados Unidos y que desde allá nos den su apoyo”. Su compañero de trabajo dijo por separado que una lucha conjunta con los trabajadores estadounidenses “sería una gran estrategia”.

Como cualquier otra corporación transnacional, GM está explotando su producción globalmente integrada con una estrategia internacional para extraer más concesiones y cerrar plantas. GM está intentando acelerar la producción en Silao para continuar el flujo de masivas ganancias tomadas de la explotación de trabajadores internacionalmente y dirigidas a llenar los bolsillos de sus ejecutivos e inversores de Wall Street.

GM emplea a 46.000 trabajadores asalariados en EUA, 10.000 en Canadá y 16.000 en México, donde es la mayor fabricante de autos. El Complejo Silao es el más grande de las cuatro plantas de GM en el país y emplea a 6.000 trabajadores. Tiene dos “plantas hermanas” que también ensamblan el Chevrolet Silverado y el GMC Sierra, en Flint, Michigan, y Fort Wayne, Indiana.

Mientras tanto, las plantas mexicanas de Ramón Arizpe y San Luis Potosí ambas ensamblan el Chevrolet Equinox. Su “planta hermana” es la fábrica CAMI en Ontario, Canadá. GM despidió a 600 trabajadores de Ramón Arizpe en maro de 2018 y eliminó un turno en San Luis Potosí el mes pasado. Al mismo tiempo, la empresa está llevando a cabo suspensiones frecuentes en la planta CAMI.

Solo una lucha coordinada internacionalmente de la clase obrera puede avanzar con éxito los intereses de los trabajadores contra una empresa transnacional. Esto también debe incluir a los trabajadores de partes, quienes integran cadenas de producción que cruzan las fronteras varias veces antes del ensamblaje final de cualquier carro o mercancía.

Los trabajadores automotores en Silao y las otras plantas están expresando una oposición fuerte a las aceleraciones de la empresa, tanto por ser peligroso y extenuante como porque no quieren socavar a sus hermanos y hermanas de clase en EUA. Sin embargo, mientras los trabajadores mexicanos hacen cada vez más llamados para una lucha unida internacionalmente, los sindicatos y los políticos en EUA, demócratas y republicanos por igual, están intensificando sus esfuerzos para utilizar a los trabajadores mexicanos e internacionales como chivos expiatorios.

Silao, Guanajuato, México

El miércoles pasado, el presidente de la Federación Estadounidense de Trabajo-Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), Richard Trumka, se reunió con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador para urgir la implementación de la nueva reforma laboral mexicana, la cual fue exigida por el Gobierno de Trump durante las negociaciones comerciales.

Sabiendo que hay una rebelión contra la CTM en la puerta, la ley obliga a los sindicatos a ser votados por una mayoría de trabajadores. Esto tiene el objetivo de prevenir organizaciones independientes de las bases obreras que orienten su lucha internacionalmente, así como promover a una sección de la misma burocracia sindical, corrupta y nacionalista de México alineada con el partido Morena de López Obrador y la AFL-CIO.

Todo el aparato sindical y político está conspirando con las empresas en contra de los trabajadores automotores en cada país. Estas son las líneas de batalla en la lucha que se avecina.

Un trabajador de autopartes en Inteva, la proveedora del año de GM en 2017, en la ciudad mexicana fronteriza de Matamoros, respondió a las noticias de los votos de huelga en EUA enviando un mensaje a los trabajadores por medio del Boletín de los Trabajadores Automotores: “Acá ya todo se calmó y pues el sindicato nuevo con los sindicatos viejos tienen todo bajo control. Pero poco a poco han ido corriendo personal, pero contratan personal nuevo”, dijo. “Más que nada, se necesita mucho valor y que analicen lo que pasó aquí en Matamoros y aprendan de los errores de quién deben confiar y en quién no”.

En enero y febrero, más de 70.000 trabajadores en Inteva y otras maquiladoras en Matamoros formaron comités de base y organizaron huelgas espontáneas en oposición a las empresas transnacionales y los sindicatos patronales de la CTM. Tomaron la lucha en sus propias manos e hicieron llamados a los trabajadores en EUA, incluso marchando a la frontera y cantando “¡gringos despierten!”.

Cualquier lucha y resistencia continua se ha visto bloqueada por un nuevo sindicato “independiente” vinculado con la AFL-CIO y Morena.

(Artículo publicado originalmente en inglés el 10 de septiembre de 2019)

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