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Ante oposición masiva de obreros, UAW convoca huelga nacional en GM

Noticias de última hora: Trabajadores automotores de EUA cierran la producción de GM en huelga

Actualización del lunes 16 de septiembre

A las 11:59 p.m. el domingo, hora del este, 49,000 trabajadores automotores de General Motors comenzaron una huelga a nivel nacional, cerrando cada una de las 35 plantas de la compañía en los Estados Unidos.

La huelga es la huelga más importante de los trabajadores industriales estadounidenses en una generación, un testimonio de la determinación de los trabajadores automotores de poner fin a cuarenta años de concesiones. Demuestra el inmenso poder social de la clase trabajadora y marca una escalada del creciente movimiento internacional de la clase trabajadora.

La huelga de GM en los Estados Unidos sigue a la huelga de la semana pasada de 8,000 trabajadores de GM en Corea del Sur, donde el gigante automotriz está amenazando con más cierres de plantas. También sigue a una huelga de trabajadores de tránsito en Francia que cerró el metro de París, y una ola de protestas masivas, desde los chalecos amarillos en Francia, a trabajadores y jóvenes en Hong Kong, al movimiento de masas en Puerto Rico, a olas de huelgas y protestas en Sudán, Argelia y otras partes de África.

A principios de este año, los trabajadores de maquiladoras de autopartes en Matamoros, México, se rebelaron contra sus sindicatos pro empresa, establecieron comités de huelga y cerraron la producción durante semanas. Marcharon hacia la frontera de los Estados Unidos para pedir el apoyo de sus hermanos y hermanas estadounidenses.

Los trabajadores de Ford y Fiat Chrysler apoyan con entusiasmo a los huelguistas de GM y abrumadoramente a favor de unirse a ellos en una huelga general contra las compañías automotrices con sede en Estados Unidos. Los trabajadores de todo el mundo se animarán y se inspirarán en una expresión del poder de la clase trabajadora en el centro del capitalismo mundial.

El sindicato United Auto Workers, completamente desacreditado entre los trabajadores automotores por su papel en hacer cumplir décadas de concesiones y un escándalo de corrupción cada vez mayor que implica a su liderazgo superior, trató desesperadamente de evitar una huelga. El comienzo de la huelga se produce solo un día después de que el sindicato ordenó a los trabajadores de producción de GM que cruzaran las líneas de piquete de los conserjes del UAW en las plantas de Michigan y Ohio.

Al final, el UAW decidió que no tenía más remedio que convocar una huelga o arriesgarse a una rebelión de base y pérdida de cualquier control sobre los trabajadores. Los trabajadores deben tener claro que, para demostrar su valor a la compañía y a los investigadores federales de corrupción, el sindicato trabajará para cerrar la huelga lo más rápido posible e imponer una venta total.

"El contrato expiró el sábado y continuamos trabajando 9 horas", dijo ayer un trabajador de GM en Flint Assembly. “Estaba bastante enojado. Y lo llaman para las 11:59 de esta noche. Deberían haberlo llamado en ese mismo momento. Y no solo eso, sino que nos hicieron cruzar a los trabajadores de Aramark [conserjes]. Dijeron que si no cruzábamos sería una huelga salvaje.

"No puedo permitirme perder mi trabajo. Estaba furioso. No podía creer que nuestro sindicato lo permitiera y básicamente lo hiciera cumplir, nos hizo cruzar sus líneas e ir a trabajar. Muchos de nosotros estábamos molestos".

GM publica los detalles de la oferta

Actualización de las 5:35 PM (hora del este de EUA), domingo 15 de septiembre

General Motors publicó los detalles de su propuesta a los negociadores del sindicato UAW en una declaración sumamente inusual el domingo por la tarde.

Mientras que los supuestos puntos principales son poco específicos y parciales, entre líneas, se pone de manifiesto la estrategia que GM ha desarrollado con sus lacayos del comité “negociador” del UAW para obtener concesiones de los trabajadores.

GM afirma que su propuesta hubiera generado $7 mil millones en nuevas inversiones en EUA y 5.400 empleos nuevos. Esto, sin embargo, es insignificante comparado con la destrucción de trabajos en la industria automotriz de los últimos 12 meses. Desde enero, la industria automotriz en EUA ha sido testigo de 20.000 despidos. En China e India, las automotrices han despedido a más de 200.000 y 350.000 trabajadores respectivamente este año.

GM fue la punta de lanza con su anuncio el año pasado de que cerraría cinco plantas norteamericanas y despediría a 14.000 empleados a nivel global. Como lo advirtió el Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS, una de las funciones del anuncio era sentar las bases para un acuerdo podrido con concesiones y el intento de guardar las apariencias afirmando que se “salvaría” una o un par de plantas.

Estas advertencias se han visto confirmadas. Según informes mediáticos, el acuerdo involucraría un plan para reabrir eventualmente la fábrica de ensamblaje de Detroit-Hamtramck, cuyo cierre fue programado en enero, para la producción de la siguiente generación de camionetas pickup eléctricas. Sin embargo, la planta permanecería cerrada el próximo año con promesas inciertas de que volvería a entrar en operación en algún momento durante la vigencia de cuatro años del nuevo acuerdo.

Los vehículos eléctricos requieren una menor mano de obra porque utilizan muchas partes menos que los vehículos de combustión interna, lo que significaría que una gran porción de los trabajos no regresaría.

El comunicado también afirma que su propuesta incluía la construcción de una nueva planta de baterías en la vecindad de la planta de ensamblaje de Lordstown cerrada este año. No obstante, Lordstown en sí sería vendida a una empresa nueva de vehículos eléctricos.

GM no dijo nada específico sobre salarios y prestaciones —una señal clara de que persigue recortes en el costo laboral—. Antes de las negociaciones, GM se quejó de que gastaba mucho más en costos laborales por hora que sus competidores extranjeros en el sur de EUA.

En particular, GM señaló el hecho de que “solo” el 6 por ciento del trabajo en la empresa corresponde a trabajadores temporales, comparado con 20 por ciento en las fábricas en EUA de empresas extranjeras. Un exjecutivo de GM les dijo a los inversionistas de Wall Street hace dos años que la empresa buscaba que la mitad de su fuerza laboral fuera temporal.

Es significativo que el comunicado de prensa no dice nada sobre los trabajadores temporales y de tiempo parcial (TPT, por sus siglas en inglés), un silencio sospechoso que indica que el acuerdo ofrece aumentos masivos en el porcentaje de trabajadores TPT.

La afirmación de que el acuerdo “mantendría beneficios de salud que lideran a nivel nacional” es particularmente absurda. Dado que, según muchas fuentes noticiosas, los trabajadores automotores tienen costos de salud mucho menores al promedio nacional, esta declaración cuidadosamente formulada no excluye que haya recortes masivos. Las empresas automotrices han señalado que la cobertura médica es un área importante en la que están buscando reducir sus costos.

Ante oposición masiva de obreros, UAW convoca huelga nacional en GM

Actualización de las 12:30 PM (hora del este de EUA), domingo 15 de septiembre

El sindicato United Auto Workers anunció una huelga nacional en General Motors durante una conferencia el domingo en Detroit. La huelga comenzará oficialmente a la medianoche.

Si la huelga procede, sería la primera importante huelga nacional en una empresa automotriz con sede en EUA en décadas.

El anuncio se produjo después de una reunión del Consejo Nacional del UAW para GM. Más temprano el domingo, los trabajadores automotores en Flint denunciaron al sindicato por ordenarles cruzar la línea de piquete de los conserjes del UAW empleados por la empresa Aramark a quienes el sindicato les había dicho que salieran a huelga a la media noche el sábado.

Vicepresidente del UAW, Terry Dittes deja rueda de prensa en Detroit el domingo

El UAW les ordenó a los trabajadores automotores a que continuaran trabajando después de la expiración del contrato la noche anterior para comprar tiempo. Sin embargo, ante la ira de los trabajadores sobre las concesiones exigidas por la empresa y las exposiciones nuevas de corrupción del sindicato, los oficiales concluyeron que no tenían alternativa más que convocar una huelga nacional.

Cabe notar que el presidente del UAW, Gary Jones, quien fue identificado la semana pasada como un participante en el robo de millones de dólares en fondos sindicales para pagar juegos de golf y estancias en las villas de Palm Springs y otros gastos personales, no se dignó en aparecer en la conferencia de prensa.

La huelga será una expresión poderosa del resurgimiento de la lucha de clases en EUA e internacionalmente y una indicación del inmenso poder de la clase obrera. Sin embargo, los trabajadores deben estar advertidos de que el UAW buscará acabarla lo antes posible para imponer concesiones. Tienen que acatar las lecciones de las huelgas previas, incluyendo la huelga en GM de 2007. Esa huelga “Hollywood” duró tan solo dos días y el UAW luego impuso un acuerdo que introdujo los odiados dos niveles salariales.

Esto subraya la urgencia de que los trabajadores automotores tomen la conducción de la batalla contractual de las manos del UAW formando comités de base en las fábricas y preparando una lucha para movilizar a todos los 158.000 trabajadores de GM, Ford y Fiat Chrysler. No se le puede permitir ni al UAW ni a las empresas desafiar nuevamente la voluntad de los trabajadores ni aprobar un contrato que tendrá consecuencias devastadoras para los trabajadores automotores, sus familias y generaciones futuras de obreros.

El World Socialist Web Site continuará actualizando esta noticia en desarrollo.

Los trabajadores automotores están furiosos de que el UAW les ordene cruzar las líneas de piquete de los conserjes

Actualización del sábado 14 de septiembre

En una traición flagrante, el UAW les ordenó a los trabajadores de producción en General Motors a cruzar las líneas de piquete de los conserjes. El sindicato los había llamado a hacer huelga en cinco plantas después de la medianoche del sábado.

Conserjes del UAW en la línea de piquete el domingo en Flint el domingo en la mañana [crédito: UAW local 598]

El UAW está manteniendo a los trabajadores automotores en el trabajo a pesar de que el contrato de 46.000 trabajadores de GM se dejara expirar a la medianoche y a pesar de que GM sigue presionando con sus demandas de eviscerar los beneficios de salud, cerrar plantas y aumentar el número de trabajadores temporales y casuales que reciben salarios miserables.

Las cinco plantas seleccionadas para la huelga de los conserjes fueron Flint Metal Center, Flint Engine Operations, Flint Assembly y Warren Tech Center en el estado de Michigan y Parma Metal Center cerca de Cleveland, Ohio. Los conserjes, quienes son empleados por el contratista de GM, Aramark, también son miembros del UAW.

La escena en la madrugada de los trabajadores en Flint, el lugar de nacimiento del UAW y el sitio de la histórica huelga sentada de 1936-37, siendo ordenados por el sindicato a cruzar las líneas de piquetes de sus compañeros en las mismas plantas resume la transformación del UAW en un brazo sobornado de la gerencia. La huelga sentada demostró el inmenso poder industrial y social de la clase obrera cuando lucha unida y en solidaridad. Ese es precisamente el legado que el UAW rechazó hace mucho y que ha buscado destruir.

Esta traición podría ser seguida más adelante el domingo por instrucciones del sindicato el domingo de que los trabajadores automotores en solo estas cinco plantas cesen su trabajo y respeten las líneas de piquetes de los conserjes como un medio para evitar una huelga directa contra GM y para intentar dividir, desorientar y desmoralizar a los trabajadores, quienes quieren una lucha unida y plena contra las empresas automotrices. Una maniobra tan sórdida dejaría a la mayoría de las instalaciones de GM en operación, incluyendo 11 de las 12 plantas de ensamble en EUA.

Los trabajadores automotores que hablaron con la prensa se mostraron furiosos de que el UAW los obligara a ser rompehuelgas de los conserjes. Un trabajador de Flint estaba a punto de llorar cuando llegó al trabajo, según el Free Press.

“Nos han separado de GM”, le dijo uno de los conserjes al periódico. “Somos un solo sindicato. Todo debería hacerse junto. Se supone que somos hermanos y hermanas”.

Incluso mientras los trabajadores en las cinco plantas estaban siendo obligados a romper la huelga por parte del sindicato, el Consejo del UAW para GM estaba reuniéndose de forma privada a las 10 a.m. en el Marriott Renaissance Hotel (en el Renaissance Center propiedad de GM), seguido por una conferencia de prensa. Este cuerpo, conformado por oficiales locales del sindicato en las plantas de GM de todo el país, decidirá las acciones a tomar. Lejos de los sentimientos de los trabajadores en las plantas, los dirigentes del UAW en la Junta Ejecutiva Internacional esperan poder tomar una medida de la situación por parte de los burócratas locales mientras les dan órdenes de mantenerla bajo control.

Un equipo de reporteros del Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS fue rechazado por los oficiales del UAW cuando intentó cubrir la reunión. Cuando el Boletín de los Trabajadores Automotores y el editor laboral del WSWS, Jerry White, se opusieron a este ataque flagrante a la libertad de prensa y señalaron que el Wall Street Journal sí pudo entrar en la rueda de prensa, un oficial del UAW respondió: “La libertad significa que no tengo que responder a ninguna de sus preguntas”.

Independientemente de qué pase, el UAW ya ha marcado la pauta para romper la huelga de sus propios miembros. Su objetivo es dividir a los trabajadores automotores y romper el ímpetu masivo.

Esta traición por parte del UAW se contrapone al voto de 96 por ciento a favor de una huelga entre los trabajadores de GM, Ford y Fiat Chrysler (FCA). El fracaso a este punto de llamar siquiera a una huelga simbólica de los trabajadores de GM es una indicación de cuán temeroso está el UAW de que podría perder control rápido incluso de una acción limitada y que se desate la fuerza de la clase trabajadora. El UAW quiere anunciar un acuerdo con los trabajadores en las fábricas porque teme que una vez que los trabajadores salen, no podrá enviarlos de vuelta al trabajo.

El sindicato teme que una huelga —especialmente una que obligue a la empresa a retroceder— vaya a generar militancia y socavar su política corporativista. Junto a sus secuaces, el presidente Jones del UAW, quien se enfrenta a una inminente imputación por cargos penales, cree que tienen que demostrarle al Gobierno y a las empresas de que continúan siendo útiles para así obtener acuerdos judiciales en sus casos.

La noche del sábado, el vicepresidente del UAW, Terry Dittes, les envió una carta a los presidentes locales del sindicato en las plantas de GM y a los directores de planta, finanzas y otros oficiales locales anunciando que el UAW continuaría las negociaciones para alcanzar un acuerdo antes de la fecha límite y que “no se tomarán decisiones ni acciones hasta que el IEB [siglas en inglés para Junta Ejecutiva Internacional] se reúna a la medianoche y que el Consejo Nacional se reúna a las 10 am el domingo”.

En comentarios dirigidos a las bases obreras, furibundas por la falta de información por varias semanas sobre las negociaciones e incluso sobre las demandas que el UAW está avanzando, Dittes dijo que “se ha logrado algo de progreso”. Luego afirmó, sin embargo, que “quedan diferencias importantes entre los partidos en cuanto a salarios, beneficios de salud, empleados temporales, seguridad laboral y beneficios de ganancias”.

La realidad es que el UAW y las empresas alcanzaron un acuerdo hace mucho y que las “negociaciones” no son más que sesiones de planeamiento para decidir cómo meter a la fuerza el acuerdo ante la oposición masiva entre los trabajadores. Incluso si uno fuera a aceptar los comentarios de Dittes, significa que el UAW está obligando a los trabajadores a mantenerse en el trabajo bajo condiciones en que GM no ha retrocedido ni un pelo en cuanto a sus demandas.

La Junta Ejecutiva Internacional del UAW, compuesta por Gary Jones, el secretario-tesorero Ray Curry y los vicepresidentes Terry Dittes (GM), Rory Gamble (Ford) y Cindy Estrada (FCA), así como nueve directores regionales, se reunieron a la medianoche del sábado. Este mismo cuerpo tuvo una reunión con gran fricción el viernes que puso de manifiesto el desdeño hacia los trabajadores: mantuvo a Jones en la cúpula a pesar de que se ha visto implicado en un esquema en que los oficiales del UAW malversaron más de $1 millón del fondo del sindicato para pagar juegos de golf, villas de lujo, champagne y otros lujos.

Es posible que el UAW todavía considere necesario convocar una huelga limitada para dejar salir el humo y recobrar algo de credibilidad entre los trabajadores. No obstante, tal acción estaría diseñada para que tenga el menor impacto posible en las ganancias de las corporaciones, mientras facilita la aprobación de un contrato proempresarial. Un paro de dos días en GM y otro de seis horas en Fiat Chrysler en 2007 fue seguido por la introducción del odiado sistema de dos niveles salariales.

Los trabajadores están decididos a luchar contra GM, cuyas ganancias fueron de $35 mil millones en los últimos tres años, mientras que ha gastado más de $10 mil millones en recompras de acciones para sus empresarios adinerados desde 2015.

Lo mismo es cierto para los trabajadores de Ford y Fiat Chrysler. El viernes, el UAW extendió los contratos con las otras empresas automotrices para dividir a los trabajadores automotores, incluso cuando estas tres automotrices colaboran para imponer más concesiones. Los oficiales sindicales y capitanes de equipo pasaban por las plantas para decirles a los trabajadores que no deben hacer huelga esta noche.

Un trabajador de Fiat Chrysler en la planta de ensamblaje en Sterling Heights (SHAP, por sus siglas en inglés) le dijo al Boletín de los Trabajadores Automotores del WSWS, “Se nos ha quitado mucho. Si todos nos levantáramos ahora y saliéramos, las empresas perderían millones en la primera hora de la huelga. Las personas en Estados Unidos deberían frenar todo el país. Estamos listos. Todos juntos seríamos más poderosos que los milmillonarios. La producción está conectada globalmente y hacemos los mismos productos que los trabajadores en Canadá y México. Esto lo hace una lucha internacional.

“He trabajado en el Equipo C [turno de noche] en SHAP durante los últimos cinco años. La gente está tan cansada de que haya tantos accidentes con los trabajadores del Equipo C intentando volver a casa. Pueden hablar con cualquier doctor y les dirá lo malo que es ese turno para tu salud. Escuche una conversación de la gerencia diciendo que Chrysler nunca eliminará el Equipo C porque les genera tantas ganancias”.

Como las otras empresas automotrices, GM ha destruido decenas de miles de empleos de producción y oficina en sus operaciones por todo el mundo y está en el proceso de cerrar cinco plantas en EUA y Canadá, incluyendo la icónica planta de ensamble icónica de Lordstown, Ohio, y su planta de ensamble en Detroit.

Los cierres de planta, los cuales fueron anunciados a fines del 2018, son parte de una estrategia conjunta de GM y el UAW de utilizar las amenazas contra los puestos de trabajo para imponer concesiones aún mayores. En el pasado, el UAW y las empresas automotrices anunciaron supuestos acuerdos para “salvar plantas” que incluyen “estructuras salariales competitivas” y otras concesiones, incluyendo pasar a una mayoría de trabajadores de segunda escala salarial, junto a trabajadores temporales y casualizados que igual tienen que pagar cuotas al UAW pero que pueden ser contratados y despedidos libremente.

Los trabajadores automotores han visto este juego antes y están decididos a prevenir que ocurra nuevamente. Saben que todo el “proceso de negociación” es un fraude porque aquellos que dicen representarlos han quedado expuestos por aceptar sobornos y representar los intereses de la gerencia.

Par derrotar la conspiración de la empresa y el sindicato, los trabadores deben tomar control de las negociaciones y la batalla contractual, arrebatándosela de las manos al UAW por medio de la construcción de comités de base en cada fábrica. Los trabajadores deben organizar reuniones en las fábricas y en redes sociales para elegir estos comités, formular sus propias demandas y prepararse para intervenir directamente y revocar cualquier decisión del UAW que afecte adversamente a los trabajadores y sus familias.

Lo que se necesita es una lucha verdadera para movilizar a todos los 158.000 trabajadores de GM, Ford y FCA y a las secciones más amplias de la clase obrera. Esto incluye apelar a los trabajadores automotores de GM y otras empresas en Canadá, México, Corea y otros países y forjar una lucha conjunta en defensa de sus empleos y niveles de vida.

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